El serio problema textual de un canto muy popular



Isaías 59.19 en el centro de esta cuestión

Héctor B. Olea C.

En contexto de las iglesias principalmente de tradición pentecostal, por años se viene cantando un canto popular (el cual forma parte de un tipo de canción o alabanza que en el contexto de la República Dominicana generalmente se les llama “coro”) que dice: «Vendrá el enemigo como río, como río vendrá el enemigo, pero Jehová levanta su bandera, oh Israel levanta tu bandera…»

El referido canto popular se basa en la forma que se lee el texto de Isaías 59.19 en la versión Reina Valera 1960, cito: “Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él”

Ahora bien, la Reina Valera 1960 no hace más que reproducir la traducción que ya había hecho su antecesora, la revisión de 1909 de la misma serie Reina Valera. A continuación el texto de Isaías 59.19 en la revisión de 1909:

“Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su gloria: porque vendrá el enemigo como río, mas el espíritu de Jehová levantará bandera contra él”

No obstante, a partir de la Reina Valera 1995 se nota un cambio interesante en la traducción de nuestro pasaje en cuestión, a saber:

“Y temerán desde el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol, su gloria, porque él vendrá como un río encajonado, impelido por el soplo de Jehová”

Ante este cambio, es lógico que nos preguntemos por dónde va el texto hebreo, y cuál versión se ajusta más al mismo.

Una personal lectura y revisión del texto hebreo, me permite emitir la siguiente traducción de Isaías 59.19:

“Temerán el nombre del Señor desde occidente, y desde oriente su gloria, porque él vendrá como río (a semejanza de) impetuoso, impulsado por el espíritu del Señor”

La Septuaginta: “Y temerán los de occidente el nombre del Señor, y los de donde sale el sol (oriente) el nombre glorioso; porque la ira de parte del Señor vendrá con furia, como un río violento” (mi propia traducción).

Y Jünemann tradujo: “Y temerán los de occidente el nombre del Señor, y los del oriente del sol el nombre, el glorioso; pues llegará, como río violento la ira desde el Señor; llegará con furor.”

Como se ve por la traducción que he hecho del texto hebreo de Isaías 59.19, y del texto griego de la Septuaginta, es claro que la traducción que se lee en la Reina
Valera 1909 y 1960 no es acertada.



De todos modos cabe preguntarse: ¿hay en el texto hebreo de Isaías 59.19 algunos elementos que en cierta forma expliquen la traducción que se lee en la Reina Valera 1909 y 1960? ¿Es posible que la traducción que hicieron la Reina Valera 1909 y 1960 de Isaías 59.19 sea el producto de algún problema en el texto hebreo que se explique a la luz de la Crítica textual? ¿Es posible que sea el resultado de una desacertada lectura e interpretación de un texto hebreo que no muestra problema textual alguno?

Ciertamente, al considerar el texto hebreo de Isaías 59.19 no se observa problema textual alguno que, de acuerdo a la Crítica textual, pudiera ser el resultado de la existencia de una lectura distinta en algún o algunos manuscritos de la llamada Biblia hebrea o AT (más bien, el Tanaj). Este hecho es confirmado por la clásica traducción griega del Antiguo Testamento, la Septuaginta (véase más arriba la traducción que hice de Isaías 59.19 según el texto griego de ésta).

Otro factor a tomarse en cuenta es que ninguna de las versiones que voy a mencionar más adelante, incluye una nota u observación que afirme que algún manuscrito tiene o refleja una lectura alternativa y distinta a la que actualmente se lee en el texto masorético. ¿Por qué? Porque sencillamente no la hay.

Por otro lado, sí hay en el texto hebreo de Isaías 59.19 dos elementos básicos que explican como una inadecuada lectura e interpretación, la traducción que se lee de dicho pasaje en la Reina Valera 1909 y 1960.

