Un caso y ejemplo concreto de una evaluación de versiones de la Biblia

Un caso y ejemplo concreto de una evaluación de versiones de la Biblia, en un estudio comparativo y crítico de versiones: una deuda que tenía pendiente.

A las personas que les fascina emitir juicios de valor sobre las versiones de la Biblia, con muy poco fundamento o con ninguno, les vendría bien considerar este post.

Una actitud criticable y que debe ser superada. No es justo, recomendable, ni adecuado el pronunciarse a favor o en contra de una determinada versión de la Biblia con base en prejuicios y criterios puramente teológicos, doctrinales, y eclesiales, por el simple hecho de estar o sentirse comprometido (a) con una determinada tradición y praxis eclesial.

En realidad, deben ser filológicos, lingüísticos, textuales y exegéticos, etc., los criterios con base en los cuales se ha de emitir un juicio de valor sobre alguna y toda versión de la Biblia, y de manera ideal, caso por caso, no de manera generalizada, ni equivalente a una declaración general sobre la misma.     

Pues bien, a la luz de los datos y conclusiones que arroja mi anterior post (el que tiene que ver con el análisis del «genitivo objetivo» en Marcos 11.22) , postulo ahora las siguientes conclusiones:  

En primer lugar, la «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras» (la clásica versión de los llamados «Testigos de Jehová»), es tan buena y acertada como la Reina Valera 1960, la Biblia de Jerusalén, La Sagrada Biblia (traducida de la Vulgata Latina, la Nueva Traducción Viviente (NTV), la Biblia de las Américas, la Reina Valera 1995, la Reina Valera Contemporánea, en fin, como toda y cualquier versión de la Biblia que en Marcos 11.22 haya traducido en conformidad al genitivo objetivo: «fe en Dios» (Tengan fe en Dios), y no en conformidad al genitivo subjetivo: «fe de Dios».

En segundo lugar, la «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras» (la clásica versión de los llamados «Testigos de Jehová»), es mejor que la Reina Valera 1960,  la Reina Valera 1995, la llamada Reina Valera contemporánea del año 2011, y que toda versión de la Biblia que haya cometido el error de traducir en Gálatas 2.16 en conformidad al genitivo subjetivo («fe de Jesucristo», la «fe de Cristo»); y tan buena y acertada como la Biblia de las Américas, la Nueva Traducción Viviente (NTV), la Reina Valera Actualizada 2015, la Biblia de Jerusalén, y como toda versión de la Biblia que haya traducido en Gálatas 2.16 en conformidad al genitivo objetivo: la «fe en Jesucristo», la «fe en Cristo».   
  
En tercer lugar, la «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras» (la clásica versión de los llamados «Testigos de Jehová»), es mejor que la Reina Valera 1960, La Sagrada Biblia (traducida de la Vulgata Latina), y que toda versión de la Biblia que en Filipenses 3.9 haya traducido en conformidad con el genitivo subjetivo («de Cristo», «de Jesucristo»); y tan buena y acertada como la Biblia de Jerusalén, la Reina Valera Actualizada 2015, la Biblia de las Américas, la Reina Valera Contemporánea, la Nueva Traducción Viviente (NTV), en fin, como toda y cualquier versión de la Biblia que en Filipenses 3.9 haya traducido en conformidad con el genitivo objetivo: «en Cristo».

En cuarto lugar, la «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras» (la clásica versión de los llamados «Testigos de Jehová»), es tan mala y desacertada como la Reina Valera de 1960, la Reina Valera 1995,  la Reina Valera Actualizada 2015, la Biblia de Jerusalén, La Sagrada Biblia (traducida de la Vulgata Latina), la Biblia de las Américas (aunque hay que reconocer que esta versión incluye una nota que reconoce la posibilidad de que sea traduzca como un genitivo objetivo), y como toda versión de la Biblia que en Apocalipsis 14.12 haya traducido en conformidad con el genitivo subjetivo («de Jesús», «la fe de Jesús»); y es superada por la Reina Valera Contemporánea, la Nueva Traducción Viviente, en fin, por toda y cualquier versión de la Biblia que en Apocalipsis 14.12 haya traducido en conformidad al genitivo objetivo: «en Jesús», «la fe en Jesús».   
  
Conclusiones: 1) Ninguna versión de la Biblia, absolutamente ninguna, es perfecta, ni consistente de principio a fin. 2) Toda y cada versión de la Biblia tiene el derecho a un juicio justo, libre de prejuicios y bien fundamentado.


¡Hasta la próxima!


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