¿Bautizaba Juan incluso después de muerto?



A propósito de nuestros cursos online y semi virtuales de griego koiné, así de sencillo.

Pistas exegéticas para la traducción e interpretación de Lucas 4.1


Apropósito de nuestro curso de griego koiné que inicia en la primera semana de agosto

Héctor B. Olea C.

La traducción de Lucas 4.1 en La Reina Valera 1960: «Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto».

La traducción de Lucas 4.1 en la obra Todos los Evangelios, traducción integra de las lenguas originales de todos los textos evangélicos conocidos, edición de Antonio Piñero, publicada por EDAF en el año 2009: «Y Jesús, lleno del Espíritu Santo, se volvió del Jordán, y fue llevado mediante el Espíritu al desierto».

La traducción de Lucas 4.1 en la obra Nuevo Testamento, traducción de Juan Mateos y Luis Alonso Schokel, publicada por Ediciones Cristiandad: «Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán, y el Espíritu lo fue llevando por el desierto».

Observaciones desde el texto griego y a la luz de la gramática del griego koiné

En primer lugar, una transliteración del texto griego de Lucas 4.1: «Iesús de pléres pnéumatos jaguío jupéstrepsen apó tu Iordánu kai égueto en to pnéumati en te erémo».

En segundo lugar, es preciso observar que si bien en el griego koiné se fue desvaneciendo la distinción entre la idea de reposo (comunicada por la preposición «en» con el caso dativo) y la idea de movimiento (comunicada por la preposición «eis» con el caso acusativo); todavía no es seguro que el autor de Lucas haya empleado la preposición «en» con el caso dativo (en el desierto) en lugar de la preposición «eis» con el caso acusativo (a, hacia el desierto).

En tercer lugar, respecto del empleo del tiempo imperfecto de la forma verbal empleada por Lucas, o sea, «égueto» (voz pasiva), se debe tener presente lo siguiente.

Por un lado, como muy bien lo afirma Amador Ángel García Santos («Introducción al Griego Bíblico», página 59, muchas veces el griego utiliza el imperfecto cuando según nuestra lógica esperaríamos el aoristo (equivalente más bien, aunque no del todo, al tiempo pretérito perfecto simple, o pretérito indefinido del castellano).

Por otro lado, es muy común que en el Nuevo Testamento Griego se emplee el tiempo imperfecto no con su sentido ordinario (acción continua o en proceso en el pasado), sino para señalar el punto de inicio o comienzo de una acción.

Consecuentemente, asumiendo que Lucas empleó la preposición «en» con el caso dativo en su sentido ordinario; pero asumiendo el imperfecto «égueto», como un imperfecto ingresivo, que nos parece aquí la mejor opción; una traducción acertada y recomendada de Lucas 4.1 es: «Jesús, lleno del Espíritu Santo, regresó del Jordán, y fue guiado por el Espíritu en el ámbito del desierto (estando Jesús en el desierto)».

Lucas 4.1 versus Mateo 4.1 y Marcos 1.12

En cuanto a la forma verbal, Q y Mateo coinciden en emplear un verbo en tiempo aoristo y en voz pasiva, por cierto, distinto al empleado por Marcos, pero emparentado con el empleado por Lucas.

Marcos, por su parte, emplea un verbo (distinto a los empleados por Q, Mateo y Lucas), pero en voz activa.

En cuanto a la preposición y el caso, Q, Mateo y Marcos coinciden en emplear la preposición «eis» con el caso acusativo, a diferencia de Lucas. 
 
Evaluación de las tres versiones mencionadas:

La traducción «y fue llevado por el Espíritu al desierto», en «La Reina Valera 1960», por un lado, armoniza con la idea del «imperfecto ingresivo» de la forma verbal «égueto»; pero por el otro, no concuerda con la idea de la preposición «en» con el caso dativo.

La traducción «y fue llevado mediante el Espíritu al desierto», en la obra «Todos los Evangelios», como en la traducción de La Reina Valera 1960, armoniza con la idea del «imperfecto ingresivo» de la forma verbal «égueto»; pero por el otro, no concuerda con la idea de la preposición «en» con el caso dativo, sino con el sentido de la preposición «eis» con el caso acusativo (aunque por cierto no empleada por Lucas).

La traducción «y el Espíritu lo fue llevando por el desierto», en la obra «Nuevo Testamento», de Juan Mateos y Luis Alonso Schokel; por un lado, asume la forma verbal «égueto» con el sentido ordinario del tiempo imperfecto, y no como un «imperfecto ingresivo». Por otro lado, concuerda muy bien con el sentido de la preposición «en» con el caso dativo.     

Finalmente, tenemos que concluir que de todos modos, a pesar de que muy posiblemente Lucas haya empleado la forma verbal «égueto» como un «imperfecto ingresivo»; lo cierto es que la traducción que leemos en la obra «Nuevo Testamento», de Juan Mateos y Luis Alonso Schokel, es la que nos ofrece una traducción por equivalencia formal más apegada al texto griego de Lucas 4.1.

De todos modos, en todo caso, es posible que Lucas haya empleado la forma verbal «égueto» como un «imperfecto ingresivo», y la preposición «en» con el caso dativo, en lugar de la preposición «eis» con el caso acusativo, así de sencillo.  

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El relativo valor temporal del participio griego

A propósito de nuestro curso de griego que inicia en la primera semana de agosto  

Héctor B. Olea C.

Un principio fundamental que no debería perder de vista la persona que aspire a hacer una verdadera exégesis del  Nuevo Testamento griego, es que la acción del participio (el tiempo de la acción del participio) es relativa a la acción (al tiempo de la acción) del verbo principal de la frase, cláusula u oración en cuyo contexto aparece el participio.

En tal sentido, vamos a analizar el texto griego de Marcos 5.18: «kai embáinontos autú eis to plóion parekálei autón jo daimonisthéis jína met autú e»

En primer lugar, hay que observar que «embáinontos» es un participio de tiempo presente, en caso genitivo singular, y que junto al pronombre personal «autú» (de la tercera persona singular y en caso genitivo), constituye la construcción sintáctica conocida como «genitivo absoluto».

En segundo lugar, el participio sustantivado «jo daimonisthéis», es un participio aoristo, voz pasiva) que apunta a una acción anterior a la del verbo «parekálei», traducción: «el que había estado endemoniado».

El tercer lugar, observamos que «parekálei» es el verbo principal de la frase (forma verbal en tiempo imperfecto, tercera persona del singular: «rogaba»).

Luego, con base en el tiempo de la forma verbal «parekálei» (en tiempo imperfecto), la traducción del participio «embáinontos» (en la construcción del «genitivo absoluto»), también debe ser traducido en tiempo imperfecto.

Consecuentemente, una traducción acertada de Marcos 5.18 es: «Y cuando subía («parekálei») él (Jesús) a la barca, el que había estado endemoniado («jo daimonisthéis») le rogaba que le permitiera acompañarle («met autú», literalmente: “estar junto a él”)». 

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Muy a propósito de nuestro curso online «Introducción a la lectura y exégesis del Nuevo Testamento Griego» (que inicia el viernes 2 de agosto), y nuestro curso también online «Introducción al hebreo bíblico y a la exégesis de la Biblia Hebrea» (que inicia el lunes 5 de agosto).

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