Oferta especiales para la población latinoamericana fuera de USA, en relación a los costos de nuestros cursos virtuales de lenguas bíblicas
Después de considerar varios factores en
relación a nuestras ofertas de cursos virtuales de lenguas bíblicas (por ahora
de griego), así como respecto de los cursos-talleres de ciencias bíblicas cada
dos meses; hemos decidido hacer ciertos ajustes en cuanto al costo de los
mismos, en especial y estrictamente para la población latinoamericana (fuera de
USA); por supuesto, estamos en la disposición de considerar situaciones especiales
respecto de participantes de cualquier parte del mundo. En consecuencia,
tenemos a bien anunciar:
En primer lugar, que el costo por trimestre
del curso de nivel avanzado, será de 75 dólares (y no 100); monto a pagarse
preferentemente en un solo pago al inicio de cada trimestre, pero con la posibilidad
de hacerse excepcionalmente en dos pagos, de 40 y 35 dólares respectivamente.
En segundo lugar, que el costo del curso de
griego nivel básico será de 40 dólares (y no 50); por supuesto, a pagarse en un
solo pago previo al inicio de curso.
En tercer lugar, que los talleres de ciencias
bíblicas (iniciando con el que vamos a impartir el próximo mes de abril) tendrán
un costo de solo 10 dólares; por supuesto, a pagarse previo a la realización de
los mismos.
En cuarto lugar, insistimos en la posibilidad
de crear sesiones especiales para instituciones y grupos de estudios bíblicos y
de formación teológica.
Finalmente, nuestro correo electrónico para
entrar en contacto con nosotros, es: benjamin.olea30@gmail.com
¡A sus órdenes!
¿Es el diezmo una obligación cristiana? Un análisis bíblico e institucional (PDF)
Por Héctor B. Olea C.
Presidente del Instituto Dominicano de Ciencias Bíblicas IDCB, Inc.
Correo: benjamin.olea30@gmail.com
I) Preguntas claves para el análisis de la práctica de pagar el diezmo en muchas iglesias cristianas, sus bases teóricas y su necesidad práctica:
Preguntas introductorias:
¿Es posible decir que existe entre la comunidad de iglesias evangélicas una única postura uniforme sobre el pago del diezmo? ¿En otras palabras, están de acuerdo o tienen las iglesias evangélicas la misma postura sobre la práctica de pagar el diezmo?
¿Ha logrado el consenso en la comunidad cristiana y evangélica la práctica de pagar el diezmo como una obligación cristiana?
Presidente del Instituto Dominicano de Ciencias Bíblicas IDCB, Inc.
Correo: benjamin.olea30@gmail.com
I) Preguntas claves para el análisis de la práctica de pagar el diezmo en muchas iglesias cristianas, sus bases teóricas y su necesidad práctica:
Preguntas introductorias:
¿Es posible decir que existe entre la comunidad de iglesias evangélicas una única postura uniforme sobre el pago del diezmo? ¿En otras palabras, están de acuerdo o tienen las iglesias evangélicas la misma postura sobre la práctica de pagar el diezmo?
¿Ha logrado el consenso en la comunidad cristiana y evangélica la práctica de pagar el diezmo como una obligación cristiana?
De los libros y diccionarios de religiones y sectas
¡Cuidado! Los libros y diccionarios de “religiones
y sectas” (que tienen como objetivo describir y señalar las que en sentido
peyorativo consideran “religiones y sectas”); son religiosamente sectarios, así
de sencillo.
El papel de la Biblia en el quehacer social. Por Héctor B. Olea C.
¿Afirma 2 Timoteo 3.16 la inspiración de los 66 (o 73) libros de la Biblia , o más bien establece la utilidad y valor de un libro inspirado por Dios?
«Ya está disponible en Amazon, para todo el mundo, mi libro que lleva como título: La Biblia misma no afirma ser «inspirada»Un análisis y comentario crítico, exegético y valiente del texto griego de 2 Timoteo 3.16, y otros catorce artículos de mucho interés.
Te desafío a esta interesante lectura y podrás comprobar tu mismo que es lo que realmente dice el texto griego ( el texto fuente usado para la traducción) de 2 Timoteo 3.16.
Hacer clic aquí para ver el libro en formato electrónico
Hacer clic aquí para ver el libro en formato impreso (en papel)
I) «Textos canónicos» versus «manuscritos originales»
II) Estudiar la Biblia con base en «textos traducidos» tiene sus límites
III) El valor de la transliteración y sus modalidades
IV) Como la traducción, la transliteración también es contextual
V) «La Biblia dice», una expresión bajo sospecha
I) «Biblia devocional» o «Biblia de estudio», ¿cuál es la mejor opción?
VII) «Biblia católica» y «Biblia protestante», ¿una distinción legítima?
VIII) El papel de la Biblia y el de la comunidad de fe en el proceso de interpretación bíblica y de elaboración teológica
IX) La dependencia y el papel del «Espíritu Santo» en el proceso de elaboración teológica y definición doctrinal
X) La Biblia se resiste a ser esclavizada por católicos y protestantes
XI) Una traducción acertada de 2 Timoteo 2.16 debe ser distinta a la que se lee en versión Reina Valera revisión de 1960
XII) Una traducción acertada de 2 Timoteo 3.16 obliga a repensar también la interpretación de otros textos bíblicos relacionados
XIII) ¿«Cuervos» o «comerciantes», ¿qué es lo que en realidad dice el texto hebreo en 1 Reyes 17.4 y 6?
