Nociones de la flexión verbal griega (cursos de griego clásico y de griego koiné)


 Una muestra más de las cosas que hacemos y ocurren en nuestras clases profesionales de griego (clásico y koiné), online vía Zoom (desde República Dominicana para cualquier parte del mundo), todo el año, año por año, y en la modalidad asincrónica (mediante clases grabadas).


Por supuesto, a propósito de nuestra continua oferta de clases intensivas y personalizadas, asesorías, soporte, tutorías preparatorias y especializadas, enfocadas en las necesidades particulares del estudiante o institución.

«A los suyos vino, y los suyos no la acogieron» (Biblia del Peregrino) Una traducción cuestionable de Juan 1.11?

«A los suyos vino, y los suyos no la acogieron» (Biblia del Peregrino)

¿Una acertada traducción del texto griego de Juan 1.11?

Héctor B. Olea C.

El nuestro curso de griego titulado «Lectura griega y traducción directa al español», el pasado lunes estuvimos leyendo, analizando y traduciendo el texto griego de Juan 1.11.

En tal sentido, al pedirle al alumnado que citara la traducción de dicho texto en algunas versiones de la Biblia, una persona citó la versión de la Biblia conocida como «Biblia del Peregrino» (de Luis Alonso Schokel y colaboradores, publicada por Ediciones Mensajero, tercera edición 2001).

Luego, en la imagen anexa ofrezco la razón del porqué es cuestionable la traducción de Juan 1.11 que ofrece «La Biblia del Peregrino».

Por supuesto, a propósito de nuestro curso de «Lectura griega y traducción directa al español», para el cual todavía estás a tiempo.

Es que, si bien inició este curso inició en septiembre (y concluye en febrero 2026), por su diseño, la persona se puede sumar en cualquier momento.

Un curso profesional y aconfesional de profundización que te ayudará a fortalecer la lectura y traducción fluida del griego koiné al español, aplicando la pronunciación erasmiama y la pronunciación reucliniana.

Un curso dirigido al público general que ya posee ciertos conocimientos de griego koiné, pero que anhela fortalecer la práctica de la lectura y traducción directa y fluida del griego al español con la aplicación de la pronunciación erasmiana y la pronunciación reucliniana, al margen de su creencia o confesión religiosa, o la falta de compromiso con una determinada confesión religiosa.

Este curso incluye una retroalimentación y actualización en cuanto a los principios vitales de la sintaxis griega, de la flexión nominal (declinación), de la flexión verbal (conjugación), la acentuación griega, las características distintivas del sistema de lectura y pronunciación erasmiana y del sistema de lectura y pronunciación reucliniana aplicado a la lectura del Nuevo Testamento Griego, y en cuanto a los principios prácticos y vitales para la traducción del griego al español.

Día y horario: lunes 5:00 – 7:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico; 4:00 – 6:00 PM Colombia y Perú; 6:00 – 8:00 PM Argentina y Chile.

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí


Análisis sintáctico del texto hebreo de Éxodo 15.11 Nociones de morfosintaxis hebrea


Análisis sintáctico del texto hebreo de Éxodo 15.11
Nociones de morfosintaxis hebrea

Héctor B. Olea C.

¿Qué tipo de sintaxis exhibe el inicio del texto hebreo de Éxodo 15.11?

¿La sintaxis de estructuras oracionales interrogativas o de estructuras oracionales exclamativas?

Ciertamente el texto hebreo de Éxodo 15.11 inicia con una partícula interrogativa, «mi» (¿quién?); sin embargo, esto no prueba que, necesariamente, estrictamente, estamos aquí ante la estructura oracional de una oración o proposición interrogativa.

En tal sentido, es preciso considerar lo que plantea la «Gramática del hebreo bíblico» de Paul Joüon y Takamitsu Muraoka: “Una pregunta puede ser genuina o meramente retórica (en cuyo cao no pide respuesta). La pregunta puede ser exclamativa parcial o totalmente” (Verbo Divino, página 650).

Luego: “La línea de separación entre una pregunta y una exclamación es con frecuencia imprecisa. Muchas de las palabras interrogativas pueden usarse también como exclamativas” (página 655).

Consecuentemente, a nuestro modo de ver, las dos veces que aparece el «mi» interrogativo en Éxodo 15.11, tiene más bien un valor exclamativo.

Por otro lado, a la luz de los acentos secundarios disyuntivos o separadores empleado en el texto hebreo de Éxodo 15.11 (como el en resto de la Biblia Hebrea), concluimos que Éxodo 15.11 está conformado por dos grandes secciones (divididas por el acento disyuntivo o separador, «atnáj», acento que divide el versículo en dos partes o secciones, en toda la Biblia Hebrea).

