De erudición, honestidad intelectual y consistencia metodológica

De erudición, honestidad intelectual y consistencia metodológica

 Héctor B. Olea C.

Si saco a relucir algunos de los tantos aciertos de la «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras», entonces para algunas personas soy un simple y “solapado Testigo de Jehová”.

Si saco a relucir algunos de los tantos aciertos de la «Reina Valera 1960», entonces para algunas personas no soy más que un recalcitrante e irreflexivo “reinavaleriano”.

Si saco a relucir algunos de los tantos aciertos de la «Biblia de Jerusalén», entonces para algunas personas no soy más que “un católico no confeso”.

Y así por el estilo respecto de cualquier versión de la Biblia y los agentes responsables de la misma.

Por supuesto y, en consecuencia, cuando lo que hago es poner de relieve algunos de los desaciertos de las mencionadas versiones de la Biblia, como de cualquier otra, entonces para los agentes responsables de dichas versiones, como para las personas adeptas a dichas versiones; se me acusa de estar asumiendo una postura errada o que por lo menos ignoro algún detalle  o sutiliza de las lenguas bíblicas incluso del castellano, etc.

En todo caso, me resulta verdaderamente cuestionable que la erudición de algunas personas se caracterice y no pase de ser un conjunto de prejuicios o la simple adhesión irrestricta frente a ciertas versiones de la Biblia, por desavenencias o conveniencias y coincidencias teológicas con el sector que le dio origen.

Finalmente y, como por muchos años he visto diciendo, yo no escribo en el vacío, pero la persona que me lee tampoco lo hace en el vacío ni de manera neutral y, por supuesto, me lee con intereses en juego, así de sencillo.    

Los beneficios de un estudio comparativo de versiones de la Biblia

 

Profesor, ¿qué obtengo de un estudio comparativo de versiones de la Biblia?

A propósito del mes de la Biblia

 

Héctor B. Olea C.

En primer lugar, respecto de textos específicos, te pondrás al tanto de que la traducción que exhibe la versión (o versiones) de tu preferencia no es la única, y muy posiblemente tampoco sea la mejor, ni la mejor sustentada.

En segundo lugar, te colocarás en la situación de poder confirmar si en verdad puedes ser tan crítico y no muy complaciente con el equipo responsable de la producción de la versión o versiones de la Biblia de tu preferencia, como lo eres respecto del equipo de cualquier otra versión de la Biblia.

Después de todo, ninguna, absolutamente ninguna versión de la Biblia es perfecta, ni mantiene la misma calidad y consistencia de principio a fin.

Por ejemplo, me llama la atención la forma acrítica en que algunas personas defienden la traducción desacertada de algunas versiones de la Biblia sólo porque teológicamente se sienten identificadas y comprometidas con la línea teológica de los agentes difusores de esas versiones, y porque en dicho equipo participaron ciertas personalidades.   

Pero, ¿y qué de la evaluación crítica del trabajo final a la luz de las características propias de las lenguas bíblicas y de la lengua a la que se hizo la traducción (en nuestro caso el castellano o español)?

En tercer lugar, podrás constatar la curiosa pero muy realista y siguiente paradoja: el que una versión de la Biblia que goza de mucha aceptación, que verdaderamente ha sido un éxito comercial, que ha sido asumida como una versión muy buena incluso excelente por un gran sector de la cristiandad; sin embargo, exhibe una traducción pésima e inaceptable en algunos casos, en la traducción de ciertos textos específicos; y por otro lado, que una versión de la Biblia, por lo general bajo sospecha, al menos en ciertos círculos y sectores de la cristiandad, exhibe, por el contrario, una traducción óptima, incuestionable y hasta insuperable en muchísimos casos (incluso respecto de algunos de los textos donde la versión con una mejor imagen pública no ha resultado acertada).

En cuarto lugar, probablemente llegues a la conclusión de que el estudio serio, diligente, crítico, académico y con aspiraciones de ser propiamente exegético, no es un asunto tan sencillo, de tan sólo unos pocos minutos al mes; y muy probablemente también concluyas en que es mejor dejarle esa tarea a otras personas, por supuesto, no sin antes intuir que dicha labor no es tan necesaria y al final ni tan espiritual como se supone que debería ser.

En quinto lugar, si en verdad lo haces con una actitud abierta y crítica, te enterarás de que en la traducción de algunos textos específicos, existe una especie de componenda general (a pesar de haber muchísimas razones para que no exista tal uniformidad), al menos en una gran mayoría de las versiones de la Biblia, para no traducir de manera acertada, impidiendo así que las personas y comunidades lectoras se percaten de lo que en realidad dicen dichos textos.

En sexto lugar, te darás cuenta de que en muchos casos, debido a la forma y características que exhibe el texto bíblico recibido en su idioma original, la traducción de ciertos textos bíblicos es sin duda muy problemática y difícil, por lo cual su traducción debe ser propuesta y asumida con humildad, sencillamente como tentativa, sin dogmatismo alguno.

