«Una voz proclama…» o «voz del que proclama en el desierto»
Isaías 40 3 y Mateo 3.3 en el centro de esta cuestión
A propósito de nuestros cursos de hebreo clásico y de griego koiné que inician el sábado 7 de junio
Héctor B. Olea C.
En la clásica y tan popular Reina Valera
1960, Mateo 3.3 dice: «Pues este es
aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el
desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas».
Sin embargo, la
consideración del texto hebreo de Isaías 40.3 de inmediato nos pone al tanto de
las diferencias que existen entre las palabras que Mateo le atribuye al profeta
Isaías, con lo que en realidad leemos en el texto hebreo de Isaías 40.3.
Analicemos, pues, lo que dice el texto hebreo de Isaías 40.3.
En el texto hebreo de Isaías 40.3, después de la expresión «kol (qol) koré (qoré) (una voz proclama, alguien proclama)» se hace una pausa.
La expresión hebrea «kol koré» («qol qoré») está constituida por el sustantivo «kol (qol)» (voz, alguien), y por «koré» («qoré»), un participio activo masculino singular de la conjugación qal, de la raíz «qará» (llamar, anunciar, proclamar, vocear, etc.).
Luego, el participio «koré» («qoré») tiene encima de la letra «resh» («r») un símbolo o acento disyuntivo llamado «zaquéf qatón» (dos puntos verticales encima) que divide el versículo en dos partes, y que en funciones equivale a nuestra “coma” o nuestros “dos puntos”.
En consecuencia, el texto hebreo de Isaías 40.3 sugiere la siguiente división del versículo: «Una voz proclama (pausa): en el desierto…»
Sin embargo, en lo que respecta a la versión griega (Septuaginta, Los LXX), la pausa o división del versículo ocurre después de la expresión «en te erémo» («en el desierto»), en la siguiente manera: «Voz del que (quien) proclama en el desierto (pausa): preparen…»
En tal sentido, es preciso decir que texto griego de la versión griega (Septuaginta, Los LXX) tal y como se observa en la clásica edición de Alfred Rahlfs, asume la pausa al terminar la frase «en te erémo» («en el desierto»), pero sin un signo de puntuación que la indique.
Consecuentemente, respecto de la segunda parte del versículo, se sugiere iniciar con la forma mayúscula de letra inicial de la forma verbal «jetoimásate» («jEtoimásate»): «preparen» (imperativo aoristo primero, voz activa, segunda del plural), que sigue a la frase «en te erémo» («en el desierto»).
Pero en lo que respecta al texto griego de Mateo 3.3, que concuerda con la división del versículo en la versión griega (después de la frase «en te erémo»: «en el desierto»), se indica la pausa se indica con una «coma» (en el The Greek New Testament de las Sociedades Bíblicas Unidas, incluso en su quinta edición revisada), pero con un «punto alto» en la edición del Nuevo Testamento Griego Nestlé-Aland (incluso en su edición 28), por supuesto, en ambos casos después de la expresión «en te erémo» («en el desierto»).
En resumen y a continuación, la traducción que personalmente he realizado del texto hebreo y del texto griego de Isaías 40.3
Traducción del texto hebreo:
“Alguien (una voz) proclama (pausa): En el desierto preparen el camino del Señor; en tierra árida (desértica) allanen (enderecen) calzada (camino, senda) para nuestro Dios”.
Traducción del texto griego:
“Voz del que (quien) proclama en el desierto (pausa): Preparen el camino del Señor; allanen (hagan rectos, sin curvas) los caminos (senderos) de nuestro Dios”.
Luego y, por supuesto, el texto griego de Mateo 3.3 hace referencia a Isaías 40.3 según la versión griega, pero sin agregar la frase «de nuestro Dios» («tu zeú jemón»), o sea: “Voz del que (quien) proclama en el desierto (pausa): Preparen el camino del Señor; allanen (hagan rectos, sin curvas) sus caminos (los caminos de él, del Señor)”.
