Cuestiones de lingüística y
traducción bíblicas
Héctor B. Olea C.
Introducción:
Antes de adentrarnos
en el análisis de la frase «hijos de
Dios», se hace necesario que primero hagamos
algunas puntualizaciones. Por un lado, es preciso poner de relieve que en el
griego koiné (idioma tanto de la Septuaginta como del Nuevo Testamento) hay
varias palabras que en maneras distintas, con distintos matices, hacen
referencia a la prole, a la descendencia. Por otro lado, que el empleo de una determinada
palabra o frase en las versiones de la Biblia, no significa que ésta sea siempre
el reflejo de la presencia de una misma palabra o frase en el texto hebreo,
arameo o griego.
Consecuentemente, respecto
de las distintas palabras que hacen referencia a la prole en la Biblia, conviene
tener en cuenta lo siguiente.
En primer lugar,
tenemos la palabra «paidíon» (de género neutro) y «páis» (de
género masculino y femenino). Estas palabras refieren a un ser humano de corta
edad, a un infante, ya sea varón o mujer, masculino o femenino. En todo caso,
hay que decir que la palabra «páis» también puede significar en algunos
contextos, criado, siervo.
Un ejemplo del uso de
«paidíon»
en el NT, lo encontramos en Mateo 2.8 (Reina Valera 1960: «el niño»).
Un ejemplo del uso de
páis» en el NT, lo encontramos en Mateo 2.16 (Reina
Valera 1960:« niños»).
En segundo lugar,
tenemos la palabra «juiós» que señala a una persona miembro de la
familia, al margen de la edad, un descendiente (adoptado o no), pero
específicamente de género masculino, es decir, varón. Un ejemplo del uso
demasiado abundante y atestiguado en el NT, lo encontramos en Lucas 1.13, 31
(Reina Valera 1960: «un hijo»).
En tercer lugar,
tenemos la palabra «thugáter», que apunta a una persona miembro de la
familia, al margen de la edad, pero específicamente de género femenino, es
decir, chica, mujer. Dos ejemplos del uso de la palabra «thugáter»,
en el NT, lo encontramos en Lucas 1.5 (Reina Valera 1960: «de las hijas»),
y 13.16 («hija»).
En quinto y último
lugar, está la palabra «téknon». Esta palabra a diferencia de las otras,
puede designar a los nacidos (masculinos) y las nacidas (género femenino), sin
importar la edad. Por eso podemos decir que por lo general la palabra «téknon» apunta
a la descendencia, a la prole de manera inclusiva, sin el matiz, sin el énfasis
de lo masculino que a primera vista podemos percibir con el empleo de la
palabra «juiós». Además,
también se ha planteado (Max Zerwick) que a veces la palabra «téknon» supone
un matiz de mayor intimidad que la palabra «juiós».
Ahora bien, después
de haber planteado los matices básicos de las palabras «juiós» y téknon», paso
a analizar la expresión «hijos de
Dios» en la Biblia (en plural). Respecto de la
forma en singular «hijo de
Dios», sencillamente diré que dicha frase o sintagma
se encuentra en el NT 46 veces en 45 versículos bíblicos, en la Reina Valera
1960, y por lo general supone la presencia de la palabra «juiós» (en
cualquier caso, ya sea en nominativo, genitivo, dativo o acusativo), más la
palabra «theós»
en caso genitivo, o sea, «theú».
La
frase «hijos de Dios» en las cartas paulinas
En plural, la frase «hijos de Dios», se
la encuentra en las cartas paulinas en siete ocasiones: Romanos 8.14, 16, 19,
21; 9.8; Gálatas 3.26; Filipenses 2.15. Sin embargo, de estas sietes veces en
que Pablo empleó la frase «hijos de
Dios», en tres ocasiones empleó la palabra «juiós» (Romanos
8.14, 19; Gálatas 3.26); pero en cuatro ocasiones empleó Pablo la palabra «téknon»:
Romanos 8.16, 21; 9.8; Filipenses 2.15.
En todo caso, lo más
curioso del análisis de la frase «hijos de
Dios» en las cartas paulinas es la forma indistinta
y un tanto desconcertante en que Pablo emplea las palabras «juiós» y
«téknon» en
Romanos 8. En tal sentido debo poner de relieve que Pablo emplea la palabra «juiós» en
Romanos 14, para luego apuntar a la misma idea, pero con la palabra más acertada,
más inclusiva, «téknon», en Romanos 8.16 (como también en el versículo
siguiente, el 17). Luego, retoma Pablo la palabra «juiós» para insistir en la misma idea, en Romanos
8.19, y sin embargo retoma y concluye Pablo con la palabra «téknon» (8.21),
para insistir en la misma idea que venía desarrollando.
La
frase «hijos de Dios» en las cartas universales
En lo que tiene que
ver con las llamadas cartas universales, la frase «hijos
de Dios» (en plural), sólo se la encuentra en la
primera carta de Juan, a saber: 1 Jun 3.1, 2, 10; 5.2. Ahora bien, es preciso
decir que la frase «hijos de
Dios», en la primera carta de Juan, siempre empleó y
de manera estricta la palabra «téknon», y nunca la palabra «juiós», en la siguiente manera: 1) «tékna theú»
(1 Juan 3.1 y 2); 2) «ta tékna
tu theú», y «ta tékna
tu diabólu» (1 Juan 3.10); 3) «ta
tékna tu theú» (1 Juan 5.2).