En séptimo lugar, llegarás a la conclusión de que, en definitiva, el estudio bíblico (así como el estudio y la reflexión teológica) que parte y se sustenta sólo en textos traducidos, tiene sus límites, limitantes e insalvables obstáculos, muy a pesar de lo pretencioso y ambicioso que se muestre.

Consecuentemente y, por supuesto, el estudio bíblico y teológico que se sustenta en la apelación a traducciones que muestran el texto bíblico fuente (hebreo, arameo y griego) como en las versiones interlineales, pero sin los elementos de juicio para juzgar dichas traducciones; al final tiene las mismas limitantes y obstáculos que el estudio bíblico que se sustenta en una versión ordinaria de la Biblia, así de sencillo. 

Muy a propósito de nuestro Diplomado en Introducción a la Teoría y Práctica de la Traducción de la Biblia, que inicia en enero 2021. Más información vía Whatsapp:+18092057814.  


La palabra Biblia no es bíblica, muy a pesar de la Traducción en lenguaje actual

 

La palabra “Biblia” no es bíblica

Muy a pesar de la «Traducción en lenguaje actual» (TLA)

 

Héctor B. Olea C.

A pesar de lo que dicen muchas fuentes (situación que está cambiando), la palabra «Biblia» morfológicamente y de manera directa no viene de la palabra griega «bíblos» (libro), sino más bien de «biblíon» (originalmente “librito”), aunque en lo que a su carga semántica se refiere, si deriva directamente de «bíblos».

En realidad la palabra griega «biblíon» (“librito”) es un diminutivo  de «bíblos», de género neutro y de la segunda declinación, mientras que «bíblos» es de género femenino, si bien también de la segunda declinación, lo que explica que tenga una morfología similar a la de los sustantivos de género masculino de la segunda declinación.  

Luego, lo interesante es que el caso nominativo y el acusativo plural de «biblíon» es «biblía» (“libros”, originalmente “libritos”), forma prácticamente igual a la castellana «Biblia», pero acentuada en una sílaba diferente. 

Ahora bien y, como nota al margen, es preciso decir que con la palabra «caso» se hace referencia a las formas que adopta el nombre mediante flexión, según la función que desempeñe en la frase u oración. Los «casos» de la flexión nominal griega son cinco: nominativo, vocativo, genitivo, dativo, y acusativo.

En tal sentido, por regla general el «nominativo» es el caso del sujeto, de la aposición y del atributo en el predicado nominal (y del llamado “nominativo pendens”). El «acusativo» es por lo general el caso del objeto directo (si bien hay unos cuantos verbos que son complementados con el genitivo y otros con el dativo).

Retomando, pues, nuestro tema central, la palabra castellana «Biblia» es bisílaba y grave (cuya sílaba tónica es la penúltima sílaba), pero la forma del nominativo y acusativo plural de la palabra griega «biblíon», «biblía» (con el acento y tilde en la “i” de «blía» que rompe el diptongo, y la convierte en trisílaba (/bi/-/blí/-/a/, como en /fi/-/lo/-/so/-/fí/-/a/), aunque continua siendo grave.

Por supuesto, es preciso puntualizar que la palabra griega «biblía» es de tres sílabas, y diferencia de lo que ocurre con la transliteración castellana de la misma, no hay diptongo en la palabra griega. 

Luego, respecto de la tradición bíblica, a lo que a la traducción griega de la Biblia Hebrea se refiere, la expresión «biblía» (con el artículo definido: «ta biblía»), no se encuentra dentro de lo que la mayoría de los cristianos protestantes llaman “canon del AT o de la Biblia Hebrea”.

La expresión griega «biblía» se usa en la Septuaginta en una única ocasión, y es en 1 Macabeos 12.9 (libro apócrifo para la mayoría de los protestantes, pero “deuterocanónico” según la nomenclatura de la iglesia católica).

Los libros «deuterocanónicos» (nombre más apropiado desde el punto de vista académico) pueden ser leídos en la llamada «Biblia de Jerusalén» (y otras), así como en la Versión Popular Dios Habla Hoy de Estudio, también en las ediciones de la Biblia en Versión Popular que se identifican como “interconfesionales”, las cuales avisan al lector y lectora de su contenido con la frase: “con los deuterocanónicos”.

Cito, pues, ahora, el texto de 1 Macabeos 12.9: “Aunque nosotros no tenemos necesidad de estas cosas, pues buscamos nuestro apoyo en los libros sagrados que poseemos”.

Aquí la frase «libros sagrados»” es la traducción de la expresión griega «ta biblía ta jáguia».  

