Mateo 3.3 y su dependencia de Isaías 40.3 en la versión griega (Septuaginta, los LXX), cursos de lenguas bíblicas


 Mateo 3.3 y su dependencia de Isaías 40.3 en la versión griega (Septuaginta, los LXX)

Muy a propósito de nuestra oferta académica para el mes de septiembre

Héctor B. Olea C.

En la clásica y tan popular Reina Valera 1960, Mateo 3.3 dice: «Pues este es aquel de quien habló el profeta Isaías, cuando dijo: Voz del que clama en el desierto: Preparad el camino del Señor, Enderezad sus sendas».

Sin embargo, la consideración del texto hebreo de Isaías 40.3 de inmediato nos pone al tanto de las diferencias que existen entre las palabras que Mateo le atribuye al profeta Isaías, con lo que en realidad leemos en el texto hebreo de Isaías 40.3.

Analicemos, pues, lo que dice el texto hebreo de Isaías 40.3.

En el texto hebreo de Isaías 40.3, después de la expresión «kol (qol) koré (qoré) (una voz proclama, alguien proclama)» se hace una pausa.

Está constituida la expresión hebrea «kol koré» («qol qoré») por el sustantivo «kol (qol)» (voz, alguien), y por «koré» («qoré»), un participio activo masculino singular de la conjugación qal de la raíz «qará» (llamar, anunciar, proclamar, vocear, etc.).

Luego, el participio «kol koré» («qol qoré») tiene encima de la letra «resh» («r») un símbolo o acento disyuntivo llamado «zaquéf qatón» (dos puntos verticales encima) que divide el versículo en dos partes, y que en funciones equivale a nuestra “coma” o nuestros “dos puntos”.

En consecuencia, el texto hebreo de Isaías 40.3 sugiere la siguiente división del versículo: «Una voz proclama: en el desierto…»

Sin embargo, en lo que respecta a la versión griega, la pausa o división del versículo ocurre en la siguiente manera: «Voz del que (quien) proclama en el desierto: preparen…»

En tal sentido, en el texto griego de la versión griega tal y como se observa en la clásica edición de Alfred Rahlfs, la segunda parte del versículo se sugiere con la letra inicial mayúscula de la forma verbal «jetoimásate» («jEtoimásate»): «preparen» (imperativo aoristo), que sigue a la frase «en te erémo» (en el desierto).

Pero en lo que respecta al texto griego de Mateo 3.3, que concuerda con la división del versículo en la versión griega, la pausa se indica con un punto alto («stigme teléia») tanto en el The Greek New Testament de las Sociedades Bíblicas Unidas, quinta edición revisada, como en la edición 28 del Novum Testamentum Graece Nestlé-Aland, por supuesto, en ambos casos después de la expresión «en te erémo» (en el desierto).

En resumen y a continuación, la traducción que personalmente he realizado del  texto hebreo y griego de Isaías 40.3

Traducción del texto hebreo: 

“Una voz (alguien) proclama: En el desierto preparen el camino del Señor; en tierra árida (desértica) allanen (enderecen) calzada (camino, senda) para nuestro Dios”.

Traducción del texto griego:

“Voz del que (quien) proclama en el desierto: Preparen el camino del Señor; allanen (hagan rectos, sin curvas) los caminos (senderos) de nuestro Dios”.

Luego y, por supuesto, el texto griego de Mateo 3.3 hace referencia a Isaías 40.3 según la versión griega, pero sin agregar la frase “de nuestro Dios” («tu zeú jemón»): “Voz del que (quien) proclama en el desierto: Preparen el camino del Señor; allanen (hagan rectos, sin curvas) sus caminos (los caminos de él, del Señor)”.

Una necesaria observación gramatical y técnica

He traducido «el camino del Señor» (con el artículo determinado), porque la expresión hebrea «dérej Adonay» («dérej YHVH») constituye una “cadena constructa” en la cual la palabra «camino» («dérej») es el sustantivo en estado constructo (un sustantivo segolado que tiene una misma morfología para el estado absoluto y para el estado constructo), y «YHVH» (Adonay) es el sustantivo en estado absoluto (determinado) y que determina a «camino» («dérej»).

Por tal razón toda la cadena constructa es determinada: «el camino del Señor», y no: «camino del Señor».

Luego, en lo que a la versión griega respecta, ésta tradujo la cadena constructa «dérej YHVH» (el camino del Señor) empleando acertadamente el sustantivo «kírios» (Señor) en caso genitivo («kiríu»: del Señor), en la expresión «ten jodon kiríu» (el camino del Señor).

Una traducción cuestionable y criticable

Finalmente, llama la atención que la Reina Valera 1960 (incluso en su más reciente actualización por las Sociedades Bíblicas Unidas, la llamada Reina Valera Contemporánea, 2011), haya traducido a Isaías 40.3 en contra de lo que en realidad dice el texto hebreo de Isaías 40.3, pero sí en conformidad a la versión griega, al parecer con tal de no poner bajo cuestionamiento o entredicho la forma en que el Evangelista Mateo cita aquí al profeta Isaías. 

En conclusión, la forma en que la versión Reina Valera 1960 (incluso la versión Reina Valera Contemporánea, 2011, así como la revisión de 1909 y de 1995) ha traducido a Isaías 40.3, concuerda más bien con la forma en que la versión griega lo tradujo, y con la forma en que luego el Evangelista Mateo apeló a Isaías 40.3 en conformidad a la a versión griega. 