XIV) ¿Por qué utilizar la figura de «el cuervo» para invitarnos a confiar en Dios?
XV) ¡Danos! ¿el sustento de hoy, o el de cada día?
El plurilingüismo en el contexto de la muerte y resurrección de Jesús
Cuestiones de exégesis y traducción bíblicas
Héctor B. Olea C.
I) En la cuarta
palabra o expresión de Jesús en la cruz
La cuarta palabra de las siete pronunciadas
por Jesús en la cruz, pero la primera según el orden en que aparece en el NT,
es: «Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has desamparado?» Mateo 27.46; Marcos
15.34
Esta expresión muestra algunas dificultades
en su interpretación.
Esta palabra se la encuentra en dos de los
cuatro evangelios canónicos, Marcos y Mateo. Pero como veremos, hay ciertas
diferencias respecto de la forma en que la conservaron ambos evangelios.
Comencemos, pues, por considerar a Marcos
15.34 y Mateo 27.46 en algunas versiones de la Biblia, teniendo como punto de
partida la versión Reina Valera de 1960.
En Reina Valera 1960
Marcos 15.34 “Y a la hora novena Jesús clamó
a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío,
Dios mío, ¿por qué me has desamparado? 35Y algunos de los que estaban allí
decían, al oírlo: Mirad, llama a Elías.”
Mateo 27.46 “Cerca de la hora novena, Jesús
clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios
mío, ¿por qué me has desamparado?”
En la versión Popular Dios Habla Hoy
Marcos 15.34 “A esa misma hora, Jesús gritó
con fuerza: “Eloí, Eloí, ¿lemá sabactani?” (que significa: “Dios mío, Dios mío,
¿por qué me has abandonado?”)”
Mateo 27.46 “A esa misma hora, Jesús gritó
con fuerza: “Elí, Elí, ¿lemá sabactani?” (es decir: “Dios mío, Dios mío, ¿por
qué me has abandonado?”)”
En la versión Reina Valera Actualizada 2006
Marcos 15.34 “Y en la hora novena Jesús
exclamó a gran voz, diciendo: — ¡Eloi, Eloi! ¿Lama sabactani? — que traducido
quiere decir: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? — .”
Mateo 27.46 “Como a la hora novena Jesús
exclamó a gran voz diciendo: — ¡Elí, Elí! ¿Lama sabactani? — que significa:
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? —”
Ahora bien, la comparación entre estas tres
versiones, nos da los siguientes resultados.
En primer lugar, las tres coinciden en que
Marcos usa la forma aramea de la expresión “Dios mío, Dios mío”, o sea «Eloí,
Eloí».
En segundo lugar, las tres versiones
coinciden en que Mateo usa la forma hebrea de la exclamación “Dios mío, Dios
mío”, o sea «Elí, Elí».
En tercer lugar, la versión Reina Valera de
1960 y la Reina Valera Actualizada 2006 concuerdan en que Marcos y Mateo
emplean la forma hebrea de la pregunta ¿Por qué me has desamparado?, o sea, «¿Lamá
sabactaní?»
En cuarto lugar, sólo la versión popular Dios
Habla Hoy plantea que Marcos y Mateo emplean por igual la forma aramea de la
pregunta ¿Por qué me has desamparado?, o sea, «¿Lemá sabactaní?»
La forma de Marcos 15.34 y Mateo 27.46 en el
NT griego
La consulta al texto griego de ambos pasajes
nos da los siguientes resultados:
En primer lugar, que Marcos emplea la frase
“Dios mío, Dios mío, ¿Por qué me has abandonado?, totalmente en arameo, a saber
«Eloí Eloí, ¿lemá sabajtaní?»
En segundo lugar, que Mateo emplea la forma
hebrea de la frase “Dios mío, Dios mío”, a saber, «Elí, Elí».
En tercer lugar, que Mateo (en concordancia
con Marcos) emplea la forma aramea de la pregunta ¿Por qué me has abandonado?,
o sea, «¿lemá sabajtaní?»
En cuarto, lugar, que sólo la versión popular
Dios Habla Hoy se ajusta al texto griego de Marcos y Mateo al reflejar que, por
un lado, Marcos emplea la forma aramea por completo («Eloí, Eloí, ¿lemá
sabajtaní?»); y por otro lado, que Mateo, emplea la forma hebrea en la primera
parte de la expresión («Elí, Elí», Dios mío, Dios mío), pero la forma aramea en
la segunda parte de la expresión («¿lemá sabajtaní?»).
Marcos 15.34 y Mateo 27.46 y el texto hebreo
del Salmo 22.1
La forma hebrea traducida “Dios mío, Dios
mío, ¿por qué me has desamparado?” en el Salmo 22.1, en la versión Reina Valera
de 1960 es «Elí Elí ¿lamá azavtaní?». Esta evidencia apunta a que la forma que
conocemos en Marcos 15.34 es aramea, y que la primera parte de Mateo 27.46 es hebrea,
si bien la segunda parte, según el texto griego (y contrario al texto de la
Reina Valera 1960 y la Reina Valera Actualizada 2006), es aramea, en
conformidad con Marcos.
Por otro lado, llama la atención que la
expresión hebrea del Salmo 22.1, «Elí Elí ¿lamá azavtaní?», fue traducida por
la Septuaginta como «Jo theós jo theós mu prosjes moi, ¿jína ti enkratélipes me?»:
Dios, Dios mío, atiéndeme: ¿por qué me has abandonado?