Luego, la primera sección del texto hebreo de Éxodo 15.11 está conformada por tres proposiciones que paralelan, que son sinónimas; pero la segunda sección está constituida por dos proposiciones que también paralelan y que son sinónimas.

También hay en este texto tres participios sustantivados sin el artículo determinado: uno en la tercera proposición de la primera sección, y uno en cada una de las dos proposiciones de la segunda sección.

Las tres proposiciones que conforman la primera sección son:

La primera:

¡Quién como tú, oh Señor, entre los dioses!

La segunda:

¡Quién como tú!

La tercera:

¡Magnífico en santidad!

Las dos proposiciones de la segunda sección:

La primera:

¡Temido (temible, terrible) en maravillas (proezas)!

Observación: La palabra traducida temido (temible, terrible) es «norá», un participio masculino singular de la conjugación «nifál», que tiene un sentido pasivo: “ser temido”, “ser alguien que infunde respeto”. Por lo tanto, aquí: «Eres temido al hablar de hechos portentosos» (idea que viene a corroborar la siguiente proposición).

La segunda:

¡Hacedor (eres) de prodigios (de hechos portentosos)!

En conclusión, una traducción adecuada de Éxodo 15.11 debe ir en la siguiente línea:

¡Quién como tú, oh Señor, entre los dioses!

¡Quién como tú!

¡Magnífico (eres) en santidad!

¡Temido (eres) en maravillas (al hablar de proezas)!

¡Hacedor (eres) de prodigios (de hechos portentosos)!

Finalmente, como siempre, invito a considerar detenidamente, la imagen anexa, con la cual espero ilustrar y hacer más comprensibles estas líneas.

A propósito de nuestra continua oferta profesional y académica en el campo de las lenguas bíblicas, y muy a propósito de nuestra oferta académica para enero 2026 (conformada por los dos siguientes cursos: «Hebreo clásico o bíblico) desde cero»; y el «Diplomado sobre el libro de Jonás»), con la oferta especial y limitada de un 40% de descuento hasta el 30 de noviembre.

¡Incluyen bibliografía y certificado!

¡Inscripciones abiertas!

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí


 

«No juzguéis» (Mateo 7.1; Lucas 6.37) ¿Una traducción acertada? Nociones de griego clásico y koiné


 «No juzguéis» (Mateo 7.1; Lucas 6.37)

¿Una traducción acertada?
Nociones de griego clásico y koiné

Héctor B. Olea C.

El pasado mes de septiembre dimos inicio a un curso teórico práctico (de 6 meses), diseñado para fortalecer la lectura en griego (aplicando la pronunciación erasmiana y la pronunciación reucliniana), y la práctica de la traducción del griego koiné al español (haciendo énfasis en el español latinoamericano).

En tal sentido, comparto estas líneas como una muestra concreta de las cosas que están ocurriendo en dicho curso.

Ocurre que en la clase de ayer propusimos la lectura y traducción de Mateo 7.1, a la luz de lo que establece la gramática griega, y sometimos a escrutinio la tradicional traducción que nos han regalado prácticamente la mayoría de las versiones de la Biblia en español.

Citemos, por ejemplo, la traducción de dos versiones muy representativas: la versión Reina Valera 1960 y la versión Biblia de Jerusalén Quinta Edición (revisada y aumentada, 2010, 2019).

Reina Valera 1960: «No juzguéis, para que no seáis juzgados».

Biblia de Jerusalén Quinta Edición: «No juzguéis, para que no ser juzgados».

Ahora bien, el problema es que la traducción «no juzguéis» puede ser asumida e interpretada en dos formas muy distintas:

En primer lugar, como una prohibición que procura impedir el inicio de una acción: «no comiencen a juzgar», «ni siquiera intenten comenzar a juzgar»; en segundo lugar, como una prohibición que procura detener la continuidad de una acción ya iniciada, ya en proceso, en desarrollo: «no sigan juzgando», «dejen de juzgar».

Luego, surge la pregunta: ¿A cuál de estas dos líneas de traducción favorece el texto griego, la gramática griega, la sintaxis griega?

Por un lado, es preciso poner de relieve que la traducción «no juzguéis» es el reflejo de una redacción griega que involucra un adverbio de negación («me»), el usual con los modos distintos al modo indicativo, y una forma verbal en tiempo presente, pero en modo imperativo, de la segunda persona del plural («krínete»).

