La «je» («h») «direccional» (directiva) hebreaCuestiones de gramática, morfología y sintaxis hebreas
Héctor B. Olea C.
Si bien cuenta el hebreo bíblico con la preposición «el» (a, hacia) para indicar movimiento o traslación: «a», «hacia»; también cuenta con una desinencia (morfema gramatical) no acentuada, conformada por la vocal «qámets» («a» larga) y la consonante «je» («he»), generalmente identificada como «je («he») direccional» (o «directiva»).
Se añade, pues la «je («he») direccional» (o «directiva»), a nombres o sustantivos propios, y comunes, determinados e indeterminados, así como a adverbios de lugar, para indicar un movimiento o traslación hacia (en dirección de) del nombre o adverbio de lugar al que se le agrega como sufijo o desinencia la «je («he») direccional».
Dos principios principales rigen el uso de la llamada «je («he») direccional» o «directiva»:
En primer lugar, jamás constituye una sílaba acentuada, lo que sirve para distinguirla de la desinencia formal del género femenino singular («qámets» + «je» acentuada), como en los sustantivos «torá» (instrucción, ley) e «ishá» (mujer), y en el adjetivo femenino singular «tová» (buena).
En segundo lugar, el acento principal se mantiene en la misma sílaba donde se encontraba antes de añadirle la «je («he») direccional».
Finalmente, a manera de ilustración, anexo a estas breves líneas una imagen donde pongo dos ejemplos concretos del empleo de la aplicación de la «je («he») direccional» hebrea, incluyendo además su reflejo en el arameo, en la traducción al griego y al español.
Muy a propósito de nuestro curso de «hebreo clásico» (bíblico), desde cero, que inicia el jueves 4 de mayo, nuestro curso «griego koiné» (bíblico), el segundo año, que también inicia el jueves 4 de mayo, y de nuestro curso de «arameo imperial» (clásico, bíblico) desde cero, que inicia el sábado 6 de mayo.
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