El primer elemento es la palabra hebrea “tsar”. La palabra “tsar”, según el «Diccionario bíblico hebreo-español» de Luís Alonso Schokel, y el «Diccionario de Hebreo Bíblico» de Moisés Chávez, tiene tres acepciones:

1) Peligro, riesgo, aprieto, apuro, aflicción, angustia, estrechez, desgracia

2) Enemigo, adversario, rival, contrario, atacante, agresor, hostil,

3) Pedernal, sílice

Como se puede observar, es claro que la Reina Valera 1909 y 1960 optaron por traducir de acuerdo a la segunda acepción de la palabra “tsar”, a pesar de que no es la que procede, de que no es la mejor opción según el contexto. Ahora bien, la Reina Valera 1909 y 1960 no están solas, pues la Biblia Peshitta en español, que también optó por el camino de las revisiones mencionadas, traduce “el opresor vendrá como río”

Además, otro hecho que no tomaron en cuenta los revisores de las versiones en cuestión, es que la palabra “tsar” también se usa como adjetivo (que es el uso más probable aquí. Este uso adjetival de “tsar”, acompañando al sustantivo “río”, o sea, “nahár” (“najár”), explica mi traducción “como río impetuoso” (así también la Sagrada Biblia, traducción de la Vulgata Latina).

Así se explican, además, las siguientes traducciones: 

“torrente impetuoso” (traducción del Tanaj de Diego Ascunce, la Biblia de las Américas, Santa Biblia, revisión de la Reina Valera 1977); “río encajonado” (Reina Valera 1995, Reina Valera Actualizada 2006); “torrente encajonado” (Biblia del peregrino, Biblia de Jerusalén Latinoamericana, Biblia de Jerusalén, Sagrada Biblia Cantera-Iglesias, Nueva Biblia Española); “torrente caudaloso” (Nueva Versión Internacional); “río desbordado” (Santa Biblia, la palabra de Dios para todos, Biblia en lenguaje actual); “río angustioso” (Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras); “tempestuosa marea” (Biblia abundante, Nueva Traducción Viviente); “como una inundación” (La Biblia hebreo-español, dos tomos, por Moisés Katznelson); “como un río crecido” (versión popular Dios Habla Hoy).

Otro factor a considerar es que la palabra hebrea común y más usada para “enemigo”, “adversario”, “contrario”, etc., “oyéb” no se la encuentra en Isaías 59.19. Tampoco tiene la Septuaginta aquí, la palabra con la cual traduce por lo general a “oyéb”, o sea, “ejthrós”.

Con esto no quiero que algunas personas piensen que estoy negando que en algunos casos “tsar” sea un verdadero sinónimo de “oyéb”. No, no es mi enfoque. Simplemente afirmo que no es “tsar” la palabra usual para señalar a un “adversario” o “enemigo”; además de que a diferencia de “oyéb”, “tsar” tiene otras dos acepciones que se deben tomar en cuenta, no siendo “enemigo” o “adversario” precisamente su acepción primaria.

El segundo elemento a considerar es la palabra hebrea que la Reina Valera 1909 y 1960 han traducido como “bandera”.

Hay en el hebreo bíblico una palabra usual para “bandera” o “estandarte”, y esta es “déguel”; sin embargo, resulta que ésta no está presente en el texto hebreo de Isaías 59.19.

Según la «Concordancia Strong aplicada a la Reina Valera 1960» (publicada por Editorial CARIBE), la palabra que se traduce “bandera” en Isaías 59.19 es la palabra hebrea “nus”.

Pero, ¿qué opinión merece esta afirmación? En primer lugar, diré que la expresión traducida “bandera” por la Reina Valera 1909 y 1960, es “nosesáh”. Es pues, “nosesáh” una forma verbal del verbo “nus” cuyo significado básico es “desplazamiento en el espacio, de un lugar a otro” («Diccionario hebreo-español», de Schokel).

