Sobre
la voz (diátesis) pasiva en hebreo, griego y español
Cuestiones
de gramática, lingüística y traducción bíblicas
Héctor B. Olea C.
La palabra española «diátesis», deriva de la palabra griega «diázesis», vía el latín (idioma en el cual el grupo «th» sencillamente tiene el valor de «t», pero sí en conformidad al grupo «th» en inglés, como en «thing»: “cosa”, «diáthesis»).
Pues bien, la palabra griega «diázesis» significa: disposición, ordenamiento, luego, testamento, inclinación, cualidad, índole («Diccionario griego clásico» Vox, de José M. Pabón).
Deriva la palabra «diázesis» del verbo «diatízemi» (colocar, disponer, disponer algo por medio de un testamento).
En lo que respecta a la koiné bíblica, la palabra «diázesis» se encuentra en la Septuaginta, así como el verbo «diatízemi», pero en el Nuevo Testamento sólo tiene presencia el verbo.
Luego, en gramática la palabra española «diátesis» consiste en “cada una de las estructuras gramaticales (sintáctica) que permiten expresar un determinado estado de cosas con un mismo verbo y diferente organización de sus argumentos” (Diccionario de la Real Academia Española).
Y el «Diccionario de términos filológicos» de Fernando Lázaro Carreter plantea: “Término que alterna con el de voz para designar esta categoría gramatical”.
La voz (diátesis) pasiva en español, hebreo y griego
La voz o diátesis en español es una categoría gramatical que se expresa más bien como una estructura o construcción oracional, y no precisamente como una morfología característica de la forma verbal.
En tal sentido, la voz pasiva consiste en una estructura oracional en la cual el sujeto no es un sujeto agente (responsable de la acción verbal), sino un sujeto paciente (un sujeto que recibe directamente la acción verbal).
Luego, se distingue entre la «voz pasiva perifrástica», y la «voz pasiva refleja».
En la «voz pasiva perifrástica» (que emplea el verbo «ser» como auxiliar, más el participio del verbo conjugado), por lo general, aunque no siempre, se señala al agente responsable de la acción verbal que, como ya dijimos, no es el sujeto. Por ejemplo: La casa fue pintada por Luís.
Pero en la «voz pasiva refleja» se evita identificar al agente responsable de la acción verbal (que tampoco es el sujeto). Por ejemplo: Se pintó la casa.
En lo que respecta al hebreo, la voz pasiva se expresa más bien como una categoría accidental del verbo, en el marco de las siete llamadas conjugaciones o construcciones («biniyaním», «binianím») del sistema verbal hebreo.
Consecuentemente, las conjugaciones o construcciones que expresan la voz pasiva en el hebreo clásico son: Nifal, Pual, Hofal (Jofal), y en Hitpael (cuando en lugar de expresar una acción reflexiva, como la Nifal, expresa la voz pasiva, como la Nifal).
Un ejemplo de una forma verbal hebrea en voz pasiva, la encontramos en Génesis 2.1 en la forma verbal «vaijulú», forma vayiqtol (imperfecto conversivo), Pual, de la tercera persona masculina plural, del verbo «kalá» (acabar, completar, concluir, finalizar).
Luego, la forma verbal «vaijulú» significa: entonces (y, así) fueron acabados, fueron completados, fueron terminados, fueron finalizados.
Por supuesto, la tercera persona masculina plural aquí no es un sujeto agente (ellos acabaron, ellos terminaron), sino un sujeto paciente (fueron acabados, fueron terminados).
En lo relativo a la lengua griega koiné, la voz pasiva, además de expresarse con una morfología verbal con unas desinencias propiamente pasivas, también incluye, en algunos casos, un morfema propio de la voz pasiva, como ocurre con el aoristo primero y con el futuro primero.
Lógicamente, también supone la voz pasiva griega un determinado arreglo o estructura oracional propia de la voz pasiva.
Como ejemplo de una forma verbal en voz pasiva en griego, voy a emplear la forma en que el traductor del hebreo al griego tradujo la ya mencionada y explicada forma verbal «vaijulú» en Génesis 2.1.
Pues bien, la Septuaginta tradujo a «vaijulú» con la forma verbal «sinetelészesan» (más la conjunción «kái»: “y”, “también”), en tiempo aoristo primero, voz pasiva, modo indicativo, tercera persona del plural, del verbo «sinteléo» (llevar a cabo hasta su plena realización, hacer que algo exista porque se ha terminado su realización, hacer, acabar, terminar, completar, ultimar; «Diccionario del griego bíblico, Setenta y NT», Amador Ángel García Santos).
Obviamente, en forma análoga a la forma verbal hebrea «vaijulú», la tercera persona del plural en la forma verbal griega «sinetelészesan», no es un sujeto agente (ellos acabaron, terminaron), sino más bien un sujeto paciente (fueron acabados, fueron terminados).
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