«Profeta», «profetisa», «discípulo» y «discípula» Cuestiones de traducción bíblica



Héctor B. Olea C.

La palabra castellana «profeta», es la transliteración fonética y perfecta del caso vocativo singular del sustantivo griego «profétes» (profeta). Es, pues, «profétes», un sustantivo masculino de la primera declinación; o sea, un sustantivo con la morfología de un sustantivo femenino de la primera declinación, pero siendo en realidad un sustantivo de género gramatical masculino.

Nunca se usa la palabra «profétes», ni en la Septuaginta (por lo general traduciendo el sustantivo hebreo de género masculino, «nabí» (profeta, vidente), ni en el NT griego para señalar a una mujer, sino siempre a una  persona varón.

Ahora bien, sí existe una forma de género gramatical femenino y que sí se usa en la Septuaginta, por ejemplo, en Jueces 4.4 (acompañando al sustantivo «guné»-mujer), traduciendo la forma femenina del sustantivo hebreo «nabí», o sea, «nebiáh»-profetisa. Este sustantivo es «profétis» (profetisa). Encontramos a «profétis» (profetisa) en todo el NT griego, sólo en Lucas 2.36 y Apocalipsis 2.20.  

Finalmente, tanto el sustantivo «profétes» (masculino, profeta) como «profétis» (femenino, profetisa), derivan del verbo «profetéuo» que significa: proclamar, predicar, profetizar.

Por otro lado, es «mathetés» (discípulo) otro sustantivo masculino de la primera declinación, con las mismas características de «profétes»; o sea, que es un sustantivo masculino de la primera declinación, con una morfología de género femenino, pero siendo en realidad de género masculino.

Como «profétes», «mathetés» (discípulo) siempre hace referencia a una persona varón. No obstante, sí aparece en el NT griego, un sustantivo de género femenino, y que sí apunta específicamente a una mujer. Este sustantivo es «mathétria», que significa «discípula». No tiene «mathétria» presencia en la Septuaginta, y respecto del NT griego, sólo se la encuentra una sola vez, en Hechos 9.36.

Finalmente, derivan «mathetés» (discípulo), y «mathétria» (discípula), del verbo «mantháno» (yo aprendo, averiguo, estudio); verbo que para su tema futuro (que tiene dos forma: «mathésomai» y «mathéso»), adquiere el lexema «mathe», presente tanto en «mathetés» (discípulo), como en «mathétria» (discípula).





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