El análisis gramatical y de crítica textual en Juan 1.3, curso de crítica textual y metodología exegética del NT

 

El análisis gramatical y de crítica textual en Juan 1.3

Un enfoque crítico

Cuestiones de gramática, exégesis y traducción bíblica

Héctor B. Olea C.

La lectura de Juan 1.3, por ejemplo, en dos versiones de la Biblia como La Biblia de Jerusalén 2019 y en La Reina Valera 1960, pone de manifiesto algunas diferencias notables.

Luego, unas de estas diferencias, por un lado, se sustentan en la gramática y sintaxis del texto griego, por otro lado, otras con base en la problemática textual de dicho texto, desde el punto de vista de la crítica textual.  Observemos:

«Todo se hizo por ella y sin ella nada se hizo. Lo que se hizo 4) en ella era la vida, y la vida era la luz de la gente» (Biblia de Jerusalén 2019)

«Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho» (Reina Valera 1960); traducción que también reprodujo la obra «Los libros del Nuevo Testamento, traducción y comentario», del profesor Antonio Piñero: «Todo surgió por ella, y sin ella nada surgió de lo que ha surgido».

Evaluación:

En primer lugar, llama la atención la forma en que, lamentablemente, coinciden La Biblia de Jerusalén 2019 («por ella»), «Los libros de Nuevo testamento, traducción y comentario» («por ella») y La Reina Valera 1960 («por él») al traducir la expresión griega «diautú» que, en realidad, en sentido estricto, significa: «por medio de», «a través de», «mediante».

Por supuesto, las traducciones «por ella», y «por él», se prestan (aunque no necesariamente) para que se interprete que Juan está señalando al «lógos» como un «sujeto agente», o sea, como el agente absoluto responsable de poner en existencia todas las cosas.

Sin embargo, «diautú» en realidad señala al «lógos» como un «agente intermediario», por lo que una acertada traducción en La Biblia de Jerusalén y de «Los libros de Nuevo testamento, traducción y comentario» habría sido «por medio de ella», y en La Reina Valera 1960, «por medio de él».

En resumen, son acertadas las versiones de la Biblia que hayan traducido la expresión griega «diautú» empleando palabras como «por medio de», «a través de», «mediante».  

En tal sentido, una acertada traducción de la expresión griega «diautú», la leemos en La Nueva Biblia Española: «mediante ella se hizo todo…»

Finalmente, si en lugar de la expresión «diautú», el texto griego hubiera empleado la expresión «jipautú» («por él», «por ella», que señala a un agente absoluto sin discusión, no a un agente intermediario), pienso que no existiría la discusión que nos ocupa.

La problemática textual de Juan 1.3

Por otro lado, en lo que respecta al análisis de crítica textual, Juan 1.3 presenta una doble problemática.

En primer lugar, el «texto crítico» y el «texto mayoritario» tienen la lectura «ude jen» (ni una cosa, ni siquiera una cosa).

En segundo lugar, la lectura que compite con ella y relegada al aparato crítico por la edición del Nuevo Testamento Griego Nestle-Aland (ediciones 27 y 28), es «udén» (nada), que cuenta con el apoyo del papiro 66 (siglos II-IV), del Códice Sinaítico (siglo IV, como lectura original), del códice D (Códice de Beza, del siglo V), y de la familia 1.

Observación gramatical:

La expresión «ude jen» (ni una cosa, ni siquiera una cosa), está conformada por la conjunción o adverbio «udé» (ni, ni siquiera), y por el adjetivo numeral «uno» en género neutro, «jen».   

En cambio, la expresión o lectura «udén» (nada, ninguna cosa) consiste en un «pronombre» y «adjetivo» en género neutro (nada).

De todos modos, es preciso decir que en realidad son equivalentes las expresiones «ude jen» (ni una cosa, ni siquiera una cosa), y «udén» (nada, ninguna cosa).

En segundo lugar, la segunda problemática que presenta Juan 1.3, desde el punto de vista de la crítica textual, consiste en la puntuación.

Por un lado, el texto crítico asume la lectura que tiene un punto después de la expresión «ude jen» (ni siquiera una cosa, ni una cosa). Esto significa que la expresión a continuación «jo guégonen» («lo que ha sido hecho», «lo que fue hecho»), va con el versículo 4, es el principio del versículo 4, y no consiste en la conclusión del versículo 3.

Por supuesto, esta es la lectura que asume el Nuevo Testamento Griego, quinta edición revisada, pero clasificándola con un grado de certeza «B», lo que significa que la asume “como casi cierta”, o sea, con la duda de que sea la lectura original.

