Cambios en la estructura silábica y sintaxis en el hebreo bíblico
Nociones de hebreo bíblico (clásico)
Héctor B. Olea C.
Por años he venido insistiendo en que cada lengua posee características propias tanto en lo relativo a los fonemas (unidad lingüística mínima carente de significado), los morfemas (unidad lingüística mínima con significado) y en cuanto su sintaxis (las distintas formas de ordenar y combinar las palabras en la elaboración de un mensaje lingüístico).
En tal sentido, este breve artículo me he propuesto poner de relieve la manera en que un cambio en la constitución silábica de una palabra (reducción o ampliación) tiene indiscutibles implicaciones sintácticas.
Ejemplo de reducción silábica y cambio de categoría morfosintáctica formal en español
Un ejemplo de una reducción silábica con decisivas implicaciones sintácticas y cambio de categoría morfosintáctica formal en español, lo constituye el empleo del adjetivo numeral «primero».
La gramática española establece que cuando «primero» es «adjetivo» (categoría morfosintáctica formal), y va colocado delante de un sustantivo masculino singular, se debe emplear la forma apocopada, reducida «primer»: primer libro, primer estudiante, primer curso.
Pero cuando funciona como «adverbio» (categoría morfosintáctica formal), haciendo referencia más bien a una acción verbal (y no a un sustantivo), se emplea en su forma plena «primero»: José llegó primero, María leyó primero.
En todo caso, es preciso admitir que este tipo de reducciones y con tales implicaciones morfosintácticas, no son muy numerosas en español.
Ejemplos de cambios silábicos (reducción y ampliación) y cambios de función y posición sintáctica
En el hebreo bíblicos hay notables casos, tampoco muy numerosos, de reducciones silábicas, y con indiscutibles implicaciones sintácticas.
Un claro ejemplo lo constituye la palabra hebrea «báyit», «báit»: casa, morada, vivienda, domicilio, familia, corte, dinastía, y con un determinante étnico o nacional, designa a un grupo humano, a una colectividad (casa de Judá, casa de Israel): «Diccionario bíblico hebreo español», Luis Alonso Schokel, TROTTA, 1999.
Pues bien, resulta que el estado absoluto de la palabra «báyit», «báit» es una palabra de dos sílabas, pero su estado constructo singular, «bet», consiste en una forma acortada o reducida del estado absoluto, o sea, «bet» (casa de), palabra de una sola sílaba (palabra monosilábica).
Por otro lado, mientras que el estado absoluto del sustantivo «av» (padre), consiste en una palabra de una sola sílaba (un sustantivo monosilábico), por otro lado, adquiere una sílaba adicional para conformar su estado constructo, o sea, «aví» (padre de), que viene a ser una palabra de dos sílabas.
Por supuesto, la forma acortada o reducida de «báyit», «báit», o sea, «bet», sirve para formar cadenas constructas, y para recibir los sufijos pronominales (ya que éstos se adhieren estrictamente al estado constructo del sustantivo, jamás al estado absoluto).
Y en la misma línea, la forma extendida del sustantivo «av» (padre), o sea, su estado constructo, «aví» (padre de), es la forma que aparecerá formando cadenas constructas, y la que recibirá los sufijos pronominales.
Por supuesto, todo lo dicho respecto del sustantivo hebreo «av» (padre), vale para el sustantivo «aj» (hermano), como lo muestro en la imagen anexa.
Como siempre, invito a considerar con detenimiento la imagen anexa, con la cual espero hacer más comprensibles estas líneas.
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