Ahora bien, es preciso decir que ni Marcos ni
Mateo incluyen la frase que sí está en la Septuaginta en el Salmo 22.1, «prosjes
moi» (“atiéndeme”). Por otro lado, mientras que la Septuaginta utiliza el
sustantivo «jo theós» en caso nominativo singular dos veces, y luego el
pronombre personal de la primera persona singular en caso genitivo «mu» (de mí,
mío); Marcos repite la expresión «jo théos mu»: “Dios mío, Dios mío” (el
sustantivo «theós» en caso nominativo singular, más el pronombre personal de la
primera persona singular en caso genitivo: «mu»); pero Mateo emplea dos veces
la expresión «theé mu»: “Dios mío, Dios mío” (el sustantivo «theós» en caso
vocativo singular, más el pronombre personal de la primera persona del singular
en caso genitivo: «mu»).
II) En
el título que Pilatos puso sobre la cruz de Jesús
En Juan 19.19-22, leemos el siguiente relato:
“Escribió también Pilato un título, que puso sobre la cruz, el cual decía:
JESÚS NAZARENO, REY DE LOS JUDÍOS. 20Y muchos de los judíos leyeron este
título; porque el lugar donde Jesús fue crucificado estaba cerca de la ciudad,
y el título estaba escrito en hebreo, en griego y en latín. 21Dijeron a Pilato
los principales sacerdotes de los judíos: No escribas: Rey de los judíos; sino,
que él dijo: Soy Rey de los judíos. 22Respondió Pilato: Lo que he escrito, he
escrito.”
Los idiomas aquí implicados son:
El hebreo (más bien el arameo), el idioma del
pueblo hebreo:
«Yeshua han-natseri meléj ha-yejudim»
El griego, el idioma dominante y universal en
el mundo grecorromano:
«Iesús jo Nazoráios jo basiléus ton Iudáion»
Y el latín, el idioma oficial del imperio
romano:
«Iesus Nazarenus rex Iudaeorum»
III) En
la forma en que María Magdalena se dirigió a Jesús
En Juan 20.16, leemos: “Jesús le dijo:
¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro)”
El domingo temprano María magdalena, todavía
a oscuras (Juan 20.1), visita el sepulcro donde había sido sepultado Jesús; pero
mientras ella hablaba con los mensajeros celestiales (ángeles), el resucitado
le dirige la palabra a ella y le dice: ¡María!, entonces ella, reconociendo que
se trataba de su maestro, se dirigió hacia él y le dijo: «Rabboní».
Ahora bien, a diferencia de la versión Reina
Valera, el texto griego de Juan 20.16 afirma que María se dirige a Jesús
específicamente en el idioma hebreo: «léguei autó jebraistí» (en hebreo). No
obstante, es preciso entender que en realidad la expresión «en hebreo» («jebraistí»)
apunta más bien al arameo, esto así ya que en verdad María no se dirigió a
Jesús en hebreo, sino en arameo. Ciertamente la expresión y transliteración
griega «rabbuní», corresponde más bien al idioma arameo; pues la expresión
propiamente hebrea y que le es equivalente es: «rabbí».
Al final y, de todos modos, la forma aramea
«rabbuní» es sinónima y equivalente a la hebrea «rabbí», significando ambas:
«Mi maestro». La razón es que ambas están formadas por la palabra «maestro»,
más el sufijo de la primera persona común singular, yo (apuntando al caso
genitivo: de mí, mío). Así que la traducción precisa de ambas palabras es: «Mi
maestro».
¡Hasta
la próxima!
Jesús como el «Mesías», la teoría del aplazamiento del reino y la teoría del reemplazo del Israel étnico por la iglesia
Algunas
puntualizaciones necesarias en el debate «dispensacionalismo» versus «teología del pacto»
Héctor
B. Olea C.
Como es bien sabido, en el calor de los debates, de las ideas enfrentadas y en el afán de cada corriente de pensamiento por demostrar los errores del contrario y poner de relieve sus pretendidas verdades; no es menos cierto que posiblemente ninguna de las partes enfrentadas se atrevan a reconocer (y esto es más crítico en relación a la Biblia) que ninguna de ellas posee la verdad absoluta, y que muy probablemente (es más, con toda seguridad), ambos sistemas no logran superar el hecho de contar con algunos eslabones perdidos, o mal fabricados (construidos).
Ahora bien, pienso
que si nos situamos un poco afuera del debate (en un punto equidistante de
ambos extremos) y asumimos una postura crítica (más bíblica por supuesto)
tanto frente al dispensacionalismo (en cualquiera de sus formas) y frente a la
teología del Pacto (en cualquiera de sus formas); estaremos en una posición muy
ventajosa, en una situación que nos capacitará para ver los posibles aciertos y
desaciertos de cada uno de estos dos enfrentados sistemas de pensamiento
teológico y modelos para la lectura de la Biblia y la historia universal.
¿En la expresión «joi ídioi» estamos todos? Una observación pertinente en relación a Juan 1.11
Héctor
B. Olea C.
A modo de introducción:
Me es preciso aclarar que el desarrollo del
presente artículo tiene como antecedente un post que originalmente publiqué en
Facebook, y que aquí incluyo a modo de introducción. Luego, por ciertas reacciones
que tuvo dicho post, me vi en la necesidad de profundizar un poco más en
ciertos detalles en varios post más, y que en cierta forma están resumidos en
este artículo que ahora pongo a consideración.
