En una oración en voz pasiva no hay objeto directo, curso de griego bíblico y griego clásico


 

En la estructura o construcción en voz pasiva no hay objeto directo

Marcos 1.12 versus Mateo 4.1

 

Héctor B. Olea C.

La razón por la que no hay «objeto directo» en una oración pasiva (en construcción o estructura pasiva) es porque el «objeto directo» del predicado o sintagma verbal predicado de la oración en voz activa (con un verbo transitivo), pasa a desempeñar la función de «sujeto paciente» (sujeto que recibe o sufre la acción verbal) en la voz pasiva.

Luego, el «sujeto agente» (responsable de la acción verbal en la estructura o construcción activa), pasa a desempeñar la función de complemento o factor agente (el responsable de la acción verbal) en la estructura o construcción pasiva.  

En suma: El «objeto directo» de la oración en voz activa es el «sujeto paciente» de la voz pasiva, y el «sujeto agente» de la voz activa es el complemento o factor agente (el responsable de la acción verbal) en la voz pasiva.  

Un caso concreto a manera de ejemplo: Marcos 1.12 versus Mateo 4.1   

En primer lugar, es preciso poner de relieve que Marcos 1.12 es una oración en voz activa (con un verbo transitivo en voz activa), pero Mateo 4.1 es una oración en voz pasiva (con un verbo transitivo en voz pasiva).

En segundo lugar, la forma verbal en voz activa en Marcos 1.12 es «ekbálei» (en tiempo presente histórico, tercera persona del singular, modo indicativo; forma léxica: «ekbálo»).

La forma verbal en voz pasiva en Mateo 4.1 es «anéjze» (en tiempo aoristo primero, tercera persona del singular, modo indicativo; forma léxica: «anágo»).

En tercer lugar, el «sujeto agente» en Marcos 1.12 es «pnéuma» (Espíritu) y el «objeto directo» es «autón» (pronombre personal anafórico que hace referencia al sustantivo «iesús»- «Jesús»- del versículo 9.

En cuarto lugar, el «sujeto paciente» de Mateo 4.1 es «iesús» («Jesús»), y «pnéuma» (en caso genitivo «pnéumatos») es el complemento o factor agente.

En conclusión, en estos aspectos analizados está la explicación de la traducción de Marcos 1.12: «El Espíritu lo expulsó (a Jesús) al desierto», y de Mateo 4.1 «Jesús fue llevado por el Espíritu al desierto».

Muy a propósito de nuestro curso de griego bíblico (griego koiné) que inicia el sábado 2 de octubre (tanda matutina), y de nuestro curso de griego clásico que inicia el sábado 6 de noviembre (tanda nocturna).

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