En lo que respecta al llamado Nuevo Testamento, se encuentra la palabra «biblía» en Juan 21.25, cito: “Y hay también otras muchas cosas que hizo Jesús, las cuales si se escribieran una por una, pienso que ni aun en el mundo cabrían los libros que se habrían de escribir. Amén.”

Aquí la frase «los libros que se habían de escribir» es la traducción de la expresión griega «ta grafómena biblía», literalmente “los libros escritos”.

También encontramos la palabra «biblía» en 2 Timoteo 4.13: “Trae, cuando vengas, el capote que dejé en Troas en casa de Carpo, y los libros, mayormente los pergaminos”.

Aquí «los libros» es la traducción de la expresión griega «ta biblía».  

Finalmente, también encontramos la palabra «biblía» en Apocalipsis 20.12: “Y vi a los muertos, grandes y pequeños, de pie ante Dios; y los libros («biblía») fueron abiertos, y otro libro («biblíon») fue abierto, el cual es el libro de la vida; y fueron juzgados los muertos por las cosas que estaban escritas en los libros («tois biblíois»), según sus obras”.

Ahora bien, a pesar de que la palabra “Biblia” (y el concepto que actualmente se tiene de la Biblia) no es bíblica, es decir, que no se usa ni se la encuentra en la Biblia misma; no obstante, hay una versión de la Biblia que muestra un caso muy curioso e interesante.

Resulta que la «Traducción en lenguaje actual» (conocida originalmente como «Biblia en lenguaje sencillo», como se conoció originalmente la publicación sólo del Nuevo Testamento en el año 2000, y que posteriormente se publicaría como Biblia completa, pero con el nombre de «Biblia para todos, traducción en lenguaje actual», para el año 2002, por las Sociedades Bíblicas Unidas); usa la palabra «Biblia» tanto en la traducción de la Biblia Hebrea (AT) como en la traducción del Nuevo Testamento.

En lo que respecta a la traducción de la Biblia Hebrea, leemos la palabra «Biblia» en Jeremías 2.8 y 8.8, cito:

“Los sacerdotes nunca preguntaron por mí, los maestros de Biblia jamás me conocieron, los dirigentes pecaron contra mí, y los profetas no hablaron en mi nombre. Todos ellos siguieron a otros dioses que no sirven para nada, y en nombre de ellos hablaron” (Jeremías 2.8).

¿Cómo se atreven ustedes a decir que son un pueblo inteligente y que me obedecen? ¡Hasta los maestros enseñan mentiras, y luego andan diciendo que así dice la Biblia!” (Jeremías 8.8).

En tal sentido, es preciso decir que la «Traducción en lenguaje actual» ha empleado la palabra «Biblia» aquí como traducción de la palabra hebrea «Torá» (instrucción, jamás «Biblia»), la cual fue traducida por la Septuaginta en los dos pasajes citados con la palabra griega «nómos» (ley, jamás «Biblia»).

En lo que respecta al Nuevo Testamento, pasajes emblemáticos donde la «Traducción en lenguaje actual» también empleó la palabra «Biblia», son, entre otros: Mateo 4.4; Juan 5.39 y 2 Timoteo 3.16, cito:

Mateo 4.4 “Jesús le contestó: —La Biblia dice: “No sólo de pan vive la gente; también necesita obedecer todo lo que Dios manda.”

Juan 5.39 “Ustedes estudian la Biblia con mucho cuidado porque creen que así alcanzarán la vida eterna. Sin embargo, a pesar de que la Biblia habla bien de mí.”

2 Timoteo 3.16 “Todo lo que está escrito en la Biblia es el mensaje de Dios, y es útil para enseñar a la gente, para ayudarla y corregirla, y para mostrarle cómo debe vivir.

Consecuentemente, si bien es improcedente y desacertado el empleo aquí de la palaba «Biblia» en los tres pasajes citados, como en cualquier otro texto de la tradición bíblica; quiero detenerme y reflexionar un poco sobre Juan 5.39.

Resulta, pues, que el empleo de la palabra «Biblia» en Juan 5.39, como en cualquier texto bíblico, constituye un inadmisible anacronismo. La razón básica es que para el tiempo de Jesús, todavía los judíos no habían llegado al consenso que arribaron hacia finales del segundo siglo de nuestra era respecto de los libros que definitivamente comprenderían el canon del Tanaj (el Antiguo Testamento hebreo, la «Biblia hebrea»).

En honor a la verdad, las discusiones en torno al canon hebreo (sin la participación cristiana) continuaron hasta finales del siglo II de nuestra era cuando por fin se estableció el consenso y la lista definitiva de los libros asumidos como canónicos.

Otra razón es que la palabra griega «grafé», sustantivo femenino empleado aquí en el caso acusativo plural, «tas grafás»: las escrituras), apunta aquí más bien a la Biblia Hebrea (generalmente identificada por los cristianos como Antiguo Testamento), y sin incluir el llamado Nuevo Testamento.

