Elementos para un sobrio análisis comparativo de versiones de la Biblia

 

Elementos para un sobrio análisis comparativo de versiones de la Biblia

Un enfoque crítico y sin preocupación confesional alguna

Héctor B. Olea C.

Por años he venido insistiendo en la idea de que ha de ser caso por caso como se han de establecer las virtudes y los desaciertos de toda versión de la Biblia, absolutamente toda versión de la Biblia, la que fuere.

Por eso también me he resistido a identificar con facilidad y ligereza la supuesta “mejor versión de la Biblia”, afirmación a todas luces demasiado relativa y cuestionable en muchos sentidos.  

En realidad, hablar de una supuesta “mejor versión de la Biblia”, supone responder con rigor preguntas vitales como: ¿En qué sentido? ¿En qué aspecto? ¿En cuáles aspectos? ¿Respecto de la traducción de cuales textos o versículos?

Por otro lado, también me he propuesto poner de relieve que la simple mejor imagen pública (por demás relativa) de una determinada versión de la Biblia respecto de otras versiones, no impide que en la traducción de ciertos textos específicos coincidan y sean precisamente desacertadas en el mismo sentido, en el mismo nivel y en la misma proporción.  

En tal sentido, un detalle del que tal vez muchas personas no se percataron en mi artículo sobre la traducción más acertada de la frase «apautú» en 1 Juan 1.5, consiste:   

En primer lugar, coincide La prestigiosa Biblia de Jerusalén de 1998 (también su versión Latinoamericana), con la tan popular, dominante y a la vez tan criticada Reina Valera 1960 (como también las revisiones de 1909, 1995 y 2011), y con la que para muchas personas no pasa de ser una “versión sectaria” de la Biblia, La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras,

Observación: Coinciden todas las versiones mencionadas (la más prestigiosa con otras no tan prestigiosas, y con una versión seriamente cuestionada y considerada sectaria) en traducir de manera no acertada la frase griega «apautú» en 1 Juan 1.5.  

En segundo lugar, llama la atención que también coincidan con La Reina Valera 1960 (y por ende con todas las versiones mencionadas en el párrafo anterior), versiones de la Biblia que se venden y promocionan como definitivas superaciones de La Reina Valera 1960, por ejemplo, La Biblia de las Américas (y La Nueva Biblia de las Américas), La Nueva Versión Internacional, La Nueva Traducción Viviente, y la tan presumida Biblia Textual IV Edición. 

En tercer lugar, llama la atención que después de tres revisiones y actualizaciones de La Reina Valera 1909 por las Sociedades Bíblicas Unidas (1960, 1995 y 2011), la traducción desacertada de la frase griega «apautú» en 1 Juan 1.5, se haya mantenido inalterable hasta llegar a la llamada Reina Valera Contemporánea, publicada en el año 2011. 

Por supuesto, no debemos dejar de mencionar la forma en que una versión de la Biblia no tan popular como las mencionadas, La Nueva Biblia Española (1975), sí tradujo de manera acertada la frase griega «apautú» en 1 Juan 1.5 («que le oímos a él»).

También es necesario poner de relieve que una versión de la Biblia tan criticada por las personas comprometidas a ultranza con la “equivalencia formal” y con la serie Reina Valera realizada por las Sociedades Bíblicas Unidas, la versión popular Dios Habla Hoy (por equivalencia dinámica o funcional), también tradujo de forma acertada la frase griega «apautú» en 1 Juan 1.5 («que Jesucristo nos enseñó»).

Por supuesto, otra honrosa excepción lo constituye un versión de la Biblia realizada por Editorial Mundo Hispano, La Reina Valera Actualizada 2015 («que hemos oído de parte de él»), versión de la Biblia que no ha podido lograr en el mundo cristiano protestante y evangélico la popularidad y el dominio de La Reina Valera 1960.

Finalmente, otra honrosa excepción lo constituye otra versión no tan popular ni dominante, la identificada como Traducción en lenguaje actual («Jesucristo nos enseñó»).     

En resumen, insisto en poner de relieve que para poder expresar una opinión justa, crítica, libre y consciente respecto de cualquier versión de la Biblia, así como para poder llevar a cabo un serio y sobrio análisis comparativo de versiones de la Biblia; se necesita mucho más que simples prejuicios respecto de los agentes que hayan realizado una determinada versión de la Biblia, mucho más que la simple adhesión y compromiso a ultranza con los presupuestos teológico y dogmáticos de los agentes que hayan realizado una determinada versión de la Biblia, mucho más que simples prejuicios respecto de la Biblia como tal, y mucho más que una simple e inocultable bibliolatría.  

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