En tal sentido, se hace necesario poner de relieve lo que dicta la gramática griega respecto de dicha redacción y sintaxis.

Pues bien, lo que establece la gramática griega al respecto es lo siguiente. “En las prohibiciones griegas se aplica el siguiente principio: «me» con el imperativo de presente procura evitar la continuación de una acción ya en desarrollo, en proceso; pero «me» con el imperativo aoristo procura evitar el inicio de una acción, y si se trata de una regla general, ésta no es considerada como tal, sino atendiendo a un caso particular” («El griego del Nuevo Testamento», Max Zerwick, Verbo Divino, tercera edición, 2002, página 111). Pero otros autores que también confirman esta normativa están: Ángel Amador García Santos («Introducción al griego bíblico», Verbo Divino) e Inmaculada Delgado Jara («Gramática griega del Nuevo Testamento II», sintaxis, Verbo Divino).

Es más, la obra «Ayuda gramatical para el estudio del Nuevo Testamento Griego», de Roberto Hanna, Editorial Mundo Hispano, tercera edición, 2001, respecto de Mateo 7.1, comenta: «La prohibición «me krínete» en presente se usa para prohibir una acción que ya está ocurriendo: dejen de juzgar».

Por otro lado, la segunda parte del texto griego de Mateo 7.1 involucra una redacción que emplea la conjunción «jína», el mismo adverbio de negación que se empleó en la primera parte de Mateo 7.1, o sea, «me», y la forma verbal «krizéte», aoristo primero, voz pasiva, modo subjuntivo, segunda persona del plural.

Consecuentemente, la redacción que involucra a «me», y la forma verbal en modo subjuntivo aoristo, supone una proposición final en negativo: «para que no».

Pero llama la atención que Lucas 6.37 (texto paralelo), si bien coincide perfectamente con Mateo 7.1 al emplear la redacción inicial «me krínete», no obstante, en la segunda parte emplea una redacción que supone una negación enfática, absoluta, que excluye toda la posibilidad de que una acción tenga lugar («jamás serán juzgados»).

En consecuencia, a la luz de la redacción griega detrás de la traducción «no juzguéis», y de lo que dicta la gramática griega al respecto, una traducción adecuada de Mateo 7.1 debe ir en la siguiente línea: «Dejen de juzgar (no sigan juzgando), para que ustedes no sean juzgados»; pero siguiendo a Lucas 6.37: «dejen de juzgar (no sigan juzgando), y jamás serán juzgados».

Por cierto, debo decir que una honrosa excepción la constituye la traducción que ofrece la versión «Traducción del Nuevo Mundo de las Santas Escrituras»: «Dejen de juzgar, para que no sean juzgados».

Por supuesto, como siempre, invito a considerar detenidamente la imagen anexa, con la cual espero hacer más comprensibles estas líneas.

Finalmente, como el curso de lectura griega y traducción directa al español supone que cada clase semanal es independiente de la anterior, todavía es posible sumarse al mismo, en cualquier momento, independientemente de lo que ya hemos hecho en el curso desde su inicio el pasado mes de septiembre.

Un curso profesional y aconfesional de profundización que te ayudará a fortalecer la lectura y traducción fluida del griego koiné al español, aplicando la pronunciación erasmiama y la pronunciación reucliniana.

Un curso dirigido al público general que ya posee ciertos conocimientos de griego koiné, pero que anhela fortalecer la práctica de la lectura y traducción directa y fluida del griego al español con la aplicación de la pronunciación erasmiana y la pronunciación reucliniana, al margen de su creencia o confesión religiosa, o la falta de compromiso con una determinada confesión religiosa.

¡Inscripciones abiertas! ¡Todavía estás a tiempo!

Sobre la forma de presentar los verbos hebreos en un diccionario o léxico de hebreo bíblico (clásico)


 Sobre la forma de presentar los verbos hebreos en un diccionario o léxico de hebreo bíblico (clásico)

Nociones de hebreo clásico (bíblico)

Héctor B. Olea C.

En un artículo anterior dijimos que en español la figura del «infinitivo» (forma no personal del verbo) tiene dos formas: la del «infinitivo simple» («ar»: amar; «er»: comer; «ir»: vivir) y la del «infinitivo compuesto» (haber amado, haber comido, haber vivido).

Pero es el «infinitivo simple» la que se emplea para colocar los verbos en el diccionario (forma léxica).

Luego, con relación al griego, pusimos de relieve que en esta lengua también tiene presencia la figura del «infinitivo», pero que no es ésta la forma en que se colocan los verbos en los léxicos y diccionarios griegos, sino la primera persona del singular, voz activa, modo indicativo (yo hago tal cosa).

