Pablo, ¿un hombre célibe, viudo o divorciado?


Cuestiones de lingüística, exégesis y traducción

Héctor B. Olea C.

«A los varones (u hombres) no casados (solteros), y a las viudas, les digo que bien harían (bien les sería, les convendría) si se quedaran sin casar (si permanecieran sin casar), como yo» (traducción personal de 1 Corintio 7.8).

Ahora bien, ¿por qué “varones” u “hombres solteros” (no casados), y no sencillamente “las personas no casadas” (solteras)?

Porque el adjetivo «ágamos» (sin casar) es tanto de género masculino (apuntando a una persona no casada, estrictamente varón); pero al mismo tiempo es también de género femenino (apuntando a una persona no casada, estrictamente una mujer). De hecho, señalando específicamente a “una mujer sin casar” (aunque no precisamente virgen) lo encontramos en 1 Corintios 7.34, en la frase «je guné je ágamos» (la mujer soltera, la mujer no casada).

Pero en 1 Corintios 7.32 observamos la presencia de «ágamos» apuntando específicamente a una persona varón (un hombre), en la frase «jo ágamos» (el varón u hombre soltero), contrastado con el «jo gamésas» (el varón u hombre casado) del versículo siguiente, o sea, 1 Corintios 7.33.

Consecuentemente, dado que con el artículo definido se anula la ambigüedad de la morfología básica del adjetivo «ágamos»; es indiscutible que la frase «tóis agámois» (caso dativo masculino plural de «ágamos»), en 1 Corintios 7.8, apunta estrictamente a los varones no casados o solteros. Por supuesto, si el texto bíblico  hubiera dicho «táis agámois» (caso dativo femenino plural), la referencia a las mujeres no casadas o solteras estaría fuera de discusión.

Por otro lado, el que Pablo les sugiera, en primer lugar a los varones u hombres solteros (no casados), que les haría bien quedarse sin casar como él (y sólo en un segundo momento a las viudas); sugiere que Pablo se identifica no como “viudo” (en concordancia con el grupo de las viudas), sino como célibe o soltero, en concordancia con el primer grupo (los varones solteros, no casados) al cual identificó en primer lugar. Evidentemente, la cualidad que tenían en común estos varones u hombres solteros (no casados), y a las viudas, era precisamente que ambos grupos estaban sin casar (no casados, ni casadas).  

De todos modos, hay quienes han afirmado que el adjetivo «ágamos» identifica siempre a una persona soltera pero que una vez estuvo casada; ¿es esto cierto?

El adjetivo «ágamos» se considera una palabra antigua, y sólo se la encuentra cuatro veces en todo el Nuevo Testamento, y específicamente en un solo capítulo de la Biblia, en 1 Corintios 7 (versículos 8, 11, 32, 34). Ahora paso a analizar el uso de «ágamos» en los cuatro referidos versículos.

En primer lugar, por la evidencia presentada y analizada arriba, no es posible afirmar que en 1 Corintios 7.8 Pablo empleó «ágamos» apuntando a hombres y mujeres sin “casar” (sin distinción, de manera inclusiva); sino estrictamente a “varones solteros”.

Consecuentemente, dado que en la antigüedad no se establecía la distinción entre “hombre virgen” (nunca casado) y un “hombre soltero” (soltero pero alguna vez casado), y en virtud de que la virginidad siempre ha sido una exigencia impuesta a las mujeres; no es verosímil concluir que «ágamos» en 1 Corintios 7.8 apunta con seguridad a “hombres solteros pero alguna vez casados” (divorciados, separados).   

En segundo lugar, es cierto que en 1 Corintios 7.11 el adjetivo «ágamos» señala a una mujer que pudiera o podría llegar a estar soltera, sin marido, pero habiendo estada casada. En consecuencia, podemos afirmar con certeza que en 1 Corintios 7.11 «ágamos» señala a una mujer soltera, pero que habría estado casada.

En tercer lugar, en virtud de que en 1 Corintios 7.32, el adjetivo «ágamos» hace referencia estrictamente a los “solteros varones”, y como respecto de los varones no se establecía la distinción entre “hombres vírgenes” (varones nunca casados), y “hombres solteros” (los que están solteros pero que alguna vez estuvieron casados); no es posible concluir que en este pasaje el adjetivo «ágamos» apunte sin discusión a varones solteros pero alguna vez casados.

