Las formas no personales del verbo (español, hebreo y griego), curso de gramática española aplicada

 

Las llamadas formas no personales del verbo (verboides)

A propósito de nuestro curso de gramática española aplicada

Héctor B. Olea C.

Por lo general, comúnmente, se llama «forma verbal» a una forma verbal finita, o sea, a un verbo conjugado, a una forma verbal que muestra un conjunto de segmentos flexivos para indicar el tiempo, el modo, el aspecto, la persona y el número.

Pero las llamadas «formas no personales del verbo», o «verboides», carecen precisamente del conjunto de segmentos flexivos, razón por la cual reciben el calificativo de «formas no personales del verbo».

En consecuencia, una forma no personal del verbo no es más que una forma verbal que por carecer de una desinencia flexiva, por su morfología, no se le puede atribuir tiempo, modo, persona y número. 

En todo caso, en lo relativo al aspecto verbal, se considera que el participio tiene un aspecto perfectivo o resultativo (comido), el gerundio durativo (comiendo), pero el infinitivo se considera de valor aspectual neutro, o sea, que carece de valor aspectual.  

¿Cuáles son las «formas no personales del verbo» o «verboides»?

 1)    El infinitivo, que puede ser simple (cantar, comer, reír), y compuesto (haber cantado, haber comido, haber reído).

 2)    El gerundio, que también puede ser simple (cantando, comiendo, riendo), y compuesto (habiendo cantado, habiendo comido, habiendo reído).

 3)    El participio, que carece de una forma compuesta (cantado, comido, reído).

Luego, en lo que respecta a las categorías morfosintácticas funcionales, el infinitivo (con artículo) funciona como un sustantivo verbal, el gerundio como un adverbio y el participio como un adjetivo verbal (con las marcas de género y número). 

En comparación con el hebreo clásico, el «infinitivo absoluto» y el «infinitivo constructo» hebreos no son precisamente equivalentes al infinitivo español o castellano. En todo caso, el «infinitivo constructo» se asemeja más al infinitivo español con la preposición «le», pudiendo significar: para hacer, al hacer, hacer, haciendo.

En lo que respecta al participio hebreo (que tiene género y número), cuando es activo equivale más bien al gerundio español («shomér», «shoméret», «shomerá»: guardando); pero cuando es pasivo equivale al participio español, también con género y número («shemurím»: guardados; «shemurót»: guardadas).

En relación el griego koiné, el infinitivo en algunos casos puede tener una perfecta equivalencia con el infinitivo español; pero el infinitivo griego siempre tiene marca de tiempo (de un tema temporal especifico), de voz (activa, media o pasiva) y se considera siempre un sustantivo singular de género neutro, declinable (declinación que se indica más bien por el artículo que lo acompañe).

En cuanto al participio, como en hebreo, el participio griego cuando es activo equivale más bien al gerundio español, y cuando es pasivo equivale al participio español.

Por supuesto, como ocurre con el infinitivo griego, el participio griego siempre tiene la marca  de tiempo (de un tema temporal especifico), de voz (activa, media o pasiva) y tiene una declinación causal flexiva completa, como cualquier sustantivo griego.

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