¿Condena Levítico 18.22 la pederastia?
La palabra hebrea «zajár» y su uso en la Biblia Hebrea
Héctor B. Olea C.
En ocasión de la publicación de mi artículo sobre Levítico 18.22, un apreciado contacto lo comentó, poniendo de relieve que había escuchado que hay quienes sugieren que la palabra hebrea «zajár», presente en el texto en cuestión, significa no varón (varón adulto), sino más bien chico (un varón de corta edad, muchacho, mozo, joven).
Por supuesto, con la sugerencia de que «zajár» no significa aquí «varón» (varón adulto), sino «chico» o «muchacho» (varón de corta edad, muchacho, mozo); se ha querido sacarle el cuerpo a la prohibición que plantea el texto respecto de la relación sexual entre varones adultos, sugiriendo que se trata más bien una prohibición de la pederastia (la relación sexual de un varón adulto con un niño).
Ahora bien, ¿qué tiene de cierto esta hipótesis?
El uso de zajár en la Biblia Hebrea
La palabra hebrea «zajár», presente en Levítico 18.22 está entre los sustantivos que se emplean en la Biblia Hebrea entre cincuenta (50) y cien (100) veces, y hace referencia al varón en los seres humanos (sin importar la edad, aunque casi estrictamente al varón adulto) y al macho en los animales.
En todo caso, es importante estar al tanto de que no es «zajár» la palabra propia para hacer referencia a un varón de corta edad, sino otra que, por cierto, la voy a mencionar más adelante.
Textos ilustrativos de la Biblia Hebrea que emplean el sustantivo «zajár»
Quiero mencionar algunos textos importantes que ilustran muy bien el uso dominante y ordinario del sustantivo «zajár» en la Biblia Hebrea.
Génesis 1.27 y 5.2. En estos textos se plantea que Dios hizo al ser humano varón («zajár») y mujer («nequevá»). Por supuesto, no creo que haya alguien que sugiera que aquí «zajár» signifique “chico”, “muchacho”, “mozo”.
Éxodo 12.48. En este texto, en mi opinión, se hace evidente que «varón» («zajár») hace referencia a un varón adulto, no a un chico o mozo.
Levítico 15.33. En este texto, en el cual se usan indistintamente el sustantivo «zajár» y el sustantivo «ish» (hombre, varón adulto), el sustantivo contraparte u opuesto de «ishá» (mujer, esposa); es evidente que «zajár» muestra su significado ordinario, apuntando a un varón adulto.
2 Crónica 31.19. Aquí, presente en la expresión «a todo varón entre los sacerdotes», una vez más el sustantivo «zajár» pone de manifiesto su significado, haciendo referencia a un varón adulto.
Génesis 6.19; 7.9 y 16. En estos textos, haciendo referencia al macho de los animales, «zajár» presupone a un macho en capacidad de engendrar, o sea, no un animal macho de corta edad, incapaz de engendrar.
La evidencia que aporta la clásica traducción griega
Como el sustantivo «zajár», que en realidad no apunta a un varón chico o mozo; tampoco el sustantivo empleado en la clásica versión griega tiene ese matiz.
En efecto, el sustantivo griego «ársen», empleado para traducir a «zajár» en Levítico 18.22, coincide con éste en hacer referencia a un varón adulto, no a un niño varón de corta edad.
La palabra hebrea empleada para indicar a un varón mozo (mozo, muchacho)
Ciertamente, cuenta la Biblia Hebrea con un sustantivo específico para hacer referencia a un varón de corta edad y que, por cierto, no lo emplea en Levítico 18.22.
Dicho sustantivo es «yéled»: niño, recién nacido, mozo, muchacho, joven.
Por cierto, especifica el diccionario de hebreo bíblico de Schokel, que «yéled» abarca desde el nacimiento hasta la juventud, y que el significado propio y particular en cada caso, se establece por el contexto.
Por cierto, el sustantivo femenino y contraparte de «yéled», es «yaldá» (niña, muchacha).
Observación: Los significados dados de «yéled» y «yaldá» en la Biblia Hebrea, lo conservan también en el hebreo moderno.
Por otro lado, un término presente en la Biblia Hebrea misma, en el hebreo rabínico y en el hebreo moderno, es «yaledút», «yaldút», de la misma raíz de «yéled», «yaldá» y el verbo «yalád» (engendrar, dar a luz, parir), significando: niñez, infancia, adolescencia.
Un texto que ilustra muy bien el uso de «yéled» y «yaldá» en la Biblia Hebrea es Zacarías 8.5: “Y las calles de la ciudad estarán llenas de muchachos («yéled» en plural: «yeladím») y muchachas («yaldá» en plural: «yeladót») que jugarán en ellas”.
La traducción griega de Zacarías 8.5
En la traducción griega de Zacarías 8.5, la Septuaginta, en armonía con el texto hebreo, empleó dos sustantivos que, específicamente, apuntan a muchachos y a muchachas.
En tal sentido, es preciso decir que la Septuaginta tradujo a «yeladím» con «paidaríon», genitivo plural de «paidárion» (muchacho, joven, varón no adulto, joven capaz de tener relaciones sexuales), formalmente un diminutivo de «páis» (niño); y tradujo a «yeladót» con «korasíon», genitivo plural de «korásion» (niña, muchachita, jovencita), formalmente un diminutivo de «kóre» (muchacha, joven).
Luego, de la misma manera en que Levítico 18.22 evitó el uso de «yéled» (niño, recién nacido, mozo, muchacho, joven), y el griego a «páis» o «paidárion» (muchacho, joven, varón no adulto); de la misma manera el texto hebreo evitó el uso de «zajár» (varón adulto) en Zacarías 8.5, así también evitó la Septuaginta el empleo de «ársen» al traducir a Zacarías 8.5.
Finalmente, es preciso decir que un término empleado en el hebreo rabínico para señalar una relación sexual entre dos varones es «mishkáv zejúr», pero empleado en el hebreo moderno con el sentido de pederastia.
Por cierto, la expresión «mishkáv zejúr» (cama de varón con una connotación sexual), en primer lugar, está conformada por el sustantivo en estado absoluto «mishkáv», cuyo constructo plural está presente en Levítico 18.22; 20.13 y en Génesis 49.4; y, en segundo lugar, por el sustantivo «zejúr», sinónimo de «zajár», y que también apunta a un varón adulto, como se ve en Éxodo 23.17; 34.23, y Deuteronomio 16.16; 20.13.
Consecuentemente, la expresión «mishkáv zejúr» (no apunta al varón mozo o adolescente víctima de pederastia, sino al varón adulto que la comete.
En conclusión, la idea de que Levítico 18.22 no prohíbe las relaciones sexuales entre dos varones adultos, sino entre un varón adulto con un varón de corta edad (pederastia); carece de fundamento en virtud de que la palabra hebrea empleada en dicho texto («zajár») no tiene el matiz de un varón de corta edad, sino que, ordinariamente, apunta a un varón adulto; por otro lado, porque la Biblia Hebrea no empleó aquí, sino que más bien y, precisamente, evitó emplear aquí el sustantivo que sí apunta a un varón de corta edad («yéled»).
Sin duda alguna, si en lugar de «zajár» el hebreo hubiera empleado a «yéled» en Levítico 18.22 y en Levítico 20.13, otra sería la historia.
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