La palabra «marcas» («stígmata») en Gálatas 6.17
Pistas para su traducción e interpretación
Héctor B. Olea C.
La palabra traducida «marcas» en Gálatas 6.17 es la traducción de la griega «stígmata», un sustantivo de género neutro y de número plural, en caso acusativo, cuya forma léxica es «stígma».
Consecuentemente, la carga semántica del sustantivo «stígma», según el «Diccionario de griego clásico español», VOX, de José M. Pabón, es: picadura, estigma, marca con hierro candente, mancha, deshonra; tatuaje, rastro, huella de sufrimientos (tiene presencia en la Septuaginta, Cantares y en el Nuevo Testamento).
Deriva el sustantivo «stígma» del verbo «stízo» que, según «Diccionario de griego clásico español», VOX, de José M. Pabón, significa: picar, pinchar, punzar; estigmatizar, marcar con hierro candente, tatuar, infamar, deshonrar (no tiene presencia en la Septuaginta ni en el Nuevo Testamento el verbo «stízo»).
Luego, si bien no parece que podamos estar del todo seguro en qué estaba pensando Pablo cuando empleó la frase «stígmata tu iesú», que la haya empleado con la redacción con que la redactó, nos proporciona ciertas pistas para su comprensión.
Pues bien, la palabra «stígmata» (plural de «stígma») es complementada en el griego por un sintagma en caso genitivo: «tu iesú» (conformado por el artículo determinado «tu» y por el nombre «iesú»: Jesús) que, sin embargo, puede ser asumido de dos maneras: 1) como un «genitivo subjetivo» (las marcas que proceden de Jesús, las marcas que le pertenecen a Jesús, las marcas con que Jesús marca a los suyos); 2) como un «genitivo objetivo» (las marcas o tatuajes que las personas se hacen en nombre de Jesús, como una manera de indicar que le pertenecen a Jesús; o bien, las marcas que los seguidores de Jesús entienden que reciben o sufren por causa de Jesús).
En todo caso, que la frase «tu iesú » no incluya preposición alguna (idealmente «ek», «apó» o «pará»), favorece que se asuma como un «genitivo objetivo»: las marcas o tatuajes que Pablo se hizo para señalar su pertenencia a su amo Jesús; o las marcas que Pablo entiende que ha sufrido o le han hecho, literal o metafóricamente, por causa de Jesús, por servirle a su amo y señor Jesús.
En tal sentido, dos interesantes detalles que hacen encajar o cuadrar ambas ideas, los encontramos en la introducción de las consideradas siete cartas autentica o legítimas de Pablo.
Estos son, por un lado, la auto designación del mismo como «siervo» o «esclavo» («dúlos jristú iesú»; la palabra griega «dúlos» involucra ambos sentidos) de Jesús el Cristo (el Mesías); y por otro lado, la identificación de Jesús como su señor, como su amo.
Observemos:
En 1 Tesalonicenses Pablo no se identifica como «siervo» o «esclavo» («dúlos») de Jesús el Cristo (el Mesías), pero lo presenta como su amo, como su señor (1.1).
En la introducción de Gálatas Pablo tampoco se presenta como «siervo» o «esclavo» («dúlos») de Jesús el Cristo (el Mesías), pero insiste en poner de manifiesto que el mismo es su amo, su señor (1.3).
No obstante, en el versículo 10 del mismo capítulo 1 sí se identifica como «siervo» o «esclavo» («dúlos») de Cristo.
En la introducción de las dos cartas a los Corintios, Pablo tampoco se identifica como «siervo» o «esclavo» («dúlos») de Jesús el Cristo (el Mesías), pero insiste en presentarlo como su amo, como su señor (1 Corintios 1.3; 2 Corintios 1.2).
En la introducción a carta a los Filipenses, Pablo sí se identifica como «siervo» o «esclavo» («dúlos») de Jesús el Cristo (el Mesías), y a la vez lo presenta como su amo, como su señor (Filipenses 1.1-2).
En la introducción a la carta a Filemón Pablo no se identifica «siervo» o «esclavo» («dúlos») de Jesús el Cristo (el Mesías), pero lo identifica como su amo, como su señor (1.3).
No obstante, llama la atención que aquí Pablo se identifica como «prisionero» («désmios») de Jesús el Cristo (el Mesías).
¿Cómo hemos de interpretar esta afirmación? ¿En forma literal o en forma metafórica, como equivalente a su auto presentación como «siervo» o «esclavo» («dúlos») de Jesús, el Cristo (el Mesías)?
En tal sentido, en virtud de que, como plantea Raymond E Brown, no podemos saber dónde estaba Pablo cuando escribió la carta a Filemón, ni la fecha en que la compuso, tal vez no deberíamos ser dogmáticos con interpretar de manera literal la palabra frase «prisionero» en la frase en cuestión.
Sin embargo, no es menos cierto que el versículo 9 del mismo capítulo uno favorece que se interprete de manera literal (véase).
De todos modos, una vez más tenemos que plantearnos si hemos de asumir la frase de «Jesús el Cristo (el Mesías)», como un «genitivo subjetivo» (Jesús ha hecho prisionero a Pablo, aunque sea en forma metafórica), o como un «genitivo objetivo» (Pablo se considera “prisionero” por causa de Jesús el Cristo (el Mesías).
Por supuesto, que la frase «jristú iesú» no incluya preposición alguna (idealmente «ek», «apó» o «pará»), favorece que se asuma como un «genitivo objetivo»: Pablo se considera prisionero por causa de Jesús el Cristo (el Mesías).
En la introducción a la carta a los Romanos, Pablo vuelve a identificarse como «siervo» o «esclavo» («dúlos») de Jesús el Cristo (el Mesías), y a la vez confiesa que el mismo es su amo, su señor (1.1, 7).
Finalmente, otro detalle que no podemos soslayar es que la palabra «stígmata» constituye en Nuevo Testamento un «Hápax legómenon» («Jápax legómenon»), o sea, un término que sólo se una vez en todo el Nuevo Testamento, factor que dificulta el llegar a una interpretación totalmente segura, sin discusión alguna, de su presencia en Gálatas 6.17.
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