Además, el «infinitivo griego» tiene cuatro formas, la que existe en cada tema temporal del sistema verbal griego: el tema de presente, el tema de futuro, el tema del aoristo y el tema de perfecto; pero también puede expresarse en la voz activa, en la voz media y en la voz pasiva (en los respectivos temas temporales mencionados).

Ahora bien, respecto del hebreo clásico o bíblico, no es posible obviar que también en dicha lengua existe la figura del «infinitivo», y en dos formas: la del «infinitivo absoluto» y la del «infinitivo constructo», cada uno con una vocalización (puntuación) propia, con particulares y específicas funciones sintácticas.

En todo caso, si bien en hebreo moderno es común hacer referencia a los verbos empleando el llamado «infinitivo constructo» (no el «infinitivo absoluto») con la preposición «le» prefijada; no es menos cierto que en los diccionarios o léxicos de hebreo bíblico lo usual es presentar los verbos con la forma de la tercera persona masculina singular de la conjugación «qal» (la conjugación básica), la que viene a ser su «forma léxica» (él hizo tal cosa).

Observación: A diferencia del griego y el español, el hebreo y el arameo tienen el género gramatical entre los accidentes gramaticales del verbo.

Por otro lado, es necesario poner de relieve que el sistema verbal hebreo expresa la cualidad de la acción verbal mediante siete conjugaciones verbales principales llamadas «binyaním» («edificios», «construcciones»), en las que la acción verbal llega a tener unos matices específicos.

Además, la forma de nombrar cada conjugación hebrea se sustenta precisamente en la forma que exhibe la tercera persona masculina singular en cada conjugación, tomando como verbo modelo el verbo «paál» (el hizo, el obró, él realizó; infinitivo constructo: «peól», «lifól»).

Pero, por supuesto, no todo verbo hebreo está presente en las siete conjugaciones del sistema verbal hebreo.

En efecto, según la obra «Nociones Esenciales del hebreo bíblico» de Kyle M. Yates (décimo cuarta edición, 2008, Casa Bautista de Publicaciones, página 82), sólo seis (6) verbos o raíces verbales están presentes en las siete conjugaciones del sistema verbal hebreo.

Luego, es posible hablar de siete «infinitivos constructos», uno por cada conjugación, con una puntuación y morfología específica, en conformidad a cada conjugación.

Por supuesto, como siempre, invito a considerar la imagen anexa, con la cual espero ilustrar y hacer más comprensibles estas líneas.

A propósito de nuestra continua oferta profesional y académica en el campo del hebreo clásico o bíblico, todo el año, año por año.

Y muy a propósito de nuestra oferta profesional, académica y aconfesional para enero 2026, conformada por los dos siguientes cursos: «hebreo bíblico desde cero», el primer año, y el «Diplomado sobre el libro de Jonás».

Observación: Reiteramos la oferta especial y limitada de un 40 % de descuento para todas las personas que se matriculen hasta el 30 de noviembre.

¡Incluyen bibliografía y certificado!

¡Inscripciones abiertas!

Más información, modalidades de pago y matriculaciópn Aquí


Sobre la manera de hacer referencia a un verbo griego, nociones de griego clásico y griego koiné

 

Sobre la manera de hacer referencia a un verbo griego

Nociones de griego clásico y de griego koiné

 

Héctor B. Olea C.

Es común ver en comentarios bíblicos, obras de teología, a comentaristas y a personas comunes que, al explicar la derivación de un sustantivo griego de un determinado verbo griego, lo hacen en una forma seriamente cuestionable desde el punto de vista del griego mismo.

En tal sentido, es posible que usted haya escuchado o leído, por ejemplo, que el sustantivo «didaskalía» (enseñanza, instrucción, doctrina, lo que se enseña) deriva del verbo «didáskein» (enseñar).

Sin embargo, como explico en la imagen anexa, declaraciones como esta son seriamente cuestionables desde el punto de vista del griego.

Esto así porque, en conformidad a lo que realmente ocurre en la lengua griega (clásico y koiné, incluso griego moderno), la forma correcta y recomendada es: “el sustantivo «didaskalía» (enseñanza, instrucción, doctrina) deriva del verbo «didásko» (yo enseño), que es la real y verdadera forma léxica de la que deriva el sustantivo «didaskalía»; además y, precisamente, la forma que se va a encontrar en cualquier diccionario griego, y no «didáskein» (infinitivo presente activo: enseñar).  

