El uso bíblico de lógos y rhéma, A propósito de la tesis del Dr. Paul Yongi Cho

El uso bíblico de lógos y rhéma,
A propósito de la tesis del Dr. Paul Yongi Cho

Héctor B. Olea C.

Introducción:

Este trabajo de investigación ha sido motivado porque en diversos medios y en distintos grupos hemos escuchado conclusiones que consideramos un tanto alejadas de la verdad, respecto a los significados y usos de “lógos” yrhéma” en la Biblia. Por ejemplo, se ha hecho muy popular la interpretación que hace de los términos en cuestión el Dr. Paul Yongi Cho, en su polémico libro “LA CUARTA DIMENSIÓN, publicado en castellano en el año 1980 por Editorial Vida.  Ahora bien, nuestra opinión es que sólo un análisis bíblico objetivo podrá demostrar si en verdad es correcta la interpretación del hermano Cho y de los que opinan igual que él. Para poner en contexto a nuestros lectores, citaremos a continuación, textualmente, la interpretación del hermano Cho y luego presentaremos el análisis bíblico que hemos realizado. Este resumen de un trabajo de mayor amplitud, que ha procurado ser lo más objetivo e imparcial posible, creemos que sí proporciona las evidencias suficientes para arribar a una interpretación realmente bíblica respecto a los usos y significados delógos” y “rhéma” en la Biblia. 

Consideremos, pues, la interpretación y explicación del hermano Cho.

“En el idioma griego hay dos palabras diferentes que se traducen “palabra”.  Una es logos, la otra es rhéma.  El mundo fue creado por la Palabra, el logos de Dios. Logos es la palabra de Dios que se extiende de Génesis hasta a Apocalipsis, porque toda esa palabra, directa  o indirectamente, nos habla de Jesucristo, la Palabra, o logos.  Leyendo el logos, de Génesis a  Apocalipsis, usted puede recibir todo el conocimiento que necesita acerca de Dios y sus promesas.  Pero sólo por leer a logos usted no recibe fe.  Usted recibe conocimiento y comprensión de Dios, pero no recibe fe.  Romanos 10:17 nos hace ver que el material que se usa para edificar la fe es algo más que la mera lectura de la palabra (logos) de Dios.  “La fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”. Específicamente hablando, la fe viene por el oír del rhéma” (página 76).

Luego, sigue diciendo el Dr. Cho: “He aquí mi propia definición de rhéma: Rhéma es una palabra específica, dada a una persona específica, en una situación específica.” También dice: “Rhéma trae fe. La fe viene por el oír, por el oír de rhéma. Pedro nunca caminó sobre las aguas sólo por el conocimiento de Dios (logos). Caminó porque recibió rhéma” (página 78).  Además afirma: “Hermanos y hermanas, por medio de logos ustedes pueden conocer a Dios.  Pueden adquirir conocimiento de quién es o qué es Dios, pero logos no siempre se hace rhéma” (Página 80).

De esta interpretación se desprende la afirmación de que “lógos” hace referencia a la expresión de una idea, pero a través de un medio escrito (es la palabra escrita); mientras que “rhéma” suele referirse a la palabra hablada, a lo dicho de manera oral. Según esta forma de pensar, cuando usted y yo leemos la Biblia, estamos en contacto con el “logos” de Dios, pero sólo hay “rhéma” cuando hay una palabra de revelación directa que el lector recibe en un momento específico por medio de la acción del Espíritu Santo. 

Ahora bien, ¿Son ciertas las premisas del Dr. Cho? ¿Es cierto que la Biblia  permite la categorización de “lógos” y “rhéma”, a la manera del Dr. Cho? Estas preguntas no las responderemos de manera directa, por ahora, sino que proporcionando las evidencias necesarias, le daremos al lector un marco adecuado para juzgar las conclusiones del Dr. Cho y de muchos que siguen esta opinión. 

A los fines de mostrar en esta investigación una análisis justo y concienzudo, es honesto decir que no sólo el Doctor Cho tiene parte de la culpa en la propagación de una idea errónea sobre la distinción entre “lógos” y rhéma”. Tenemos que decir que el famoso Diccionario Vine de palabras del Antiguo y Nuevo Testamentos, publicado por la Editorial Caribe, también induce a error, a pesar de mostrar al principio una buena definición de los términos en cuestión.