Sin embargo, toda versión de la Biblia que asuma el texto hebreo como base para la exégesis y traducción de la Biblia Hebrea, debería traducir a Isaías 40.3 en conformidad al texto hebreo, y no en conformidad a la versión griega, como en efecto lo ha hecho la versión Reina Valera 1960 (en realidad toda la serie Reina Valera de 1909 al año 2011 realizadas por las Sociedades Bíblicas Unidas).

Ahora bien, si bien la original obra de Casiodoro de Reina, la llamada «Biblia del Oso» (1569), tradujo en conformidad a la versión griega, así como la revisión que le hizo Cipriano de Valera (1602), la llamada «Biblia del cántaro», tradujeron en conformidad a la Septuaginta; sin embargo, es seriamente cuestionable que con los avances que hemos logrado en el campo de los estudios académicos de la Biblia, insisto es seriamente cuestionable que las revisiones de la serie Reina Valera realizadas por las Sociedades Bíblicas Unidas, como la Reina Valera 1995, y la Reina Valera Contemporánea (2011), mantengan una traducción de Isaías 40.3 que no concuerda con su base textual.

Por otro lado, no podemos obviar que la revisión a la serie Reina Valera, realizada por la Editorial Mundo Hispano, la llamada «Reina Valera Actualizada» (2015), sí tradujo en conformidad al texto hebreo, cito:  

«Una voz proclama: “¡En el desierto preparen el camino del SEÑOR; enderecen calzada en la soledad para nuestro Dios!»

A propósito de la nueva presentación de nuestro ya conocido y establecido «Curso de Griego Koiné (Bíblico)», desde cero, el primer año, que inicia el lunes 4 de septiembre; y muy a propósito del segundo año de nuestro ya conocido y establecido «Curso de Hebreo Clásico (Bíblico)», que inicia el martes 5 de septiembre.

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¿El sagrado nombre en el libro de Ester? Cursos online y virtuales de Hebreo Clásico (Bíblico)


¿El sagrado nombre en el libro de Ester?

Cuestiones de lingüística, gramática y traducción bíblica

Héctor B. Olea C.

A la persona que le diga a usted que el sagrado nombre (el Tetragrámaton) está presente en el libro de Ester, pregúntele: ¿Desempeñando cuál función sintáctica? ¿La función de sujeto? ¿La función de objeto o complemento directo? ¿La función de objeto o complemento indirecto? ¿La función de un sustantivo término de una preposición? ¿La función del sustantivo en estado absoluto y que le da término a una cadena constructa? ¿La función de un vocativo?

Lógicamente, la razón para esta pregunta es simple y elemental: Todo sustantivo (toda palabra que entre en la categoría formal de sustantivo), no puede aparecer en un contexto oracional o un simple grupo sintáctico (sintagma nominal o frase o sintagma preposicional), como parte de un mensaje lingüístico, sin estar desempeñando alguna función sintáctica.

Luego, una cosa es que en el libro de Ester estén presentes algunas expresiones que incluyan palabras que en su conformación fonemática contengan las radicales o consonantes que conforman el sagrado nombre, el Tetragrámaton; y otra cosa es que, definitivamente, sin la necesidad de hacer ciertos y tantos malabares, se pueda demostrar que el sagrado nombre está presente en el libro de Ester, y desempeñando una específica y demostrable función sintáctica.  

Varios han sido los intentos, infructuosos, por cierto, que han procurado demostrar la presencia (¿oculta?) del sagrado nombre en el libro de Ester, por ejemplo, apelando a unos cinco acrósticos.  

En tal sentido, tal vez el más popular y al que más se apela, se encuentra en Ester 5.4, en la expresión: «venga el rey y Amán hoy».

En primer lugar, en hebreo, «venga», es la traducción de la palabra «yavó», una forma verbal en estado imperfecto (futuro en hebreo moderno), pero un imperfecto yusivo (que expresa un deseo respecto de las terceras personas gramaticales, incluso de las segundas personas gramaticales), tercera persona del singular, del verbo o raíz «bo» (ir, venir, presentarse, etc.).

Por supuesto, la forma verbal «yavó» exhibe como prefijo del imperfecto o yiqtól, en la tercera persona del singular (incluso en la tercera persona del plural), la letra «yod» («yud»), por cierto, la primera radical o consonante del Tetragrámaton o sagrado nombre.

En segundo lugar, la expresión «el rey», en hebreo, está conformada por el artículo determinado «ja» (ha), que está conformado por la consonante o radical «je» (he, jei, hei) más la vocal «pátaj» (a), y el sustantivo «mélej» (rey).

Sin embargo, es el artículo, «ja» (ha), y no el sustantivo «mélej», el que exhibe la segunda radical del sagrado nombre.

En tercer lugar, la frase «y Amán», en hebreo, está conformada por la conjunción copulativa «ve» (y), precisamente la tercera radical del sagrado nombre.

Con relación al nombre «Amán» (Jamán, Hamán), en hebreo inicia con la letra «je» (he, jei, hei), la misma del artículo determinado que acompaña al sustantivo «mélej» (rey), la segunda y cuarta consonante o radical del sagrado nombre.

En cuarto, lugar, la expresión «hoy», en hebreo está compuesta por el artículo determinado «ja» (ja), y el sustantivo «yom» (día).

Por supuesto, como ya dije antes, el artículo determinado hebreo, «ja» (ha), está conformado por la radical o consonante «je» (he, jei, hei), la segunda y cuarta radical o consonante del sagrado nombre, y por la vocal «pátaj» (a).

En todo caso, de todos modos, no es cierto que este tipo de juego de letras permita decir que, sin duda alguna, está presente el sagrado nombre en el libro de Ester, así de sencillo.