Lo interesante es que la forma en que se encuentra el verbo “nus” en Isaías 59.19 tiene un sentido causativo, que es lo que explica, en lugar de “el Espíritu de Jehová levantará bandera contra él” (Reina Valera 1909 y 1960), las siguientes traducciones: “impulsado por el espíritu del Señor” (en mi traducción personal); “impelido por el soplo de Jehová” (Reina Valera 1995); “el cual impele el soplo del Señor” (Reina Valera Actualizada 2006); “empujada por el aliento del Eterno” (Biblia hebreo-español, dos tomos, por Moisés Katznelson); “que el viento del Señor impele” (La Biblia de las Américas); “impelido del espíritu del Señor” (La Sagrada Biblia, traducida de la Vulgata Latina); “empujado por un fuerte viento” (La Biblia en lenguaje actual); “movido por un viento poderoso” (versión popular Dios Habla Hoy); “impulsado por el aliento del Señor” (Biblia vida abundante, Nueva Traducción Viviente); “que el mismísimo espíritu de Jehová ha impelido” (Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras); “traído por el viento del Señor” (Santa Biblia, la Palabra de Dios para todos); 

“impulsado por el soplo del Señor” (Nueva Versión Internacional); “empujado por el soplo de Jehová” (Santa Biblia, revisión de la Reina Valera 1977); “empujado por el soplo del Señor” (Biblia del peregrino); “al cual impulsa el soplo de Yahveh” (Sagrada Biblia Cantera-Iglesias); “contra el que irrumpe con fuerza el soplo de Yahvé” (Biblia de Jerusalén Latinoamericana); “impulsado por el soplo de Yahvé” (Biblia de Jerusalén); “empujado por el aliento del Señor” (Nueva Biblia Española); “impulsado por el Ruaj de YAHWEH” (traducción del Tanaj por Diego Ascunce).

Finalmente, un esquema de Isaías 59 que también pone bajo cuestionamiento la traducción de la Reina Valera 1909, la 1960, y la Biblia Peshitta en español, lo encontramos en la obra «Profetas, comentario», dos tomos, de Luís Alonso Schokel y José Luís Sicre, publicada por Ediciones Cristiandad:

Liturgia penitencial (versículos 1-8)

Confesión del pecado (versículos 9-15)

Interviene el Señor (versículos 16-20)

Oráculo de salvación (versículo 21); (tomo I, páginas 359-360)

Conclusión: Con base en el análisis del texto hebreo y griego, más la consulta de un buen número representativo de versiones de la Biblia, podemos decir que las bases textuales sobre las que se sustenta el canto popular “¡Vendrá el enemigo como río!, al cual hicimos referencia al inicio de este artículo, son seriamente cuestionables.

Pienso que este análisis pone de manifiesto la responsabilidad que puede tener una determinada versión de la Biblia en el desarrollo y persistencia de ciertos conceptos y postulados teológicos, así como en la legitimación y consolidación de ciertas lecturas, concepciones y prácticas cristianas.

Ahora bien, ¿sugiero la prohibición del canto popular en cuestión? No. En primer lugar, porque no tengo esa potestad, y no creo que alguien la tenga; y porque no pienso que sea recomendable, práctico y funcional. En segundo lugar, porque conozco bien la cultura y el folklore evangélico de la República Dominicana.

Lo que propongo es más bien que vayamos haciendo conciencia respecto de la dependencia que tiene ese canto popular (coro) de una inadecuada lectura e interpretación del texto hebreo, aunque reflejada en una versión de la Biblia, muy popular por cierto y erróneamente considerada por muchas personas como «la Biblia original».

Pienso que también sería recomendable que se empleen otras versiones de la Biblia para explicarle a nuestra gente la inadecuada traducción que refleja la Reina Valera 1909, 1960, y la Biblia Peshitta en Español. Claro está, esto también implica hacerles conocer mejor la verdadera historia de la Biblia.