En primer lugar, observemos lo que afirma sobre “lógos”:

Denota: (I) la expresión del pensamiento; no el mero nombre de un objeto: (a) encarnando una concepción o idea (p.ej., Lc 7.7; 1 Co 14.9,19); (b) un dicho o afirmación: (1) de Dios (p.ej., Jn 15.25; Ro 9.9, 28: «sentencia»; rv: «palabra»; Gl 5.14; Heb 4.12); (2) de Cristo (p.ej., Mt 24.35, plural; Jn 2.22; 4.41; 14.24, plural; 15.25). En relación con (1) y (2) la frase «la palabra del Señor», esto es, la voluntad revelada de Dios (muy frecuente en el AT), se utiliza de una revelación directa dada por Cristo (1 Ts 4.15); del evangelio (Hch 8.25; 13.49; 15.35, 36; 16.32; 19.10; 1 Ts 1.8; 2 Ts 3.1); en este respecto constituye el mensaje procedente del Señor, entregado con su autoridad y hecho eficaz por su poder (cf. Hch 10.36); para otros casos relacionados con el evangelio véase Hch 13.26; 14.3; 15.7; 1 Co 1.18; 2 Co 2.17; 4.2; 5:19; 6.7; Gl 6.6; Ef 1.13; Flp 2.16; Col 1.5; Heb 5.13; en ocasiones se usa del conjunto de las declaraciones de Dios (p.ej., Mc 7.13; Jn 10.35; Ap 1.2, 9); (c) discurso, plática, dicho de instrucción, etc.(p.ej., Hch 2.40; 1 Co 2.13; 12.8; 2 Co 1.18; 1 Ts 1.5; 2 Ts 2.15), traduciéndose «palabra/s» en todos los anteriores pasajes; Heb 6.1: «rudimentos» (rv: «palabra»); doctrina (p.ej., Mt 13.20; Col 3.16; 1 Ti 4.6; 2 Ti 1.13; Tit 1.9; 1 Jn 2.7: «palabra/s»); (II) La palabra personal, el Verbo, título aplicado al Hijo de Dios. Esta identificación queda establecida por las afirmaciones de doctrina en Jn 1.1-18, declarando en los vv. 1 y 2: (1) su personalidad distintiva y superfinita, (2) su relación en el seno de la Deidad (pros, con, no meramente compañía, sino la más íntima comunión), (3) su Deidad; en el v. 3 su poder creativo; en el v. 14 su encarnación («se hizo carne», lo que expresa un acto voluntario; rvr77, lba, nvi; no como en rv, rvr, vm: «fue hecho»), la realidad y totalidad de su naturaleza humana, y su gloria «como del unigénito del Padre» (en el original la carencia de artículo destaca la naturaleza y carácter de la relación; lit., «como de unigénito de padre»); su gloria fue la de la  en abierta manifestación; en el v. 18 se consuma la identificación: «El unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, Él le ha dado a conocer», cumpliéndose así el significado d el Verbo, la manifestación personal, no de una parte de la naturaleza divina, sino de la Deidad plena .

Este título es asimismo utilizado en 1 Jn 1: «el Verbo de vida», combinando las dos declaraciones en Jn 1.1 y 4 y Ap 19.13;

Ahora, consideremos lo que dice sobre “rhéma”:

Denota aquello que es hablado, lo que es expresado de palabra o por escrito; en singular, una palabra (p.ej., Mt 12.36; 27.14; 2 Co 12.4; 13.1; Heb 12.19: «voz que hablaba», rvr, lit., «la voz de palabras»); en plural, dicho, discurso «palabras» (p.ej., Jn 3.34; 8.20; Hch 2.14; 6.11,13; 11.14; 13.42: «cosas», rv; 26.25; Ro 10.18; 2 P 3.2; Jud 17). Se usa del evangelio en Ro 10.8, dos veces, 17: «la palabra de Dios»; 10.18; 1 P 1.25, dos veces; de una afirmación, mandato, instrucción (p.ej., Mt 26.75; Lc 1.37: «nada hay imposible para Dios»; rv traduce: «ninguna cosa es imposible para Dios»; lit., «no será imposible para Dios toda palabra»; v. 38; Hch 11.16: «lo dicho», vm: «las palabras»; Heb 11.3).

Y aquí está el párrafo donde manifiesta el problema: “El significado de “rhéma” en su distinción de “lógos” queda ejemplificado en la instrucción a tomar «la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios» (Ef 6.17); aquí la referencia no es a la Biblia entera como tal, sino al pasaje individual de las Escrituras que el Espíritu trae a nuestra memoria para su utilización en tiempo de necesidad, siendo el prerrequisito de ello la lectura habitual y memorización de las Escrituras”.

Esto nos obliga a decir que en esta investigación, no sólo responderemos al Dr. Cho, sino también al Diccionario Vine.

