¿Por qué «Jesús» y no «sotér»? La explicación la tiene la Septuaginta


 


¿Por qué «Jesús» y no «sotér»?
La explicación la tiene la Septuaginta
Una vez más sobre Mateo 1.21 y Lucas 2.21

Héctor B. Olea C.

Mateo 1.21 (compárese Lucas 2.21) tranquilamente sugiere que el nombre «Jesús» (griego «iesús») dado al hijo de María cuyo nacimiento se proclama en la cristología de la concepción, tiene como fundamento en el hecho de que él salvaría a su pueblo de sus pecados.

Ahora bien, el problema es que el nombre «Jesús» (griego «iesús») lexicalmente nada tiene que ver con el verbo griego «salvar» («sózo»), verbo que, por cierto, se emplea en Mateo 1.21 (en tiempo futuro, voz activa, modo indicativo, tercera persona del singular: «sósei»).

Luego, ¿por qué establece Mateo una indiscutible relación y asociación entre la idea de «salvación» y el nombre «Jesús» (griego «iesús»)?

En primer lugar, el hombre griego «iesús» («Josué», «Jesús») no forma parte de la onomástica del griego clásico (estadio de la lengua griega anterior al griego koiné), como tampoco la palabra «Emmanuel».

En segundo lugar, como «Emmanuel», el nombre «iesús» («José», «Jesús») tiene su origen en la clásica versión griega de la Biblia Hebrea (Septuaginta, Los LXX).

En tercer lugar, en la clásica versión griega de la Biblia Hebrea (Septuaginta, Los LXX), el nombre «iesús» («Josué») es el reflejo de dos palabras empleadas en la Biblia Hebrea: «yejoshúa» («yehoshúa»), término hebreo, Josué 1.10; 17.4; 1 Crónicas 7.27, y «yeshúa» (término arameo), Esdras 5.2; Nehemías 8.17.

En cuarto, lugar, a diferencia del término griego «iesús» («Josué», «Jesús»), las palabras «yejoshúa» («yehoshúa») y «yeshúa» sí tienen una relación léxica con la raíz verbal «salvar».

En quinto lugar, un sustantivo griego que sí está relacionado lexicalmente con la idea de «salvación», es «sotér» (salvador, libertador), palabra que sí tiene presencia en el griego clásico y en la koiné bíblica (41 veces en la Septuaginta, y 24 veces en el Nuevo Testamento).

En sexto lugar, es precisamente el sustantivo griego «sotér» (derivado del verbo «sózo»: «yo salvo») el que está detrás de la traducción «salvador», en Lucas 2.11.

En séptimo lugar, de la misma manera en que la expresión hebrea «imamnu-el» es la que permite comprender lo que dice Mateo 1.23 respecto de la palabra griega «Emmanuel»; así también el sustantivo hebreo «yejoshúa» («yehoshúa») que está detrás del nombre griego «iesús» («Josué», «Jesús»), es lo que en realidad permite comprender la asociación que hace Mateo 1.21 (compárese Lucas 2.21) entre la idea de «salvación» y el nombre griego «iesús» («Jesús»).

En conclusión, insisto, el nombre griego «iesús» («Josué», «Jesús») no tiene relación o derivación léxica con la idea de «salvación», sino el término «sotér» (véase Lucas 2.11); pero se comprende lo que plantea Mateo 1.21 a la luz de que la palabra griega «iesús» («Josué», «Jesús») fue la empleada para traducir las palabras «yejoshúa» («yehoshúa») y «yeshúa», palabras que sí tienen una relación y derivación léxica con la raíz verbal «salvar», y que en la Biblia Hebrea están detrás de la traducción «Josué».

Por supuesto, como siempre, invito a considerar la imagen anexa con la cual espero ilustrar estas líneas.

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