"En un principio" sí, "en principio", no, curso de hebreo, griego y de gramática española aplicada

«En principio» versus «en un principio»

Cuestiones lingüística, gramática y traducción bíblicas

Héctor B. Olea C.

Una observación en la que por años vengo insistiendo es que para pronunciarse con acierto, con propiedad respecto de la que se entiende mejor y acertada traducción de un determinado texto bíblico (o por lo menos de una frase o sintagma de algún texto bíblico); se necesita mucho más que el sentirse identificado o comprometido con la teología del equipo o casa editorial que produjo una determinada traducción o versión de la Biblia.

Es necesario, imprescindible, que la persona conozca bien la gramática de la lengua del texto fuente o de partida (hebreo, arameo y griego), y por supuesto, la gramática de la lengua receptora, meta o de llegada (el español en nuestro caso).

Además y, en tal sentido, es preciso poner de relieve que no siempre (no es común) que el empleo en la lengua receptora del mismo recurso que fue empleado por la lengua fuente o de partida (equivalencia formal), implica y supone que la lengua receptora comunicará con acierto el mensaje expresado en la lengua fuente o de partida.

A continuación, y a manera de ilustración, quiero llamar la atención respecto de la desacertada traducción «en principio» (Génesis 1.1), en la Biblia Textual IV Edición.     

En primer lugar, es cierto que en el texto hebreo y en la traducción griega de Génesis 1.1 (incluso en Juan 1.1), la expresión «bereshít» (hebrea) y la expresión griega «en arjé», no tienen el artículo definido o determinado.  

En segundo lugar, si bien es cierto que el hebreo y el griego carecen de la categoría formal del artículo indeterminado o indefinido, no así el español (un, una).

En tercer lugar, es cierto que a veces una palabra indeterminada se puede elaborar o expresar sin la presencia del artículo indeterminado. Por ejemplo, la expresión «médico visitó a paciente», es exactamente equivalente a la expresión «un médico visitó a un paciente».

Pero hay casos que, para evitar confusiones, es imprescindible emplear el artículo indeterminado. En otras palabras, no siempre, siguiendo al hebreo y al griego, el no empleo del artículo determinado en la traducción al español va a comunicar con acierto la idea expresada en hebreo y en griego, sólo por seguir al hebreo y al griego con la no inclusión del artículo determinado en la traducción al español.  

Pero esta observación adquiere mayor relevancia cuando en lugar de emplear el artículo indeterminado en la traducción al español (perfecto equivalente a la no inclusión del artículo determinado en el hebreo y en el griego), la no inclusión del artículo determinado en la traducción al español, da origen en la traducción a una expresión que en español ya tiene una carga semántica propia, distintiva, inconfundible y, evidentemente, distinta a la idea comunicada por el texto hebreo y griego.

En cuarto lugar, al margen de las discusiones actuales de cómo debe entenderse la relación sintáctica que existe entre las primeras tres palabras de la Biblia Hebrea («bereshít bará elojím», donde se propone asumir a «bará» como un infinitivo constructo, «beró», o como un infinitivo absoluto, «baró»); lo cierto es que el texto hebreo, tal y como nos ha llegado en el texto masorético, «bereshít» no incluye el artículo determinado hebreo.

En quinto lugar, también está fuera de discusión que la traducción griega «en arjé» tampoco empleó el artículo determinado griego.

Sin embargo y, en tal sentido, una traducción acertada de «bereshít» y de «en arjé» es más bien «en un principio», y no «en principio».

La razón es sencilla: Porque la expresión española «en principio» no significa lo que la ausencia del artículo determinado en hebreo y griego sugiere.

La expresión española «en principio» consiste en una locución adverbial que, como muy bien puntualiza el «Diccionario de los usos correctos del español» (Editorial Estrada, Argentina, 1997); “dícese de lo que se acepta o acoge en esencia” (en un primer momento, de una forma general, provisional y sin análisis profundo, en líneas generales, de forma general y sin un examen profundo y detenido).

Luego, la locución adverbial «en principio» se usa especialmente para referirse a algo que se acepta provisionalmente, sin que haya entera conformidad en la forma o los detalles.

Ejemplos: 1) En principio, aceptaré tu ayuda; 2) En principio tu propuesta es buena, pero habrá que estudiarla más a fondo; 3) Contra lo cual en principio no hay nada que objetar.    

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