¿Hay en el texto hebreo de Génesis 19.24 dos formas distintas del sagrado nombre que las versiones de la Biblia no han sabido diferenciar?
Cuestiones de gramática hebrea
Héctor B. Olea C.
De vez en cuando me entero de ciertas afirmaciones sobre los textos bíblicos en sus lenguas originales (y sobre las versiones de la Biblia) que, sin duda alguna, ponen de manifiesto indiscutibles errores de comprensión y un inocultable desconocimiento de las lenguas bíblicas, incluso de la lengua materna, y de la labor de traducción.
En tal sentido, no puedo negar que me llamó la atención el post que alguien publicó en las redes sociales, en el cual da por sentado que en el texto hebreo de Génesis 19.24 hay dos formas distintas del sagrado nombre que, sin embargo, las versiones de la Biblia las han asumido como si fueran la misma, una misma. ¿Será esto cierto?
A continuación, mi respuesta.
En primer lugar, es preciso tomar en cuenta que en el hebreo bíblico (y en el arameo bíblico) hay algunos morfemas gramaticales que se emplean prefijándolos al sustantivo (y a verbos), como prefijos (morfemas gramaticales dependientes), y que no se emplean de manera independiente, separada, como ocurre en el griego y en el español (morfemas gramaticales libres, independientes).
Y entre estos morfemas gramaticales están: el artículo determinado (el hebreo, el arameo y el griego carecen de la figura del artículo indefinido o indeterminado), tres principales preposiciones, y la conjunción copulativa “ve” (y, entonces).
En segundo lugar, cuando la conjunción “ve” se prefija a un sustantivo que inicia con un “shevá compuesto” (combinación de un shevá simple y una vocal corta), la conjunción recibe la vocal del “shevá compuesto”.
En tercer lugar, técnicamente, la vocalización del tetragrámaton en la Biblia Hebrea (Códice de Leningrado), cuando está sólo, cuando no está precedido del nombre “adonay”, recibe las vocales del mismo nombre “adonay”; pues cuando está precedido de “adonay”, el tetragrámaton recibe la marca de la vocalización del sustantivo “elojím”.
Ahora bien, resulta que el nombre “adonay” inicia precisamente con la figura del “shevá compuesto” (hay en hebreo tres shevas compuestos), específicamente el llamado “jatéf pátaj”, que involucra la vocal “pátaj” (a).
En cuarto lugar y, consecuentemente, la primera mención del sagrado nombre en Génesis 19.24 pone de manifiesto la presencia de la conjunción “ve” (y, entonces), como prefijo (como morfema gramatical dependiente); y como este presupone el “shevá compuesto” con la vocal “pátaj” (a), la conjunción “ve” recibe la vocal “pátaj” (a), y es la razón de la morfología de la primera mención del tetragrámaton en Génesis 19.24.
Pero la segunda mención del mismo tetragrámaton en Génesis 19.24 aparece de forma regular, porque esta vez no tiene la conjunción “ve” prefijada.
En todo caso, un detalle que no quiero dejar de lado, consiste en que al tetragrámaton recibir la conjunción “ve” prefijada, la letra “yod” inicial del tetragrámaton, se aquieta, o sea, pierde su valor de consonante, y pasa a funcionar como vocal.
Además, en lo que respecta a la crítica textual, la diferencia morfológica que exhibe el tetragrámaton en Génesis 19.24, no es un problema de crítica textual.
En efecto, la clásica versión griega (Septuaginta, Los LXX) concuerda perfectamente con la primera mención del tetragrámaton (léase: «vadonáy»: “y el señor”, “entonces el señor”) en Génesis 19.24, al traducirla con la expresión «kái kírios»”.
Por supuesto, la traducción griega «kái kírios», pone relieve que el traductor del hebreo al griego tuvo de frente un texto hebreo donde la morfología de la primera mención del sagrado nombre, coincidía precisamente con la morfología que exhibe la primera mención del sagrado nombre en Génesis 19.24 en el Códice de Leningrado.
Por otro lado, en cuanto a si en Génesis 19.24 se habla de “dos señores distintos”, o de “un único o mismo señor”, el asumir la interpretación de aquí se habla de “dos señores diferentes”, al fin y al cabo, son “dos señores”, lo que viene a confirmar lo que he venido diciendo, que la morfología distinta que exhibe la primera mención de tetragrámaton respecto de la segunda, no implica un cambio semántico, como si cualquiera de las dos hiciera referencia a un señor (a un soberano), y la otra (cualquiera de las dos, por ejemplo, a un siervo o esclavo.
Lógicamente, el asumir la interpretación de que aquí se habla de un mismo y único señor, también es consistente con la explicación que aquí ofrezco, respecto de la morfología de la primera mención del Tetragrámaton en Génesis 19.24.
En tal sentido, llama la atención que la clásica versión griega (Septuaginta, los LXX) tradujo ambas formas del tetragrámaton con la misma palabra, o sea, “kírios” (señor, soberano), por supuesto, por razones sintácticas, en caso nominativo la primera mención (“kírios”), y en caso genitivo, la segunda (“kiríu”).
Finalmente, no es posible negar que en Génesis 19.24 la primera mención del tetragrámaton exhibe una morfología distinta a la regular, pero no es porque sea una forma distinta de escribir el tetragrámaton en hebreo, en la Biblia Hebrea ni porque implique un cambio semántico (de significado); sino más bien porque la primera mención del tetragrámaton tiene prefijado un morfema gramatical dependiente (una conjunción prefijada), y la segunda mención no.
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