La expresión «hijos de
Dios» en los Evangelios
La frase o sintagma «hijos de Dios», en los Evangelios, se la encuentra en cuatro ocasiones: Mateo
5.9; Lucas 20.36; Juan 1.12; 11.52.
Ahora bien, Mateo 5.9
emplea la palabra «juiós» y no a «téknon» («juiói theú»). Por su parte, Lucas 20.36, como Mateo, también empleó
la palabra «juiós», y no a «téknon» («juiói eisin theú»). Sin embargo, en la misma línea que la primera carta de
Juan, el Evangelio de Juan (1.12; 11.52), empleó a «téknon», y no a «juiós», en la siguiente forma: «tékna theú» (Juan 1.12); y «ta tékna tu theú» (Juan 11.52).
La expresión «hijos de
Dios» en el Tanaj o Biblia Hebrea, y en la
Septuaginta
En lo que respecta al
llamado Antiguo Testamento, Primer Testamento, Tanaj, o Biblia Hebrea, y la
Septuaginta; diré que la frase o sintagma «hijos
de Dios», se la encuentra en cinco
ocasiones: Génesis 6.2, 4; Job 1.6; 2.1; 38.7.
En Génesis 6.2 y 4, la
expresión «hijos
de Dios» es la traducción de la frase hebrea: «bene (o beney) ha-’elojím»
(estrictamente apuntando al género masculino: literalmente «los hijos
de Dios», los varones). Por su parte, la Septuaginta tradujo la frase hebrea «bene
(o beney) ha-’elojím» con la frase griega: «joi juiói tu theú» (literalmente: «los
hijos de Dios»,
igualmente los varones).
Por otro lado, respecto de
Job 1.6; 2.1; 38.7, diré que el texto hebreo emplea precisa y exactamente la
misma frase que encontramos en Génesis 6.2 y 4, o sea, «bene (o beney) ha-’elojím»; sin embargo, llama la atención la
forma en que la Septuaginta tradujo dicha frase en el libro de Job. Resulta,
pues, que en Job, la Septuaginta tradujo de manera consistente la frase hebrea «bene (o beney) ha-’elojím» con la frase: «joi ángueloi tu theú», en Job 1.6 y 2.1, que literalmente
significa: «los ángeles de Dios», «los mensajeros celestiales de Dios»), y con «ángueloi mu», en Job 38.7, literalmente: «mis ángeles», «mis mensajeros celestiales».
En suma: si bien es
innegable el matiz esencialmente masculino de la frase «hijos
de Dios», cuando dicha frase supone la presencia de
la palabra «juiós»;
si bien es innegable que la frase «hijos de
Dios», es indiscutiblemente inclusiva
(descendencia, descendientes, sin darle prominencia al género masculino) cunado
supone la presencia de la palabra «téknon»; de todos modos, respecto de Romanos 8,
donde Pablo empleó indistintamente las palabras «juiós» y «téknon», es prácticamente imposible establecer de
manera radical una diferencia de matices en el empleo de la frase «hijos de Dios» (con
«juiós»,
en Romanos 8.14, y 19), pero con «téknon» en Romanos 8. 16 y 21).
En todo caso, ante el
hecho de que en Romanos 8 Pablo usa indistintamente a «juiós» y «téknon», en
virtud de que Pablo comienza con «juiós» (8.14, 19), pero concluye con «téknon»
(8.16, 21); pienso que el matiz excluyente y muy masculino de la palabra «juiós»,
debe ser matizado y moldeado por el matiz inclusivo de la palabra «téknon», y
de manera más prominente precisamente en plural.
En consecuencia,
pienso que en estos casos, la frase «hijos de
Dios», debiera ser sustituida en la traducción por
expresiones tales como: «descendientes
de Dios», «la
descendencia de Dios», «la prole de Dios»
(terminología inclusiva, no sexista), lo mismo que en Romanos 9.8 y Filipenses
2.15. En todo caso, la persona que estudia la Biblia debe ser consciente de que
la frase «hijos de Dios» no
siempre es la traducción de la misma frase griega (respecto del NT), y que
puede incluir unos matices de sentido que la simple y homogénea traducción «hijos de Dios» no
comunica del todo.
Finalmente, no es
posible perder de vista la forma en que la Septuaginta tradujo la frase hebrea bene
(o beney) ha-’elojím» en el libro de Job, no con la frase «joi juiói tu theú», no
empleando la palabra «juiós» ni a «téknon», sino empleando la palabra «ánguelos»
en plural, o sea, «ángueloi»: ángeles, mensajeros celestiales.
Bibliografía:
Concordancia Manual y
Diccionario Griego Español del NT, de Pedro Ortiz V. (Sociedades Bíblicas
Unidas)
Introducción al
Griego Bíblico, Amador-Ángel García Santos (Verbo Divino)
Tanaj (Biblia
Hebraica Stuttgartensia)
La Septuaginta
Léxico griego español
del NT, de Alfred E. Tuggy (Mundo Hispano).
Novum Testamentum
Graece Edición 28
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