Muy a propósito de nuestro curso de Hebreo Clásico (Bíblico), el segundo año, que inicia el martes 5 de septiembre, y del primer año del mismo curso, desde cero, que inicia el lunes 8 de enero del próximo año (2024).

Por supuesto, tanto el primer año como el segundo año de nuestro curso de Hebreo Clásico (Bíblico), están disponibles todo el año, año por año, en la modalidad virtual, en diferido, asincrónica.

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Cursos online y virtuales de lenguas bíblicas para enero y abril 2024


La oferta académica con que en el IDCB iniciaremos el año 2024

Al aproximarnos al último cuatrimestre de este año, tenemos a bien compartir nuestra oferta académica para el primer cuatrimestre del año 2024, compuesta por los siguientes tres cursos:

Primer curso, una nueva presentación del nuestro ya conocido y establecido «Curso de Hebreo Clásico (Bíblico)», desde cero, el primer año de un estudio completo, profesional y académico de la principal lengua original de la Biblia Hebrea.  

Día y horario: lunes 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico; 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Argentina y Chile. 

Segundo curso, «Crítica Textual y Metodología Exegética del Nuevo Testamento Griego» (seis meses de duración), una nueva sesión de nuestro ya establecido y conocido curso de crítica textual y metodología exegética del Nuevo Testamento Griego, con un enfoque crítico, profesional, académico e independiente. 

Día y horario: miércoles 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico; 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Argentina y Chile. 

Tercer curso, «Estudio exhaustivo de la flexión nominal griega (griego clásico y griego koiné) un estudio profesional y completo de las categorías formales que conforman la flexión nominal griega (sustantivos, pronombres, adjetivos, artículos, participios, y el infinitivo articular), seis (6) meses de duración, a la luz del Griego Clásico y del Griego Koiné (Bíblico).

En este curso se profundizará el estudio de las funciones sintácticas de los casos que conforman la flexión nominal griega (nominativo, genitivo, dativo, acusativo y vocativo). Por supuesto, también incluirá pistas y consejos prácticos para el análisis morfosintáctico y la traducción de las formas nominales en griego.

Día y horario: sábado 10:00 AM – 12:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico y Chile), 9:00 – 11:00 AM Colombia y Perú; 11:00 AM – 1:00 PM Argentina. 

Modalidades: Online (en vivo y en directo vía Zoom) y virtual (en diferido, en forma asincrónica y personalizada).

¡Incluyen material de apoyo y certificado!

Pregunta por nuestra oferta de descuento especial de un 40 % para las personas que se matriculen hasta el 15 de noviembre y luego hasta el 29 de febrero.

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Sobre la voz media griega, cursos de griego koiné en septiembre y en octubre


No toda morfología de voz media, comunica la idea de la voz media

Algunas observaciones necesarias

Nociones del sistema verbal griego (clásico y koiné)

Héctor B. Olea C. 

En el análisis morfológico (morfemático) de las formas verbales de la koiné bíblica (Septuaginta y Nuevo Testamento Griego), es preciso establecer una necesaria e importante distinción entre «una morfología de voz media», y «la presencia de la voz media» en un determinado texto griego (Septuaginta y Nuevo Testamento Griego). 

En tal sentido, en primer lugar, no es posible perder de vista que el sentido primario de la voz media griega (en el griego clásico y el griego koiné) no es de una acción reflexiva, sino de una acción que el sujeto realiza con un interés personal, en su propio interés: «yo desataré para mí».

En segundo lugar, que el sentido propiamente reflexivo de la voz media griega se circunscribe a ciertos verbos específicos. 

En tercer lugar, que cuando el griego quiere expresar una idea puramente reflexiva, estrictamente reflexiva, emplea una forma verbal en voz activa y un pronombre reflexivo.

Distinción entre «una morfología de voz media» y la «presencia (el sentido) de la voz media» en el modo indicativo

Llamamos «morfología de voz media» a la que presenta una forma verbal que se caracteriza por exhibir las desinencias propias de la voz media griega (incluso media pasiva).

Sin embargo, es preciso observar que el sistema verbal griego se caracteriza por tener cuatro temas temporales: presente (que abarca el tiempo presente y el imperfecto), el futuro, el aoristo (primero o segundo), y el perfecto (que abarca el tiempo perfecto y el pluscuamperfecto).

Luego, en lo que respecta al tema de presente, es preciso decir que las formas de la voz media son precisamente las mismas para la voz pasiva (por eso, se habla de un presente medio pasivo, y de un imperfecto medio pasivo).

Por ejemplo, la raíz del verbo «blépo» (yo veo) es «blép», luego, si le añadimos la desinencia «omai» (media y pasiva en el presente y el perfecto, sólo que en el tema del perfecto no se emplea la vocal temática «o»), entonces tenemos una forma verbal en voz media («blépomai»: yo veo para mí), pero también pasiva («blépomai»: yo soy visto), y así sucesivamente con las desinencias del resto de las personas gramaticales.

Con relación al tema de futuro, si bien en este tema temporal se emplean las mismas desinencias para la voz media y para la voz pasiva, sin embargo, la base morfológica no es la misma. Esto así porque el futuro voz media se construye añadiendo las desinencias medias y pasivas al tema del futuro voz activa.

Pero el futuro voz pasiva se construye sobre una base morfológica distinta, derivada del aoristo pasivo.

En consecuencia, el futuro voz pasiva derivado del aoristo primero voz pasiva, consiste en un futuro primero voz pasiva, y el futuro voz pasiva derivado del aoristo segundo voz pasiva, consiste en un futuro segundo voz pasiva.