Es más, llama la atención que el contraste que establece 1 Corintios 7.32-33, es específicamente entre el «jo ágamos» (hombre soltero), y el «jo gamésas» (hombre casado); insisto, no entre el “varón nunca casado”, y el “hombre soltero pero alguna vez casado”.

En cuarto lugar, si bien es cierto que el adjetivo «ágamos», en 1 Corintios 7.34,  pudiera apuntar a una mujer soltera, pero alguna vez casada (aunque no precisamente viuda); pienso que no es posible perder de vista el hecho de que el contraste que establece dicho pasaje en el texto griego (no según versiones como la RV 1960), no es entre la mujer soltera (tal vez alguna vez casada), y la mujer virgen (la mujer nunca casada).

En realidad el contraste que establece el texto griego de 1 Corintios 7.34, es entre «je guné je ágamos» (mujer soltera) y «je parthénos» (mujer virgen), versus «je gamésasa» (mujer casada). En otras palabras: «la mujer soltera y la virgen (la mujer soltera lo mismo que la virgen), tienen cuidado de las cosas del Señor…; pero la mujer casada tiene cuidado de las cosas del mundo…»  

En quinto lugar, respecto de la Septuaginta, podemos decir que el adjetivo «ágamos» se lo encuentra una sola vez, en el libro cuarto de los Macabeos 16.9, en caso nominativo plural masculino («joi ágamoi»): «Hijos míos, unos solteros y otros casados en balde: no veré a vuestros hijos ni tendré la dicha de ser llamada abuela». Evidentemente, no es posible afirmar que aquí «ágamos» apunta a “varones solteros, pero alguna vez casados”.

En conclusión, parece arriesgado decir sin más, que el adjetivo «ágamos» siempre apunta a personas solteras, pero que alguna vez estuvieron casadas; o sea, a personas divorciadas, incluso viudas.  

Ahora bien, con relación a la teoría de que Pablo fue casado, pero que luego se separó o enviudó, me parecen adecuadas aquí las palabras del «Comentario Bíblico San Jerónimo»: “La mayoría de los Padres sostuvieron que Pablo nunca se casó, si bien Clemente de Alejandría (Stromateis, 3.53, 1) encontraba una alusión a la esposa del Apóstol en las palabras «gnésie súzuge» de Filipenses 4.3, apoyado en que «súzugos», como nombre femenino, significa «esposa» en el griego clásico y helenístico”.

Por otro lado, el «Comentario al Nuevo Testamento de la Casa de la Biblia» plantea que aunque resulta muy sugestiva, la conclusión de que Pablo fue casado, pero que luego se separó o enviudó, no resulta convincente por dos razones básicas: en primer lugar, porque no se puede prescindir así como así de todo una tradición que siempre consideró a Pablo célibe; y en segundo lugar, porque pudieron existir otras poderosas razones que impulsaron a Pablo a permanecer célibe. El conocido rabino Ben Azay que, a pesar del precepto, tampoco contrajo matrimonio explicaba su actitud diciendo: ¿Qué puedo hacer? Mi alma está entregada a la Toráh. Que sean otros los que se preocupen de que la humanidad no se extinga.

Además, es preciso poner de relieve que no contamos con una evidencia clara y contundente que nos permita afirmar con certeza que Pablo fue miembro del Sanedrín.

Finalmente, no ha de considerarse imposible que la afirmación de Pablo “Cada uno permanezca en la condición en que fue llamado” (1 Corintios 7.20), sugiera la opción por la que él mismo había optado (no casado antes, o bien, soltero por separación, y no casado después de su llamamiento, después de su experiencia camino a Damasco). De todos modos, no es posible perder de vista el impacto que, sin duda, tuvo en la vida, pensamiento y enseñanza de Pablo, su visión escatológica respecto de la cercanía del regreso de Cristo, y de la brevedad con que él esperaba que ocurriría el fin.

En suma, no parece que podamos estar seguros de si Pablo estuvo alguna vez casado, pero que enviudó o se divorció, o si se mantuvo siempre célibe. Lo que sí podemos afirmar con seguridad es que optó y recomendó la condición de célibe como condición favorable para el servicio por la causa de Cristo (1 Corintios 7.32-35; 9.5), condición por la que había optado aparentemente antes de hacerse seguidor de Cristo.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario