Curso de gramática española (castellana) aplicada al análisis gramatical de los textos bíblicos y al estudio de las leguas bíblicas

Curso de gramática española (castellana) aplicada al análisis gramatical de los textos bíblicos y al estudio de las leguas bíblicas

Héctor B. Olea C.

Una afirmación que abunda insistentemente en manuales, gramáticas e introducciones a las lenguas bíblicas, es que hay «oraciones o frases nominales», o bien, «predicados nominales».

Sin embargo, en virtud de que sólo «el verbo» es la única categoría formal capaz de ejercer la función del núcleo del predicado o sintagma verbal predicado, no existe tal cosa como una oración o un predicado que tenga cómo núcleo del predicado un sustantivo o nombre o alguna palabra sustantivada (para que se hable de «predicado nominal»).

En realidad los erróneamente llamados «predicados nominales», no son más que predicados de oraciones atributivas o copulativas, predicados que tienen como núcleo un verbo copulativo, jamás un nombre o sustantivo o palabra sustantivada.

En tal sentido, es preciso poner de relieve que las oraciones copulativas o atributivas, tanto en hebreo como en griego, se pueden expresar con la sintaxis del «adjetivo predicativo», que no emplea morfológica o gráficamente el verbo copulativo «ser», pero que semánticamente está presente.

Ejemplos:

En al Salmo 145.9 la expresión hebrea «tov Adonay» («tov yehváh»): «El Señor es bueno», es un excelente ejemplo de una oración atributiva o copulativa (por supuesto, de predicado verbal), que tiene como núcleo el verbo copulativo «ser» («jayá»), pero gráficamente ausente.    

En Juan 4.24 la expresión griega «pnéuma jo zeós»: «Dios es espíritu», es un muy buen ejemplo de una oración copulativa o atributiva (también de predicado verbal), que tiene como núcleo al verbo copulativo «ser» («eimí»), aunque gráficamente ausente.

Luego, como en esencia las oraciones atributivas o copulativas hebreas son atemporales, cuando el autor quiso situar una oración copulativa o atributiva en una determinada esfera temporal, usó el verbo «jayá» como forma verbal finita (verbo conjugado y gráficamente presente), en estado o tiempo perfecto (qatal), o en estado o tiempo imperfecto (yiqtol).

Un claro ejemplo lo encontramos en Génesis 1.2, con la expresión: «ve ja-árets jayetá toju va-voju» (“y la tierra estaba desierta e informe”, “vacía y sin orden”: “un caos”).

Por otro lado, un ejemplo clarísimo de una oración atributiva o copulativa griega, donde también está gráficamente presente (no sólo semánticamente) el verbo «ser» («eimí») es: «kái jo lógos en pros ton zeón»: «Y la palabra estaba con Dios» (Juan 1.1).

¡Inicio viernes 2 de julio! ¡Inscripciones abiertas hasta el 20 de junio!

Información vía Whatsapp: +18092057814, así de sencillo.

1 comentario:

  1. Y oyó Dios el gemido de ellos, y se acordó de su pacto con Abraham, Isaac y Jacob. Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconoció Dios. identificar la oración copulativa

    ResponderEliminar