«Emmanuel», un neologismo creado por un traductor, cuestiones de lingüística, gramática, exégesis y traducción bíblica


«Emmanuel», un neologismo creado por un traductor

Cuestiones de lingüística, gramática, exégesis y traducción bíblica

Héctor B. Olea C.

Se llama «neologismo» a la palabra de nueva creación, a una acepción o giro nuevo en una lengua.

En tal sentido, la palabra «Emmanuel» (o «Emanuel») es un neologismo respecto del griego, pues no hay evidencia de su existencia, sino a partir de la forma en que el traductor del hebreo al griego (Septuaginta, Los LXX) tradujo la expresión hebrea «immanu-el» presente en el texto hebreo de Isaías 7.14.

Por otro lado, también es preciso decir que «Emmanuel» (o «Emanuel») no forma parte de la onomástica de la Biblia Hebrea.

Ahora bien, es cierto que el «Diccionario bíblico hebreo español Luis Alonso Schokel» (TROTTA) incluye el nombre «Emmanuel» su sección «Onomástica», pero en realidad lo hace yendo del griego al hebreo, en la siguiente manera:

«Immanu el», nombre propio. Emmanuel (Dios con nosotros). Título mesiánico Isaías 7.14.   

Sin embargo, a pesar de que en realidad «Emmanuel» («Emanuel») no forma parte del léxico de la Biblia Hebrea, nadie podrá negar que, sin embargo, la vemos presente en Isaías 7.14, prácticamente en todas las versiones de la Biblia.

Por supuesto, siempre excepciones. Una de ellas la constituye «La Biblia hebreo español», de Moisés Katznelson, publicada por Editorial Sinaí, Tel Aviv, Israel, 1996, que tradujo: «Imanuel», y La Nueva Biblia Española que tradujo: «Dios-con-nosotros».

En todo caso, para comprender el surgimiento del nombre «Emmanuel» («Emanuel») es imprescindible considerar el texto hebreo de Isaías 7.14 y la clásica traducción griega de dicho texto.

El aporte del texto hebreo de Isaías 7.14

La consulta y consideración del texto hebreo de Isaías 7.14 inmediatamente nos pone al tanto de que, en realidad, sin discusión alguna, el nombre «Emmanuel» («Emanuel») no está presente en el texto hebreo.

Lo que en realidad vemos en el texto hebreo de Isaías 7.14 es la expresión «immánu él».

Está conformada la expresión «immánu él» por la preposición «im» (con, en compañía de, junto a) con el sufijo pronominal de la primera persona común plural, «nu» (nosotros, nosotras), y por el sustantivo común «el» (dios, Dios), de ahí su significado: «Dios con nosotros».  

El otro detalle es que la preposición «im», cuando se le añade un sufijo pronominal, también recibe un punto llamado «daguésh fuerte» en la letra «mem» («m»), lo que explica que la palabra «Emmanuel» exhiba dos «m».

La expresión «immánu» (con nosotros) en la Biblia Hebrea

La expresión «immánu» (con nosotros) aparece en la Biblia Hebrea en treinta y ocho (38) ocasiones, pero sólo en tres ocasiones, y todas en el libro de Isaías, estrictamente en el primer Isaías: 7.14; 8.8 y 8.10, aparece conformando la expresión «immánu él» (Dios con nosotros).

Observación: La expresión «immánu él» en realidad es atemporal: “Dios con nosotros”, “Dios está con nosotros”, “Dios estará con nosotros”.  

Una expresión en cierta forma equivalente a «immánu él»

Como ya dije, de las treinta y ocho ocasiones en que aparece la proposición «im» con el sufijo pronominal de la primera persona común plural («nu»), sólo en tres ocasiones aparece en conexión al sustantivo «él» (dio, Dios).

Sin embargo, hay una expresión en cierta forma equivalente a «immánu él», esta es «immánu elojím» (Dios con nosotros), presente en Éxodo 20.19.