En cuanto, al tema del aoristo, es preciso tener en cuenta que el mismo tiene dos bases morfológicas distintas: el aoristo primero, sigmático, y el aoristo segundo, no sigmático, que paralela con el imperfecto en la voz activa y en la voz media (en lo relativo a la figura del aumento y las desinencias), pero en la voz pasiva emplea las mismas desinencias del aoristo primero voz pasiva.

Por supuesto, el aoristo primero no coincide con el aoristo segundo en cuanto a las desinencias para la voz activa y para la voz media, pero sí en cuanto a la figura del aumento (evidentemente, sólo el modo indicativo), y como ya dijimos, en el empleo de las mismas desinencias en la voz pasiva.   

Además, el aoristo primero voz media se construye al añadirle al tema del aoristo primero voz activa, las desinencias secundarias medias, y para la voz pasiva, añadiendo a la base morfológica estrictamente pasiva del aoristo primero (que depende de si la raíz verbal termina en vocal o en consonante), las desinencias estrictamente pasivas del aoristo.

En cuanto al tema temporal del perfecto (que abarca el tiempo perfecto y el pluscuamperfecto), en este tema temporal existe una morfología común y única para la voz media y para la voz pasiva (por tal razón se habla de un perfecto medio pasivo, y de un pluscuamperfecto medio pasivo).

En resumen y, consecuentemente, no siempre que hay una morfología de la voz media y pasiva en el texto griego del NT y Septuaginta (versión griega de la Biblia Hebrea), estamos ante una forma verbal en voz media, que comunique la idea y el sentido de la voz media (interés particular del sujeto). 

Esto así por varias razones:

En primer lugar, porque puede ser una forma verbal de un verbo deponente (por ejemplo, la forma verbal «érje», de la segunda persona del singular, tiempo presente, modo indicativo, del verbo deponente «érjomai» (vengo, voy), en Mateo 3.14; por eso la traducción: «tú vienes» (en voz activa).

Observación: Reciben el nombre de «verbos deponentes» los verbos que sólo se usan con la morfología de la voz media y pasiva (presente y perfecto, pero media o pasiva en el aoristo y el futuro).  

En segundo lugar, porque puede ser una forma verbal de un verbo semideponente (un verbo no deponente en el presente, pero sí en otro tema verbal, por lo general en el futuro).

Por ejemplo, la forma verbal «lémpsetai», tercera persona del singular, tiempo futuro, modo indicativo, del verbo «lambáno» (tomo, recibo), en Juan 16.14; por eso la traducción: «él tomará» (en voz activa).

En tercer lugar, porque puede ser una forma verbal en uno de los dos temas temporales que tienen una misma morfología para la voz media y para la voz pasiva (presente y perfecto, y los tiempos presente, imperfecto, perfecto y pluscuamperfecto).

Por ejemplo, la forma verbal «keríssetai» en 1 Corintios 15.12, en modo indicativo, tiempo presente, voz media y pasiva, de la tercera persona del singular del verbo «kerísso» (yo proclamo), pero aquí con el sentido propio de la voz pasiva y no de la voz media. Por eso la traducción: «si Cristo es proclamado (pasiva perifrástica) que ha resucitado de los muertos…»

De todos modos, pienso que traducir al español empleando la construcción de la voz pasiva refleja es más comprensible: «si se proclama (predica) que Cristo ha resucitado de los muertos…» 

En cuarto lugar, porque puede ser un participio del perfecto (tema que emplea una misma morfología para la voz media y para la voz pasiva) en una construcción perifrástica.

La razón es que las formas medias y pasivas de los participios de perfecto en una perífrasis verbal, deben asumirse estrictamente en voz pasiva.

Por ejemplo, la forma verbal perifrástica pasiva «en guegraménon» (con el valor del pluscuamperfecto voz pasiva), conformada por el imperfecto del verbo «eimí» (soy, estoy), tercera persona del singular, voz activa («en»), y el participio medio pasivo «guegraménon», del verbo «grafo» (escribo), en caso nominativo y acusativo neutro singular, en Lucas 4.17. 

Por eso la traducción: «estaba escrito», «se había escrito», «había sido  escrito». 

En suma: Un morfología de voz media, no es sinónimo de voz media. Luego, la presencia de una morfología de voz media (aoristo y futuro) o de la voz media y pasiva (presente y perfecto) en un texto de la koiné bíblica (Septuaginta y Nuevo Testamento Griego), no significa que a priori se deba traducir en conformidad a la voz media, y que también a priori se afirme que allí está presente la voz media griega. 

Muy a propósito de la nueva sesión de nuestro curso online y virtual de Griego Koiné (bíblico), desde cero, que inicia en la primera semana de septiembre, y del curso estudio exhaustivo del verbo griego, un curso de profundización y especialización en el estudio de la flexión verbal griega, del sistema verbal griego (griego clásico y griego koiné), que inicia el sábado 7 de octubre.

¡Ambos cursos Incluyen material de apoyo y certificado!

¡Inscripciones abiertas!

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Curso de hebreo bíblico, avanzado y de profundización, análisis y traducción libro de Jonás

El otro curso que conforma nuestra oferta académica para el mes de septiembre consiste en el segundo año de nuestro ya conocido y establecido «Curso de Hebreo Clásico (Bíblico)», año en el que seguimos profundizando y completamos el estudio de la gramática de la principal lengua original de la Biblia Hebrea, y concluimos con el análisis y la traducción completa del libro de Jonás. 

Día y horario: martes 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico y Chile), 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Argentina. 

Inicio: martes 5 de septiembre.

Modalidades: Online (en vivo y en directo vía Zoom) y virtual (en diferido, en forma asincrónica y personalizada).

¡Incluye material de apoyo y certificado!