A propósito de nuestra continua oferta profesional, aconfesional y académica en el campo de la lengua griega (clásico y koiné o bíblico), todo el año, año por año.

Y muy a propósito de nuestros continuos servicios de clases personalizadas, asesoramiento, acompañamiento y tutorías en el campo de la lengua griega (clásico y koiné).

Si necesitas de nuestros servicios, ponte en contacto con nosotros Aquí




El participio presente en Romanos 5.1, Diplomado online sobre el participio griego


A propósito de nuestro «Diplomado sobre el participio griego» que inicia este vienes 3, pasado mañana

Un curso de actualización profundización y especialización en el estudio de la categoría morfosintáctica de mayor riqueza y complejidad de la lengua griega (clásico y koiné) desde el punto de vista de la morfología y de la sintaxis.

Altamente recomendado para las personas que ya poseen cierto conocimiento de la lengua griega, que desean profundizar y fortalecer sus conocimientos del griego y para las personas que aspiran a ser docentes de griego koiné o bíblico (incluso de griego clásico).

Duración: 6 meses.

Día y horario: viernes 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico; 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Chile y Argentina.

Modalidades: Online (vía Zoom en vivo y en directo) y Virtual (en diferido, en forma asincrónica, mediante clases grabadas).

¡Incluye bibliografía y certificado!

¡Inscripciones abiertas! ¡Todavía estás a tiempo!

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí

Más información, modalidades de pago y matriculación en el siguiente enlace:

https://api.whatsapp.com/send/?phone=%2B18092057814&text=Informaci%C3%B3n&app_absent=0, así de sencillo.

Los participios presentes en Mateo 2.11, Diplomado online sobre el participio griego


 A propósito de nuestro «Diplomado sobre el participio griego» que inicia este vienes 3, pasado mañana


Un curso de actualización profundización y especialización en el estudio de la categoría morfosintáctica de mayor riqueza y complejidad de la lengua griega (clásico y koiné) desde el punto de vista de la morfología y de la sintaxis.

Altamente recomendado para las personas que ya poseen cierto conocimiento de la lengua griega, que desean profundizar y fortalecer sus conocimientos del griego y para las personas que aspiran a ser docentes de griego koiné o bíblico (incluso de griego clásico).

Duración: 6 meses.

Día y horario: viernes 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico; 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Chile y Argentina.

Modalidades: Online (vía Zoom en vivo y en directo) y Virtual (en diferido, en forma asincrónica, mediante clases grabadas).

¡Incluye bibliografía y certificado!

¡Inscripciones abiertas! ¡Todavía estás a tiempo!

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí


Diplomado sobre el participio griego, un curso profesional que inicia el 3 de octubre


 «Diplomado sobre el participio griego»


Reiteramos que el próximo viernes 3 de octubre damos inicio a nuestro «Diplomado sobre el participio griego», un curso de profundización y especialización en el campo de la morfosintaxis griega (clásico y koiné).

Un curso de actualización y profundización en el aspecto de mayor riqueza y complejidad de la lengua griega (clásico y koiné) desde el punto de vista de la morfología y de la sintaxis.

Altamente recomendado para las personas que ya poseen cierto conocimiento de la lengua griega, que desean profundizar y fortalecer sus conocimientos del griego y para las personas que aspiran a ser docentes de griego koiné o bíblico.

Duración: 6 meses.

Día y horario: viernes 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico; 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Chile y Argentina.

Modalidades: Online (vía Zoom en vivo y en directo) y Virtual (en diferido, en forma asincrónica, mediante clases grabadas).

¡Incluye bibliografía y certificado!

¡Inscripciones abiertas! ¡Todavía estás a tiempo!

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí


La etimología de la palabra Biblia como jamás te la explicaron


 A propósito del «día nacional de la Biblia».

Mi personal aporte al análisis de la etimología de la palabra española «Biblia», por supuesto, como jamás te la habían explicado, así de sencillo 

A propósito del «día nacional de la Biblia».

 

Mi personal aporte al análisis de la etimología de la palabra española «Biblia», por supuesto, como jamás te la habían explicado, así de sencillo

¿«Es mi pastor»? o ¿«Me pastorea»? Una vez más sobre el salmo 23.1

¿«Es mi pastor»? o ¿«Me pastorea»?

Una vez más sobre el salmo 23.1

Nociones de gramática (morfosintaxis) del hebreo bíblico

Héctor B. Olea C.

La pregunta que titula es artículo puede parecer innecesaria o sin sentido para muchas personas.

Esto así, pues, hasta al momento, no conozco, no recuerdo conocer una traducción del Salmo 23 al español que en lugar de la expresión «es mi pastor», haya traducido «me pastorea».

