Héctor
B. Olea C.
Aunque a muchas personas les resulte extraño,
y muy a pesar de lo arraigada que está la palabra «salmo» en la tradición
cristiana y hasta considerada parte del vocabulario teológico y textual del
Tanaj (el AT hebreo); lo cierto es que la palabra «salmo» (grave) es griega; en
otras palabras y más exactamente, la palabra «salmo» es una transliteración de
la griega «psalmós» (aguda), y como tal no se la encuentra en la Biblia hebrea (el
Tanaj, el AT hebreo), ni formó parte del vocabulario teológico y textual de la
misma.
En tal sentido, es preciso admitir que originalmente
ninguno de los autores del libro del AT conocido en castellano como «Los
salmos», empleó en su obra tal palabra, ni a ellos se les conoció como
«salmistas».
En consecuencia, en virtud de lo dicho en los
párrafos anteriores, se impone el que hagamos algunas puntualizaciones.
En primer lugar, en cuanto al título del
libro «Los salmos», en hebreo, en el Tanaj.
El título hebreo del libro que en nuestras
versiones de la Biblia se lo identifica como «Los salmos», es «tejilím», forma plural masculina de la palabra «tejiláh»
que significa: alabanza, elogio, himno, etc.
Encontramos la palabra «tejiláh» en el subtítulo de
llamado Salmo 145, en la expresión: «Alabanza para David» (hebreo «tejiláh le-David»);
también se la encuentra, como parte del texto bíblico mismo, en el salmo 35.28;
51.17 y 65.2.
En segundo lugar, «Salmos» (griego «Psalmói», es el título que le dio la Septuaginta, la versión griega del Tanaj o AT, a la
obra conocida como «tejilím» en el Tanaj. En
consecuencia, es claro que el título «Salmos» (griego «Psalmói», título con el que
se conoce a «tejilím» en prácticamente todas las versiones castellanas de la
Biblia; es griego y no hebreo, que se sustenta en la versión griega de AT o
Tanaj, y no en el Tanaj mismo.
En tercer lugar, en la Reina Valera 1960
(como quizá en la mayoría de las versiones de la Biblia), no se usó como parte
integral del texto bíblico, ni siquiera en un versículo bíblico, la palabra «salmo»,
en el libro mismo de «Los salmos».
En cuarto lugar, la versión Reina Valera,
como casi todas las versiones castellanas de la Biblia, usó la palabra «salmo» como
título que identifica los 150 capítulos del muy conocido libro «Los salmos» (hebreo
«tejilím»]).
En quinto lugar, la versión Reina Valera 1960
usó la palabra «salmo» (griego «psalmós») en el subtítulo de
alrededor de unos 78 capítulos de la obra conocida originalmente en hebreo como
«tejilím», entre estos, el 3,
4, 5, 6, 8, 9, 11, 12, 13.
En sexto lugar, al menos, en el subtítulo de «tejilím»
capítulos 3, 4, 5,
8, 9, 11, 12, 13 (casos representativos), como quizás en el resto de los
capítulos que no vamos a considerar aquí; la Reina Valera tiene la palabra «salmo»
(griego «psalmós») en el subtítulo de dichos capítulos, porque
la Septuaginta empleó allí la palabra griega «psalmós».
En séptimo lugar, en el subtítulo del salmo
145, a pesar de que la Reina Valera 1960 se lee la frase «Salmo… de David»; la
Septuaginta no empleó allí la palabra «psalmós»-, sino la palabra «áinesis», que significa “alabanza”.
En octavo lugar, en el subtítulo de «tejilím»
capítulos 3, 4, 5, y
en el subtítulo de otros 54 salmos; la palabra que se ha traducido «salmo» es
la hebrea «mizmor», que en realidad apunta a un tipo no
especificado de obra poética. En el subtítulo, pues, de «tejilím» 3, 4, y 5, la Septuaginta tradujo a «mizmor»
con «psalmós».
En noveno lugar, no usó la Septuaginta la palabra
«psalmós» en el libro de «tejilím», como parte integral del texto bíblico de
algún versículo bíblico. Por otro lado, no podemos perder de vista el hecho de
que si bien en casi todas las versiones de la Biblia, el subtítulo de «Los
salmos» no se considera parte del texto bíblico; lo cierto es que tanto para el
Tanaj como para la Septuaginta, el subtítulo es parte integral del texto
bíblico, por lo general siendo considerado como el primer versículo del
capítulo que tenga dicho subtítulo.
En décimo lugar, sí encontramos la palabra
griega «psalmós» como parte integral del texto bíblico, por
ejemplo, en 1 Samuel 16.18, 2 Samuel 23.1; Isaías 66.20; Amós 5.23.
En undécimo primer lugar, la palabra
«psalmós» en Lucas 24.44, no hace referencia a los 150 capítulos de libro de
«tejilím»; en el contexto en
que allí aparece más bien (y aunque incluye a los 150 capítulos de «tejilím»),
su equivalencia es a la tercera sección del Tanaj, los «ketuvím»
(literalmente los «escritos»).
Recordemos que las tres secciones del Tanaj o
Biblia hebrea son: «Toráh», «Neviím» y los «ketuvím»; en consecuencia,
la triada griega de Lucas 24.44, «en to nómo» (en la ley), «tóis profétais» (en los profetas),
«kái psalmóis» (y en los salmos), apunta a las tres secciones del Tanaj o
Biblia hebrea. Finalmente, se comprende
el uso de «psalmós», aquí, en virtud de que es «tejilím» el libro que está la cabeza de la tercera
sección del Tanaj, los «ketuvím».
En conclusión, ciertamente, si no fuera por
la Septuaginta, la palabra «salmos» no formaría parte de vocabulario litúrgico
y teológico cristiano. Definitivamente, jamás usaron en el texto hebreo la
palabra «salmo» («psalmós»), los autores de libro «tejilím», ni recibieron originalmente éstos el
calificativo de «salmistas».
¡Hasta próxima!
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LA BIBLIA, RECOPILACION LITERARIA
ResponderEliminar30. Salmo, griego, en la Septuaginta; «tejiláh» en hebreo significa: alabanza (Sl 35:28; 51:17; 65:2; 145) elogio, himno, escritos, «ketuvím»( Olea C. Héctor B. 7 V/ 16. No usaron la palabra «salmo», ni se llamaron «salmistas». Blog: Estudios Bíblicos y Teológicos Académicos)