Héctor
B. Olea C.
Aunque la Biblia como tal, como la conocemos,
AT y NT juntos, es propiamente de facturación cristiana; no es menos cierto que
los cristianos mismos tienen el derecho de saber, con relación especial al AT,
cuando un elemento o factor es propiamente hebreo, y cuando uno es específicamente
cristiano.
Por otro lado, si bien el acercamiento de los
autores del NT al AT fue básicamente vía
la Septuaginta; es preciso puntualizar que siempre y cuando se afirme y
defienda el apego a los textos hebreos del AT, la traducción del AT, aunque realizada
por manos cristianas; se debe ajustar a los textos hebreos del AT y no a la
Septuaginta; como un conjunto de obras propiamente judías, y no como un inventario
de obras cristianas o pre-cristianas.
No obstante, es posible y defendible el que
para hacerle justicia al original acercamiento y lectura de los autores del NT
de los textos del AT en su versión griega; que se haga una traducción del AT estrictamente
en conformidad a la Septuaginta, hecho del cual se ha de poner al tanto a las
personas destinatarias de dicha traducción o versión de la Biblia.
En suma, atendiendo, pues, al principio del derecho
que tienen las personas lectoras de la Biblia de saber qué es un elemento específicamente
hebreo y cuál propiamente cristiano, con especial atención al llamado AT; tengo
a bien compartir el ejercicio que he hecho de poner de relieve el hombre hebreo
de los primeros cinco libros de la Biblia («Toráh» en hebreo, «Pentáteujos» en
griego, y en castellano derivado del griego, «Pentateuco»), el nombre griego
dado en la Septuaginta, y el nombre castellano con que nos han llegado en las
versiones castellanas de la Biblia, influenciadas, por supuesto, por la Septuaginta.
Tesis: El nombre que tienen los cinco primeros
libros de la Biblia (AT) en nuestras versiones de la misma, no son hebreos, sino
griegos, se derivan del griego y no del hebreo. Observemos:
El nombre hebreo para el libro de Génesis es «Bereshíth»
(“en un principio”; véase Génesis 1.1), y en la Septuaginta (griego) es «Guénesis»
(principio, comienzo).
El hombre hebreo para el libro de Éxodo en
hebreo es «Shemóth» (“nombres”; véase Éxodo 1.1), y en la Septuaginta es «Éxodos»
(salida, partida).
El nombre hebreo para el libro de Levítico es
«Vayiqrá» o «Vaiqrá» (“y llamó”; véase Levítico 1.1), y en la Septuaginta
(griego) es «Leuitikón» (relativo a los levitas).
El nombre hebreo para el libro de Números es «Be-midbar»
(“en el desierto”; Números 1.1), y en la Septuaginta (griego) es «Arithmói» (Números).
El nombre hebreo para el libro de Deuteronomio
es «Debarím» (“palabras”; véase Deuteronomio 1.1), y en la Septuaginta es «Deuteronómion»
(segunda ley repetición de la ley).
¡Hasta la próxima!
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