El participio griego versus el participio español, nociones de griego clásico y koiné



El participio griego versus el participio español

Nociones de griego clásico y koiné

Héctor B. Olea C.

El participio griego y el participio español coinciden en ser ambos una forma no personal del verbo, un adjetivo verbal.

En tal sentido, y, en segundo lugar, tanto el participio griego como el participio español se sustentan en una raíz o lexema verbal.

En tercer lugar, el participio griego y el participio español tienen desinencias que forman parte de la flexión nominal (declinación), y no de la flexión verbal (conjugación).

En cuarto lugar, así como el sustantivo español no tiene una declinación nominal flexiva, sino preposicional, así también el participio español no es declinable, y sólo exhibe unos morfemas de género (amado, amada, comido, comida, escrito, escrita, etc.) y de número (amados, amadas, comidos, comidas, escritos, escritas, etc.).

En cambio, y, en quinto lugar, como el sustantivo griego sí tiene una declinación nominal flexiva, así también el participio griego, como forma nominal del verbo (adjetivo verbal), exhibe una flexión propia para cada caso de la flexión nominal (nominativo, genitivo, dativo, acusativo).

En sexto lugar, el participio español tiene un papel vital en la conformación de los llamados «tiempos compuesto» o «perifrásticos» del español (pretérito perfecto: yo he amado; pretérito pluscuamperfecto: yo había amado; futuro perfecto: yo habré amado; condicional compuesto: yo habría amado).

En séptimo lugar, el participio griego también se usa para formar los llamados «tiempos perifrásticos» del griego (presente perifrástico, imperfecto perifrástico, futuro perifrástico, perfecto perifrástico, pluscuamperfecto perifrástico).

En octavo lugar, el participio español es un componente vital para la conformación de la llamada «voz pasiva perifrástica» (yo fui ayudado, tú eres observado, ellos son estudiados, ellas serán evaluadas).

En noveno lugar, como la voz pasiva griega es simple, no perifrástica, el participio no interviene en la conformación de la voz pasiva griega, sino y más bien, ocurre que el participio mismo (como cualquier forma verbal finita, verbo conjugado) puede venir expresado en cualquiera de las tres voces del sistema verbal griego (participio activo, participio medio, participio pasivo).

En décimo lugar, el participio griego, cuando está en la voz activa y sin artículo, equivale más bien al gerundio español; pero cuando está en la voz pasiva, sí es equivalente al participio español.

En undécimo lugar y, finalmente, mientras que el participio español se sustenta estrictamente en el tema de presente (mas unas desinencias fijas), el participio griego tiene presencia en los cuatro temas temporales del sistema verbal griego (presente, aoristo, futuro, perfecto) y, consecuentemente, exhibe unas características morfológicas propias, según el tema temporal en el cual esté configurado o expresado.

Para cerrar, como siempre, anexo dos imágenes a manera de ilustración.

Muy a propósito de nuestro curso de «Gramática española aplicada» (con proyección y aplicación al estudio de las lenguas bíblicas y a la traducción bíblica), que inició el pasado jueves, de nuestro curso de «griego koiné (bíblico)», desde cero, que inició el pasado viernes, y de nuestro «Diplomado sobre el participio griego», que inició ayer.  

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