¡Inscripciones abiertas!

Indformación y matriculación Aquí


 

 

¿Por qué es importante estudiar griego koiné (bíblico) para el campo de los estudios bíblico y de la exégesis bíblica?


¿Por qué es importante estudiar griego koiné (bíblico) para el campo de los estudios bíblico y de la exégesis bíblica?

Héctor B. Olea C.

En primer lugar, por ser el griego koiné la lengua original del llamado Nuevo Testamento, y como es sabido, nunca será lo mismo leer, considerar y analizar un texto en su lengua original, que leerlo y analizarlo en una simple traducción o versión del mismo.

En segundo lugar, por ser el griego koiné la lengua de la clásica versión griega de la Biblia Hebrea, y de las posteriores revisiones de la misma, realizadas por judíos (Teodoción, Aquila, Símmaco) y por cristianos (Hesiquio, Luciano y Orígenes).

En tercer lugar, por ser la Septuaginta (o versión de los LXX), una traducción privilegiada, como el tercer testigo en importancia (después del Texto Masorético y del Pentateuco Samaritano), para la crítica textual de la Biblia Hebrea.

Es más, cuenta la Septuaginta con una sigla o letra que la identifica en el aparato crítico de la Biblia Hebraica Stuttgartensia; por supuesto, como las demás versiones griegas.

En tal sentido, es preciso poner de relieve que no es posible realizar una exégesis completa de la Biblia Hebrea, un trabajo completo de crítica textual de la Biblia Hebrea, ignorando el testimonio (indirecto) en griego koiné que aporta la Septuaginta a la crítica textual de la Biblia Hebrea, al estudio de la conformación, desarrollo y evolución del texto de la Biblia hebrea.  

Consecuentemente, no es posible seguir creyendo que el estudio del griego koiné sólo es importante para los estudios bíblicos en el campo del llamado Nuevo Testamento Griego.

Finalmente, sin dejar de valorar los aportes de los estudios elementales del griego koiné; sin embargo, es innegable que mientras más completo minucioso y ambicioso sea el estudio del griego koiné, muchos mejores y más trascendentales serán sus aportes al estudio crítico, científico y académico del Nuevo Testamento Griego, La Septuaginta y la Biblia Hebrea.

Muy a propósito de nuestro curso de griego koiné, desde cero, que inicia el lunes cuatro (4) de septiembre, y de nuestro curso estudio exhaustivo del verbo griego (de la flexión verbal griega, griego clásico y griego koiné), que inicia el sábado siete (7) de octubre.

Por supuesto, estos dos cursos están dirigidos al público general, al margen de su creencia religiosa o falta de compromiso con una determinada teología institucional; pero interesado en un estudio completo, profesional y académico de la lengua original del Nuevo Testamento y de la clásica versión griega de la Biblia Hebrea.

¡Ambos cursos incluyen material de apoyo y certificado!

¡Inscripciones abiertas! ¡Pregunta por el curso de tu interés!

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Cursos online y virtuales de hebreo y griego bíblicos para el próximo mes de septiembre


Reiteramos nuestra oferta académica que inicia en un poco más de dos semanas. ¡Todavía estás a tiempo!

Una presentación más de nuestro ya conocido y establecido «Curso de Griego Koiné (Bíblico)», desde cero, el primer año. Un estudio completo, crítico, académico y profesional de la gramática del Griego Koiné (Bíblico).

Un curso dirigido al público general, al margen de su creencia religiosa o falta de compromiso con una determinada teología institucional; pero interesado en un estudio completo, profesional y académico de la lengua original del Nuevo Testamento.

Día y horario: lunes 5:00 – 7:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico y Chile); 4:00 – 6:00 PM Colombia y Perú; 6:00 – 8:00 PM Argentina.

Inicio: lunes 4 de septiembre.

El otro curso que conforma nuestra oferta académica para el mes de septiembre consiste en el segundo año de nuestro ya conocido y establecido «Curso de Hebreo Clásico (Bíblico)», año en el que seguimos profundizando y completamos el estudio de la gramática de la principal lengua original de la Biblia Hebrea, y concluimos con el análisis y la traducción completa del libro de Jonás. 

Día y horario: martes 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico y Chile), 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Argentina. 

Inicio: martes 5 de septiembre.

Modalidades: Online (en vivo y en directo vía Zoom) y virtual (en diferido, en forma asincrónica y personalizada).

¡Ambos cursos incluyen material de apoyo y certificado!

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Profesor, ¿por qué incluye la Reina Valera 1960 la palaba «extraña» («lengua extraña») en 1 Corintios 14.4?


Profesor, ¿por qué incluye la Reina Valera 1960 la palaba «extraña» («lengua extraña») en 1 Corintios 14.4 si en el griego no está presente dicho adjetivo?

Héctor B. Olea C.


Y he aquí mi respuesta.

La versión Reina Valera 1960 no sólo emplea el adjetivo «extraña» («lengua extraña») en 1 Corintios 14.4, también lo emplea en el versículo 13 («lengua extraña») y en el versículo 27.

También emplea el adjetivo sinónimo, «desconocida» (lengua desconocida), en el versículo 19.

Ahora bien, ¿están presentes en el texto griego los adjetivos en cuestión?

Respuesta: No, no está presente el adjetivo «xénos» (extranjero, extraño, raro, sorprendente, insólito, etc.), ni el adjetivo «jeteróglossos» (otra lengua, una lengua extraña o extranjera) en 1 Corintios 14.

En todo caso, en relación al adjetivo «jeteróglossos», la excepción la constituye 1 Corintios 14.21, en una cita de la versión griega de la Biblia hebrea.    