Libro La Biblia judia y la Biblia cristiana
Estado de conservacion: New. Language: Spanish Brand New Book. Los descubrimientos de Qumran en el Mar Muerto han aportado nuevos datos sobre la historia de la Biblia en los siglos del origen y desarrollo del judaismo y del cristianismo. Este libro reune los conocimientos cientificos actuales sobre la historia de la Biblia: la formacion de sus colecciones de libros canonicos y apocrifos, la transmision y traduccion de su texto y su interpretacion dentro del contexto tanto del judaismo como del cristianismo. Asimismo establece puentes entre campos y tendencias muy diversas: literatura canonica y apocrifa, la escritura y la oralidad, la literatura biblica y el entorno social (grupos de fariseos, saduceos, esenios, judeocristianos.), la tradicion biblica y la clasica grecorromana, el desarrollo de la exegesis de rabinos y de cristianos contrastada con la exegesis critica moderna, la tradicion frente a la innovacion, filologos e historiadores, hebraistas y helenistas, literalistas y alegoristas, desde una perspectiva hermeneutica.La tercera edicion de 1998, revisada por el autor, ya incorporaba los nuevos datos y planteamientos en torno a la literatura y a los manuscritos de Qumran publicados desde la primera edicion del ano 1993 y sometia a discusion las numerosas cuestiones debatidas: la fluidez del canon y del texto biblico, las reediciones de libros biblicos, sus textos «marginales» de Qumran, el trasfondo judio de la exegesis cristiana, o el influjo de lo semitico y de lo helenico en el cristianismo.Esta cuarta edicion actualizada anade una panoramica de los cambios operados en los ultimos anos en el modo de leer e interpretar la Biblia.
ENLACE DEL LIBRO
ENLACE DEL LIBRO
Aprende Hebreo y Griego bíblico
¿Qué fue lo que en realidad le dijo Jesús a María Magdalena? ¿Qué no lo tocara o que dejara de tocarlo?
Un análisis del texto griego de Juan 20.17
Héctor B. Olea C.
¿Qué fue lo que en realidad le dijo Jesús a
María Magdalena? ´1) ¿Qué no lo tocara, es decir, que no diera inicio a una
acción? O 2) ¿Que dejara de tocarlo, o sea, que suspendiera una acción ya
iniciada y en proceso? ¿Qué es lo que en realidad permite decir y concluir el
texto griego de Juan 20.17?
Por mucho tiempo, principalmente gracias a la
Reina Valera 1909 y 1960, se ha hecho muy popular (sobre todo en el ambiente
protestante y evangélico hispano hablante) la idea de que Jesús le dijo a María
Magdalena: ¡«No me toques»!, o sea, que no iniciara una acción. En
consecuencia, a la luz de dichas versiones, aparentemente se supone que el
texto griego que está detrás de dicha traducción, implica un mandato que
procura evitar que una acción inicie, que no ocurra, que no tenga lugar, en
suma, que María no ose tocar el cuerpo del resucitado. Pero, ¿es ese el
verdadero matiz del texto griego de Juan 20.17?
Dos tipos
de aspectos en las prohibiciones en la lengua griega koiné
En la lengua original del NT existen dos
tipos básicos de mandatos y prohibiciones: por un lado, existen los mandatos o
prohibiciones en tiempo aoristo (por lo general en modo subjuntivo); y por otro
lado, los mandatos o prohibiciones en tiempo presente (por lo general en modo
imperativo).
Los mandatos o prohibiciones en tiempo
presente apuntan a un tipo de acción durativa y continua, mientras que los mandatos
o prohibiciones en tiempo aoristo apuntan a una acción puntual y específica.
En tal sentido, 1) los mandatos que demandan la
continuidad de una acción ya iniciada, con la intención de que dicha acción se
mantenga y permanezca, se dan en tiempo presente; 2) así como las prohibiciones
dirigidas a detener una acción ya iniciada, ya existente, para que no continúe
y que cese de manera definitiva, también se dan en tiempo presente; 3)También se
dan en tiempo presente los mandatos o prohibiciones que procuran evitar el
inicio de una acción no iniciada (imperativo preventivo).
Por otro lado, 1) los mandatos que demandan que
en un momento determinado inicie una acción, se dan por lo general en tiempo
aoristo; 2) así como las prohibiciones dirigidas a detener en un momento
determinado una acción ya iniciada, sin la intención de que dicha prohibición se
mantenga; 3) también se dan en tiempo aoristo los mandatos que en un momento
determinado procuran evitar el inicio de una acción.
Ahora bien, observando el texto griego del
pasaje en cuestión, nos percatamos de que en el mismo, en realidad estamos ante
una construcción gramatical que indica un mandato que procura detener una
acción ya iniciada, ya en proceso, en plena y franca realización, para que no continúe.
Dicha construcción gramatical consiste en el
uso de la palabra «me» (no), que se emplea con los modos distintos al modo
indicativo; más la forma verbal «jáptu», que es una forma verbal en tiempo
presente, modo imperativo, en la segunda persona del singular (tú), con forma
de la voz media, pero con el sentido de la voz activa; esto así puesto que
procede de un verbo defectivo o deponente, o sea, «jáptomai»: que significa: “Yo
toco”, “yo alcanzo”, “yo pongo la mano sobre”, “yo acometo”, “yo retengo”, “yo
me aferro”, etc.
