Cuestiones de
exégesis, traducción y teología bíblica
Héctor B. Olea C.
Muy a pesar de que la versión Reina Valera
1960 (y prácticamente toda la serie Reina Valera, aunque ciertamente hubo un
cambio para la llamada Reina Valera Contemporánea RVC, año 2011) en Juan 5.39
tiene el verbo «escudriñar» en modo imperativo: «escudriñad»; lo cierto es que
la forma verbal «eraunáte» (del verbo «eraunáo» o «ereunáo»: estudiar, investigar,
escudriñar) debe ser traducida en modo indicativo: «ustedes escudriñan».
Además, si bien es cierto que en lo que
respecta a la segunda persona del plural (ustedes), existe una ambigüedad en la
gramática griega, pues la morfología de la segunda persona plural en modo indicativo,
y la morfología de la segunda persona del plural en modo imperativo es
exactamente la misma; existen otros factores, como el contexto, que permiten
dilucidar y traducir dicha morfología en una manera acertada.
En consecuencia y, en este caso, es obvio que
el contexto inmediato, el versículo 40, deja ver que la forma verbal «eraunáte»
del versículo 39, debe entenderse y traducirse en modo indicativo: ustedes
estudian, escudriñan, investigan.
En tal sentido, siempre en el contexto de la
teología joánica, Jesús (en el marco de una serie de disputas con los judíos,
disputas que cuadran más bien con la época en que se redactó el evangelio, que
con la época de la figura histórica de Jesús); admite que los judíos, sus compatriotas y coterráneos,
estudiaban las escrituras («tas grafás», acusativo plural de «grafé», hace referencia
aquí al menos a alguna porción del Tanaj); pero de manera paradógica, lo reclazaban
a él, del cual hablaban las Escrituras, y quien podía otorgarle la vida eterna
que procuraban obtener mediante las Escrituras, de la que hablaban las Escrituras
(compárese Gálatas 3.24; Juan 5.37-38).
En consecuencia, para el Jesús joánico, para
la teología joánica (teología cristiana y hasta marcada con cierto
antisemitismo), era posible conocer, estudiar y atesorar las Escrituras, pero
no comprender y hasta rechazar al Jesús de las mismas Escrituras, a la figura
de Jesús a la que dichas Escrituran apuntaban.
En conclusión, en el contexto de una teología
propiamente cristiana, como la joánica, asumiendo el NT como lo que realmente es,
un conjunto de teologías: ¿Es posible atesorar y estudiar la Biblia, divinizarla
y endiosarla, pero al final no optar, no tener, no estar identificado con el
Jesús de la Biblia, con al menos la figura de Jesús de alguna de las distintas
teologías y cristologías del Nuevo Testamento?
No hay comentarios:
Publicar un comentario