Por supuesto, por razones prácticas estoy dejando fuera de este trabajo (ya que no tiene importancia para el análisis que ofrezco aquí) la forma en que se asuma el sagrado nombre o tetragrámaton (Jehová, Jehováh, Yahvé, Yavé, Yahveh, Yahweh, YHWH, el Señor, el Eterno, Hashém, etc., etc.).

Ahora bien, imagino la pregunta: ¿Qué diferencia hay entre la traducción «es mi pastor» y la traducción «me pastorea»?

En primer lugar, diré que la diferencia no es propiamente semántica, sino más bien gramatical o formal, relativa la morfología y la sintaxis (cómo funciona sintácticamente en la oración) de la palabra que está detrás de la tradicional traducción «es mi pastor».

En tal sentido, es preciso decir que la palabra «roí» que leemos en el Salmo 23.1 puede ser asumida, legítimamente, de dos formas: como un sustantivo o verbo sustantivado (que funciona como un sustantivo), o como un participio, estrictamente un participio activo que funciona más bien como verbo que cómo sustantivo (forma nominal del verbo).  

En sentido estricto, «roí» consiste en el participio activo de la conjugación qal, del verbo o raíz «raá» o «lirót» (pastorear, apacentar, cuidar de).

Luego, si bien los participios hebreos por lo general se colocan en la lista de flexiones de cada verbo o raíz en un diccionario no básico del hebreo clásico o bíblico; no se puede negar que, como puntualiza Page H. Kelly («Hebreo bíblico, una gramática introductoria», página 158), hay algunos que se han hecho «autónomos», apareciendo en los diccionarios como nombres o sustantivos particulares.

Entre estos están redentor o vengador de sangre («goél»), habitante («yoshév»), alfarero («yotsér»), salvador («moshía»), escriba o amanuense («sofér»), vidente («roé»), pastor (roé), y juez («shofét»).

En todo caso, si bien es innegable que un participio sustantivado funciona como un sustantivo (un verbo sustantivado, una forma nominal del verbo), por otro lado, es, ante todo, natural e indiscutiblemente un participio.  

Pero las cosas se complican más cuando consideramos que los sufijos pronominales (formas que tiene el hebreo y el arameo) para hacer referencia a los pronombres personales, a las personas gramaticales cuando «no son sujetos», sino «objetos», funcionan de manera distinta cuando se adhieren a formas nominales o sustantivos, y cuando se adhieren a formas verbales.

Consecuentemente, es preciso decir que los sufijos pronominales adheridos a formas nominales o sustantivos, indican el posesivo de la persona gramatical a la que hace referencia el sufijo pronominal.

Pero adheridos a formas verbales, los sufijos pronominales señalan como «objeto directo pronominal» a la persona gramatical a la cual hace referencia el sufijo pronominal.

Ahora bien, una realidad incuestionable es que «roí» (como sustantivo o como participio que funciona como verbo) tiene el sufijo pronominal de la primera persona común singular, «yo».

Luego, si se asume como sustantivo, como verbo sustantivado, el sufijo pronominal en «roí» indica el posesivo de la primera persona común singular: «mi pastor».

Pero si se asume como lo que ante todo es, un participio activo (que funciona como verbo), el sufijo pronominal en «roí» señala a la primera persona común singular como un «objeto directo pronominal»: «me pastorea».

De todos modos, debe quedar claro que no hay nada que obligue a sumir a «roí» como una forma nominal, un sustantivo, un verbo sustantivado, para creer que la única traducción posible y legítima: «es mi pastor».

Obviamente, tampoco no hay nada, en principio, que obligue a considerar a «roí» como un participio activo con sufijo pronominal (un participio que funciona como verbo); sin embargo, hay dos cosas que, a nuestro entender, favorecen que se asuma como tal: en primer lugar, el hecho de que ante todo e innegablemente, «roé» (estado absoluto singular) es un participio; en segundo lugar, que, como muy bien observan Paul Jouon y Takamitsu Muraoka: «un participio cuando toma o recibe un sufijo pronominal, puede funcionar realmente como un verbo, más que como un verbo sustantivado» («Gramática del hebreo bíblico», Verbo Divino, 2005, página 187).

En todo caso, llama mucho la atención que, prácticamente, ninguna versión conocida de la Biblia en español haya ido aquí contracorriente.

Una honrosa e innegable excepción

Es preciso poner de relieve que la clásica versión griega (Septuaginta, Los LXX), sí asumió a «roí» como lo que realmente es: un participio con sufijo pronominal que funciona como verbo (me pastorea, me apacienta).