Sin embargo, la pregunta de rigor es: ¿Es legítima su inclusión en la traducción por parte de la Reina Valera 1960?

Respuesta: Sí.

En tal sentido, es preciso hacer las siguientes puntualizaciones:

En primer lugar, es cierto que la palabra «glóssa» (sustantivo de género femenino y de la primera declinación), desde el punto de vista de la anatomía, apunta a la lengua (órgano físico) tanto de seres humanos como de animales, y a la lengua como sistema de comunicación social, o sea, idioma, incluso dialecto.

Pero también, sin adjetivo alguno, puede hacer referencia a un modo de hablar diferente al usual, de hablar, y «hablar en lengua», «hablar en lenguas» (el verbo «laléo» más el caso dativo, singular o plural), hablar en una lengua especial o mística («Diccionario del Griego Bíblico, Setenta y Nuevo Testamento», Amador Ángel García Santos).

Por cierto, un sinónimo de «glóssa» presente en el 1 Corintios 14 es «foné» (voz, sonido, lengua o idioma), 1 Corintios 14.10 y 11.

Luego, es preciso decir que el sustantivo «glóssa» (lengua) está presente quince (15) veces en 1 Corintios 14, y todas las veces apuntado a una manera distinta de hablar, a una especie de lengua especial o mística (¿angelical?).

Las quince (15) veces en que se encuentra el sustantivo «glóssa» en 1 Corintios 14, se emplea en la manera siguiente:

En nominativo plural («glóssai») sólo en el versículo 22.

En dativo singular («glósse») en los versículos: 2, 4, 13, 14, 19, 27.

En dativo plural («glóssais») en los versículos: 5 (dos veces), 6, 18, 23, 39.

En genitivo singular («glósses») sólo en el versículo 9.

En acusativo singular («glóssan») sólo en el versículo 26.

En tal sentido, a nuestro juicio, hay dos pistas que favorecen esta conclusión.

La primera, la exigencia de Pablo de que se busque la necesaria interpretación al hablar en una de estas lenguas, al «hablar en lengua», «en una lengua de ésas», La Nueva Biblia Española (1 Corintios 14.13; compárese los versículos 2, 4-19, 27 y 28).

La segunda, la convicción de Pablo (1 Corintios 14.21) de que estas lenguas son una especie de cumplimiento profético de Isaías 28.11.

En tal sentido, la traducción «en otras lenguas» (1 Corintios 14.21) es el reflejo de la palabra «jeteroglóssois», dativo masculino plural de «jeteróglossos» (adjetivo: otra lengua, una lengua extraña o extranjera).

Consecuentemente, es legítima la presencia del adjetivo «extraña» (lengua extraña) en 1 Corintios 14.4, 13 y 27; así como la presencia del adjetivo «desconocida» (lengua desconocida) en 1 Corintios 14.19.

Luego, una versión que va en la misma línea de la versión Reina Valera 1960 es la clásica versión de Luís Alonso Schökel y Juan Mateos, «La Nueva Biblia Española» (1975), que también empleó el adjetivo «extrañas» en 1 Corintios 14.2 y 27 («lenguas extrañas»), y en singular «lengua extraña», en 1 Corintios 14.19, y el adjetivo «extraño», en 1 Corintios 14.4 («lenguaje extraño»), y al emplear la expresión «en esas lenguas», en 1 Corintios 14.5, 6, 14, 18, 22, 23, y la expresión «en lenguas de ésas», en 1 Corintios 14. 6.

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Breves puntualizaciones sobre la lengua aramea

La segunda lengua original de la Biblia Hebrea

Ahora le tocó al arameo

Héctor B. Olea C.

Después de haber publicado dos artículos en los que expuse una periodización de la lengua hebrea (principal lengua original de la Biblia Hebrea) y de la lengua griega (lengua original del llamado Nuevo Testamento y la lengua de clásica versión griega de la Biblia Hebrea, los LXX, por supuesto en su etapa conocida como griego koiné); esta vez me propuse hacer lo mismo con la lengua aramea (la segunda lengua original de la Biblia Hebrea).

En lo que respecta a los distintos estadios de la lengua aramea, en su obra «Guía para el estudio del arameo bíblico» (2001, 2005), Josep Rivera Florit presenta la siguiente periodización de la lengua aramea:

Primera etapa: Arameo Antiguo (AA), desde el siglo X a mediados del siglo VII a.C.

Segunda etapa: Arameo Clásico u Oficial (desde mediados del siglo VII al siglo II a.C.). Dentro de esta etapa se sitúan el Arameo Clásico (AC) y el Arameo Bíblico (AB).

Tercera etapa: Arameo Medio (desde el siglo II a.C. al siglo II d.C.).

Dentro de esta etapa se sitúan dos familias distintas de la lengua aramea.

Por un lado, la familia del Arameo Medio Occidental, que incluye el arameo de Qumrán, el judeo palestinense antiguo y el arameo de los tiempos del NT, el arameo de los Targúmenes (Targumím) oficiales, y el Nabateo.

Por otro lado, la familia del Arameo Medio Oriental, que abarca el Palmireno, el Arameo de Hatra, el Arsácida y el Siríaco Antiguo.

Cuarta etapa: El arameo tardío (dese el siglo II d.C. hasta el medioevo). Dentro de esta etapa se desarrollan dos familias distintas de la lengua aramea:

Por un lado, el Arameo Tardío Occidental, que comprende: el arameo judeo palestinense o galilaico, el arameo samaritano, y el arameo cristiano pelestinense o sirio palestinense.

Por otro lado, el Arameo Tardío Oriental, que abarca: el arameo judeo babilónico o arameo babilónico talmúdico, el mandáico y el siríaco.

