¡«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz»!, y se complicó el texto

 

¡«Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz»!, y se complicó el texto

Cuestiones de lingüística, exégesis y traducción bíblicas

Héctor B. Olea C.

El texto griego de Lucas 2.14 involucra una doble e indiscutible problemática, cuestión que me propuse abordar en este breve artículo.

Por un lado, la problemática del texto que nos ocupa es de crítica textual, por otro lado, gramatical, específicamente en relación a la frase «entre los hombres de buena voluntad».

Por supuesto, la falta de uniformidad que muestra la traducción de Lucas 2.14 en algunas muy conocidas versiones de la Biblia (en un estudio comparado de versiones), tiene de trasfondo la problemática a la que hago referencia. En tal sentido, debo decir que hay aquí tres líneas de traducción en competencia.   

La primera, la que refleja la «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras»: “Gloria en las alturas a Dios, y sobre la tierra paz entre los hombres de buena voluntad.”

En esta misma línea tradujeron las siguientes versiones de la Biblia: «Reina Valera Actualizada 1989», «Reina Valera Actualizada 2015», «Biblia Kadosh», «Todos los evangelios» (traducción íntegra dirigida por Antonio Piñero), etc.

La segunda línea de traducción la observamos en «Biblia Straubinger» («Straubinger Biblia comentada»): “Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz entre los hombres (objetos) de la buena voluntad.”

En esta misma línea también tradujeron las siguientes versiones: «Biblia de Jerusalén Latinoamericana», «Nueva Traducción Viviente (NTV)», «Biblia de Jerusalén 1998», «Reina Valera Contemporánea 2011», etc.

La tercera línea de traducción la leemos en la «Reina Valera 1960»: “¡Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres!

También tradujeron en esta misma línea: La «Reina Valera 1995», La «Biblia Peshita en español», etc.

Pasemos a analizar el texto griego de Lucas 2.14.

Las diferencias que se observan en la traducción de la parte final de Lucas 2.14, como un problema de crítica textual

La consideración del texto griego de Lucas 2.14 en la edición del Nuevo Testamento Griego Nestlé-Aland (en la edición 28 como en la 27), nos pone al tanto de que la frase «en tois anthrópois eudokías» es reemplazada por la frase «en tois anthrópois eudokía» en algunos manuscritos.

Como se puede observar, la diferencia entre estas dos lecturas alternativas se circunscribe estrictamente a la morfología de la palabra «eudokía». La morfología  «eudokías», corresponde al caso genitivo, en singular (incluso al caso acusativo plural), pero la morfología «eudokía» al caso nominativo, también en singular.  

Pero, en lo que tiene que ver con cuál de las dos lecturas es la que cuenta con el mejor apoyo desde el punto de vista de la crítica textual, y la que podemos considerar más cercana al original, tenemos que decir que es la morfología en caso genitivo, o sea, «eudokías».

Esto así pues cuenta con el apoyo de los testigos mejores y más antiguos, y es la que se lee en las ediciones del Nuevo Testamento Griego que reflejan el llamado “texto crítico” del NT, como la ya edición 28 del Nuevo Testamento Griego Nestlé-Aland.

Al respecto se pronuncia Bruce M. Metzger “La lectura en genitivo que es la más difícil cuenta con el apoyo de los testigos más antiguos representativos de los grupos Alejandrino y Occidental. El surgimiento de la lectura en nominativo puede explicarse como un retoque o como un descuido paleográfico (al final de una línea «eudokías» sería diferente de «eudokía» sólo por la presencia de la sigma lunar más pequeña posible, apenas un poco más grande que un punto por el que pudo haber sido tomada”.

Sigue Metzger diciendo: “Antes de que fueran descubiertos los manuscritos del Mar muerto, solía argumentarse que en hebreo la expresión “hombres de buena voluntad” (de Dios) era una expresión insólita, cuando no imposible. Pero ahora que se han encontrado en hebreo expresiones equivalente en varios himnos de Qumrán los hijos de su buena voluntad (de Dios) y los elegidos de su buena voluntad (de Dios) tal expresión puede considerarse como una construcción legítimamente semítica en una sección de Lucas que se caracteriza por construcciones de este tipo (caps. 1 y 2)” («Un Comentario textual al Nuevo Testamento Griego», 2006).

En la misma línea va Raymond E. Brown cuando afirma: “El genitivo eudokías está apoyado por los mejores manuscritos griegos y por las versiones latina y sahídica. Los manuscritos del Mar Muerto nos han proporcionado paralelos en hebreo (bené resonó) «hijos de su buena voluntad» y en arameo (enos reuteb) «un hombre de su buena voluntad» («El Nacimiento del Mesías», Cristiandad, página 423, 1982).

Ahora bien, el que concluyamos que la morfología en genitivo es la mejor y preferible desde el punto de vista de la crítica textual, no resuelve del todo la problemática planteada. Todavía falta por dilucidar el problema desde el punto de vista gramatical, desde el punto de vista del análisis morfológico. 

