El infinitivo no es la forma de presentar los verbos en los léxicos o diccionarios griegos

El infinitivo no es la forma de presentar los verbos en los léxicos o diccionarios griegos

Correcciones a una inadecuada práctica de algunos comentaristas bíblicos, incluso docentes de griego

Héctor B. Olea C.

Un detalle importantísimo que no deberían perder de vista las personas que se acercan a las lenguas bíblicas, es que cada lengua tiene sus propias formas de decir y plantear las cosas, su propia “personalidad”, si bien a veces existen indiscutibles coincidencias.

En tal sentido, un aspecto en el que definitivamente no coinciden el español o castellano y el griego, es en la forma de presentar los verbos en un léxico, diccionario o vocabulario.

Por ejemplo, el español o castellano emplea el infinitivo, estrictamente el infinitivo simple, para presentar los verbos en el diccionario (la forma léxica). Por supuesto, no es posible olvidar que también hay en español un «infinitivo compuesto» o perifrástico: haber amado, haber jugado, haber partido.

Consecuentemente, en español, toda palabra que sea verbo, ha de aparecer en el diccionario con la terminación o desinencia «ar» («primera conjugación»: amar, comprar, etc.), en «er» («segunda conjugación»: comer, beber, etc.), o «ir» («tercera conjugación»: vivir, compartir, etc.).

Pero en el griego (clásico, koiné y moderno), la forma léxica de los verbos, la que aparece en los léxicos, diccionarios y vocabularios, es en realidad una forma verbal finita, o sea, un verbo conjugado, pues en realidad consiste en una forma verbal conjugada en tiempo presente, voz activa, modo indicativo, primera persona del singular (la única excepción, por lo menos desde el punto de vista morfológico, la constituyen los verbos contractos y los verbos deponentes).

Los temas temporales del sistema verbal griego

Otro factor que hay que considerar seriamente para la mejor comprensión del infinitivo griego, y en realidad para la mejor comprensión del sistema verbal griego por completo, lo constituyen los llamados «temas temporales».

Los «temas temporales» son cuatro: el presente, el futuro, el aoristo (primero o segundo), y el perfecto (fuerte o débil). Luego, es preciso poner de relieve que el infinitivo griego está presente en los cuatro temas temporales, lo que explica que hablemos de un infinitivo de presente, un infinitivo futuro, un infinitivo aoristo (primero o segundo) y un infinitivo perfecto.

Además, el infinitivo griego, como cualquier forma verba finita, tiene la voz (diátesis) entres sus categorías accidentales. Esto significa que tenemos que distinguir entre un infinitivo activo, medio o pasivo.

Por otro lado, otro factor a considerar es si el verbo es contracto o no. Son verbos contractos los verbos cuya raíz termina en una vocal, estrictamente en alfa (a), epsilón (e), u omicrón (o).

Lo que ocurre con los «verbos contractos» es que la unión de la vocal con que termina la raíz y la vocal de la desinencia personal, origina una contracción en el tema de presente, contracción que también impacta la forma del infinitivo presente.

En tal sentido, una forma de poner de relieve la distinción entre los infinitivos activos de un verbo contracto y los infinitivos activos de un verbo no contracto, es haciendo una comparación de la presentación de la forma léxica y los infinitivos activos de un verbo contracto y un verbo no contracto, como lo expongo en la imagen que acompaña estas líneas.

Por cierto, también que habrá que considerar si el verbo es un «verbo líquido» (cuya raíz termina en una consonante líquida o nasal), o si es un verbo atemático o verbo en mí” (verbos que no tiene una omega en su forma léxica, y que no son verbos deponentes omega). También si un verbo tiene su aoristo como aoristo primero o como aoristo segundo.

Consecuentemente, en conclusión, la forma adecuada de hacer referencia a la forma léxica de una forma verbal en griego, en un determinado análisis morfológico de una determinada forma verbal, es, por ejemplo: «blépete», tiempo presente, voz activa, modo indicativo, segunda persona del plural, del verbo «blépo», no «blépein» (infinitivo presente activo).

Además y, después de todo, emplear el infinitivo presente activo para hacer referencia a un verbo griego es problemática, por varias razones.

La primera, porque induce a error, haciendo creer, erróneamente por supuesto, que en griego la forma léxica de los verbos se presenta en el infinitivo (o en alguna forma de este), como en español.

La segunda, porque la persona que intente encontrar un verbo griego en un diccionario, léxico o vocabulario, en una de las formas del infinitivo griego, sencillamente no lo encontrará. 

La tercera, porque el infinitivo presente activo es sencillamente una de las distintas formas del infinitivo de un verbo griego, no la única.

La cuarta y última, porque se estaría tratando el griego como si fuera el español, olvidando las indiscutibles diferencias que en muchos aspectos tiene el griego respecto del español y viceversa.

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