En consecuencia, la expresión griega «me mu
jáptu» (prohibición o mandato negativo en tiempo presente, no de tiempo aoristo)
ha de traducirse: “No me sigas tocando”, “deja de tocarme”, “suéltame”, “deja
de aferrarte a mí”, “deja de retenerme”; o sea, demandando el cese una acción
ya iniciada, en pleno desarrollo.
Con razón, pues, hace mucho tiempo que ya se
leía: «Deja de tocarme», en la versión de la Biblia conocida como «Biblia de
Jerusalén». Igualmente ya era y es acertada aquí la «Traducción del Nuevo Mundo
de las Santas Escrituras», cuando tradujo: «Deja de colgarte de mí».
En conclusión, es acertada la traducción de
Juan 20.17, de toda y cualquier versión de la Biblia que traduzca dicho pasaje
comunicando la idea de que estamos aquí ante un mandato que procura hacer cesar
una acción ya iniciada, una acción ya en proceso y desarrollo.
En suma, el texto griego de Juan 20.17 indica que Jesús le pide a María
Magdalena que deje de tocarlo, que lo suelte, que deje de aferrarse a ella. Esto
significa que cuando Jesús le dijo a María «Deja de tocarme» («Deja de colgarte
de mí»), era porque ya María Magdalena se había arrojado y se había asido del
cuerpo del resucitado.
Finalmente, otras versiones que como la «Traducción
del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras» (Deja de colgarte de mí) y la «Biblia
de Jerusalén 1998» (Deja de tocarme), han traducido a Juan 20.17 de manera
acertada son: la Nueva Versión Internacional (Suéltame), la Nueva Biblia
Española (Suéltame), Reina Valera Actualizada 1989 (Suéltame), la Biblia de las
Américas (Suéltame), la Nueva Traducción Viviente (No te aferres a mí), Torres-Amat
(No me toques más), entre otras.
Un caso curioso y muy lamentable es que la
llamada «Reina Valera Contemporánea RVC» (año 2011), la más reciente revisión de
la serie Reina Valera realizada por las Sociedades Bíblicas Unidas, persista en
repetir el error de la Reina Valera 1960, al traducir «No me toques».
¡Hasta
la próxima!
“…Estarás conmigo en el paraíso…” (Lucas 23.43) ¿Un problema filológico-textual o un problema filosófico-teológico?
Al introducirme en este análisis, admito que soy consciente del campo de batalla que ha significado para el pensamiento cristiano la traducción e implicaciones de Lucas 23.43. ¿Hay vida después de la muerte? ¿Es el estado de muerte un sueño, o un estado de plena conciencia? ¿Se entra o no, inmediatamente con la muerte, en el estado de retribución definitiva?
Por un lado, identificados con la idea de la
inmortalidad del alma, hay quienes defienden la traducción que se lee en la
mayoría de las versiones castellanas de la Biblia, en armonía con la «Reina
Valera 1960», cito: “Entonces Jesús le
dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”.
¿Por qué, Juan? Las perspectiva de Juan versus la de los sinópticos
¿Por qué, Juan?
Las perspectiva de Juan
versus la de los Sinópticos
Cuatro casos concretos
Héctor
B. Olea C.
Como en cualquier
otro campo, ámbito o área, también en los estudios bíblicos, teológicos y de la
vida eclesial, hay cosas que resultan inexplicables o difíciles de entender y
conciliar.
En este artículo
quiero abordar precisamente una de esas cosas o situaciones difíciles de
explicar en el ambiente bíblico-teológico-eclesial. Me refiero a la
preeminencia que tiene el evangelio de Juan respecto de los sinópticos en
cuanto a algunos aspectos de la terminología, jerga o lenguaje cristiano. Esto
a pesar de que no fue Juan el primer evangelio en ser escrito, sino el último,
siempre que nos quedemos dentro de los límites del canon.
«Padre, perdónalos» (Lucas 23.34), un problema serio de crítica textual. Por Héctor B. Olea C.
Audio de la sección Análisis, teología, perspectiva; del programa Sendero de Esperanza correspondiente al domingo 20 de Marzo del 2016.
En esta ocasión el biblista Héctor Benjamín Olea Cordero aborda el tema:
«Padre, perdónalos» (Lucas 23.34), un problema serio de crítica textual.
A propósito de la tradición de la cuaresma y de las inconsistencias en las versiones de la Biblia
De saber que en 1
Corintios 11.2 (RV 1960: las instrucciones); 2 Tesalonicenses 2.15 (RV 1960: la
doctrina) y 2 Tesalonicenses 3.6 (RV 1960: la enseñanza); está en el texto
griego la misma palabra que se tradujo «tradición» en Mateo 15.2, 3, 6 y en Marcos 7.3, 5, 8, 9,
13, y con la misma carga semántica; pienso que ese sector del cristianismo
protestante y evangélico que por lo general se ha caracterizado por tener y mantener
una idea tan negativa del concepto de la «tradición» (griego «parádosis»); debería
repensar su postura y cambiar de idea, así de sencillo.
Por supuesto, no
tiene la culpa el referido sector de la comunidad protestante y evangélica, de
que la versión Reina Valera 1960, se haya mostrado una vez más inconsistente y
originadora de conflictos.