En efecto, la línea de traducción que representa la Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras (y junto a ella la «Reina Valera Actualizada 1989», «Reina Valera Actualizada 2015», «Biblia Kadosh» y «Todos los evangelios» (traducción íntegra dirigida por Antonio Piñero), como la línea de traducción que representan las siguientes versiones: «Biblia Straubinger» («Straubinger Biblia comentada»), «Biblia de Jerusalén Latinoamericana», «Nueva Traducción Viviente (NTV)», «Biblia de Jerusalén 1998», «Reina Valera Contemporánea 2011»; ambas líneas de traducción reflejan, aunque de un modo distinto, la morfología en caso genitivo singular «eudokías».

Luego, es preciso poner de relieve que la tercera línea de traducción, la que refleja La «Reina Valera 1960», «Reina Valera 1995», y La «Biblia Peshita en español», reproduce la morfología en caso nominativo singular , «eudokía».

En todo caso, ya dijimos que la morfología en caso nominativo singular debe desestimarse desde el punto de vista de la crítica textual y, consecuentemente, la traducción que nos ofrecen La «Reina Valera 1960», «Reina Valera 1995», y La «Biblia Peshita en español». .

Las diferencias que se observan en la traducción de la parte final de Lucas 2.14, como un problema gramatical  

Profundicemos ahora un poco más en torno a la palabra «eudokía».

Según el «Léxico griego español del NT» de Alfred Tuggy, la palabra «eudokía» tiene los siguientes significados: Agrado, complacencia, buena voluntad, anhelo, propósito, elección.  

La palabra «eudokía» sólo se encuentra en nueve ocasiones en todo el Nuevo Testamento, incluyendo a Lucas 2.14, a saber: Mateo 11.26; Lucas 10.21; Romanos 10.1; Efesios 1.5, 9; Filipenses 1.15; 2.13; 2 Tesalonicenses 1.11.

Ahora bien, como se puede ver, la diferencia entre las dos primeras líneas de traducción, no es de naturaleza semántica, sino formal (gramatical). La cuestión es que a la luz de la gramática griega, la morfología en genitivo «eudokías» puede ser interpretada y asumida en dos maneras: 1) Como un «genitivo subjetivo»; 2) como un «genitivo objetivo».

En todo caso, si bien la traducción puede ser prácticamente la misma, en realidad el énfasis no es el mismo, como muy bien lo plantea Simón Kistemaker en su obra «Introducción al griego», página 155. El énfasis del genitivo subjetivo recae sobre el sujeto de la acción, mientras que el énfasis del genitivo objetivo recae sobre el objeto que recibe la acción.

En tal sentido, asumiendo a «eudokías» como un «genitivo subjetivo», la expresión «los hombres» sería el sujeto, y la traducción en consecuencia sería «entre los hombres de buena voluntad», «entre los hombres que poseen o tienen buena voluntad».

Pero asumiendo a «eudokías» como un «genitivo objetivo», la misma expresión «los hombres», sería más bien el complemento y objeto directo que recibe la acción. En tal sentido, la traducción lógica es «entre los hombres que son objetos de buena voluntad», «entre los hombres que reciben la buena voluntad de Dios», «entre los hombres en quienes Dios se complace».

Por otro lado, debo decir que la palabra «eudokía», además de Lucas 2.14, también se la encuentra en otros ocho textos del Nuevo Testamento: Mateo 11.26; Lucas 10.21; Romanos 10.1; Efesios 1.5, 9; Filipenses 1.15; 2.13; 2 Tesalonicenses 1.11.

En todo caso, tal vez sea importante puntualizar que en ninguna de las otras veces en que se menciona la palabra «eudokía» en el NT presenta la problemática que observamos en Lucas 2.14.

Luego, en lo que respecta a la Septuaginta, la palabra «eudokía» se encuentra en los siguientes pasajes: 1 Crónicas 16.10; Salmo 5.12; 19.14; 51.18; 69.14; 141.5; 145.16.

Pero una vez más, tampoco en la Septuaginta encontramos un caso similar al que encontramos en Lucas 2.14. En consecuencia, no disponemos en el resto de la Biblia (Septuaginta y Nuevo Testamento Griego) ni siquiera de un caso similar al de Lucas 2.14 respecto del empleo de la palabra «eudokía». 

 Evaluación y toma de decisiones

¿Cuál será la opción preferible y más acertada? ¿Qué habrá tenido en mente el autor del evangelio de Lucas cuando usó a «eudokías» (en caso genitivo)? ¿Habrá tenido en mente el «genitivo subjetivo», por el cual optaron las «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras», La «Biblia Kadosh», la «Reina Valera Actualizada 2015», «Todos los evangelios» (traducción íntegra dirigida por Antonio Piñero) y otras?

¿Habrá tenido en mente el «genitivo objetivo», opción por la cual optaron «Straubinger Biblia comentada», «Biblia de Jerusalén Latinoamericana», la «Nueva Traducción Viviente (NTV)» y otras?

¿Cuál genitivo concuerda más con el carácter general y matices propios del evangelio de  Lucas?  