Además, es preciso mantener presente la idea de que el conjunto de “libros sagrados” para los judíos no incluye el NT, a pesar de que los cristianos sí reclaman y hacen suyo el canon hebreo, el llamado AT.

Consecuentemente, mientras que para los cristianos la «Biblia» abarca necesariamente los libros de la Biblia Hebrea y los de llamado Nuevo Testamento (con 66 o 73 libros); para los judíos, lo que se puede llamar «Biblia» jamás habrá de traspasar los límites que impone el  conjunto de libros de la llamada «Biblia Hebrea» (en términos cristianos, de Génesis a Malaquías).  

Por otro lado, no es posible perder de vista que para el tiempo de Jesús, en primer lugar, del Nuevo Testamento no se había escrito ni una sola línea. En segundo lugar, para ese tiempo la palabra «Biblia» no existía como tal, como la conocemos hoy (sustantivo femenino singular), y mucho menos con la carga semántica con que actualmente la conocemos y con la cual la asociamos.

En consecuencia, es inaceptable, es inadmisible, que la «Traducción en lenguaje actual», así como cualquier otra versión de la Biblia, use la palabra «Biblia» como traducción de palabra hebrea o griega alguna.

En conclusión, la palabra «Biblia» no es «bíblica» y jamás lo será. En honor a la verdad no existe palabra alguna que en la tradición textual bíblica tenga la misma carga semántica que actualmente tiene la palabra «Biblia», principalmente en los ambientes cristianos.

Muy a pesar de la «Traducción en lenguaje actual», no se usa ni se encuentra en la «Biblia» la palabra «Biblia».

Finalmente, es preciso decir que fue mucho después de los “tiempos bíblicos”, alrededor del siglo trece según se cree, cuando la expresión «La Biblia» (sustantivo femenino singular) comenzó a usarse para referir al conjunto de los libros sagrados del cristianismo, incluyendo en una sola y específica obra los libros de la Biblia Hebrea (o Antiguo Testamento) y los libros del llamado Nuevo Testamento, como la conocemos hoy, como compilación específica y estrictamente cristiana, así de sencillo.

 


Cursos de lenguas bíblicas bíblicas online y virtuales con precios de oferta viernes negro

 

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Cursos online y virtuales en carpeta:

1) Griego koiné, estudio completo de la gramática del griego koiné comenzando desde cero (inicio 6 de enero)

2) Diplomado en Introducción a la Teoría y Práctica de la Traducción de la Biblia (inicio 9 de enero)

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Diplomado online y virtual en teoría y práctica de la traducción de la Biblia


 Diplomado online y virtual en Introducción a la Teoría y Práctica de la Traducción de la Biblia

Diplomado en lingüística bíblica

Este curso introduce a la persona en el maravilloso mundo de la teoría, métodos y práctica de la traducción en general, y de los métodos de traducción (antiguos y modernos) aplicados a la Biblia.

Proporciona nociones básicas y generales de la fonética y sintaxis de las lenguas originales de la Biblia, y de la fonética y sintaxis hispánica, como recursos indispensables para el análisis de los textos bíblicos como obras de traducción (que incluye también la transliteración), y para el análisis gramatical (morfosintáctico) de los mismos.

 

Provee los recursos teóricos y metodológicos necesarios para poder hacer con propiedad una evaluación crítica, pero consciente de las fortalezas y debilidades, consistencias e inconsistencias de cualquier versión de la Biblia a la luz del método de traducción empleado en la misma y del ambiente (teológico-eclesial) que le dio origen.  

 

Analiza una serie de casos concretos como ejercicios prácticos de evaluación con base en la sintaxis de las lenguas bíblicas y la sintaxis del castellano o español.

 

Un curso ideal para las personas que aspiran a fortalecer los recursos teóricos y metodológicos indispensables para llevar a cabo un análisis y evaluación crítica de cualquier versión de la Biblia con base en las características peculiares de las lenguas bíblicas y de la lengua española (español o castellano).   

 

Dirigido al público en general.

 

Este diplomado tiene una duración de cuatro trimestres.

 

Este curso supone la realización de una sesión semanal de dos horas, en vivo y en directo, vía Zoom. Las clases quedan grabadas y disponibles para el estudiante.

 

Nosotros proporcionamos todo el material de apoyo sin costo adicional.  

 

Día y horario: sábado. Hora: 8:00 – 10:00 PM (hora de Rep. Dom., y PR). 9:00 – 11:00 PM (Chile y Buenos Aires). 7:00 – 9:00 PM (Colombia, Perú y ciertas regiones de México).

Inicio: sábado 9 de enero 2021.

¡Inscripciones abiertas hasta el 20 de diciembre!

 ¡Pregunta por nuestros planes de descuentos!