Observemos ahora, cómo
tradujo la palabra «parádosis» la versión popular Dios Habla Hoy, en estos tres
últimos pasajes citados:
“Los felicito porque siempre se acuerdan de mí y
mantienen las tradiciones que les trasmití” (1 Corintios 11.2)
“Así que, hermanos, sigan firmes y no se olviden de
las tradiciones que les hemos enseñado personalmente y por carta” (2 Tesalonicenses 2.15)
Nótese que en este
pasaje, aunque Reina Valera tradujo en singular “la doctrina”, en el griego originalmente está en plural, como en el
pasaje anterior.
“Hermanos, les ordenamos en el nombre de nuestro
Señor Jesucristo, que se aparten de cualquier hermano que lleve una conducta
indisciplinada y que no siga las tradiciones que recibieron de nosotros” (2 Tesalonicenses 3.6)
Nótese que en este
pasaje, aunque Reina Valera tradujo en singular “la enseñanza”, en el griego originalmente está en plural, como en
el pasaje anterior.
En resumen: Es correcto y positivo hablar de una
“tradición cristiana” y de “elementos tradicionales” en la fe cristiana.
Al final, como muy bien lo plantea Héctor Mandrioni:
“Nacemos, nos movemos y existimos en el seno de un legado de contenidos que nos
fundan y al que desde el inicio pertenecemos” («El tiempo y
la historia», página 47).
¡Buenas tardes!
Última convocatoria para la matriculación a los cursos virtuales de griego que inician esta misma semana
Última convocatoria para las personas
interesadas en nuestros cursos virtuales de griego, para las dos sesiones que
iniciaremos esta misma semana.
El próximo jueves, a las 6:00 PM (horario de
República Dominicana), estaremos dando apertura al curso de griego nivel
avanzado.
El próximo sábado, a las 4:00 PM (horario de
República Dominicana), estaremos dando apertura al curso de griego nivel
básico.
Las personas interesadas en cualquiera de
estos dos cursos, favor de matricularse ya, y ponerse en contacto conmigo, así
de sencillo.
Mi correo electrónico es: benjamin.olea30@gmail,com
Mi número de celular y Whatsapp es: +1809-849-8133
¡Para servirle!
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El principal objeto de esta publicación es dar a conocer -por primera vez en traducción castellana- la literatura apócrifa judía del período intertestamentario. La edición que presentamos contiene, además de la versión de los textos, una introducción general a toda la obra, introducciones especiales para cada libro y notas explicativas.
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- Diccionario de hebreo bíblico de Moisés Chávez
- La Biblia Desenterrada
- El caso de Onán (la masturbación y los métodos anticonceptivos) y el uso del verbo “abortar” en la Biblia
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La gente de Sodoma versus la tribu de Benjamín
Una comparación crítica, justa y necesaria
Héctor B. Olea C.
A
modo de introducción:
La intención de llevar a cabo este estudio
comparativo de Génesis 19 y Jueces 19, tiene como objetivo principal, el
mostrar que al margen de los hechos, hay muchos factores que intervienen y
marcan la forma en que hablamos y asumimos la vida de una persona, un pequeño
grupo y hasta un segmento considerable de un grupo mayor.
O sea, que dos personas o dos pueblos, pueden
cometer las mismas atrocidades, pero no ser igual el juicio que reciban de la
historia. Incluso, podría ser que la persona o grupo que cometa el crimen
mayor, sea a la vez el más beneficiado con el beneficio de la duda, y con una opinión
comprensiva, favorable y hasta de cierta complicidad.
Entonces, ¿merecen Sodoma y Gomorra que se
replantee la acusación que todavía pesa sobre ellas? ¿Merecen Sodoma y Gomorra
que se reformule el expediente que persiste en su contra? ¿Merecen o no, Sodoma
y Gomorra un juicio justo?
Comencemos, pues, nuestra aventura.
Elementos comunes a ambos relatos, observaciones
y comentarios según cada apartado
1) Alguien recibe a unos forasteros o u huésped en su casa
En Génesis 19. Es Lot (19.1-2)
En Jueces 19 es un anciano forastero de Gabaa
–Guibeá-(19.16)
2) El encuentro del anfitrión con su huéspedes es casual y
no planificado
“Llegaron,
pues, los dos ángeles a Sodoma a la caída de la tarde; y Lot estaba sentado a
la puerta de Sodoma. Y viéndolos Lot, se levantó a recibirlos, y se inclinó
hacia el suelo, 2y dijo: Ahora, mis señores, os ruego que vengáis a
casa de vuestro siervo y os hospedéis, y lavaréis vuestros pies; y por la
mañana os levantaréis, y seguiréis vuestro camino” (Génesis 19.1-3)
“16Y he aquí un hombre viejo que
venía de su trabajo del campo al anochecer, el cual era del monte de Efraín, y
moraba como forastero en Gabaa; pero los moradores de aquel lugar eran hijos de
Benjamín. 17Y alzando el viejo los ojos, vio a aquel caminante en la
plaza de la ciudad, y le dijo: ¿A dónde vas, y de dónde vienes? 18Y
él respondió: Pasamos de Belén de Judá a la parte más remota del monte de
Efraín, de donde soy; y había ido a Belén de Judá; mas ahora voy a la casa de
Jehová, y no hay quien me reciba en casa” (Jueces 19.16-18).