El «Compendio del diccionario teológico del Nuevo Testamento», publicado por Libros Desafío, en resumen, dice lo siguiente: La Septuaginta trata a “lógos” y “rhéma” y como sinónimos, y usa ambos términos para  traducir a “dabar”. “Rhéma” es más común en el Pentateuco, Job, Josué, Jueces y Rut, pero “lógos” toma la delantera en los demás libros históricos y en los libros poéticos, y figura ocho veces más frecuentemente  que  “rhéma” en los profetas (página 498).

Conclusiones basadas en un análisis comparativo, a la luz de su verdadero uso en la Biblia

Lógos”  y “rhéma”

1) Tienen un uso indistinto (sinónimo) en la expresión “palabra de Dios”

Jueces 3:20 “Y se le acercó Aod, estando él sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo palabra de Dios para ti. El entonces se levantó de la silla”.

Aquí: Hebreo: “dabar”                    Griego: “lógos”

1 Samuel 9:27 “Y descendiendo ellos al extremo de la ciudad, dijo Samuel a Saúl: Di al criado que se adelante (y se adelantó el criado), mas espera tú un poco para que te declare la palabra de Dios”.

Aquí: Hebreo: “dabar”                    Griego: “rhéma”

2) Tienen un uso indistinto (sinónimo) en la expresión “palabra de Jehová”

Génesis 15.1 Después de estas cosas vino la palabra de Jehová a Abram en visión, diciendo: No temas, Abram; yo soy tu escudo, y tu galardón será sobremanera grande.”.

Aquí: Hebreo: “dabar”                    Griego: “rhéma”

2 Samuel 24.11 Y por la mañana, cuando David se hubo levantado, vino palabra de Jehová al profeta Gad, vidente de David, diciendo”.

Aquí: Hebreo: “dabar”                    Griego: “lógos”

3) En la expresión “vino a mí palabra de Jehová”

La expresión “Vino a mí Palabra de Jehová” en los profetas mayores se encuentra en cincuenta y cuatro (54) ocasiones, en cincuenta y cuatro (54) versículos. Es peculiar y característica de Jeremías y Ezequiel. No se halla en Isaías. En los profetas menores sólo la encontramos en Zacarías y sólo en tres ocasiones. En esta expresión domina “lógos”.

Jeremías 18.5 Entonces vino a mí palabra de Jehová, diciendo”.

Aquí: Hebreo: “dabar”                    Griego: “lógos”

Ezequiél 3.16 Y aconteció que al cabo de los siete días vino a mí palabra de Jehová, diciendo”.

Aquí: Hebreo: “dabar”                    Griego: “lógos”

Zacarías 6:9 “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo”…

Aquí: Hebreo: “dabar”                    Griego: “lógos”

4) También muestran un uso indistinto (sinónimo) en algunos pasajes selectos de los evangelios:

a) Lucas 2.29 “Ahora, Señor, despides a tu siervo en paz, Conforme a tu palabra”. Aquí la traducción “palabra” corresponde a la griega “rhéma”.

b) Lucas 3.2 “Y siendo sumos sacerdotes Anás y Caifás, vino palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto”. Aquí la traducción “palabra” corresponde a la griega “rhéma.” La frase subrayada corresponde al griego “eguéneto  rhéma theú”.

c) Juan 10.35 “Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (y la Escritura no puede ser quebrantada)”. Aquí la traducción “palabra” corresponde a la griega “lógos”. La frase subrayada corresponde al griego “jo lógos tu theú eguéneto”.

d) Mateo 8.8 “Respondió el centurión y dijo: Señor, no soy digno de que entres bajo mi techo; solamente di la palabra, y mi criado sanará.”Aquí la traducción “palabra” corresponde a la griega “lógos.”.

e) Lucas 7.7 “Por lo que ni aun me tuve por digno de venir a ti; pero dí la palabra, y mi siervo será sano.” Aquí la traducción “palabra” corresponde a la griega “lógos.”

f) Lucas 22.61 “Entonces, vuelto el Señor, miró a Pedro; y Pedro se acordó de la palabra del Señor, que le había dicho: Antes que el gallo cante, me negarás tres veces.” Aquí la traducción “palabra” corresponde a la griega “rhéma.”

5) Por igual hacen referencia a la palabra creadora

El Salmo 33.6 “Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.”  En este pasaje la traducción “palabra” también corresponde en el hebreo a “dabar”, pero en la Septuaginta a “lógos”, y no a “rhéma.”

Hebreos 11:3 “Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía”.

