El género gramatical empleado en Génesis 3.15 ¿Una clave para la interpretación cristiana de dicho texto?

El género gramatical empleado en Génesis 3.15

¿Una clave para la interpretación cristiana de dicho texto?

Héctor B. Olea C.

“Y pondré enemistad entre ti y la mujer, y entre tu simiente y la simiente suya; esta te herirá en la cabeza, y tú la herirás en el calcañar (talón)”

Análisis de la frase «entre ti»

En hebreo, la frase «entre ti», es «benejá», que consiste en la preposición «entre» («ben») más el sufijo pronominal de la segunda persona masculina singular, «ja» («tú» de género masculino).

Por supuesto, el empleo del sufijo pronominal de la segunda persona masculina singular, «tú» (haciendo referencia a la serpiente) es porque el sustantivo «serpiente» en hebreo («najásh») es de género masculino, aunque de género femenino en español.   

Análisis de la frase «tu simiente» (haciendo referencia a la simiente de la serpiente)

La traducción «tu simiente», corresponde al hebreo «zarajá», que consiste en el sustantivo de género masculino en hebreo, «zéra» (simiente, semilla, descendencia) más el sufijo pronominal de la segunda persona masculina singular, «ja» (tú de género masculino).

Por supuesto, el empleo del sufijo pronominal de la segunda persona masculina singular, «ja» («tú») adherido al sustantivo «zéra» (haciendo referencia a la simiente de la serpiente) es porque, como ya dijimos,  el sustantivo «serpiente» en hebreo («najásh») es de género masculino, aunque de género femenino en español.   

Análisis de la frase «la simiente suya» (haciendo referencia a la simiente de la mujer)

La traducción «la simiente suya» (haciendo referencia a la simiente de la mujer), en hebreo es «zaráj», que consiste en el sustantivo ya explicado, «zéra» (de género masculino), con el sufijo pronominal de la tercera persona femenina singular, «aj», pues está haciendo referencia a la simiente de la mujer («ishá», un sustantivo de género femenino).    

Análisis de la frase «esta te herirá» (haciendo referencia a la simiente de la mujer)

En la frase «esta te herirá en la cabeza», «esta» es la traducción del hebreo «ju» («hu»), que consiste en el demostrativo de distancia «ese», «aquél» (de género masculino), que también consiste en el pronombre personal de la tercera persona masculina singular («él»), empleado incluso como verbo copulativo de la tercera persona singular (es).  

En consecuencia, el contexto es el que ha de indicar si «ju» («hu») se está empleando como el pronombre personal de la tercera persona masculina singular (él), como pronombre demostrativo de distancia  (aquel, ese), también de género masculino, o si como el verbo copulativo (es).

Evidentemente, el empleo del demostrativo en género masculino aquí, se debe a que está haciendo referencia al sustantivo «simiente» («zéra») que es de género masculino en hebreo.

Análisis de la frase «tú la herirás en el talón» (haciendo referencia a la serpiente)

En la expresión «tú la herirás en el talón», la traducción «tú» corresponde al hebreo «atá», el pronombre personal de la segunda persona masculina singular (tú de género masculino), empleado aquí porque está haciendo referencia a la serpiente («najásh») que es un sustantivo de género masculino en hebreo.

En consecuencia, al margen de las interpretaciones que se han hecho, principalmente en los ambiente del cristianismo (en sus diversas y más variadas expresiones) de Génesis 3.15 (y del género gramatical aquí empleado), una cosa es segura: el empleo del género masculino para hacer referencia a la simiente de la mujer, es sencillamente porque es el que exige la gramática hebrea, por estar haciendo referencia a un sustantivo de género masculino, «zéra».  

En otras palabras, no se emplea el género masculino aquí porque esté indicando que la simiente de la mujer sería de género masculino, sino porque el sustantivo «zéra» (con el cual está relacionado sintácticamente) es de género masculino.

Con respecto a la versión griega, lo primero que tenemos que tener en cuenta es que el sustantivo «spérma» (equivalente del hebreo «zéra») es de género neutro.

Luego, que la versión griega haya empleado el pronombre adjetivo «autós» (de género masculino), para hacer referencia a la simiente de la mujer, es una traducción muy cuestionable y desacertada, por dos razones.

En primer lugar, porque parece ser el reflejo de una traducción excesivamente literal (por equivalencia formal) del pronombre demostrativo hebreo «ju» («hu»), que es de género masculino, porque, como ya dijimos, está haciendo referencia al sustantivo «zéra» que es de género masculino.  

En segundo lugar, porque en perfecta correspondencia al género neutro del sustantivo griego «spérma» (neutro de la tercera declinación), se esperaría el empleo del demostrativo en género neutro, «túto».

Sin duda alguna, llama la atención la manera en que el traductor al griego sacrificó la debida concordancia griega con tal de favorecer una indebida e incorrecta traducción por equivalencia formal del pronombre demostrativo  hebreo «ju» («hu»).

Además, en cierta forma, más acertada que «autós» habría sido una traducción empleando el demostrativo griego en género masculino singular «jútos».

En todo caso, la traducción acertada, en una perfecta correspondencia con el sustantivo neutro empleado, «spérma», habría sido, «túto».

Finalmente y, por supuesto, cada quien tiene el derecho de interpretar Génesis 3.15 como más le convenga, pero una decidida e indiscutible honestidad intelectual debería llevarnos a tomar en serio las implicaciones del análisis del texto hebreo que aquí compartimos.

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