Análisis detallado del texto hebreo del Salmo 23.1 ¿Cuál es la traducción correcta del Salmo 23.1?




Análisis detallado del texto hebreo del Salmo 23.1

¿Cuál es la traducción correcta del Salmo 23.1?

Cuestiones de lingüística, gramática, exégesis y traducción bíblica

Héctor B. Olea C.

De vez en cuando aparece alguien que se hace eco de una desacertada y errónea propuesta de lectura y traducción del texto hebreo del Salmo 23.1.

Por supuesto, lo hacen por ignorar muchos elementos de la gramática (morfosintaxis) del hebreo bíblico, de lo contrario (de tener un conocimiento sólido de la gramática del hebreo bíblico), supongo que no lo harían.

Además, sigue siendo un recurso que, aparentemente demuestra erudición y un supuesto conocimiento de las lenguas bíblicas que no se posee, el asumir una postura crítica y radical a la clásica versión Reina Valera 1960 (buena, pero no perfecta, como ninguna versión de la Biblia es perfecta).

Es más, me parece que, si alguien quiere ponerse el traje de erudito, lo que hay que hacer es sencillamente ir en contra de la Reina Valera, por simples prejuicios, ignorando que, como en este caso, una versión de mucho más prestigio que ella, la tan respetada Biblia de Jerusalén (ya en su quinta edición) concuerda aquí y en muchos otros casos, con la Reina Valera 1960.

Luego, ¿por qué criticar aquí, erróneamente, por cierto, La Reina Valera 1960 y no así a La Biblia de Jerusalén?

En todo caso, con estas líneas estoy haciendo referencia a la supuesta correcta traducción del texto hebreo del Salmo 23.1 es: «Jehová es mi pastor, él no me faltará».

Ahora bien, ¿será cierto que esta propuesta de traducción respeta y refleja con acierto lo que en realidad dice el texto hebreo del Salmo 23.1?

Respuesta: No, como espero poder demostrar en este artículo, apelando incluso a la versión griega del texto en cuestión.

Por supuesto, un error fundamental de esta propuesta de traducción del Salmo 23.1, es que ignora que la forma verbal «ejsár», segunda palabra de la segunda sección del texto hebreo del Salmo 23.1, una forma verbal yiqtól, tiene de sujeto a la primera persona común singular, o sea, yo, y jamás a la tercera persona masculina singular él.

Insisto, el sujeto gramatical de la forma verbal «ejsár», es la primera persona común singular (yo), y no la tercera persona masculina singular (él, el Señor).

La carga semántica (significado) del verbo «jasár» (infinitivo constructo «la-jasór»)

Según el «Diccionario Bíblico Hebreo – español» de Schokel: Faltar, no haber; necesitar, carecer, echar de menos, echar en falta, tener-pasar necesidad; disminuir, mermar, menguar, agotarse. 

Según el «Diccionario de Hebreo Bíblico» de Moisés Chávez: Decrecer, reducirse, faltar, privar de algo, hacer que algo sea menos o menor, tener falta.  

Según el «Diccionario Bíblico Hebreo–español, español-hebreo», de Jaime Vázquez Allegue: Disminuir, faltar, carecer, rebajar.

Finalmente, invito a considerar seria y detenidamente, las tres imágenes que anexo a estas líneas, donde ofrezco detalles técnicos que espero ayuden a comprender, por un lado, lo acertada que es la tradicional traducción del Salmo 23.1 que nos ha propuesto la clásica Reina Valera 1960 (Jehová es mi pastor; nada me faltará) y la Biblia de Jerusalén quinta edición (2018-2019): «Yahvé es mi pastor; nada me falta».

Por otro lado, lo terriblemente errónea que es la propuesta de traducción: «Jehová es mi pastor, él no me faltará».

Muy a propósito de nuestra continua oferta académica en el campo de las lenguas bíblicas, el griego clásico, la gramática española y más, todo el año, año por año.

Modalidades: Online (vía Zoom en vivo y en directo) y Virtual (en diferido, en forma asincrónica, mediante clases grabadas).

¡Inscripciones siempre abiertas!

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí


No hay comentarios:

Publicar un comentario