¿Es «sepulcro abierto» una traducción acertada en Lucas 23.53?




¿Es «sepulcro abierto» una traducción acertada en Lucas 23.53?

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Héctor B. Olea C.

Ciertamente Marcos y Mateo emplean una forma compuesta del verbo «kilío» o «kulío» (rodar, desplazar rodando, hacer rodar algo), o sea, «proskilío» o «proskulío» (hacer rodar hacia) para hacer referencia a la piedra colocada a la puerta del sepulcro de Jesús, a la piedra empleada para impedir el acceso a la tumba o sepulcro de Jesús.

La diferencia es, sin embargo, que Marcos (15.46) empleó una forma verbal finita, una forma verbal en tiempo aoristo primero, voz activa, modo indicativo, en la tercera persona del singular: «prosekílisen» (rodó, hizo rodar); luego, “hizo rodar una piedra hacia la entrada del sepulcro”.

Pero Mateo (27.60) empleó una forma nominal del mismo verbo «proskilío», un participio aoristo primero, voz activa, en caso nominativo masculino singular: «proskilísas» (después de hacer rodar, habiendo hecho rodar), luego: “después de hacer rodar (habiendo hecho rodar) una gran piedra hacia la entrada del sepulcro, se fue”.

Por supuesto, nada dicen Lucas y Juan respecto de una piedra empleada para impedir el acceso al sepulcro de Jesús, que lo cerrara, que cubriera su entrada.  

No obstante, coinciden los cuatro evangelios en que el sepulcro había sido tallado en una roca, pero la forma en que lo plantean es diferente.

Marcos (15.46) emplea una forma verbal perifrástica, una “forma perifrástica del pluscuamperfecto”: una forma verbal del verbo «eimí» (ser, estar) en tiempo pretérito imperfecto, más un participio de tiempo perfecto, en voz media pasiva, en caso acusativo masculino singular, del verbo «latoméo» (tallar en una piedra, hacer un hueco en una piedra, cavar, excavar) «lelatomeménon», más la preposición «ek» y la palabra «roca» en caso genitivo singular: «pétras»; luego: “en un sepulcro que estaba tallado (que había sido tallado) en una roca”.

Mateo, por su parte, emplea el mismo verbo «latoméo», pero como una forma verbal simple, en tiempo aoristo primero, tercera persona del singular («elatómesen»), y el sustantivo roca («pétra») en caso dativo singular más la preposición «en»: «elatómesen en te pétra»; luego: «que fue tallado (que había sido tallado) en una roca».

Pero Lucas (23.53), a diferencia de Marcos y Mateo que emplearon una expresión verbal para hacer referencia a que el sepulcro de Jesús había sido tallado en una roca; emplea una forma nominal, o sea, el sustantivo «mnéma» (sepulcro, tumba) un sustantivo de género neutro y de la tercera declinación, en caso dativo singular, más el adjetivo «laxeutós» (cavado en una roca, tallado en una roca), por supuesto, también en caso dativo singular, con la preposición «en»: «en mnémati laxeutó»: “en un sepulcro (tumba) tallado en una roca”.

Finalmente, Juan, por su parte y, a diferencia de los Sinópticos, nada dice respecto de que el sepulcro estaba tallado en una roca. Se limita a decir, en concordancia sólo con Lucas (23.53), en que el sepulcro no había sido usado previamente, pero lo hace en una forma diferente a la empleada por Lucas.

En tal sentido, es preciso decir que Lucas emplea la expresión «en el cual a nadie se había colocado» (en el cual a nadie se había sepultado antes): «ju uk en udéis úpo kéimenos».

Pero Juan emplea una expresión distinta, más sencilla, pero con la misma carga semántica: «mneméion kainón»: “un sepulcro nuevo”.

Sin embargo, difiere Juan de Lucas en que mientras que Lucas emplea el sustantivo «mnéma» (sepulcro, tumba), de género neutro y de la tercera declinación; Juan emplea el sustantivo «mneméion» (sepulcro, tumba), también de género neutro, pero de la segunda declinación.

Ahora bien, es preciso poner de relieve que, precisamente, la expresión «mnéma laxeutós» (sepulcro tallado en roca), en caso dativo singular («en mnémati laxeutó»: “en un sepulcro tallado en una roca”), es la expresión griega que la versión Reina Valera 1960 tradujo simplemente como «sepulcro abierto».     

En todo caso, si como sugiere la «Concordancia Strong», lo que quiso comunicar la versión Reina Valera 1960 es que el sepulcro de Jesús consistió en «un sepulcro abierto en una peña» (cavado en una peña); es evidente que la traducción «sepulcro abierto», sin más, no es acertada. Esto así pues se puede prestar a confusión, ya que dicha traducción se podría asumir con una carga semántica distinta a la que en realidad tiene la expresión griega «en mnémati laxeutó»: “en un sepulcro tallado en una roca”.

Por otro lado, hay que evitar confundir el sentido de la expresión griega «mnéma laxeutós» (sepulcro tallado o cavado en una roca), con la expresión griega detrás de la traducción «sepulcro abierto» que leemos en el Salmo 5.9; Jeremías 5.16 y Romanos 3.13.

En tal sentido, es preciso decir que la expresión hebrea detrás de la traducción «sepulcro abierto» en el Salmo 5.9 y Jeremías 5.16 es «kéver patúaj».

Está compuesta la expresión hebrea «kéver patúaj» por el sustantivo «kéver» (sepulcro, sepultura, tumba, fosa), y por «patúaj» (participio masculino singular kal, pasivo) del verbo «patáj» (abrir, ser abierto, soltar, desatar, etc.).

La versión griega (Septuaginta, LXX), por su parte, en el Salmo 5.9, tradujo la expresión hebrea «kéver patúaj» con la expresión griega «táfos aneogménos».

Consiste, pues, la expresión griega «táfos aneogménos», en un sintagma nominal compuesto por el sustantivo «táfos» (lugar donde se entierra a un muerto, tumba, sepulcro, sepultura), y por «aneogménos», un participio perfecto medio pasivo, en caso nominativo masculino singular, del verbo «anóigo» (abrir).

Luego, es precisamente «táfos aneogménos» el texto detrás de la traducción «sepulcro abierto» en Romanos 3.13, una cita del Salmo 5.9.

Finalmente, con relación a Jeremías 5.16, debo decir que en la versión griega (Septuaginta, LXX) el texto se redujo simplemente a frase «pántes isjurói» (todos fuertes, robustos, poderosos).

Bibliografía básica recomendada: «Diccionario bíblico hebreo español, Luís Alonso Schokel» (TROTTA); «Diccionario del griego bíblico Setenta y Nuevo Testamento» (Amador Ángel García Santos, Verbo Divino).  

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