Quinta y última etapa: el Arameo Moderno (época actual), que incluye los dialectos occidentales del Antilíbano y los dialectos orientales del Kurdistán. 

Por su parte, Julio Trebolle Barrera, en su clásica y monumental obra, «La biblia judía y la biblia cristiana» (TROTTA, 1998), sintetiza la historia de la lengua aramea en tres períodos: antiguo, medio y reciente.

Luego, en lo que al segundo período se refiere, puntualiza Trebolle que las breves secciones de la Biblia Hebrea escritas en arameo, corresponden al arameo imperial.

Y con relación al arameo medio, observa Trebolle: “Tras la caída del imperio persa, el griego desplazó progresivamente al arameo como lengua franca. El arameo oficial comenzó entonces un proceso de fragmentación en dialectos locales. Pervivió, sin embargo, como lengua literaria y de uso en documentos oficiales e inscripciones (página 74).

También puntualiza que en esta lengua aramea literaria están redactados los capítulos en arameo del libro de Daniel (cerca del 168 a.C.), así como algunos textos hallados en Qumrán, el Tárgum de Onquelos del Pentateuco y el Tárgum Jonatán (de los profetas) en Palestina (misma página 74).

El arameo como lengua bíblica

El arameo puede considerarse «lengua bíblica», en sentido estricto, sólo en relación a la Biblia Hebrea (como la segunda lengua original de la Biblia Hebrea), jamás en relación al Nuevo Testamento.

En tal sentido, la sección aramea de la Biblia Hebrea está constituida por los siguientes pasajes: dos palabras en arameo en Génesis 31.47; una oración en arameo en Jeremías 10.11; la palabra «bar» (hijo), en el Salmo 2.12; Esdras 4.8-6.18; Esdras 7.12-26; Daniel 2.4b-7.28.

Por supuesto, además de ser la segunda lengua original de la Biblia Hebrea, el arameo está presente, por ejemplo, en la «Masorá», el conjunto de observaciones de los masoretas que acompañan el texto de la Biblia Hebrea (Masorá Parva, Masorá Quetaná, o Masorá pequeña, y la Masorá Guedolá, Masorá Magna o Masorá grande).

Son también arameos los términos «queré» (léido) y «ketív» (escrito), usados por los masoretas para indicar lo que entendieron como escritura errónea o defectuosa en el texto consonántico de la Biblia Hebrea (lo escrito, «el ketív»), y lo que sugirieron que debía ser leído («el queré»).

Por otro lado, se consideran influencias del arameo en el hebreo, el surgimiento y posterior persistencia de la forma tardía del pronombre personal de la primera persona común singular, yo, o sea, «aní» (competencia de la forma más antigua, «anojí»), que en el arameo clásico es «aná» (yo, para el género masculino y para el género femenino). 

También se considera una influencia del arameo en el hebreo, el uso de la preposición «le» (por lo general señalando el dativo, a o para en el hebreo) para señalar el objeto directo, a la manera de la partícula dominante, «et».

La razón es que, si bien en arameo también se usa la preposición «le» para indicar el dativo (a, para), como en el hebreo; en el arameo también sobresale su uso para marcar el objeto directo. 

Finalmente, también encontramos en el Nuevo Testamento transliteraciones al griego de términos o expresiones arameas. Por ejemplo, el sustantivo «bar» (hijo), en el nombre «Bartimeo» (Marcos 10.46), la palabra «abbá» (padre, Gálatas 4.6), la expresión «talita cumi (niña, levántate, Marcos 5.41), entre otras.  

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¿Por qué tradujo «id» la versión Reina Valera 1960 (Mateo 28.19), si lo que está presente en el texto griego es un participio?


¿Por qué tradujo «id» la versión Reina Valera 1960 (Mateo 28.19), si lo que está presente en el texto griego es un participio?

Nociones de griego koiné

Héctor B. Olea C.

La pretensión de ofrecer una respuesta adecuada y bien fundamentada a la pregunta planteada, supone tener en cuenta varias cosas:

La primera, que en el griego clásico y koiné sólo en el modo indicativo la acción verbal puede situarse en una determinada esfera temporal (presente, pasado, futuro).

En segundo lugar, en el resto de los modos del sistema verbal griego (subjuntivo, imperativo, participio, infinitivo, optativo), en una forma verbal griega trasciende el valor aspectual, o sea, la forma en que se entiende o se concibe que tiene lugar la acción verbal (durativa, en desarrollo, puntual, ingresiva, perfectiva).

En otras palabras, en el resto de los modos distintos al indicativo, el tiempo de la acción de una forma verbal griega, como la del participio, es relativa desde el punto de vista temporal, pudiendo ser anterior, simultánea o posterior a la acción de la forma verbal principal de la oración.    

En tercer lugar, ciertamente lo que la versión Reina Valera tradujo como un imperativo «id», es en el griego «poreuzéntes», un participio aoristo primero, con morfología de voz pasiva, pero con el sentido de la voz activa, pues «poréuomai»

(ir, salir, caminar, marcharse) es un «verbo deponente» en el Nuevo Testamento Griego, en los cuatro temas temporales del sistema verbal griego (presente, futuro, aoristo y perfecto).

En cuarto lugar, el participio sin artículo, precisamente como «poreuzéntes», por lo general tiene un uso adverbial (temporal, causal, concesivo, condicional, de medios, modal, de propósito, etc.).

Luego, aquí, como es lo dominante en el Nuevo Testamento Griego, el participio adverbial es temporal.

