Sobre el gentilicio castellano de Jerusalén, promo curso online y virtual de Hebreo Clásico

Sobre el gentilicio castellano de la palabra Jerusalén

Prof. Héctor B. Olea C.

Es preciso llamar la atención al hecho de que el gentilicio español o castellano para las personas que proceden de Jerusalén, o sea, «jerosolimitano» y  «jerosolimitana» («hierosolimitana» y «hierosolimitano»), deriva  precisamente del gentilicio griego y con presencia en el Nuevo Testamento Griego, «jierosolimítes» (habitante de Jerusalén), que aparece sólo dos veces en todo el Nuevo Testamento: Marcos 1.5 y Juan 7.25.  

Luego, es preciso decir que el gentilicio «jierosolimítes» (de Jerusalén) no deriva de la palabra griega que empleó la Septuaginta para traducir la hebrea «yerusaláyim» o «yerusaláim» en la traducción de los libros del canon hebreo («ierousalém», sustantivo indeclinable), sino de la palabra «jierosólima» (Jerusalén, sustantivo declinable y asumido como un plural neutro), presente en la Septuaginta en los libros apócrifos y/o deuterocanónicos (por ejemplo, Tobit o Tobías 1.4 (en genitivo) y 6 (en caso acusativo, caso que tiene la misma morfología del caso nominativo, como es lo habitual en la lengua griega en el género neutro).

También se encuentra presente la palabra «jierosólima» en el griego clásico y en la koiné del Nuevo Testamento.  

Por otro lado, en lo que respecta a la Biblia Hebrea, es común indicar el gentilicio mediante una cadena o secuencia de constructo (smijút en el hebreo moderno).

Por ejemplo, en 2 Crónicas 21.11 en la versión Reina Valera 1960 leemos la frase «moradores de Jerusalén», traducción de la cadena constructa conformada por el participio masculino plural de verbo «yasháb» (morar, habitar) en estado constructo, «yoshbe, y por la palaba «yerusaláyim».  

En lo que respecta al hebreo moderno, una forma común de indicar el gentilicio o lugar de procedencia es utilizando la preposición «min», «mi» (de, desde) unida al sustantivo topónimo (con un valor similar al de la cadena constructa), por ejemplo «miyerusaláyim» (de Jerusalén).

Luego, el equivalente griego empleado por la Septuaginta en 2 Crónicas 21.11 es la frase «tus katoikúntas Ierousalém», compuesta por el participio sustantivado de tiempo presente, en caso acusativo masculino plural del verbo «katoikéo» (yo moro, yo habito), «tus katoikúntas», más la palabra «Ierousalém».  

Además, en 2 Crónicas 22.1, observamos la misma cadena constructa (smijút) empleada en 2 Crónicas 21.11, o sea, «yoshbe yerusaláyim», traducida allí en caso acusativo por razones sintácticas («tus katoikúntas»), pero aquí en caso nominativo igualmente por razones sintácticas.

Consecuentemente, la cadena constructa empleada en la Biblia Hebrea en 2 Crónicas 21.11 y 22.1, fue traducida en la Septuaginta en 2 Crónicas 22.1 con la frase «joi katoikúntes» (participio de tiempo presente, en caso nominativo masculino plural, en voz activa y sustantivado) en Ierusalém».

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