No toda morfología de voz media, comunica la idea de la voz media
Algunas observaciones necesarias
Nociones del sistema verbal griego (clásico y koiné)
Héctor B. Olea C.
En el análisis morfológico (morfemático) de las formas verbales de la koiné bíblica (Septuaginta y Nuevo Testamento Griego), es preciso establecer una necesaria e importante distinción entre «una morfología de voz media», y «la presencia de la voz media» en un determinado texto griego (Septuaginta y Nuevo Testamento Griego).
En tal sentido, en primer lugar, no es posible perder de vista que el sentido primario de la voz media griega (en el griego clásico y el griego koiné) no es de una acción reflexiva, sino de una acción que el sujeto realiza con un interés personal, en su propio interés: «yo desataré para mí».
En segundo lugar, que el sentido propiamente reflexivo de la voz media griega se circunscribe a ciertos verbos específicos.
En tercer lugar, que cuando el griego quiere expresar una idea puramente reflexiva, estrictamente reflexiva, emplea una forma verbal en voz activa y un pronombre reflexivo.
Distinción entre «una morfología de voz media» y la «presencia (el sentido) de la voz media» en el modo indicativo
Llamamos «morfología de voz media» a la que presenta una forma verbal que se caracteriza por exhibir las desinencias propias de la voz media griega (incluso media pasiva).
Sin embargo, es preciso observar que el sistema verbal griego se caracteriza por tener cuatro temas temporales: presente (que abarca el tiempo presente y el imperfecto), el futuro, el aoristo (primero o segundo), y el perfecto (que abarca el tiempo perfecto y el pluscuamperfecto).
Luego, en lo que respecta al tema de presente, es preciso decir que las formas de la voz media son precisamente las mismas para la voz pasiva (por eso, se habla de un presente medio pasivo, y de un imperfecto medio pasivo).
Por ejemplo, la raíz del verbo «blépo» (yo veo) es «blép», luego, si le añadimos la desinencia «omai» (media y pasiva en el presente y el perfecto, sólo que en el tema del perfecto no se emplea la vocal temática «o»), entonces tenemos una forma verbal en voz media («blépomai»: yo veo para mí), pero también pasiva («blépomai»: yo soy visto), y así sucesivamente con las desinencias del resto de las personas gramaticales.
Con relación al tema de futuro, si bien en este tema temporal se emplean las mismas desinencias para la voz media y para la voz pasiva, sin embargo, la base morfológica no es la misma. Esto así porque el futuro voz media se construye añadiendo las desinencias medias y pasivas al tema del futuro voz activa.
Pero el futuro voz pasiva se construye sobre una base morfológica distinta, derivada del aoristo pasivo.
En consecuencia, el futuro voz pasiva derivado del aoristo primero voz pasiva, consiste en un futuro primero voz pasiva, y el futuro voz pasiva derivado del aoristo segundo voz pasiva, consiste en un futuro segundo voz pasiva.
En cuanto, al tema del aoristo, es preciso tener en cuenta que el mismo tiene dos bases morfológicas distintas: el aoristo primero, sigmático, y el aoristo segundo, no sigmático, que paralela con el imperfecto en la voz activa y en la voz media (en lo relativo a la figura del aumento y las desinencias), pero en la voz pasiva emplea las mismas desinencias del aoristo primero voz pasiva.
Por supuesto, el aoristo primero no coincide con el aoristo segundo en cuanto a las desinencias para la voz activa y para la voz media, pero sí en cuanto a la figura del aumento (evidentemente, sólo el modo indicativo), y como ya dijimos, en el empleo de las mismas desinencias en la voz pasiva.
Además, el aoristo primero voz media se construye al añadirle al tema del aoristo primero voz activa, las desinencias secundarias medias, y para la voz pasiva, añadiendo a la base morfológica estrictamente pasiva del aoristo primero (que depende de si la raíz verbal termina en vocal o en consonante), las desinencias estrictamente pasivas del aoristo.
En cuanto al tema temporal del perfecto (que abarca el tiempo perfecto y el pluscuamperfecto), en este tema temporal existe una morfología común y única para la voz media y para la voz pasiva (por tal razón se habla de un perfecto medio pasivo, y de un pluscuamperfecto medio pasivo).
En resumen y, consecuentemente, no siempre que hay una morfología de la voz media y pasiva en el texto griego del NT y Septuaginta (versión griega de la Biblia Hebrea), estamos ante una forma verbal en voz media, que comunique la idea y el sentido de la voz media (interés particular del sujeto).
Esto así por varias razones:
En primer lugar, porque puede ser una forma verbal de un verbo deponente (por ejemplo, la forma verbal «érje», de la segunda persona del singular, tiempo presente, modo indicativo, del verbo deponente «érjomai» (vengo, voy), en Mateo 3.14; por eso la traducción: «tú vienes» (en voz activa).
Observación: Reciben el nombre de «verbos deponentes» los verbos que sólo se usan con la morfología de la voz media y pasiva (presente y perfecto, pero media o pasiva en el aoristo y el futuro).
En segundo lugar, porque puede ser una forma verbal de un verbo semideponente (un verbo no deponente en el presente, pero sí en otro tema verbal, por lo general en el futuro).
Por ejemplo, la forma verbal «lémpsetai», tercera persona del singular, tiempo futuro, modo indicativo, del verbo «lambáno» (tomo, recibo), en Juan 16.14; por eso la traducción: «él tomará» (en voz activa).
En tercer lugar, porque puede ser una forma verbal en uno de los dos temas temporales que tienen una misma morfología para la voz media y para la voz pasiva (presente y perfecto, y los tiempos presente, imperfecto, perfecto y pluscuamperfecto).
Por ejemplo, la forma verbal «keríssetai» en 1 Corintios 15.12, en modo indicativo, tiempo presente, voz media y pasiva, de la tercera persona del singular del verbo «kerísso» (yo proclamo), pero aquí con el sentido propio de la voz pasiva y no de la voz media. Por eso la traducción: «si Cristo es proclamado (pasiva perifrástica) que ha resucitado de los muertos…»
De todos modos, pienso que traducir al español empleando la construcción de la voz pasiva refleja es más comprensible: «si se proclama (predica) que Cristo ha resucitado de los muertos…»
En cuarto lugar, porque puede ser un participio del perfecto (tema que emplea una misma morfología para la voz media y para la voz pasiva) en una construcción perifrástica.
La razón es que las formas medias y pasivas de los participios de perfecto en una perífrasis verbal, deben asumirse estrictamente en voz pasiva.
Por ejemplo, la forma verbal perifrástica pasiva «en guegraménon» (con el valor del pluscuamperfecto voz pasiva), conformada por el imperfecto del verbo «eimí» (soy, estoy), tercera persona del singular, voz activa («en»), y el participio medio pasivo «guegraménon», del verbo «grafo» (escribo), en caso nominativo y acusativo neutro singular, en Lucas 4.17.
Por eso la traducción: «estaba escrito», «se había escrito», «había sido escrito».
En suma: Un morfología de voz media, no es sinónimo de voz media. Luego, la presencia de una morfología de voz media (aoristo y futuro) o de la voz media y pasiva (presente y perfecto) en un texto de la koiné bíblica (Septuaginta y Nuevo Testamento Griego), no significa que a priori se deba traducir en conformidad a la voz media, y que también a priori se afirme que allí está presente la voz media griega.
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