En quinto lugar, como participio adverbial temporal, en el tema temporal aoristo, «poreuzéntes» señala una acción que temporalmente es relativa a la acción de la forma verbal principal verbal de la oración, aquí «mazetéusate» (en modo imperativo, aoristo, del verbo «mazetéuo»: hacer discípulo, enseñar o instruir a alguien).

En sexto lugar, como «mazetéusate» consiste en un imperativo aoristo, con un valor puntual e ingresivo (que indica el inicio de una acción), y el participio adverbial «poreuzéntes» indica una acción temporalmente anterior a la de «mazetéusate» (hagan discípulos, discipulen), es legítima la traducción de dicho participio como un imperativo: id, vayan, salgan.

Por supuesto, son legítimas y, tal vez mejores traducciones del participio adverbial temporal «poreuzéntes», las siguientes: cuando hayan ido, después que hayan ido, habiendo ido, una vez hayan ido, hagan discípulos, discipulen a todas las naciones.

Finalmente, para las personas que les encanta hacer comparaciones, y para aquellas personas que entienden que La Biblia de Jerusalén es siempre mejor opción que La Reina Valera 1960; lamento decirles que también La Biblia de Jerusalén 2019 tradujo como La Reina Valera 1960, cito: “Id, pues, y haced discípulos a todas las gentes…”

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«Mujer virtuosa», ¿una traducción acertada? Cursos de lenguas bíblicas online y virtuales todo el año


 «Mujer virtuosa», ¿una traducción acertada? Cuestiones de lingüística, gramática, exégesis y traducción bíblica

Héctor B. Olea C.

La expresión hebrea (una cadena constructa hebrea) «éshet-jayíl» (Proverbios 31.10) ha sido traducida de diversas maneras en las versiones de la Biblia en español, por ejemplo:

«Mujer virtuosa» (RV 1960), «mujer hacendosa» (Nueva Biblia Española 1975 y La Biblia de las Américas), «mujer ejemplar» (Nueva Versión Internacional), «esposa virtuosa y capaz» (Nueva Traducción Viviente, La Versión Popular Dios Habla Hoy y La Reina Valera Actualizada 2015), «mujer ideal» (Biblia de Jerusalén 2019).

Ahora bien, ¿cuál es la idea que en realidad comunica la cadena constructa hebrea «éshet-jayíl»?

En primer lugar, como ya dijimos, «éshet-jayíl» consiste en una cadena constructa en la que el sustantivo en estado absoluto («jayíl») funciona como un adjetivo o atributo del sustantivo «ishá» (mujer), en estado constructo, o sea, «éshet» (mujer de).

En segundo lugar, de «jayíl», el «Diccionario bíblico hebreo-español» de Luís Alonso Schokel nos dice que es una palabra que se usa en distintos campos. Por ejemplo, en el campo militar, significando: ejército, valor, baluarte. En el campo económico, significando: riqueza, fortuna, bienes. Y en otros campos, como aquí, significando: fuerza, poder, vigor, capacidad.

En consecuencia, la cadena constructa «éshet-jayíl» en esencia comunica la idea de “mujer de vigor” (mujer vigorosa), “mujer fuerte” (mujer de fortaleza), “mujer capaz”.

En tercer lugar, en lo que a la traducción griega (LXX) respecta, ésta tradujo la cadena constructa hebrea «éshet-jayíl» con la expresión «guináika andréian».

Ahora bien, la expresión griega «guináika andréian» constituye un sintagma nominal (grupo sintáctico), que involucra un sustantivo y un adjetivo atributivo en caso acusativo femenino singular.

Está compuesta, pues, la expresión «guináika andréian», por el sustantivo «guiné» (mujer), en caso acusativo singular, «guináika», y por el adjetivo «andréian», que literalmente significa: fuerte, vigorosa, varonil (con la fuerza del varón), diligente.

Vale destacar que el adjetivo «andréian», acusativo femenino singular de «andréios», deriva del sustantivo «anér» (varón).

En conclusión, la expresión y traducción griega «guináika andréian» va en la misma línea de la cadena constructa hebrea «éshet-jayíl», o sea, significando: “mujer fuerte”, “mujer vigorosa”, “mujer varonil” (con el vigor o la fuerza del varón); idea que, sin duda alguna, es la que ponen de relieve los versículos 10 al 31 de Proverbios 31 (en hebreo, una composición poética en forma de acróstico, en la que cada versículo inicia con una palabra que inicia con la correspondiente letra del alefato hebreo, en orden alfabético). 

En tal sentido, en nuestra opinión, son imprecisas y cuestionables las traducciones: «mujer virtuosa» (RV 1960), «mujer ejemplar» (Nueva Versión Internacional), «esposa virtuosa y capaz» (Nueva Traducción Viviente, La Versión Popular Dios Habla Hoy y La Reina Valera Actualizada 2015), «mujer ideal» (Biblia de Jerusalén 2019); pero relativamente mejor, la traducción «mujer hacendosa» (Nueva Biblia Española 1975 y La Biblia de las Américas),

De todos modos, considerando que la mujer descrita en Proverbios 31.10-31 es la persona del hogar primera en levantarse, pero la última que se acuesta (versículos 15 y 18) que se pasa todo el día haciendo cosas por y para los demás (como si no tuviera una vida propia, sino una simple existencia instrumental, para satisfacer a los demás), pero en cambio, nadie parece hacer algo por ella, para satisfacerla a ella); cabe preguntar si este es el tipo de vida que la mujer de hoy anhela y desea para sí; además, si es justo considerar que el estilo de vida de la mujer de Proverbios 31.10-31 es un parámetro justo y adecuado para describir a la mujer ideal, ejemplar, a la mujer perfecta.

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