La búsqueda de la “pronunciación correcta” de «YHVH» está condenada al fracaso


Una perspectiva crítica

Héctor B. Olea C.

Todo intento de buscar, perseguir y conseguir la supuesta “pronunciación correcta” o más correcta de «YHVH» (reflejada por alguna transliteración del mismo, con base en su  vocalización en el Tanaj), es un sin sentido y está condenado al fracaso. Esto así ya que los «Masoretas», la generación de eruditos judíos que recibió el texto consonántico del Tanaj (siglos V-X d.C. o un poco antes), que lo puntuó, vocalizó, y que elaboró toda una serie de observaciones sobre el texto hebreo («Masora Parva» y «Masora Magna»), últimos testigos de la pronunciación oral de «YHVH», en lugar de ofrecernos la tan perseguida pronunciaron correcta, más bien nos transmitieron en el texto hebreo vocalizado del Tanaj, la tradición de evitar su pronunciación. 

Consecuentemente, pienso que se hace necesario comprender cada vez más y mejor la tradición masorética, más que invertir energía en una infructuosa búsqueda de una supuesta pronunciación correcta de «YHVH», precisamente al margen de la herencia que recibimos de los masoretas, de las noticias y observaciones de los masoretas, en el llamado «Texto Masorético».

En consecuencia, pienso que son pertinentes las siguientes observaciones:

Las distintas formas de emplear el tetragrama («YHVH»), tienen dos razones básicas. La primera: hay versiones de la Biblia que no han traducido el tetragrama, sino que lo han transliterado. En segundo lugar: hay versiones de la Biblia que no han transliterado el tetragrama, sino que lo han traducido.

Las versiones de la Biblia que no traducen el tetragrama sino que más bien lo transliteran, son las que tienen una de las siguientes variantes: Jehová, Jehováh, Yahvé, Yavé, Yahveh y Yahweh, YHVH, YHWH.

La vocalización y lectura que muestra «YHVH» en la Biblia Hebrea o Tanaj, constituye un «qere perpetuo», una forma de indicar su lectura y traducción siempre. Esta recomendación masorética pone en serio cuestionamiento las distintas transliteraciones (absolutamente a todas) que se emplean hoy en las traducciones de la Biblia, incluyendo la muy popular, “Jehová”.

Las versiones que traducen el tetragrama siguiendo la tradición masorética, no usan la transliteración “Jehová” ni ninguna de sus variantes. Dichas versiones traducen el tetragrama por “Señor”. Y en la misma línea, la expresión “Jehová Dios” y “Señor Jehová” son traducidas como “Señor Dios”, “Señor y Dios”, “Dios el Señor”, etc.

En suma, en lo personal, pienso que la mejor opción es, siguiendo la tradición masorética, la Septuaginta, y en parte a los targúmenes, leer a «YHVH» por «Adonay» y traducirlo «Señor» (del hebreo al castellano); y del hebreo al griego, manteniendo la lectura «Adonay» y traducirlo por «Kúrios»” («Señor»), evitando así cualquier transliteración, absolutamente toda o cualquier transliteración de «YHVH», así de sencillo.


¡Hasta la próxima!


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