Aquí el griego: “rhéma”

2 Pedro 3:5 “Estos ignoran voluntariamente, que en el tiempo antiguo fueron hechos por la palabra de Dios los cielos, y también la tierra, que proviene del agua y por el agua subsiste”. Griego: “lógos”

6) Por medio de ambas se produce fe

Romanos 10:17 “Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios”.
Aquí el griego: rhéma

Ahora, ocurre que en Juan 17.20 leemos “Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por (por medio de) la palabra [lógos”] de ellos.”  

El valor de Juan 17.20 para nuestro análisis es que describe a “lógos” no como una mera palabra informativa, sino como una palabra en principio oral, y capaz de producir fe salvadora. El análisis comparativo del uso de “lógos” en Juan 17.20 y el uso de “rhéma”  Romanos 10.17 demuestra, en primer lugar, que es inadmisible la distinción que plantea el Dr. Yongi Cho de estos dos términos, distinción que se basa en una información parcial, considerando sólo a Romanos 10.17. En segundo lugar, que en cuanto a la aplicación de la salvación, la fe viene tanto por escuchar a “lógos como por escuchar a “rhéma.”

Otro elemento a tomar en cuenta en Juan 17.20, es el uso y posibilidades de traducción del verbo “pistéuo” que igualmente significa “creer” y “tener fe”. Además, es bueno tener presente que la palabra que se traduce “fe” en el Nuevo Testamento, “pístis”, viene del verbo “pistéuo.” 

A la luz de lo que acabo de decir, Juan 17.20 muy bien y legítimamente se puede traducir: “Mas no te ruego solamente por éstos, sino también por los que han de tener fe en mí por medio de la palabra  [lógos”] de ellos”. Esta legítima traducción que he hecho dificulta todavía más la tesis del Dr. Yongi Cho.

Para concluir con el análisis de Juan 17.20, quiero considerar cómo el uso del verbo en otos pasajes claves, dan apoyo a la traducción que propongo.

Juan 3.16 “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree [“pistéuo”], no se pierda, mas tenga vida eterna”.

Juan 3.36 “El que cree [“pistéuo”] en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer [“pistéuo”] en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él”.

Juan 14.1 “No se turbe vuestro corazón; creéis [“pistéuo”] en Dios, creed [“pistéuo”] también en mí”. Este pasaje muy bien se puede traducir “tengan fe en Dios tengan fe en mí”. A favor de esta traducción está la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras: “No se les perturbe el corazón. Ejerzan fe [“pistéuo”] en Dios, ejerzan fe [“pistéuo”] también en mí”. También la Biblia en lenguaje actual y otras: “No se preocupen. Confíen en Dios y confíen también en mí.”  

Hechos 16.31 “Ellos dijeron: Cree [“pistéuo”] en el Señor Jesucristo, y serás salvo, tú y tu casa”.

Romanos 1.16 “Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree [“pistéuo”]; al judío primeramente, y también al griego”.

Otro pasaje importante en este análisis, y que va en la misma de Romanos 10.17 y Juan 17.20, es 1 Pedro 1:23 que dice: “Siendo renacidos, no de simiente corruptible, sino de incorruptible, por la palabra (el griego “por medio de la palabra”) de Dios [lógos”] que vive y permanece para siempre.”

6) Por medio de ambas se produce fe (resumen y conclusión)

1 Pedro 1.25 establece que “la palabra [“rhéma”] del Señor permanece para siempre.

Mateo 24.35 sostiene que “El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras [lógos”] no pasarán.”

1 Pedro 1.23 dice: “Siendo renacidos… por medio de la palabra [lógos”] de Dios que vive y permanece para siempre.”

7) Las dos se usan al hacer referencia al poder de penetración de la palabra de Dios

Efesios 6:17 “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios”.

Aquí el griego: rhéma

Hebreos 4:12 Porque la palabra de Dios es viva y eficaz, y más cortante que toda espada de dos filos; y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos, y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón”. Aquí el griego: “lógos”

Aquí se ve que la misma idea que se afirma con “rhéma” en Efesio 6.17, se afirma en Hebreos 4.12, pero con “lógos”.   

8) Ambas se usan para hacer referencia a una pregunta:

Marcos 11:29 (Reina Valera): “una pregunta”; el griego literalmente dice “una palabra” (“jena lógon”).                                                  

Mateo 27:14 (Reina Valera) “una pregunta”. El griego literalmente dice “una palabra”  (“jen rhéma”).

9) Ambas se usan para hacer referencia a una expresión oral:

Mateo 7:24 Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca.

Mateo 7.26 Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena.

