El análisis gramatical y de crítica textual en Juan 1.3
Un enfoque crítico
Héctor B. Olea C.
La lectura de Juan 1.3, por ejemplo, en dos versiones
de la Biblia como La Biblia de Jerusalén 2018 y en La Reina Valera 1960, pone
de manifiesto algunas diferencias notables.
Luego, unas de estas diferencias, por un lado, se
sustentan en la gramática y sintaxis del texto griego, por otro lado, otras con
base en la problemática textual de dicho texto, desde el punto de vista de la
crítica textual. Observemos:
«Todo se hizo por ella y sin ella nada se hizo. 4) Lo que
se hizo en ella era la vida, y la vida era la luz de la gente» (Biblia de Jerusalén
2018)
«Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de
lo que ha sido hecho, fue hecho» (Reina Valera 1960)
Evaluación:
En primer lugar,
llama la atención la forma en que, lamentablemente, coinciden La Biblia de
Jerusalén 2018 («por ella») y La Reina Valera 1960 («por él») al traducir la
expresión griega «diautú» que, en realidad, en sentido estricto, significa: «por
medio de», «a través de», «mediante».
Por supuesto, las
traducciones «por ella», y «por él», se prestan para que se interprete que Juan
está señalando al «lógos» como un «sujeto agente», o sea, como el agente
absoluto responsable de poner en existencia todas las cosas.
Sin embargo, «diautú»
en realidad señala al «lógos» como un «agente intermediario», por lo que una
acertada traducción en La Biblia de Jerusalén habría sido «por medio de ella»,
y en La Reina Valera 1960, «por medio de él».
En resumen, son
acertadas las versiones de la Biblia que hayan traducido la expresión griega
«diautú» empleando palabras como «por medio de», «a través de», «mediante».
En tal sentido, una acertada traducción de la
expresión griega «diautú», la leemos en La Nueva Biblia Española:
«mediante ella se hizo todo…»
Finalmente, si en lugar de la expresión «diautú»,
el texto griego hubiera empleado la expresión «jipautú» («por él», «por ella»,
que señala a un agente absoluto sin discusión, no a un agente intermediario), pienso
que no existiría la discusión que nos ocupa.
Por otro lado, en lo que respecta al análisis de crítica
textual, Juan 1.3 presenta una doble problemática.
En primer lugar, mientras que el texto crítico tiene
la lectura «ude jen» (ni una cosa, ni siquiera una cosa), que cuenta con el
apoyo del papiro 75 (siglo IV); la lectura que compite con ella y relegada al
aparato crítico es «udén» (nada), cuenta con el apoyo del papiro 66 (siglos
II-IV), lectura que fue asumida por el llamado «Textus Receptus», y es la reflejada
en La Reina Valera 1960.
Observación gramatical:
La expresión «ude jen» (ni una cosa, ni siquiera una
cosa), está conformada por la conjunción o adverbio «udé» (ni, ni siquiera), y
por el adjetivo numeral «uno» en género neutro, «jen».
La expresión «udén» (nada, ninguna cosa) consiste en
un «pronombre» y «adjetivo» en género neutro.
En segundo lugar, la segunda problemática que presente
Juan 1.3, desde el punto de vista de la crítica textual, consiste en la
puntuación.
Por un lado, el texto crítico asume la lectura que
tiene un punto después de la expresión «ude jen» (ni siquiera una cosa, ni una
cosa). Esto significa que la expresión a continuación «jo guégonen» («lo que ha
sido hecho», «lo que fue hecho»), va con el versículo 4, es el principio del
versículo 4, y no consiste en la conclusión del versículo 3.
De todos modos, es preciso tomar en cuenta la oportuna
y valiosa observación del comentario al texto griego de Bruce M. Metzger: “Las
palabras «jo guégonen» ¿deberían ir unidas a lo que antecede (versículo 3), o a
lo que sigue (versículo 4)? Los manuscritos más antiguos (P66, P75, Sinaítico,
A y B) no tienen puntuación en este lugar; en todo caso, la presencia de
puntuación en los manuscritos griegos, lo mismo que en las versiones, y en las
fuente patrísticas, no puede considerarse más que como el reflejo del
entendimiento exegético que existe del sentido del pasaje” (página 166).
Además, es preciso decir que tanto el papiro 66 y el
papiro 75 pertenecen a la misma familia textual, el texto Alejandrino, junto al
códice Vaticano y Sinaítico.
En todo caso, una traducción que asuma que la
expresión «jo guégonen» está separada por un punto de la expresión «ude jen»
(ni siquiera una cosa), y que, consecuentemente, va unidad al versículo 4, debe
ir en la línea de la traducción que se lee en La Biblia de Jerusalén 2018:
«Todo se hizo por medio de ella y sin ella ni
siquiera una cosa se hizo. Lo que se hizo (lo que fue hecho) en ella tenía la
vida, y la vida era la luz de los seres humanos».
Pero una traducción que asuma que no existe un punto
que separe la expresión «ude jen» (ni siquiera una cosa), de la expresión «jo
guégonen» («lo que se hizo», «lo que se ha hecho») y que, en consecuencia,
entienda que la expresión «jo guégonen» va unidad al versículo 3, debe ir en la
línea de la traducción que se lee en La Reina
Valera 1960:
«Todas las cosas por medio
de ella fueron hechas, y sin ella ni siquiera una cosa de las que fueron
hechas, fue hecha».
Conclusiones:
En primer lugar, no debería haber problemas con la
traducción de la expresión griega «diautú», por un lado (desde el punto de
vista de la crítica textual), pues coinciden en ella el texto crítico y el «textus
receptus»; por otro lado, porque desde el punto de vista gramatical, la semántica
de dicha expresión es clara en la lengua griega.
En segundo lugar, en lo referente a las expresiones
que compiten «ude jen» (ni siquiera una cosa, ninguna cosa), asumida por el «texto
crítico», y «udén» (nada, ninguna cosa), asumida por el «textus receptus», en
realidad no representan una variación de cierta importancia desde el punto de
vista semántico, por lo que se sugiere asumirla más bien como una simple
variante estilística.
En tercer lugar, en cuanto a si se ha de asumir que la
expresión «jo guégonen» (lo que fue hecho, lo que ha sido hecho), forma parte
del versículo 3 o del versículo 4, pienso que no debemos ser dogmáticos, en
virtud de la acertada observación que hizo Bruce M. Metzger respecto de la
falta de puntuación en Juan 1.3 en los manuscritos más antiguos.
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