En honor a la verdad debo confesar que muy probablemente nunca podremos estar seguros del todo respecto de cuál genitivo estaba en la mente del autor del evangelio de Lucas respecto del texto en cuestión.

En consecuencia, pienso que, tal vez, sea cual sea la opción que se escoja, sin duda no estará exenta de escollos. De todos modos, habiendo hecho las salvedades de lugar, pienso que podemos considerar ciertas pistas que, en cierta forma, nos pueden ayudar en este sentido.

En primer lugar, en una línea contraria no sólo al genitivo sino al nominativo también, Raymond E. Brown cita la opinión de Schwarz, cito: “Schwarz (Lobgesang) que considera «eudokías» como una adición a un original de dos versos (compárese Lucas 19.38), piensa que se añadió porque la actitud cristiana era igual que la de Qumrán: la paz de Dios no es para todos, sino sólo para la comunidad elegida” («El Nacimiento del Mesías», Cristiandad, página 423. 1982).

En segundo lugar, argumentando a favor de la presencia del genitivo «eudokías», pero como un «genitivo objetivo» y en contra del «genitivo subjetivo» (aunque sin mencionarlo), Bruce M. Metzger plantea: “el sentido, parece ser, no que la paz divina puede ser otorgada donde ya está presente la buena voluntad humana sino que, en el nacimiento del salvador, la paz de Dios reposa sobre aquellos a quienes él ha elegido según su buen parecer” («Un comentario textual al Nuevo Testamento Griego», comentando a Lucas 2.14).

En tercer lugar, pero reaccionando en una línea contraria a Schwarz, incluso a la de Bruce M. Metzger, Raymond E. Brown, que por cierto se inclina por el «genitivo objetivo», afirma: “Pero Lucas 2.10 ha dicho que esta gran alegría es «para todo el pueblo»; por tanto, en el pensamiento lucano el favor de Dios es más amplio («El Nacimiento del Mesías», página 423, 1982).

En cuarto lugar, pienso que la interpretación de «eudokías» como un «genitivo subjetivo», se puede defender y hasta justificar apelando a ciertas características propias del evangelio de Lucas.

Precisamente, llama la atención el hecho de que sólo en el evangelio de Lucas encontramos unos relatos en los que se pone de relieve la buena voluntad («eudokía» sin emplear dicha palabra por supuesto) socio-culturalmente insospechada o no esperada, de unos personajes, tales como: una mujer pecadora (Lucas 7.36-50); dos publicanos (Lucas 18.9-14; 19.1-10); dos samaritanos, un leproso y otro que no (Lucas 10.25-37; 17.11-19;

Conclusión: La problemática en torno a la parte final de Lucas 2.14, posiblemente insoluble del todo, involucra un problema textual, por un lado, y un problema gramatical por otro. De todos modos, al margen de la opción que se escoja, no es posible obviar que con base a los dos tipos de aspectos problemáticos de nuestro pasaje en cuestión; tenemos tres líneas de traducción las cuales han encontrado lugar en las distintas versiones de la Biblia.

Soy de la opinión de que «genitivo subjetivo» es la mejor alternativa posible, a la luz de ciertas características del Evangelio de Lucas. Pienso que en esta discusión no se deben ignorar las palabras del mismo capítulo 2 de Lucas, versículo 10, cito: «Pero el ángel les dijo: No temáis; porque he aquí os doy nuevas de gran gozo, que será para todo el pueblo».

Consecuentemente, no me parece verosímil pensar que la expresión «para todo el pueblo» apunte aquí a «todo el pueblo elegido». Además, el mismo ángel que aquí afirmó que las buenas noticias eran para todo el pueblo, no tendría problema alguno, aunque ahora en compañía de muchos otros ángeles, en proclamar (versículo 14) el deseo de que la paz de Dios (en el sentido integral del concepto hebreo «shalóm»), sea una realidad en todo el pueblo, incluso en aquellos ambientes que superaban los límites del mismo pueblo hebreo.

Es más, es preciso poner de relieve el contraste que existe entre Mateo 1.21 y Lucas 2.10. Mientras que, por un lado, Mateo 1.21 dice que el niño que habría de nacer sería llamado «Jesús», “porque salvará a su propio pueblo” (griego: «gar sósei ton laón autú»); por otro lado, Lucas 1.31 no incluye esta referencia al propio pueblo del niño que habría de nacer (cuando el ángel señala el nombre que habría de identificar dicho niño). Además, Lucas 2.10,  habla más bien de una buena noticia que será para todo el pueblo (compárese Lucas 3.6).

En suma, la exégesis e interpretación consistente de Lucas 2.14, en primer lugar, debe desestimar la línea de traducción que implica reproducir el caso nominativo «eudokía»  (representada por la RV 1960 y otras: «buena voluntad para con los hombres»); en segundo lugar, debe preferir la línea que asume la morfología «eudokías» como «un genitivo subjetivo» («entre los hombres, entre los seres humanos de buena voluntad») y no como un «genitivo objetivo» («para los hombres, para los seres humanos objetos del favor de Dios».); en tercer lugar y, finalmente, no debe perder de vista la distintiva y particular teología del Evangelio de Lucas.

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