En verdad creo que una traducción como la que personalmente he hecho de Isaías 59.19, así como la que se lee en la versión popular Dios Habla Hoy (“Todo el mundo, desde oriente hasta occidente, respetará al Señor, al ver su majestad, porque él vendrá como un río crecido movido por un viento poderoso”); invitan a pensar que en la medida que nuestra gente común (no especializada) de la iglesia (no sin cierta resistencia) vaya conociendo un poco más de la real historia de la Biblia y de otras opciones textuales, es probable que estemos iniciando un proceso de autocrítica que, finalmente, concluya con la moderación, modificación y eliminación de ciertas ideas y concepciones teológicas. Ideas y conceptos conservados en ciertas prédicas, sermones, libros, incluso canciones que, aun cuando no tienen un adecuado fundamento, obtienen su apoyo en algunas muy populares versiones de la Biblia.

Estoy plenamente convencido de que ante el cuestionamiento de la base textual del referido canto popular (que la explica, le da razón de ser, y la legitima), haya gente que se refugie en los efectos que en la práctica se involucran con la “unción” que se siente al cantar dicha canción. Supongo que no será tan fácil el aceptar que una canción (así como ciertas prédicas, etc.) que nos ha provocado tantos bellos recuerdos litúrgicos, tantas buenas emociones y expresiones de fe en comunidad, carezca de fundamento. De todos modos, lo cierto es que la traducción de Isaías 59.19 en la Reina Valera 1909, 1960 y la Biblia Peshitta en español, se basa no en la existencia de una variante textual que la explique, sino en una desacertada lectura, interpretación y traducción bíblica.

Pienso que se hace necesario el seguir insistiendo y creando conciencia respecto de la responsabilidad de muchos equipos de traductores y comités editoriales de la reproducción de la Biblia, en el desarrollo y persistencia de muchas situaciones (ideas, concepciones y prácticas) que han venido a complicarle el trabajo a los exégetas, teólogos y educadores cristianos, incluso a la común feligresía como tal.


¡Hasta la próxima!

1 comentario:

  1. Desconozco el canto al que usted hace referencia, pero creo que no nos faltarían ejemplos similares en el contexto Mexicano, sobre todo en ambientes pentecostales, cuya liturgia es muy abundante en hiperbolismos épicos sobre la intervención de Dios en la vida personal de los creyentes, tomando como referencia los pasajes bélicos del Antiguo Testamento. Por lo que encuentro oportunísimo su apunte. Y:

    ¡Ah, qué buena observación la que hace usted maestro! y cito: "es probable que estemos iniciando un proceso de autocrítica que, finalmente, concluya con la moderación, modificación y eliminación de ciertas ideas y concepciones teológicas. Ideas y conceptos conservados en ciertas prédicas, sermones, libros, incluso canciones que, aun cuando no tienen un adecuado fundamento, obtienen su apoyo en algunas muy populares versiones de la Biblia." fin de la cita.

    Ciertamente el tener este tipo de acercamiento a la escritura nos llevará a mesurar el discurso epopéyico que abunda en círculos evangélicos. Cuyo peligro, segun mi opinión, está en la formación desapegada de la realidad de ese aspecto de la cosmovisión cristiana.

    Curiosamente Jameson-Fawcet & Brown apunta a un bosquejo del pasaje como sigue:

    Vv. 1-8: No es por falta de poder que Dios no libra a su pueblo, sino por causa de sus pecados.

    Vv. 9-15 La confesión por parte del

    Vv. 16-21 La promesa del envío del Mesías (Qué es el contexto en donde ubicamos el pasaje que cita usted y que considero coincidente para la observación que usted hace)

    Lowt por su parte apunta respecto a la traducción de la expresión hebrea: "como río" levantará bandera (Más bien, de una raíz hebrea diferente, lo pondrá en fuga, lo ahuyentará [Maurer]).

    Dándole a la voz hebrea, traducida “enemigo”, un sentido diferente del que tiene en el v. 18, y un significado forzado a la frase hebrea el “Espíritu de Jehová”, traduce: “Cuando el Señor venga como un río enderezado en su curso, que un fuerte viento impele hacia adelante”.

    ¡Gracias por compartir maestro! ¡Un abrazo!

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