Contenidos:

Introducción a la fonética y lectura del hebreo bíblico

Nociones de la sintaxis del hebreo bíblico

Introducción a la fonética y lectura del arameo bíblico

Nociones de la sintaxis del arameo bíblico

Introducción a la fonética y lectura del griego koiné

Nociones de la sintaxis del griego koiné

Introducción a la fonética del castellano o español

Nociones de sintaxis hispánica

Introducción a la teoría, historia, métodos y técnicas de traducción (fortalezas y debilidades)

Introducción a los métodos de traducción empleados en la traducción de la Biblia (fortalezas y debilidades)

Traducción y exégesis

Lingüística y traducción

Traducir la totalidad el mensaje

Traducción y paráfrasis

Estudio y análisis de casos

Más información vía correo electrónico (benjamin.olea30@gmail.com) y Whatsapp: +18092057814, así de sencillo.

 

 

Curso online y virtual de Hebreo Clásico (bíblico), inicio martes 15 de septiembre

 

Hoy damos inicio a nuestro curso online y virtual de Hebreo Clásico (bíblico).

Un estudio completo de la gramática de la principal lengua original de la Biblia Hebrea  (AT), comenzando desde cero y que progresivamente va de lo más sencillo (los fonemas y el alefato) a lo más complejo, considerando todos los aspectos de su gramática (morfológicos, sintácticos, nominales, verbales, partículas, conectores, preposiciones, conjunciones, construcciones, etc.).

Concluye este estudio con la introducción a la teoría y práctica de la crítica textual y exégesis de la Biblia Hebrea y, por supuesto, introduce al estudiante al empleo de una edición crítica y científica de la Biblia Hebrea.     

Duración: Un año (cuatro trimestres).

Ya contamos con la participación de un selecto y distinguido grupo de personas procedentes de distintas partes del mundo: Ecuador, Chile, México, USA, España y República Dominicana.

¡Todavía estás a tiempo!

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Oferta de curso online y virtual de Hebreo Clásico y Griego Koiné virtual


Hoy concluye la oferta para la realización del primer nivel de nuestro curso de Griego Koiné, totalmente virtual, al precio súper especial de sólo 40 dólares (pago único).

Mañana inicia el primer trimestre de nuestro curso online y virtual de Hebreo Clásico (bíblico).

¡Todavía estás a tiempo!

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De fonética y la calidad en los cursos de lenguas bíblicas

 

De fonética y la calidad en los cursos de lenguas bíblicas

Unas observaciones breves, puntuales, pero muy necesarias

 Héctor B. Olea C.

Aplicar la pronunciación reucliniana en la enseñanza del griego koiné y del griego clásico, no hace moderno al griego koiné ni al griego clásico ni hace mejor a dicho estudio o curso.

Aplicar la pronunciación del hebreo moderno en la enseñanza del hebreo clásico (bíblico), no lo hace moderno (no hace moderno al hebreo clásico) ni hace mejor a dicho estudio o curso.

Consecuentemente, la calidad de un curso de lenguas bíblicas (hebreo clásico y griego koiné principalmente), no radica en el empleo de la pronunciación contemporánea de ambas lenguas (pues no son lenguas muertas); sino y más bien en si proporcionan los recursos indispensables (teóricos y prácticos) para el riguroso y acertado análisis gramatical o morfosintáctico de los textos en que se sustentan las lenguas bíblicas (como lenguas de corpus), análisis fundamental para la acertada exégesis y traducción de los textos bíblicos.

Dos casos a manera de ilustración:

Primer caso  (en el marco de la lengua hebrea)

La expresión «nuestro Dios» (o «Dios nuestro»), puede considerarse la traducción de la expresión hebrea «elojénu» («elohénu») o «elojéynu» («elohéynu»); sin embargo, muy a pesar de la pequeña pero notable diferencia en lo que a la fonética se refiere (dependiendo de cuál sistema de pronunciación se emplee), desde el punto de vista morfológico (lo verdaderamente importante y fundamental para la exégesis y traducción) resulta innegociable la conclusión de que la frase en cuestión está conformada por el sustantivo «elojím («elohím») con la morfología del constructo plural más el sufijo nominal de la primera persona común (masculina y femenina) plural («nu»).

Observación: Considérese la presencia del constructo del sustantivo «elojím («elohím»), o sea, («eloje» o «elojey»), y la presencia de la expresión «elojénu» («elohénu») o «elojéynu» («elohéynu») en Éxodo 3.18.    

En consecuencia, fuera de un contexto que permita eliminar la ambigüedad en lo relativo a si el sufijo «nu» está haciendo referencia específicamente a la primera persona masculina plural (de nosotros) o si a la primera persona femenina plural (de nosotras); la expresión «elojénu» («elohénu») o «elojéynu» («elohéynu») puede ser traducida como «nuestro Dios» (el Dios de nosotros), o bien «el Dios de nosotras».

