Mateo 26.26 y 28 y «El Nuevo Testamento Interlineal Palabra por palabra», curso online de griego bíblico


 

Mateo 26.26 y 28 y «El Nuevo Testamento Interlineal Palabra por palabra»

Acierto e inconsistencia

Cuestiones de lingüística, gramática, exégesis y traducción bíblicas  

Héctor B. Olea C.

Después de haber puesto en evidencia la forma desacertada en que el «Nuevo Testamento Interlineal griego español» de Francisco Lacueva tradujo en Mateo 26.26 y 28, lo mismo que en Marcos 14.22 y 24; Lucas 22.19; 1 Corintios 11.24; en esta ocasión quiero poner de relieve la forma en que tres versiones o traducciones de la Biblia, por un lado superan positivamente la obra de Francisco Lacueva, pero por otro lado y, curiosamente, se muestran igual de desacertada en el mismo contexto y en el mismo aspecto.  

La primera dos las tres referidas traducciones consiste en una versión convencional de la Biblia (una traducción no interlineal), conocida como «Santa Biblia, la Palabra de Dios para todos», realizada por el Centro Mundial de Traducción de la Biblia en el año 2005.

La segunda obra a la que hago referencia consiste en una versión interlineal identificada como «El Nuevo Testamento Interlineal Palabra por palabra», por Elsa Tamez e Isela Trujillo (Sociedades Bíblicas Unidas, año 2012).

La tercera obra a la que hago referencia en este artículo es: «Todos los Evangelios, una traducción íntegra de las lenguas originales de todos los textos evangélicos conocidos», publicada por EDAF (año 2009).

La situación curiosa que pudimos constatar en relación a estas tres versiones o traducciones de la Biblia, es la siguiente.

En primer lugar, La «Santa Biblia, la Palabra de Dios para todos» tradujo acertadamente la primera frase: «este es mi cuerpo» (Mateo 26.26), pero de manera inconsistente y desacertada la segunda: «esto es mi sangre» (Mateo 26.28).

Luego, debo confesar que me sorprendió que una traducción no confesional, como la que dirigió el prestigioso y admirado Antonio Piñero, «Todos los Evangelios, una traducción íntegra de las lenguas originales de todos los textos evangélicos conocidos», publicada por EDAF (año 2009), haya traducido precisa y exactamente como La «Santa Biblia, la Palabra de Dios para todos».

En segundo lugar, «El Nuevo Testamento Interlineal Palabra por palabra»,  también tradujo de manera inconsistente, pero a la inversa. Me explico, tradujo de manera desacertada la primera frase: «esto es mi cuerpo» (literalmente: «esto es el cuerpo de mí», Mateo 26.26), pero de manera acertada la segunda frase: «esta es mi sangre» (literalmente: «esta es la sangre de mí», Mateo 26.28).

Consecuentemente, con relación a la versión «Santa Biblia, la Palabra de Dios para todos», y la obra «Todos los Evangelios, una traducción íntegra de las lenguas originales de todos los textos evangélicos conocidos», uno se pregunta:

¿Por qué comprendieron y reflejaron bien la indiscutible concordancia que en el texto griego tiene el demostrativo en género «túto» (este) con el sustantivo de género neutro «sóma» (cuerpo), en la frase «túto estin to sóma mu» (este es mi cuerpo)?   

¿Por qué no comprendieron y reflejaron bien la indiscutible concordancia que en el texto griego tiene el demostrativo en género «túto» (este) con el  sustantivo de género neutro «jáima» (sangre), en la frase «túto estin to jáima mu» (esta es mi sangre)?

¿Por qué tradujeron de una manera distinta en Mateo 26.28 a como tradujeron en Mateo 26.26? ¿Por qué tradujeron de manera acertada en Mateo 26.26, pero no en Mateo 26.28, que exhibe la misma concordancia y la misma sintaxis?

Y con relación a «El Nuevo Testamento Interlineal Palabra por palabra», uno se pregunta:

¿Por qué las personas editoras de esta versión interlineal no comprendieron y reflejaron bien la indiscutible concordancia que en el texto griego tiene el demostrativo en género «túto» (este) con el sustantivo de género neutro «sóma» (cuerpo), en la frase «túto estin to sóma mu» (este es mi cuerpo)?   

¿Por qué sí comprendieron y reflejaron bien la indiscutible concordancia que en el texto griego tiene el demostrativo en género «túto» (este) con el sustantivo de género neutro «jáima» (sangre), en la frase «túto estin to jáima mu» (esta es mi sangre)?

¿Por qué tradujeron de una manera distinta en Mateo 26.28 a como tradujeron en Mateo 26.26? ¿Por qué tradujeron de manera acertada en Mateo 26.28, pero no en Mateo 26.26, que exhibe la misma concordancia y la misma sintaxis?

Finalmente, la misma crítica que le hicimos a la obra de Francisco Lacueva, también se la hacemos a la «Santa Biblia, la Palabra de Dios para todos», a la obra «Todos los Evangelios, una traducción íntegra de las lenguas originales de todos los textos evangélicos conocidos» y a «El Nuevo Testamento Interlineal Palabra por palabra».

Por supuesto, a favor de la obra de Francisco Lacueva es preciso decir que se mostró consistente en el error, mientras que las tres obras que menciono en este breve artículo, por un lado, confirman mi tesis y las conclusiones de mi análisis morfosintáctico (gramatical) y traducción personal del texto griego de Mateo 26.26 y 28; por otro lado, el que hayan traducido de manera acertada en un caso, y no en el otro, a pesar de exhibir la misma concordancia y la misma sintaxis, justifica una crítica mayor, pues el acierto que muestran en un caso debió implicar el acierto en el otro.   

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