Observación: Mientras que el texto hebreo y la versión griega de Isaías 40.3 incluyen la expresión «nuestro Dios» (en hebreo: «lelojénu»: «para nuestro Dios»; en griego: «tu zeú jemón»: «de nuestro Dios», en ambos casos haciendo referencia al Señor); en cambio, el texto griego de Mateo 3.3 empleó el pronombre personal «autú» («de él»), en caso genitivo masculino singular, también haciendo referencia al Señor).
Una necesaria observación gramatical y técnica
He traducido «el camino del Señor» (y no «un camino del Señor»), porque la expresión hebrea «dérej Adonay» («dérej YHVH») constituye una “cadena constructa” en la cual la palabra «camino» («dérej») es el sustantivo en estado constructo (un sustantivo segolado que tiene una misma morfología para el estado absoluto y para el estado constructo singular), y «YHVH» (Adonay) es el sustantivo en estado absoluto (nombre propio) y que determina a «camino» («dérej»), constituyendo una cadena constructa determinada.
Luego, en lo que a la versión griega respecta, esta tradujo la cadena constructa «dérej YHVH» (el camino del Señor) empleando acertadamente el sustantivo «kírios» (Señor) en caso genitivo («kiríu»: del Señor), en la expresión «ten jódon kiríu» («el camino del Señor»).
¿Un «genitivo objetivo» o un «genitivo subjetivo»?
La expresión «el camino del Señor» puede ser asumida como indicando un «genitivo subjetivo» («el camino que le pertenece al Señor»), o como un «genitivo objetivo» («el camino dispuesto para el Señor»).
En todo caso, el contexto parece favorecer la idea del «genitivo objetivo»: «preparen el camino por el cual ha de transitar el Señor» («preparen el camino para que el Señor transite por él»).
Una traducción cuestionable y criticable de Isaías 40.3
Toda versión de la Biblia que asuma el texto hebreo como base para su traducción, debería traducir a Isaías 40.3 en conformidad al texto hebreo (siguiendo la pausa donde el mismo la establece), y no en conformidad a la traducción griega (siguiendo la pausa donde la misma la tiene).
Sin embargo, llama la atención que la Reina Valera 1960 (incluso en su más reciente actualización por las Sociedades Bíblicas Unidas, la llamada Reina Valera Contemporánea, 2011), ha traducido a Isaías 40.3 en contra de lo que en realidad dice el texto hebreo, pero sí en conformidad a la versión griega (al parecer con tal de no poner bajo cuestionamiento o entredicho la forma en que el Evangelista Mateo cita aquí al profeta Isaías).
Por supuesto, lo que se espera es que una traducción de Isaías 40.3 desde el texto hebreo, refleje con propiedad lo que realmente dice el texto hebreo; pero una traducción de Mateo 3.3 debe reflejar con propiedad lo que realmente dice el texto griego, reflejando su dependencia de la versión griega de Isaías 40.3, independientemente de sus diferencias con el texto hebreo.
En conclusión, la forma en que la versión Reina Valera 1960 (incluso la versión Reina Valera Contemporánea, 2011) ha traducido a Isaías 40.3, concuerda más bien con el modo en que la versión griega (Septuaginta, Los LXX) lo tradujo, y con la forma en que luego el Evangelista Mateo apeló a Isaías 40.3 en conformidad a la versión griega.
Sin embargo, toda versión de la Biblia que asuma el texto hebreo como base para la exégesis y traducción de la Biblia Hebrea, debería traducir a Isaías 40.3 en conformidad al texto hebreo, y no en conformidad a la versión griega (como en efecto lo ha hecho la versión Reina Valera 1960, y otras).
Pero se ha de traducir a Mateo 3.3 en conformidad al texto griego y su dependencia de la versión griega de Isaías 40.3, poniendo de relieve sus diferencias con la versión hebrea de Isaías 40.3.
Muy a propósito de nuestros nuevos cursos de hebreo clásico (bíblico) y griego koiné (bíblico), ambos desde cero, que inician el sábado 7 de junio.
Observación importante: Los cursos que ofrecemos en el IDCB están dirigido al público general, al margen de su creencia religiosa o falta de compromiso con una determinada teología institucional; seriamente pero interesado en el estudio completo, profesional, crítico, académico e independiente de la principal lengua original de la Biblia Hebrea (BH).
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