Sobre la etimología de «teología» y «biblia», algunas precisiones



Héctor B. Olea C.

Por años se ha venido diciendo que la palabra «teología» viene de dos palabras griegas: «theós»  (dios, Dios), y «lógos» (palabra, ciencia). Sin embargo, desde mi óptica, esta afirmación amerita ciertas matizaciones. En consecuencia, mi tesis principal es: «teología» viene de «theós», y de «lógos» sólo conceptualmente e indirectamente, aunque no morfológicamente. Paso a explicarme.

Por lo general, se afirma que la palabra «lógos» (palabra, dicho, mensaje, enseñanza, plática, comunicación, ajuste de cuentas, cuenta, razón, causa, demanda, asunto), deriva del verbo «légo» (yo digo); no obstante, me parece que «lógos» tiene una relación conceptual y morfológica con el verbo «loguízomai» (tomar en cuenta, contar, acreditar, considerar, pensar, suponer, evaluar, estimar, clasificar), del cual derivan una serie de palabras tales como: «loguéia» (contribución, colecta), «loguía» contribución, colecta), «lóguion» (palabra, se refiere a dichos cortos que proceden de la deidad), «lóguios» (docto, elocuente), «loguikós» (racional, lógico), «loguismós» (razonamiento, pensamiento, argumento falso), «logomajéo» (altercar acerca de palabras), «logomajía» (riña sobre palabras).

Luego, es preciso decir también que no hay forma de que en el griego se pueda llegar, morfológicamente, a la forma «logía» (griego «lóguia») precisamente a la luz del conjunto de las flexiones (cambios o variaciones desinenciales) de la palabra «lógos» en su total declinación: nominativo singular (os) y plural (oi),  genitivo singular (u) y plural (on), dativo singular (o) y plural (ois), acusativo singular (on) y plural (us), vocativo singular (e) y plural (oi).

Por otro lado, sí hay una palabra, un diminutivo de «lógos» por cierto, o sea, «lóguion» (palabra, se refiere a dichos cortos que proceden de la deidad), y de género neutro, a diferencia de «lógos» que es de género masculino, que en el caso nominativo, el acusativo y vocativo plural, tiene la morfología «loguía».

En consecuencia, no creo que sea inverosímil  ni descabellado sostener que las distintas «logías» del castellano y del lenguaje de las ciencias (microbiología, geología, sexología, etc), derivan específicamente de «lóguion», e indirectamente de «lógos».     

Conclusión: morfológicamente la desinencia, terminación o sufijo «logía» viene de la forma del caso nominativo, del acusativo y vocativo plural del diminutivo neutro «lóguion», o sea, «lóguia», y no de la palabra primitiva «lógos».

Finalmente, la única diferencia entre el griego «lóguia», y el castellano «logía» está en la acentuación.

Por otro lado, es preciso decir que lo mismo que ocurre con la etimología de la palabra «teología», es exactamente lo mismo que ocurre con la etimología de la palabra «Biblia».

Pues bien, en la mayoría de las fuentes se afirma que la palabra «Biblia» viene de «biblos» (libro), de género femenino; pero hay que decir que más bien viene de “biblíon” (librito) un diminutivo neutro de «bíblos».

Ocurre pues, que de «bíblos» (femenino de la segunda declinación, o sea, con una morfología de género masculino) no hay forma de llegar a la morfología «biblia», a la luz del conjunto de las flexiones (cambios o variaciones desinenciales) de la palabra «biblos»~en su total declinación: nominativo singular (os) y plural (oi),  genitivo singular (u) y plural (on), dativo singular (o/) y plural (ois), acusativo singular (on) y plural (us), vocativo singular (e) y plural (oi).

Sin embargo, ocurre que el nominativo, el acusativo y vocativo plural del diminutivo neutro “biblíon” , es “biblía”, forma prácticamente igual a la castellana “biblia” (la diferencia solamente está en el acento). La expresión griega “biblía” (libros) es la que se traduce “libros” en Juan 21.25; 2 Timoteo 4.13 y Apocalipsis 20.12.

En resumen, tanto «teología» como «biblia», derivan de manera directa de la morfología de dos diminutivos, de «lógos», o sea, «lóguion»-«lóguia», respecto de la palabra «teología»; y de «bíblos», o sea «biblíon»-«biblía», respecto de la palabra «Biblia».    


Observación bibliográfica: Para aportar el contenido semántico de los términos griegos citados, dependí básicamente del «Léxico Griego-Español del NT», de Alfred E. Tuggy.


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