La Septuaginta, una traducción vital y conveniente para la teología del NT


Deuteronomio 8.3 en el centro de esta cuestión


Héctor B. Olea C.

Si bien es la Septuaginta, la versión griega del Tanaj (el llamado AT), una traducción privilegiada, testigo de la evolución del texto hebreo y por tanto de un innegable valor crítico, vía de acceso a los textos de la Biblia Hebrea para los autores del Nuevo Testamento, y puente ideal entre el AT y el NT; al final y  después de todo, es el texto masorético el texto base para la exégesis, traducción y teología bíblica del llamado Antiguo Testamento, más bien la Biblia Hebrea.

En tal sentido, el hecho de como como traducción la Septuaginta sea el resultado de varios traductores (hipotéticamente 70 o 72), con perspectivas teológicas no precisamente uniformes del todo, y llevada a cabo en circunstancias históricas un tanto diferentes y no simultáneas (desde la primera mitad del siglo III hasta finales del siglo II a.C.), explica que encontremos en ella algunas inconsistencias.  

Por ejemplo, llama la atención que en Deuteronomio 8.3 la Septuaginta haya traducido a «YHVH» con «theós» y no con «kúrios» como por lo general lo hizo. Esta traducción resulta todavía más sorprendente cuando observamos que en los dos primeros versículos del mismo capítulo 8 del Deuteronomio, la Septuaginta  tradujo «YHVH» con «kúrios».

Observemos: en el versículo 1, la Septuaginta tradujo a «YHVH» con la expresión «kúrios jo theós jumón» (el Señor vuestro Dios), a pesar de que en el texto hebreo sólo se encuentra «YHVH» sin más; en el versículo 2 tradujo con la expresión «kúrios jo theós su» (el Señor tu Dios), sólo que ahora, y a diferencia del versículo 1, el texto hebreo dice «YHVH ’elojejá» (el Señor-Adonay- tu Dios); pero en el versículo 3, y de manera muy inconsistente, tradujo a «YHVH» con «theós».

Ahora, y como nota al margen, llama la atención que al menos algunas traducciones o versiones judías traduzcan evitando la expresión en estado constructo «’elojejá»: «tu Dios», que tiene aquí una presencia indiscutible en innegable, y simplemente traducen «el Eterno» (la Biblia Hebreo-Español), y  «YAHWEH» (la Biblia Kadosh Israelita mesiánica).

Por supuesto, el que la Septuaginta haya traducido de manera inconsistente a «YHVH» con «theós» en el versículo 3, explica el empleo de dicha traducción en Mateo 4.4, y le resulta muy conveniente al vocabulario teológico del Nuevo Testamento que por lo general emplea la palabra «theós» para «YHVH» el Dios del Tanaj, del AT, y de la fe  judía; pero reserva a «kúrios» para la figura de Jesús asumido como el Cristo, como el Señor (compárese Romanos 10.9).

Finalmente, esta tendencia del vocabulario teológico del Nuevo Testamento habría de resultar chocante a las personas seguidoras de la fe judía (precisamente ya que fue la Septuaginta una traducción hecha en un contexto judío, y no cristiano, por personas judías, aunque luego asumida por los cristianos y abandonada por los judíos), pues para dicha traducción «YHVH» es «kúrios», y no otro, «YHVH» y nadie más.  



¡Hasta la próxima!


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