Segundo caso (en el marco de la lengua griega)

La frase «la voz» (o «el sonido», en caso nominativo singular), puede considerarse una traducción acertada de la expresión «je foné» (pronunciación erasmiana) o de la frase «i foní» (pronunciación reucliniana).    

No obstante, desde el punto de vista del análisis morfológico y sintáctico, no es admisible una conclusión distinta a la que establece que «je foné» (pronunciación erasmiana) o «i foní» (pronunciación reucliniana), consiste en una expresión compuesta por el artículo definido («je» o «i») más el sustantivo «foné» (pronunciación reucliniana) o «foní» (pronunciación reucliniana), un sustantivo de género femenino de la primera declinación, en caso nominativo singular.

Muy a propósito de nuestros curso online y virtuales de lenguas bíblicas.

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Curso virtual de griego koiné a un precio especial, oferta del 7 al 14 de septiembre

 

Instituto Dominicano de Ciencias Bíblicas IDCB

 ¡Oferta, súper oferta: Curso virtual y profesional de Griego Koiné I al precio súper especial de sólo 40 dólares!

Después de atender a múltiples solicitudes de información sobre nuestro curso online y virtual de Griego Koiné, y considerar el fuerte anhelo de muchas personas de estudiar el idioma original del Nuevo Testamento y de la Septuaginta, pero con la imposibilidad de pagar el precio regular del curso; hemos decidido ofertar el primer nivel de Griego Koiné (en diferido, virtual) al precio súper especial rebajado de 110 a sólo 40 dólares.

Esta oferta es por tiempo limitado: del 7 (mañana) al 14 de este mes.

Características: Totalmente virtual y comenzando desde cero, pero con una asistencia personalizada vía Whatsapp.

 Contenidos:

1) Los fonemas del castellano y del griego koiné según la pronunciación erasmiana y la pronunciación reucliniana.

2) El alfabeto griego según la pronunciación erasmiana y la reucliniana.

3) Presentación y consideración de la pronunciación erasmiana y la pronunciación reucliniana (del griego moderno).

4) El silabeo en griego (clasificación de las sílabas) e introducción general a la acentuación griega.

5) Introducción general al sistema verbal griego (descripción de los temas temporales, valor temporal y valor aspectual, los modos del verbo, las voces, los tiempos, las seis partes fundamentales del verbo griego).

6) Estudio del tiempo presente, voz activa modo indicativo.

7) Estudio del tiempo futuro voz activa modo indicativo.

8) Introducción general y estudio de la segunda declinación.

9) Introducción y estudio general de la primera declinación.

Recursos que incluye: 12 videos con una duración de 2 horas cada uno (24 hora en total), diapositivas, un léxico griego español del NT, una copia del NT edición crítica, una copia del NT interlineal. 

Más información vía correo electrónico (benjamin.olea30@gmail.com) y Whatsapp: +18092057814, así de sencillo.

 

 

 


Curso online y virtual de Hebreo Clásico (bíblico), inicio martes 15 de septiembre

 

Curso online y virtual de Hebreo Clásico (bíblico)

Aviso: Ya entramos en la última semana para inscribirse y tener acceso a nuestro curso online y virtual de Hebreo Clásico (bíblico) que inicia el martes 15 de este mes.

Este curso comienza desde cero, va progresivamente de lo más elemental a lo más complejo de la gramática del idioma original de la Biblia Hebrea, y concluye con una introducción a la teoría y práctica de Crítica Textual de la Biblia Hebrea.

Este curso capacita a la persona para leer los textos de la Biblia Hebrea en su idioma original, para hacer con propiedad el debido y necesario análisis morfosintáctico (gramatical) de los textos de la Biblia Hebrea, para traducirlos y para realizar una verdadera exégesis crítica de los textos de la Biblia Hebrea.

Este es un curso ideal para las personas que anhelan algo más que una introducción elemental a la principal lengua original de la Biblia Hebrea, y que aspiran a poder realizar una exégesis crítica y académica del texto de la Biblia Hebrea.

Más información vía correo electrónico (benjamin.olea30@gmail.com) y Whatsapp: +18092057814, así de sencillo.

 

 


Nueva sesión curso online de Griego Koiné iniciando el 6 de enero 2021

Nueva sesión de nuestro curso online de Griego Koiné iniciando el miércoles 6 de enero 2021

 

Estudio completo de la gramática griega comenzando desde cero

 

Este curso capacita a la persona para leer, para hacer el análisis gramatical o morfosintáctico de los textos bíblicos en griego (Septuaginta y Nuevo Testamento Griego), para realizar con propiedad la exégesis científica y traducción de los mismos. 

 

Este curso tiene una duración de cuatro trimestres (tres trimestres dedicados al estudio de la gramática griega, y un trimestre para la introducción a la crítica textual y exégesis del Nuevo Testamento Griego.