Por tal razón tradujo a «roí» con la expresión: «poimáinei me» («piméni me», pronunciación reucliniana): «me pastorea», «me apacienta».

Finalmente, si bien la carga semántica de la traducción «es mi pastor», es en esencia la misma que de la traducción «me pastorea», la cuestión es que desde el punto de vista morfosintáctico, considerando a «roí» que es ante todo un participio con sufijo pronominal, que funciona más bien como verbo que como un verbo sustantivado (forma nominal del verbo); el texto hebreo no estaría señalando «el pastor que me es propio» («mi pastor»), sino «que yo soy el objeto directo de la acción de pastorear» de Jehová, Jehováh, Yahvé, Yavé, Yahveh, Yahweh, YHWH, el Señor, el Eterno, Hashém, etc., etc.

En tal sentido, una mejor traducción sería: «El Señor me pastorea», «El Eterno me pastorea», «Hashém me pastorea», «Jehová me pastorea», etc., etc.

Muy a propósito de nuestra continua oferta académica en el campo de las lenguas bíblicas, el griego clásico, la gramática española y más, todo el año, año por año.

Modalidades: Online (vía Zoom en vivo y en directo) y Virtual (en diferido, en forma asincrónica, mediante clases grabadas).

¡Inscripciones siempre abiertas!

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí


 

 

Análisis detallado del texto hebreo del Salmo 23.1 ¿Cuál es la traducción correcta del Salmo 23.1?




Análisis detallado del texto hebreo del Salmo 23.1

¿Cuál es la traducción correcta del Salmo 23.1?

Cuestiones de lingüística, gramática, exégesis y traducción bíblica

Héctor B. Olea C.

De vez en cuando aparece alguien que se hace eco de una desacertada y errónea propuesta de lectura y traducción del texto hebreo del Salmo 23.1.

Por supuesto, lo hacen por ignorar muchos elementos de la gramática (morfosintaxis) del hebreo bíblico, de lo contrario (de tener un conocimiento sólido de la gramática del hebreo bíblico), supongo que no lo harían.

Además, sigue siendo un recurso que, aparentemente demuestra erudición y un supuesto conocimiento de las lenguas bíblicas que no se posee, el asumir una postura crítica y radical a la clásica versión Reina Valera 1960 (buena, pero no perfecta, como ninguna versión de la Biblia es perfecta).

Es más, me parece que, si alguien quiere ponerse el traje de erudito, lo que hay que hacer es sencillamente ir en contra de la Reina Valera, por simples prejuicios, ignorando que, como en este caso, una versión de mucho más prestigio que ella, la tan respetada Biblia de Jerusalén (ya en su quinta edición) concuerda aquí y en muchos otros casos, con la Reina Valera 1960.

Luego, ¿por qué criticar aquí, erróneamente, por cierto, La Reina Valera 1960 y no así a La Biblia de Jerusalén?

En todo caso, con estas líneas estoy haciendo referencia a la supuesta correcta traducción del texto hebreo del Salmo 23.1 es: «Jehová es mi pastor, él no me faltará».

Ahora bien, ¿será cierto que esta propuesta de traducción respeta y refleja con acierto lo que en realidad dice el texto hebreo del Salmo 23.1?

Respuesta: No, como espero poder demostrar en este artículo, apelando incluso a la versión griega del texto en cuestión.

Por supuesto, un error fundamental de esta propuesta de traducción del Salmo 23.1, es que ignora que la forma verbal «ejsár», segunda palabra de la segunda sección del texto hebreo del Salmo 23.1, una forma verbal yiqtól, tiene de sujeto a la primera persona común singular, o sea, yo, y jamás a la tercera persona masculina singular él.

Insisto, el sujeto gramatical de la forma verbal «ejsár», es la primera persona común singular (yo), y no la tercera persona masculina singular (él, el Señor).

La carga semántica (significado) del verbo «jasár» (infinitivo constructo «la-jasór»)

Según el «Diccionario Bíblico Hebreo – español» de Schokel: Faltar, no haber; necesitar, carecer, echar de menos, echar en falta, tener-pasar necesidad; disminuir, mermar, menguar, agotarse. 

Según el «Diccionario de Hebreo Bíblico» de Moisés Chávez: Decrecer, reducirse, faltar, privar de algo, hacer que algo sea menos o menor, tener falta.  

Según el «Diccionario Bíblico Hebreo–español, español-hebreo», de Jaime Vázquez Allegue: Disminuir, faltar, carecer, rebajar.