Mateo 7.28 Y cuando terminó Jesús estas palabras, la gente se admiraba de su doctrina; porque les enseñaba como quien tiene autoridad, y no como los escribas.

En estos tres pasajes, la expresión “estas palabras”, es la traducción del griego  (tus lógus  tútus). Una forma plural de “lógos”.

Ahora bien en Lucas 7.1 leemos Después que hubo terminado todas sus palabras al pueblo que le oía, entró en Capernaum. Aquí lo que la Reina Valera tradujo “sus palabras”, es literalmente en el griego “las palabras de él”  o “sus palabras”, (“ta rhémata autú”). Una forma plural de rhéma.”  

10) Las dos sirven para señalar un asunto o un hecho acontecido: 

En Marcos 1.45  leemos: Pero ido él, comenzó a publicarlo mucho y a divulgar el hecho, de manera que ya Jesús no podía entrar abiertamente en la ciudad, sino que se quedaba fuera en los lugares desiertos; y venían a él de todas partes.

Aquí lo que la Reina Valera tradujo “el hecho”, el griego, literalmente dice: “la palabra” (“ton lógon”). Una forma singular de lógos.”

En Lucas 2.15 leemos: Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado”.

Lo que la Reina Valera tradujo aquí “esto que ha sucedido”, es literalmente en el griego “este asunto que ha acontecido” (“to rhéma túto to guegonós”). Una forma singular de rhéma.”

11) Las dos sirven para hacer referencia al relato de unos hechos que se han puesto por escrito: 

1 Reyes 11.41 Los demás hechos de Salomón, y todo lo que hizo, y su sabiduría, ¿no está escrito en el  libro de los hechos de Salomón?”

Aquí la expresión “en el libro de los hechos de Salomón” es la traducción del griego “en biblío rhemáton Salomón”. “Rhemáton” es una forma plural de la palabra “rhéma.”

Este primer pasaje, 1 Reyes 11.41, es mencionado por el Diccionario Teológico del Nuevo Testamento, publicado por Sígueme (tomo II, página 276), para destacar el significado doble de “rhéma” como  hecho y como relato; sin embargo, aun en este tipo de expresión, “logos” domina, como muestro a continuación.

Es más, en 2 Crónicas 9.29 (Los demás hechos de Salomón, primeros y postreros, ¿no están todos escritos en los libros del profeta Natán, en la profecía de Ahías silonita, y en la profecía del vidente Iddo contra Jeroboam hijo de Nabat?) que paralela con 1 Reyes 11.41, la misma idea se expresa con “lógos”. De todos modos hay que decir que 1 Reyes 11.41 es el único pasaje en que la Septuaginta  usa a “rhéma” y no a “lógos” para comunicar este tipo de idea.

2 Reyes 14.15 Los demás hechos que ejecutó Joás, y sus hazañas, y cómo peleó contra Amasías rey de Judá, ¿no está escrito en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

Aquí la expresión “en el libro de las crónicas de los reyes de Israel” es la traducción del griego “epí biblío lógon ton jemerón tois basiléusin Israel”. “Lógon”  es una forma plural de la palabra “lógos”.  

2 Reyes 14.18 Los demás hechos de Amasías, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Judá?

Aquí la expresión “en el libro de las crónicas de los reyes de Judá” es la traducción del griego “epí biblío lógon ton jemerón tois basiléusin Iuda”. “Lógon” es una forma plural de la palabra “lógos”.  

2 Reyes 15.11 Los demás hechos de Zacarías, he aquí que están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel.

Aquí la expresión “en el libro de las crónicas de los reyes de Israel” es la traducción del griego “epí biblío lógon ton jemerón tois basiléusin Israel”. “Lógon” es el genitivo plural de la palabra “lógos”.  

Además 2 Reyes 15.15, 21, 26, 31, 36, en estos pasajes la traducción “de las crónicas” es también la misma forma plural ya vista de “lógos”, o sea, “lógon” (genitivo plural).

Conclusión: El uso bíblico de lógos rhéma no permite aceptar la tesis del Dr. Cho, del Diccionario Vine, ni de todos los demás que siguen esta forma de interpretar estos dos términos bíblicos, precisamente al margen de su uso en la Biblia.

Finalmente, a la luz de toda la evidencia presentada, en contra de la tesis del Dr. Cho (que Pedro caminó sobre las aguas no por “lógos”, sino por  “rhéma”, tenemos que concluir que Pedro pudo caminar sobre las aguas, ya fuera por “lógos” como por “rhéma”. De todos  modos hay que decir que en el relato (Mateo 14.22-33) no están ninguna de las dos palabras en cuestión. 


¡Hasta la próxima!




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