3) Los huéspedes aceptan la gentil invitación:
“Mas él
porfió con ellos mucho, y fueron con él, y entraron en su casa; y les hizo
banquete, y coció panes sin levadura, y comieron” (Génesis 19.3)
“Y el hombre
anciano dijo: Paz sea contigo; tu necesidad toda quede solamente a mi cargo,
con tal que no pases la noche en la plaza. 21Y los trajo a su casa,
y dio de comer a sus asnos; y se lavaron los pies, y comieron y bebieron” (Jueces 19.20-21)
4) Una parte del pueblo (¿todo el pueblo?) como una turba,
le pide al anfitrión que saque a sus huéspedes y se los entreguen para abusar
de ellos sexualmente
“Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la
ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta
el más viejo. 5Y llamaron a Lot, y le dijeron: ¿Dónde están los
varones que vinieron a ti esta noche? Sácalos, para que los conozcamos” (Génesis 19.4-5)
“Pero cuando
estaban gozosos, he aquí que los hombres de aquella ciudad, hombres perversos,
rodearon la casa, golpeando a la puerta; y hablaron al anciano, dueño de la
casa, diciendo: Saca al hombre que ha entrado en tu casa, para que lo
conozcamos”
(Jueces 19.22)
5) El anfitrión intenta disuadir a la turba, entregándoles dos
mujeres para que abusen sexualmente de ellas con tal de que desistan de abusar
sexualmente de los huéspedes varones
“Entonces Lot
salió a ellos a la puerta, y cerró la puerta tras sí, 7y dijo: Os
ruego, hermanos míos, que no hagáis tal maldad. 8He aquí ahora yo
tengo dos hijas que no han conocido varón; os las sacaré fuera, y haced de
ellas como bien os pareciere; solamente que a estos varones no hagáis nada,
pues que vinieron a la sombra de mi tejado” (Génesis 19.6-8)
“Y salió a
ellos el dueño de la casa y les dijo: No, hermanos míos, os ruego que no
cometáis este mal; ya que este hombre ha entrado en mi casa, no hagáis esta
maldad. 24He aquí mi hija virgen, y la concubina de él; yo os las
sacaré ahora; humilladlas y haced con ellas como os parezca, y no hagáis a este
hombre cosa tan infame”
(Jueces 19.24-25)
Observación: En el caso de
Génesis 19, la turba no acepta la propuesta de abusar de las mujeres en lugar
de los huéspedes varones, e insiste hasta en echar abajo la puerta de la casa
con la amenaza incluso de abusar de Lot (19.9). Al final la turba no logró su objetivo
porque los mensajeros celestiales intervinieron ocasionándoles una ceguera
temporal a la turba (19.10-11).
En relato de Jueces 19, la turba sí aceptó el
cambio de las mujeres por el joven levita, pero curiosamente, el relato no dice
nada de lo que ocurrió con la joven virgen hija del anciano anfitrión; pero sí
describe con crudeza cómo abusó la turba de la mujer del joven levita, hasta
causarle la muerte (Jueces 19.23-26).
6) Ninguna de las dos turbas lograron su objetivo, pero hubo
consecuencias
En el relato de Génesis 19, la única consecuencia
directa de la vil acción de la turba, fue la ceguera temporal con que la
hirieron los mensajeros celestiales. En verdad, y a la luz del mismo relato, el
decreto del exterminio de Sodoma y Gomorra no estuvo determinado por la acción
de la turba (19.13).
En el relato de Jueces 19, la consecuencia
directa de la acción de la turba fue que la tribu de Benjamín recibió un castigo
tal por parte del resto de las tribus de Israel que puso en peligro de
exterminio a la tribu de Benjamín (Jueces 20 y 21)
Observación: Según la narración
bíblica, no tuvieron antes ni después, los habitantes de Sodoma, una acción
similar a la aquí relatada; pero han sido acusados de por vida, como amantes de
las relaciones homosexuales, como homosexuales
empedernidos.
Curiosamente, tampoco los habitantes de Gabaa
(Guibeá), ni antes ni después volvieron a llevar a cabo una acción parecida,
según el relato bíblico; pero a diferencia a lo ocurrido con los habitantes de
Sodoma, a nadie se le ha ocurrido acusar a los benjaminitas de ser homosexuales
habituales y empedernidos.
Evaluación
crítica:
En primer lugar, son innegables las
similitudes entre los dos relatos comparados (Génesis 19.1-11 y Jueces
19.14-26); sin embargo, es obvio que la reflexión posterior no ha sacado las
mismas consecuencias. Esto así, a pesar de que en el relato de Jueces 19, a
diferencia del de Génesis 19, sí se afirma que los benjaminitas de la turba
eran “hombres perversos” (Jueces 19.22).
En segundo lugar, llama la atención que en
ambos relatos resulte preferible que la turba viole y abuse de dos mujeres, incluso
aunque perdiesen la vida, antes de que un varón fuese abusado sexualmente por
otro varón. Es claro que está detrás de esta actitud la idea evidentemente
patriarcalista, de ver y asumir como peor y no por razones moralistas, el que
un varón asumiera aun de manera forzada o violenta (en contra de su voluntad), un
papel que se entendía que era propio de la mujer (el ser penetrada) en las
relaciones sexuales.
En tal sentido, me permito ahora traer a
colación 1 Samuel 20.30, a manera de ilustración, un pasaje que analicé con
detalles para la elaboración de mi libro: ¿Y si David y Jonatán fueron algo más
que muy buenos amigos? Aquí sólo haré mención de las conclusiones.
¿Y si David y Jonatán fueron algo más que muy buenos amigos?
