Héctor B. Olea C.
En la República Dominicana a diferencia de otros países, se celebra y conmemora el “día de las madres” el último domingo del mes de mayo, y el “día de los padres”, el último domingo del mes de julio.
Ahora bien una situación bien conocida por
las personas que residen en la República Dominicana es que el “día de las
madres” tiene una resonancia y transcendencia en los medios de comunicación masiva,
y en lo que al aspecto comercial se refiere, que jamás logra la conmemoración
del “día de los padres”.
Una exégesis de Proverbios 31.10-31 en perspectiva de género.
Ciertamente subyace en el imaginario colectivo
del pueblo dominicano la idea de que a pesar de todo lo que pueda hacer la figura
paterna, sin negar su abnegación y su aporte al hogar en todo lo que tiene que
ver con la economía del hogar y su participación activa en todos los aspectos
del mismo; al final y después de todo, es el amor de madre el amor que más se
asemeja al gran amor de Dios, y es en ciertos sentido, la madre y no el padre,
la figura que viene a representar mejor las ideas por lo general asociadas a la
figura divina.
En consecuencia, llama la atención el contraste
que en este aspecto muestra la cultura dominicana, el imaginario social del pueblo
dominicano, incluso el pensamiento cristiano, y sin hacer exégesis alguna, en relación
a la forma en que la Biblia coloca a la madre y por lo general a la mujer, en un
lugar secundario, de segundo orden en el hogar, en la sociedad y en todo lo que
tiene que ver con la vida religiosa y sus instituciones.
Ciertamente parece que el imaginario
colectivo de la República Dominicana (como el de otros pueblos latinoamericanos,
y de los pueblos de otras latitudes), le ha hecho justicia y ha reivindicado a
la mujer en un aspecto en el que la Biblia como un todo, siempre colocó a la
mujer en una situación de franca desventaja en relación al varón.
Precisamente quiero ahora llamar la atención
respecto de la manera en la que en ocho binomios bíblicos, la mujer jamás fue
colocada como el primer término, dejando ver sin duda, y con claridad meridiana,
la forma en que tanto en el plano sociocultural como en el religioso, la mujer
era vista un tanto inferior al varón, y jamás en un plano de igualdad, sino siempre
de desventaja.
El primer binomio es: «varón-hembra». Este se
lo encuentra sólo en cuatro ocasiones en toda la Biblia, dos en el AT y dos en
el NT: Génesis 1.27; 5.2; Mateo 19.4; Marcos 10.6.
En segundo binomio es: «hombre-mujer». Este
se lo encuentra sólo en dos ocasiones en toda la Biblia, y ambas en el AT:
Génesis 3.8; Jeremías 44.7.
El tercer binomio: «esposo-esposa». Este se
encuentra una sola vez en toda la Biblia, específicamente en el NT: Apocalipsis
18.23.
El cuarto binomio es: «padre-madre». Este se
lo encuentra en trece ocasiones en doce versículos bíblicos, AT y NT: Deuteronomio
21.19; Jueces 14.3, 4; 1 Samuel 22.3; 2 Reyes 3.2; Ester 2.7; Salmo 27.10;
Proverbios 23.25; Zacarías 13.3 (dos veces); Mateo 19.5; Lucas 14.26; Juan
6.42.
El quinto binomio es: «hijos-hijas». Este se
lo encuentra en treinta y dos (32) veces en treinta y un (31) versículos
bíblicos, y una sola ocasión en el NT (2 Corintios 6.18).
El sexto binomio es: «hermano-hermana» (en
singular). Este lo encontramos en sólo dos ocasiones en toda la Biblia, y sólo
en el NT: Mateo 12.50; Marcos 3.35.
El séptimo binomio es: «hermanos y hermanas».
Este lo encontramos en sólo dos ocasiones en toda la Biblia, una en el AT (Josué
2.13) y la otra en el NT (Lucas 14.26).
El octavo binomio es: «esclavos-esclavas». Este
lo encontramos en una sola ocasión en toda la Biblia, específicamente en el AT:
Levítico 25.44.
Finalmente, a pesar de toda la evidencia bíblica
presentada, a pesar de que es la «madre» la que aparece como segundo término del
binomio «padre-madre»; el imaginario colectivo del pueblo dominicano más bien ha
leído, e insiste en leer: «Honra a tu madre y a tu padre», así de sencillo.
¡Feliz día de la madre, mujer dominicana, y
del mundo!
¡Hasta la próxima!
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