Ahora le tocó al griego
(clásico y koiné)
Cuestiones de
lingüística, gramática y traducción bíblicas
Héctor B. Olea C.
En un artículo anterior abordé los valores fonemáticos de la letra española «c», y de la letra hebrea «kaf».
Pero en este artículo me he propuesto analizar los valores fonemáticos de la letra española «g», y de la letra griega «gámma».
Como dije en mi artículo anterior, la simple transliteración o transcripción, revela el nivel de comprensión de su proponente, tanto de la lengua de partida, como de la lengua de llegada.
Por supuesto, no podemos perder de vista que el estudio científico de la lengua involucra tres aspectos: el fónico o de los sonidos (estudiado por la fonética y la fonología), el formal o gramatical (estudiado por la morfología y la sintaxis), y el sémico, el de los significados de las palabras (estudiado por la semántica y la lexicología).
Ahora bien, cabe preguntar qué tanto conoce el estudiante de las lenguas bíblicas de su propia lengua materna respecto de los tres aspectos mencionados; en otras palabras, ¿qué tanto de lingüística general sabrá el estudiante de lenguas bíblicas?
Pero también, ¿qué tanto ha logrado saber de estos mismos tres aspectos, respecto de la lengua bíblica que está estudiando, o de la cual ha estudiado algo?
Precisamente, lo que me he propuesto con estas líneas es poner de relieve que la aparente simple transliteración o transcripción también pone de relieve el nivel de comprensión que tiene una persona de la lengua bíblica, en este caso, del griego koiné, del griego bíblico, incluso del griego clásico.
Obviamente, no es posible olvidar que con la transliteración se procura transmitir el significado, la expresión, la cadena fónica que constituye una palabra en la lengua fuente (con la mayor fidelidad posible, a la luz de las características fonemáticas de la lengua fuente y de la lengua receptora); y que, con la traducción, se procura transmitir su significado (también con la mayor fidelidad posible).
En tal sentido, si queremos realizar una transliteración del griego koiné al español que refleje con la mayor exactitud posible la cadena fónica que constituye una palabra o frase en el griego koiné (bíblico); es vital estar al tanto de los fonemas que representan en cada caso, las letras que conforman una palabra en griego koiné, sin perder de vista que hay más letras que fonemas y que una misma letra puede representar más de un fonema.
El fonema es la unidad
lingüística más pequeña, carente de significado. Es la unidad fonológica más
pequeña en que puede dividirse un conjunto fónico (palabra, frase, oración).
Consecuentemente, yerra la persona que supone que toda letra del alfabeto griego, en todo momento, en toda palabra, incluso en caso de repetirse en una misma palabra; siempre va a realizar o representar el mismo fonema, que en cada caso ha de tener el mismo valor fonemático.
Por tal razón, a manera de ilustración, quiero analizar dos casos concretos, pero antes, me parece importante enfatizar dos cosas:
La primera, la necesaria distinción que hay que mantener y comprender entre la grafía o letra como tal, y su valor fonemático (el fonema o fonemas que puede representar en una cadena fónica).
La segunda y, relacionada con la anterior, que toda palabra, así como cada frase, sintagma u oración, etc., constituyen «cadenas fónicas».
Primer caso: el uso y los valores fonemáticos de la letra española «g»
En la palabra «gitano» (fonemáticamente: «jitano»), por ejemplo, es demasiado evidente que la letra «g» realiza el fonema «j», que es el fonema que realiza o representa dicha letra (o grafema) cuando es seguida por los fonemas vocálicos «e» (génesis, gemelos), e «i» (agitado, ágil).
Sin embargo, la misma letra «g» realiza el fonema «g» (como en «gato»), cuando es seguida, cuando forma sílaba con los fonemas vocálicos «a» (gasto, ganas); «o» (gozar, algo); «u» (gusto, vulgo).
Luego, para realizar el fonema «g» (como en «gato»), con los fonemas vocálicos «i», «e», a la letra española «g», en el plano de la escritura, se le interpone la letra «u» (sin valor fonemático), como en «guerra», «aguerrido», «guepardo», «guitarra», «guiso», «aguinaldo».
Segundo caso: el uso y los valores fonemáticos de letra griega «gámma»
En conformidad a la pronunciación erasmiana, la letra griega «gámma» puede representar dos fonemas.
En primer lugar, realiza siempre el fonema consonántico «g» (como la «g» española en «gato») cuando forma sílaba con los fonemas vocálicos (a, e, i, o, u).
Y según la pronunciación reucliniana, puede realizar incluso el fonema «ye», como en «yeso», «yema», frente a los sonidos vocálicos «e», «i».
En segundo lugar, realiza siempre el fonema consonántico «n», cuando está delante de otra «gámma», delante de la «káppa», delante de la «xi» y delante de la «ji».
En tercer lugar, la letra «gámma» griega también puede formar grupos consonánticos inseparables como la «g» española, con el fonema consonántico «ele» (glucosa, glúteo, iglesia); y con el fonema consonántico «erre» (gremio, grupo, griego).
Por ejemplo: «glóssa» (lengua), «glikís» (dulce), «gráfo» (yo escribo), «grámma» (letra, escritura), «grafé» (escrito, escritura), «grammatéus» (escriba).
Consecuentemente, para poder establecer con precisión el fonema que está realizando la letra «gámma» griega, hay que considerar, en primer lugar, si está formando sílaba con una vocal (la que fuere), situación en la que siempre realizará el fonema de la «g» española como en «gato» (ga, gue, gui go gu).
En segundo lugar, si está delante de otra «gámma», delante de la «káppa», delante de la «xi» o delante de la «ji», pues en estos casos siempre realizara el fonema consonántico «n».
En tercer lugar, si la «gámma» está formando un grupo inseparable como la «g» española, con el fonema consonántico «ele», y con el fonema consonántico «erre».
Por supuesto, perder de vista lo que establece la gramática (y ortografía) griega respecto de los usos de la letra «gámma» y sus valores fonemáticos, ha de producir una mala comprensión de su funcionamiento, del fonema que representa en cada caso, y una defectuosa transliteración, en este caso, del griego al español (la transliteración también es contextual).
Finalmente, para una mejor ilustración y comprensión, anexo dos imágenes donde de manera gráfica expongo la forma en que la letra griega «gámma» realiza el fonema consonántico «g», así como el fonema consonántico «n».
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