La importancia de este pasaje en esta discusión
es que presenta a Saúl reaccionando frente a Jonatán con una actitud que deja
entrever que Saúl parece tener la sospecha que la relación de su hijo con David
va más allá de una simple amistad. Por supuesto, traigo a colación este pasaje
porque pienso que la reacción de Saúl tiene como referente la misma idea que
explica el preferir que una mujer sea abusada sexualmente, antes que el varón. Cito:
Con
el verbo “bajar” (elegir): “Y se encendió en cólera Saúl con Jonatán, y le
dijo: -¡Hijo de mujer depravada y rebelde! ¿A caso no sé yo que tú has escogido
al hijo de Isaí, para vergüenza tuya y para vergüenza del sexo de tu madre?”
Con
el verbo “jabar” (asociarse, unirse): “Y se encendió en cólera Saúl con
Jonatán, y le dijo: -¡Hijo de mujer depravada y rebelde! ¿A caso no sé yo que
tú te has unido con el hijo de Isaí, para vergüenza tuya y para vergüenza del
sexo de tu madre?”
Traducción
de la Septuaginta :
“Y se enfureció mucho Saúl con Jonatán y le dijo: ¡Hijo de muchacha rebelde!:
¿Acaso no sé yo que tú eres compañero del hijo de Isaí, para vergüenza tuya, y
para vergüenza del sexo de tu madre?”
Después
de presentar mis propias traducciones de 1 Samuel 20.30, quiero dejar claro que
me inclino por la traducción que sigue la corrección masorética, o sea, la que
tiene el verbo “jabar” (unirse a), y no la que tiene el verbo “bajar”
(escoger). Esto así, pues considero que en el contexto del relato es la que
mejor encaja, y porque también es la lectura que siguió la Septuaginta.
En verdad no parece que el verse envuelto Jonatán en
una posible conspiración contra su propio padre fuera algo que Saúl considerara
como vergonzoso hasta para su propia madre; además de que, como ya vimos, no
hay evidencia alguna de que David y Jonatán conspiraran en alguna forma contra
Saúl y su reino.
Además, la conspiración y la traición siempre fueron
muy comunes en la monarquía. Considérese los siguientes pasajes bíblicos: 2
Samuel 15.12; 1 Reyes 15.27; 16.2, 9; 2 Reyes 9.14; 15.10, 15, 25, 30; 2
Crónicas 24.21
Pero una relación amorosa de tipo homosexual entre
David y Jonatán, sin duda que sí sería una afrenta para el honor de Saúl como padre
y como hombre, como varón; y una vergüenza para su madre, como mujer, al saber
que su hijo entraba en una relación en que su hijo asumía un rol propio de
mujer, como ella.
Volviendo, pues, a Génesis 19 y Jueces 19, es
claro que nuestra mentalidad de hoy no comparte la idea de que en caso de una
amenaza de violación, específicamente a las mujeres, como también si la amenaza
de violación fuere dirigida específicamente a los varones; no es cierto que hoy
haremos lo que vimos hacer en ambos relatos: entregar a la mujer, y que sea
abusada, como si ningún valor tuviera para su pareja, su familia, y para la
comunidad de la cual ella es parte. Es que sencillamente, las sociedades de hoy
no comparten esa visión tan pobre y miserable que tenía respecto de la mujer, la
cultura hebrea y las de los pueblos circunvecinos, contextos socioculturales en
que precisamente surgieron los textos bíblicos. .
En tercer lugar y, finalmente, es claro que
en ambos relatos estamos ante una violación a la ley de la hospitalidad, una humillación
vía una violación sexual por una turba del pueblo, y no frente a una actitud
habitual y normal de unas relaciones homosexuales responsables, estables, con
una entrega voluntaria, sin coerción alguna, con amor y afecto incluidos.
Desde la perspectiva de la ley de la
hospitalidad, y relacionado con lo comentado en el apartado número dos, R de
Vaux («Instituciones del AT») comenta que eran considerados tan sagrados los huéspedes,
que Lot como el anciano, como anfitriones, están dispuestos a sacrificar el
honor de sus hijas para proteger a sus huéspedes; y que la única razón, dada
por cierto en ambos relatos, es que los huéspedes habían entrado bajo sus
techos (Génesis 19.8 y Jueces 19.23). Ahora bien, salta a la vista, específicamente
en el relato de Jueces 19, que la mujer no gozaba del estatus de huésped. Por
tal razón, con una naturalidad sorprendente, habla el anciano y le ofrece a la
turba su hija virgen y la propia mujer del joven levita que sí tenía el estatus
de huésped. Claro está, una evidencia de que esa era la norma, es que la turba
pide que le entreguen al joven levita, y el anciano habla de su huésped, sin
considerar a la mujer de éste que junto con él había entrado bajo su techo
(Jueces 19.22-24).
En cuarto ligar, es obvio que los Benjaminitas
no fueron mejores que los de Sodoma y Gomorra, pero los prejuicios que históricamente
se han desarrollado en torno a los habitantes de Sodoma y Gomorra, dentro y fuera
de la tradición bíblica; no se han desarrollado en cambio, con relación a los Benjaminitas,
a pesar de que ambos relatos, en iguales condiciones, hablan de dos hechos concretos,
no habituales, e irrepetibles.
Es más, mientras que en el relato de Génesis 19
no se dice nada del carácter de los habitantes de Sodoma y Gomorra, no así de los
Benjaminitas, a los cuales se hizo referencia con el calificativo de “hombres perversos”,
en el texto hebreo literalmente «hijos de belial» (Jueces 19.22); pero
lamentablemente nadie parece darse por enterado de este detalle, así de
sencillo.
¡Hasta la próxima!
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