Obviamente, en Éxodo 20.19 la expresión «ve al yedabér immánu elojím» (no hable Dios con nosotros), contrasta con la expresión «daber atá immánu» (habla tú con nosotros), dirigida a Moisés.

Por su parte, la Septuaginta tradujo la oración «ve al yedabér immánu elojím» (no hable Dios con nosotros), con la expresión «kai me laléito pros jemás»: «y no nos hable Dios». 

La traducción de la expresión «immánu él» en la clásica versión griega (Septuaginta, Los LXX)

De las tres ocasiones en que aparece la expresión «immánu él» en la Biblia Hebrea, estrictamente en el primer Isaías, sólo en la primera, 7.14 la versión griega no propuso una traducción de la misma, como sí lo hizo en el 8.8 y 8.10, sino que, mediante una transliteración, creó el neologismo «Emmanuel», pero empleando el fonema «e» en lugar del fonema «i» presente en la expresión hebrea «immánu él».

Forma en que la Septuaginta trató la expresión «immánu él»

En Isaías 7.14, no la tradujo, sino que la transliteró «Emmanuel».

En Isaías 8.8 la tradujo con la expresión «mezemón jo zeós» («mezimón o zeós») que, literalmente significa: «Dios con nosotros» (Dios está con nosotros, Dios estará con nosotros).

Y en Isaías 8.10 la tradujo con la expresión «mezemón kírios jo zeós», que, literalmente significa: «el Señor Dios está con nosotros» (el Señor Dios estará con nosotros).

La palabra «Emmanuel» en las versiones de la Biblia

Llama la atención que muchas versiones de la Biblia hayan ido más lejos que la Septuaginta misma, la responsable de crear el neologismo «Emmanuel».

Digo esto porque, como ya dije, de las tres veces en que ocurre la expresión «immánu el» (7.14; 8.8; 8.10), sólo en el capítulo 7,14 la Septuaginta empleó la palabra «Emmanuel».

Sin embargo, La Biblia de Jerusalén 2019, tiene repite a «Emmanuel» en el 8.8, así también La Nueva Versión Internacional, La Reina Valera Contemporánea, La Vulgata, La Reina Valera Actualizada 2015, La Nueva Traducción Viviente, La Biblia de las Américas, La Biblia hebreo-español, de Moisés Katznelson («Imanuel»), La Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras, entre otras.

Pero honrosas excepciones son, por un lado, «La Traducción en lenguaje actual», que sólo empleó a «Emmanuel» en Isaías 7,14, pero tradujo «¡pero Dios está con nosotros!», en Isaías 8.8; y «pues Dios está con nosotros», en Isaías 8.10); por otro lado, La Nueva Biblia Española, que en ningún caso tradujo «Emmanuel», sino: «y le pondrá por nombre Dios-con-nosotros», en Isaías 7.14; «¡oh Dios-con-nosotros!», en Isaías 8.8; y «porque tenemos a Dios-con-nosotros», en Isaías 8.10.

Por supuesto, la opción tomada por La Nueva Biblia española, se ajusta perfectamente al texto hebreo, a la Biblia Hebrea, a diferencia de las versiones que han empleado en la traducción la palabra «Emmanuel», que se ajusta más bien a la clásica versión griega, Septuaginta, Los LXX. 

Lógicamente, la forma en que La Nueva española tradujo la expresión hebrea «Imanuel», pone bajo cuestionamiento la presencia de la palabra «Emmanuel» en versiones de la Biblia que dicen tener el texto hebreo como base para su traducción de los libros que conforman la Biblia Hebrea.

Finalmente, no podemos obviar la forma en que el Evangelista Mateo encaró esta cuestión, por un lado, citando (en 1.23) casi de manera íntegra la traducción griega de Isaías 7.14 (ya que en lugar repetir la forma verbal presente en la Septuaginta, «kaléseis», «llamarás»; empleó «kalésusin», «llamarán»), pero ofreciendo él la traducción que se esperaba del traductor griego en Isaías 7.14.

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