 

Este curso supone la realización de una sesión semanal en tiempo real, de dos horas, a través de la plataforma  Zoom. Las clases quedan grabadas y disponibles para el estudiante.

 

Día y horario: miércoles. Hora: 8:00 – 10:00 PM (hora de Rep. Dom., y PR). 9:00 – 11:00 PM (Chile y Buenos Aires). 7:00 – 9:00 PM (Colombia, Perú y ciertas regiones de México).


Este es un curso ideal para las personas que anhelan algo más que una introducción elemental a la lengua original del Nuevo Testamento, y que aspiran a poder realizar una exégesis crítica y académica de los textos del Nuevo Testamento Griego.  

Más información vía correo electrónico (benjamin.olea30@gmail.com) y Whatsapp: +18092057814, así de sencillo.

 

La acertada traducción de 1 Timoteo 2.11 y 12, un análisis crítico del texto griego

¿Es desacertada la traducción de 1 Timoteo 2.11 y 12 en versión RV 1960?

Cuestiones de lingüística, exégesis y traducción bíblicas

A propósito de nuestro curso online y virtual de griego koiné

Prof. Héctor B. Olea C.

Si bien es cierto que la tan popular versión Reina Valera 1960 tiene muchos desaciertos, no es menos cierto que también tiene muchísimos aciertos, siendo en muchos casos tan buena como las mejores o sencillamente la que en otros casos ofrece la mejor traducción.  

Con este breve artículo quiero llamar la atención respecto de la traducción que algunas personas estudiosas proponen respecto de 1 Timoteo 2.11 y 12 como alternativa, como la traducción acertada y, por supuesto, distinta a la que se lee en la tan aclamada y a la vez tan criticada Reina Valera 1960. 

En tal sentido, lo que voy a hacer es tomar en serio (pero con una actitud crítica con base en la gramática griega) los argumentos que se han usado para asumir como desacertada la traducción de los textos en cuestión en la referida versión de la Biblia, supuestamente con base en un análisis serio y acertado del texto griego.   

En primer lugar, se afirma que la traducción «no permito enseñar a la mujer (objeto directo)» (RV 1960) no es correcta, sino: «no permito enseñar en la mujer (dativo locativo)».

Luego, la crítica a la traducción «no permito enseñar a la mujer» se sustenta en dos factores.

El primero, que la palabra «mujer» (griego «guiné»), no está en caso acusativo («guináika»), sino en caso dativo («guinaikí»).

Sin embargo, es preciso poner de relieve que la crítica a la traducción «no permito enseñar a la mujer» (asumido con un dativo locativo, y no de objeto directo), se sustenta en un simple, pero muy lamentale error.

Este error consiste en creer que todos los verbos griegos transitivos son complementados con el caso acusativo. En otras palabras, que el objeto o complemento directo de un verbo griego transitivo siempre ha de estar en caso acusativo, que siempre es el caso acusativo el que rige para el objeto directo de los verbos griegos transitivos.

No obstante, cualquier persona que tenga un conocimiento sólido de la gramática griega (y no sencillamente elemental), habrá de estar al tanto de que si bien el caso acusativo es el habitual caso del objeto o complemento directo; no es menos cierto que hay verbos griegos transitivos que son complementados por o con el caso genitivo y otros por o con el caso dativo.

Consecuentemente, no es posible perder de vista que el verbo «epitrépo» (permitir, conceder, otorgar) cuando hace referencia a alguien (objeto directo personal) es complementado con el dativo. Pero cuando hace referencia a algo o una cosa (objeto directo no personal), es complementado con el infinitivo. 

Esta realidad la pone en evidencia con claridad meridiana el «Diccionario griego español del Nuevo Testamento», de Inmaculada Delgado Jara, publicado por Verbo Divino primera edición 2006.  

Ahora, para una mejor ilustración, para darle más fortaleza a nuestra argumentación respecto de que el verbo «epitrépo» es complementado con el dativo cuando el objeto es personal o animado, voy a considerar dos textos muy conocidos donde se emplea el verbo «epitrépo» siendo complementado con el dativo.

El primer texto es Mateo 19.8. En este texto observamos la presencia del verbo «epitrépo» (en tiempo aoristo: «epétrepsen») en la frase «Moisés os permitió repudiar», con dos objetos: uno personal (en dativo) y otro no personal (en infinitivo).

El objeto personal es «jimín» (a ustedes, os), pronombre personal de la segunda persona del plural, en caso dativo.

El objeto no personal es «apolísai» (repudiar, desatar, liberar), infinitivo aoristo activo del verbo «apolío». 

El segundo texto es Marcos 5.13. En este texto observamos la presencia del verbo «epitrépo» (en tiempo aoristo: «epétrepsen») en la frase «Y luego Jesús les dio permiso», con un objeto personal, en dativo.

