Sobre la presencia de la conjunción «Y» en la traducción de Jacobo 1.27b, pero su ausencia en el texto griego



Cuestiones de lingüística, gramática y exégesis bíblicas


Héctor B. Olea C.

Aunque en la traducción de la Reina Valera 1960, como en la mayoría de las versiones castellanas de la Biblia, se puede observar la presencia de la conjunción «Y» en la segunda parte de Jacobo (Santiago) 1.27, cito: «Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, y guardarse sin mancha del mundo»; no obstante, es preciso admitir que las dos expresiones en cuestión (“Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones”; “guardarse sin mancha del mundo”), no están unidas en el texto griego por la presencia de la conjunción griega «kái», equivalente a la castellana «y».

Por otro lado, desde la perspectiva de la crítica textual, es preciso poner de relieve que si bien hay cuatro observaciones críticas que no podemos obviar, no es menos cierto que ninguna tiene que ver con la ausencia de la conjunción «kái». En tal sentido, se debe admitir que la primera observación nos dice que algunos manuscritos insertaron la conjunción o partícula pospositiva «gar» (porque, pues), después del sustantivo «threskéia» (religión, culto). La segunda llamada tiene que ver con la omisión del artículo «to» que acompaña la palabra «theó» (la palabra «theós» en caso dativo singular, con la morfología del caso dativo singular).

La tercera observación nos dice que algunos manuscritos han sustituido la forma verbal «episképtesthai» (infinitivo presente, con la morfología de voz media o pasiva, pero con significado activo, pues corresponde a un verbo deponente o defectivo, o sea, «episképtomai» (visitar, ayudar, preocuparse por, etc.), por la forma verbal «episképtesthe», que consiste en una forma verbal de tiempo presente, con morfología de voz media o pasiva, de la segunda persona del plural, con la morfología del modo indicativo e imperativo al mismo tiempo.

La cuarta observación desde la crítica textual nos plantea que algunos manuscritos han sustituido la frase «áspilon jeautón teréin» (guardarse a sí mismo sin mancha), por la frase en plural, «áspilus jeautús teréite» (guárdense ustedes, así mismos, sin mancha). Por supuesto, no podemos perder de vista la relación que tiene esta cuarta observación textual con la tercera, con la anterior, pues en ambos casos un infinitivo singular es sustituido por una forma verbal de la segunda persona del plural, si bien con una morfología tanto del modo indicativo como del modo imperativo, pero aparentemente apuntando al modo imperativo.

En consecuencia, a la luz del cambio que plantean las dos últimas observaciones de la crítica textual en cuanto al texto que nos ocupa, una buena traducción de la segunda parte de Jacobo 1.27, sería: «Que ustedes visiten (ayuden, se preocupen) a los huérfanos y a las viudas en sus aflicciones; y que se guarden a sí mismos sin mancha…».

En todo caso, como hemos podido observar, la ausencia de la conjunción «kái» (y, también), en Jacobo 1.27b no es una cuestión de crítica textual, sino de redacción y sintaxis.

Luego, no podemos más que admitir que ciertamente no tiene el texto griego la conjunción «kái», sin  embargo, ello no es indicación de que la presencia de la conjunción «y» en la traducción sea improcedente, desacertada, o inadmisible.

Ahora bien, la razón es que en el griego estamos frente a dos expresiones u oraciones coordinadas yuxtapuestas; es decir, dos proposiciones que son sintácticamente equivalentes e independientes (una no es dependiente de la otra, en otras palabras, no existe subordinación sintáctica alguna). Ahora bien, los términos coordinados, las oraciones coordinadas pueden presentarse en dos formatos: «coordinadas yuxtapuestas» o «coordinadas copulativas». La diferencia es que la yuxtaposición no utiliza conjunciones coordinantes o copulativas, sino un signo de puntuación, por lo general una coma; mientras que las coordinadas copulativas emplean conjunciones copulativas o coordinantes.

Consecuentemente, no existe problema alguno en que la yuxtaposición que vemos aquí en el griego, se exprese en la traducción mediante una coordinación copulativa o coordinante, empleando la conjunción copulativa «y». Además, identificada y planteada la yuxtaposición, y al ser la segunda oración el término de la expresión, resulta más que necesaria y satisfactoria la traducción en el formato de una oración coordinada copulativa, empleando en la traducción la conjunción copulativa o coordinante «y».

A los fines de hacerme entender mejor, planteo el siguiente ejemplo. La idea de que el pastor tanto visita como consuela, puede ser expresada en dos formas, con el mismo sentido y valor semántico: 1) mediante la estructura sintáctica de dos oraciones coordinadas copulativas: «El pastor visita y consuela». 2) Mediante la estructura de dos oraciones o expresiones coordinadas yuxtapuestas (sin conector o partícula copulativa): «El pastor visita, consuela».

Consecuentemente, la expresión griega «Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones, guardarse sin mancha del mundo» (oraciones coordinadas yuxtapuestas); pueden y hasta deben expresarse en castellano mediante la estructura de dos oraciones coordinadas copulativas o coordinantes: «Visitar a los huérfanos y a las viudas en sus tribulaciones y guardarse sin mancha del mundo»; así de sencillo.


¡Hasta la próxima!


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