De todos modos, es preciso tomar en cuenta la oportuna y valiosa observación del comentario al texto griego de Bruce M. Metzger: “Las palabras «jo guégonen» ¿deberían ir unidas a lo que antecede (versículo 3), o a lo que sigue (versículo 4)? Los manuscritos más antiguos (P66, P75, Sinaítico, A y B) no tienen puntuación en este lugar; en todo caso, la presencia de puntuación en los manuscritos griegos, lo mismo que en las versiones, y en las fuentes patrísticas, no puede considerarse más que como el reflejo del entendimiento exegético que existe del sentido del pasaje” (página 166).

Pero además agrega: “La mayoría del Comité se mostró impresionado por el consenso de los escritores pre-nicenos (lo mismo ortodoxos que heréticos) que entiende que la expresión «jo guégonen» en relación a lo que sigue (como parte del versículo 4), misma página 166.

Además, es preciso decir que tanto el papiro 66 y el papiro 75 pertenecen a la misma familia textual, el texto Alejandrino, junto al códice Vaticano y Sinaítico. 

En todo caso, una traducción que asuma que la expresión «jo guégonen» está separada por un punto de la expresión «ude jen» (ni siquiera una cosa), y que, consecuentemente, va unidad al versículo 4, debe ir en la línea de la traducción que se lee en La Biblia de Jerusalén 2019:

«Todo se hizo por medio de ella y sin ella ni siquiera una cosa se hizo. Lo que se hizo (lo que fue hecho) en ella tenía la vida, y la vida era la luz de los seres humanos».

Pero una traducción que asuma que no existe un punto que separe la expresión «ude jen» (ni siquiera una cosa), de la expresión «jo guégonen» («lo que se hizo», «lo que se ha hecho») y que, en consecuencia, entienda que la expresión «jo guégonen» va unidad al versículo 3 (como conclusión del versículo 3), debe ir en la línea de la traducción que se lee en La Reina Valera 1960:

«Todas las cosas por medio de ella fueron hechas, y sin ella ni siquiera una cosa de las que fueron hechas, fue hecha».

Conclusiones:

En primer lugar, no debería haber problemas con la traducción de la expresión griega «diautú», por un lado (desde el punto de vista de la crítica textual), pues coinciden en ella el «texto crítico», el llamado «texto mayoritario», y el «textus receptus»; por otro lado, porque desde el punto de vista gramatical, la semántica de dicha expresión es clara en la lengua griega.

En segundo lugar, en lo referente a las expresiones que compiten «ude jen» (ni siquiera una cosa, ninguna cosa), asumida por el «texto crítico», y «udén» (nada, ninguna cosa), relegada al aparato crítico; en realidad no representa una variación de cierta importancia desde el punto de vista semántico, por lo que se sugiere asumirla más bien como una simple variante estilística.

En efecto, versiones de la Biblia que siguen la lectura «ude jen» (ni siquiera una cosa, ninguna cosa), sin embargo, han traducido «nada». Por ejemplo, Los libros del Nuevo Testamento, traducción y comentario: «nada surgió»; La Biblia de Jerusalén 2019: «nada se hizo»; Reina Valera 1960: «nada de lo que se ha hecho».  

En tercer lugar, en cuanto a si se ha de asumir que la expresión «jo guégonen» (lo que fue hecho, lo que ha sido hecho), forma parte del versículo 3 (conclusión del versículo 3) o del versículo 4 (inicio del versículo 4), pienso que no debemos ser dogmáticos, en virtud de la acertada observación que hizo Bruce M. Metzger respecto de la falta de puntuación en Juan 1.3 en los manuscritos más antiguos, pero también el hecho del consenso entre los escritores pre-nicenos (lo mismo ortodoxos que heréticos) que entiende que la expresión «jo guégonen» es el principio o inicio del versículo 4. 

En cuarto lugar, me parece oportuno aquí el comentario que ofrece la obra «Los libros del Nuevo Testamento, traducción y comentario», del profesor Antonio Piñero, cito:

“«y sin ella nada surgió de lo que ha surgido»: hay aquí un serio problema de puntuación: ¿la subordinada «lo que ha surgido» forma parte del v. 3 o del v. 4? La traducción alternativa sería: «Y sin ella nada surgió. Cuanto ha surgido era vida en ella». Al margen de las razones estilísticas que avalan nuestra lectura, la opción «cuanto ha surgido era vida en ella» resulta difícil de interpretar. La lectura adoptada (que «jo guégonen» es la conclusión del versículo 3) resulta más sencilla: la vida espiritual (concepto omnímodo en Jn) habita en el lógos y por ello puede ser transmitida a los hombres”.

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