El objeto personal aquí es «autóis» (a ellos, les), pronombre personal de la tercera persona del plural, en caso dativo.

Luego, no queda otra que admitir que el empleo aquí del dativo «guinaikí» y no el acusativo «guináika», se sustenta en el hecho de que efectivamente es el caso que demanda el verbo «epitrépo» (permitir, conceder, otorgar).

Por otro lado, también se observa el cumplimento de la regla mencionada respecto del mismo verbo «epitrépo» (permitir, conceder, otorgar), cuando vemos que el verbo «disdásko» (enseño) se encuentra aquí en infinitivo y de tiempo presente activo: «didáskein» (enseñar).

Consecuentemente, la traducción «no permito enseñar a la mujer» o bien y mejor, «no le permito a la mujer enseñar», es una traducción legítma y demasiado acertada, y la única legítimamente posible a la luz de la gramática griega.  

En suma, el dativo «guinaikí» y el infinitivo «didáskein» son dos objetos o complementos directos del verbo «epitrépo», uno personal (por eso en dativo: «guinaikí»: a la mujer) y otro no personal (por eso en infinitivo: «didáskein»: enseñar). 

Sin embargo, ahí no queda el asunto, resulta que en el mismo versículo 12 de 1 Timoteo 2, el verbo «epitrépo» tiene otro complemento no personal y por eso también en infininitivo: «authentéin», infinitivo de tiempo presente y en voz activa del verbo «authentéo» (dominar, gobernar, ejercer autoridad; obra citada de Inmaculada Delgado Jara).

En consecuencia, el verbo «epitrépo» tiene aquí tres objetos directos: uno personal y por eso en caso dativo («guinaikí»: a la mujer), y dos objetos no personales y por eso en infinitivo: «didáskein» (enseñar) y «authentéin» (ejercer dominio).

De todos modos, otra errónea afirmación es que supuestamente la traducción «no permito ejercer dominio sobre el hombre» (sobre el varón), es errónea y que la correcta sería «no permito ejercer en la mujer (asumido como un dativo locativo y no como un dativo de objeto directo) el dominio del varón», porque aquí la palabra «anér» (varón, marido) está en caso genitivo («andrós»).

Sin embargo, una vez más se comete el error de pensar que todos los verbos griegos transitivos son complementados con el caso acusativo. En honor a la verdad el verbo «authentéo» (dominar, gobernar, ejercer autoridad) es uno de esos verbos que son complementados con el caso genitivo y no con el acusativo.

En otras palabras, el ininitivo «authentéin» también es un objeto directo del verbo «epitrépo», pero «andrós» es el objeto directo del infinitivo «authentéin». Luego, una traducción correcta sería: «No le permito a la mujer enseñar ni ejercer dominio sobre el varón».

Finalmente, otra desacertada afirmación, esta vez respecto de 1 Timoteo 2.11, es que supuestamente la traducción correcta es «la mujer aprenda en mutua sujeción con el varón».

Se defiende esta traducción en interpretación con base a que supuestamente, por un lado, la palabra «jipotagué» significa “sometimiento mutuo”, y por otro lado, que así se emplea en Efesios 5.21.

Sin embargo, es preciso poner de relieve, en primer lugar, que la palabra «jipotagué» no significa “sometimiento mutuo”; en segundo lugar que, si bien la palabra «jipotagué» deriva del verbo «jipotásso» (someter, subordinar), no es cierto que en Efesios 5.21 aparece dicha la palabra. 

En honor a la verdad, lo cierto es que el sustantivo «jipotagué» se encuentra en 1 Timoteo 2.11, pero el verbo «jipotásso» jipotasso (en forma de un participio presente pasivo: «jipotassómenoi») en Efesios 5.21.

Consecuentemente, no tiene el matiz de “sometimimiento mutuo” el sustantivo «jipotagué» en 1 Timoteo 2.11 ni el verbo «jipotásso» en Efesios 5.21.

En conclusión, la idea de “sometimiento mutuo” es más bien indicada en Efesios 5.21, por el pronombre recíproco «alélois» (unos a otros, mutuamente), en caso dativo masculino plural (pronombre recíproco que no se encuentra presente en 1 Timoteo 2.11).  

Para cerrar, es cierto que la versión Reina Valera 1960 no es una traducción perfecta, y de hecho no hay una que lo sea; no obstante, es evidente, como lo muestro en este artículo como lo he hecho en muchos otros, que muchas de las críticas a dicha versión carecen de fundamento y se sustentan más bien en el desconocimiento (voluntario o involuntario) de ciertos recursos y matices propios de las lenguas bíblicas, y en el compromiso con ciertas posturas dogmáticas desde el punto de vista teológico, que se resisten a admitir que la ética o moral y el punto de vista de los autores de la Biblia no siempre coinciden con nuestra ética, moral o cosmovisión, así de sencillo.