El tiempo verbal versus el aspecto de la acción verbal en el griego koiné



Héctor B. Olea C.

Dentro de los seis modos que tiene el sistema verbal griego (indicativo, subjuntivo, imperativo, participio, infinitivo y optativo), es preciso decir que sólo en el modo indicativo el tiempo (categoría gramatical) apunta al momento en que se realiza la acción verbal.

Luego, la diferencia entre una forma verbal en modo imperativo en el tema de presente (en tiempo presente), y una forma verbal en modo imperativo en tiempo aoristo, tiene que ver estrictamente con el aspecto de la acción verbal (si la acción se presenta como acabada, que inicia, repetida, puntual, en desarrollo, por realizar) y no con el tiempo o momento en que se supone que se realiza dicha acción.
Consecuentemente, una forma verbal en modo imperativo en tiempo presente tiene un aspecto durativo (acción durativa, repetida, habitual), pero una forma verbal en modo imperativo en tiempo aoristo es de aspecto puntual e ingresivo.  

Luego, respecto de las prohibiciones o mandatos en negativo, cito aquí las palabras de Max Zerwick: “En las prohibiciones se aplica el siguiente principio: «me» con imperativo de tiempo presente prohíbe la continuación de una acción; «me» con el subjuntivo aoristo prohíbe una acción futura” (El griego del Nuevo Testamento, página 111). 

En tal sentido, quiero poner de relieve la redacción griega de la frase «no peques más», en Juan 5.14 y 8.11.

En ambos casos el texto griego que está detrás de la traducción «no peques más», según se lee en la versión Reina Valera 1960, involucra el negativo «mekéti» (ya no, no más), y la forma verbal «jamártane» (de tiempo presente, voz activa, modo imperativo, segunda persona del singular, del verbo «jamartáno»: yo peco).

Luego, la frase «mekéti jamártane» debe traducirse: «no vuelvas a pecar nunca» (prohibición que exige el cese o continuación de la acción de pecar).  

Por supuesto, en caso de haber empleado el subjuntivo aoristo (forma de prohibir en el tema aoristo), «me jamartéses», la idea y traducción sería: «no peques», con el sentido de «no te pongas a pecar» (procurando evitar el inicio de la acción de pecar).

Ahora bien, que en Juan 5.14 como en Juan 8.11 el texto griego haya empleado el imperativo de tiempo presente («mekéti jamártane», que procura evitar la continuación de dicha acción: no peques más), y no el subjuntivo aoristo («me jamartéses», que procura evitar el inicio de dicha acción: no te pongas a pecar); indica que la preocupación de Jesús, en ambos casos, fue la de procurar impedir que tanto el paralítico como la mujer adultera continuaran pecando.

Además, el contexto del relato de la curación del paralítico (considérese Juan 5.14) como el contexto del relato de la mujer adúltera (considérese Juan 8.10-11), exigen el empleo de una prohibición de tiempo presente (que procura el cese de la continuación de una acción), y no una prohibición en tiempo aoristo (que procura impedir el inicio de una acción).

Esto así pues para ambos relatos el pecado del paralítico como el pecado de la mujer adúltera, no son puestos en duda.

Finalmente, mientras que en el relato de la curación del paralítico (Juan 5.14) la frase «mekéti jamártane» tiene un matiz más general («no peques jamás», «no sigas pecando»); en el relato de la mujer adúltera (Juan 8.11), la misma frase podría tener un sentido más específico y restrictivo, como lo sugiere Raymond E. Brown: «no vuelvas a cometer este pecado», «no sigas adulterando».

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