«Guináiki», ¿un dativo de objeto directo o indirecto? 1 Timoteo 2.12 en el centro de esta cuestión



«Guináiki», ¿un dativo de objeto directo o indirecto?

1 Timoteo 2.12 en el centro de esta cuestión

Héctor B. Olea C.

Debo aclarar, de entrada, que para este análisis no voy a involucrarme en la discusión respecto de la autoría de las pastorales, pues no tiene relevancia para este trabajo; tampoco voy a expresarme en torno a la interminable discusión sobre la ordenación o no de la mujer.

En realidad, el objetivo de este artículo consiste, estrictamente, en analizar la función sintáctica de la palabra «guináiki» en 1 Timoteo 2.12, su relación con el verbo transitivo «epitrépo», presente en dicho texto, y sus implicaciones para una acertada traducción del texto en cuestión.

¿Será cierto que la traducción tradicional de 1 Timoteo 2.12 es errónea?

¿Será cierto que la tradicional traducción de 1 Timoteo 2.12 le atribuye una función sintáctica al sustantivo «guináiki» que en realidad no tiene en el texto griego?

Análisis morfológico del sustantivo guináiki

«Guináiki» consiste en el caso dativo singular, del sustantivo «guiné» (mujer), un sustantivo de género femenino y de la tercera declinación.

En tal sentido, precisamente por estar en el caso dativo, es que hay quienes sugieren, erróneamente, por cierto, que «guináki» no es el objeto directo del verbo transitivo «epitrépo».

Sin embargo, la objeción a que «guináiki» sea el objeto directo del verbo «epitrépo», se sustenta en una suposición errada. Dicha suposición consiste en que todo verbo griego transitivo es complementado con el caso acusativo.

En otras palabras, que, para todo verbo griego transitivo, rige el caso acusativo. Sin embargo, como ya mostré en un artículo anterior, hay un grupo de verbos griegos transitivos que son complementados con el caso genitivo y otros con el caso dativo (y no con el habitual caso del complemento directo, el caso acusativo).

Ideas a considerar sobre el verbo «epitrépo»

El verbo «epitrépo» significa: permitir, conceder, otorgar, encargar, encomendar, y con el adverbio de negación «no», como en 1 Timoteo 2.12, significa «no permitir» (negar el permiso).

Estadísticas del verbo «epitrépo»

El verbo «epitrépo» aparece 8 veces en la clásica versión griega (Septuaginta, LXX), pero 18 veces en el Nuevo Testamento.

Consecuentemente, con el sentido de «encargar», el verbo «epitrépo» es complementado con el caso acusativo, como se puede ver en Génesis 39.6.

Pero en relación al Nuevo Testamento, no es posible negar que las dieciocho (18) veces en que aparece en el mismo, el verbo «epitrépo» se usó con el sentido de «permitir».

Luego, de esas dieciocho (18) veces, el verbo «epitrépo» aparece complementado, con su objeto directo, en doce (12) ocasiones, y todas las veces con el caso dativo:

Mateo 8.21; 19.8; Marcos 5.13; Lucas 8.32 (dos veces); 9.59, 61; Hechos 21.39; 26.1; 28.16; 1 Corintios 14.34; 1 Timoteo 2.12.

Y en seis (6) ocasiones, el verbo «epitrépo» aparece sin su complemento directo: Marcos 16.4; Juan 19.38; Hechos 21.40; 27.3; 1 Corintios 16.7; Hebreos 6.3, como también, en la Septuaginta, en Ester 9.14.

Por otro lado, cuando se emplea el verbo «epitrépo» y se especifica lo que se permite o se prohíbe o no se permite, tal cosa se especifica o coloca con un verbo en infinitivo.

Precisamente esto es lo que ocurre en Mateo 8.21 con los infinitivos aoristos «apelzéin» (infinitivo aoristo 2do de «apérjomai»: yo voy), y «zápsai» (infinitivo aoristo 1ero de «zápto»: yo entierro, sepulto).    

Y en 1 Timoteo 2.12, los infinitivos empleados son: «didáskein» (infinitivo presente activo do «didásko»: yo enseño), «auzentéin» (infinitivo presente activo de «auzentéo»: tener plena autoridad sobre), y «éinai» (infinitivo presente de «eimí»: soy, estoy).    

Ahora bien, después del análisis realizado, resulta muy curioso que quienes objetan la función de objeto directo del sustantivo «guináiki» en 1 Timoteo 2.12; sin embargo, no procedan igual con las otras once (11) veces en que un sustantivo o pronombre en caso dativo aparece funcionando como el objeto directo del verbo «epitrépo», precisamente en caso dativo.

En conclusión, en virtud de que las dieciocho (18) veces en que aparece el verbo «epitrépo» en el Nuevo Testamento, siempre lo hace con el sentido de «permitir»; y de esas dieciocho (18) veces, aparece complementado en doce (12) ocasiones, y las doce veces con el caso dativo; consecuentemente, carece de fundamento la afirmación de que «guináiki» no funciona como «objeto directo», y que no es el caso dativo el que rige para el verbo «epitrépo» en 1 Timoteo 2.12.

Finalmente, como siempre, anexo a estas líneas una imagen con el objetivo de ilustrar mejor las ideas aquí presentadas.

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