Finalmente, invito a considerar seria y detenidamente, las tres imágenes que anexo a estas líneas, donde ofrezco detalles técnicos que espero ayuden a comprender, por un lado, lo acertada que es la tradicional traducción del Salmo 23.1 que nos ha propuesto la clásica Reina Valera 1960 (Jehová es mi pastor; nada me faltará) y la Biblia de Jerusalén quinta edición (2018-2019): «Yahvé es mi pastor; nada me falta».

Por otro lado, lo terriblemente errónea que es la propuesta de traducción: «Jehová es mi pastor, él no me faltará».

Muy a propósito de nuestra continua oferta académica en el campo de las lenguas bíblicas, el griego clásico, la gramática española y más, todo el año, año por año.

Modalidades: Online (vía Zoom en vivo y en directo) y Virtual (en diferido, en forma asincrónica, mediante clases grabadas).

¡Inscripciones siempre abiertas!

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí


La palabra «erjómenon» en Juan 1.9 ¿Un participio de género masculino o de género neutro?


 La palabra «erjómenon» en Juan 1.9

¿Un participio de género masculino o de género neutro?
Nociones de morfosintaxis (gramática) griega

Héctor B. Olea C.

La situación que analizo y explico en la imagen anexa, acerca del participio «erjómenon», es la que explica que desde hace varios siglos existan dos líneas de traducción.

Por un lado, la que asume que «erjómenon» está en caso nominativo neutro singular, línea de traducción más dominante, y la que refleja, entre otras, la clásica y tan popular Reina Valera 1960: «Aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo»; también La Nueva Biblia Española 1975: «La luz verdadera, la que alumbra a todo hombre, estaba llegando al mundo»; y la traducción que propone la obra «Los libros del Nuevo Testamento, traducción y comentario», del profesor Antonio Piñero (TROTTA 2021): «Era la luz verdadera, la que al venir al mundo ilumina a todo hombre».

Por otro lado, respecto de la traducción que entiende que «erjómenon» está en caso acusativo masculino singular, la mencionada obra del profesor Antonio Piñero comenta: “…Se halla en varias versiones antiguas (Vetus Latina, Vulgata, antigua siríaca, copta bohaírica) y algunos padres (Eusebio, Crisóstomo, Cirilo de Alejandría). Cuenta a su favor con que la expresión «el que viene al mundo» es una locución semítica para designar al hombre (véase Juan 16.21)”

En tal sentido, la traducción del texto latino, que refleja el «Nuevo Testamento Trilingüe», edición crítica de José María Bover y José O Callaghan, Biblioteca de Autores Cristianos, 2011, traduce: “Existía la luz verdadera, la que ilumina a todo hombre viniendo (que viene) a este mundo.”

Por otro lado, llama la atención que la versión «La Sagrada Biblia», traducción al español de la Vulgata Latina, por profesor José Miguel Petisco, de la Compañía de Jesús, a pesar de ser una traducción de la Vulgata, aquí optó por tomar distancia de su fuente, y tradujo a Juan 1.9 en la línea de La Reina Valera 1960 y La Nueva Biblia Española: “La luz verdadera existía, la que ilumina a todo hombre, viniendo (estaba viniendo) al mundo”.

Pero, además, agrega una nota al pie de página que dice: “La Vulgata refiere el participio «al hombre», que nace o viene al mundo. Nosotros lo referimos al Verbo Luz, que ha venido por la Encarnación”.

En conclusión, las dos líneas de traducción mencionadas, tienen sus méritos, son comprensibles y legítimas a la luz de las posibilidades que ofrece la sintaxis que exhibe el texto griego de Juan 1.9.
En consecuencia, en lugar de pretender eliminar cualquiera de las dos líneas de traducción, es más recomendable que se acepte y comprenda la situación insoluble que, respecto de participio «erjómenon», plantea la sintaxis del texto griego de Juan 1.9.

Muy a propósito de nuestro «Diplomado sobre el participio griego», un curso de especialización y profundización, que inicia el viernes 3 de octubre.

Un curso de actualización y profundización en el aspecto de mayor riqueza y complejidad de la lengua griega (clásico y koiné) desde el punto de vista de la morfología y de la sintaxis.

Altamente recomendado para las personas que ya poseen cierto conocimiento de la lengua griega, que desean profundizar sus conocimientos del griego y para las personas que aspiran a ser docentes de griego koiné o bíblico.

Duración: 6 meses.

Día y horario: viernes 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico; 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Chile y Argentina.

Modalidades: Online (vía Zoom en vivo y en directo) y Virtual (en diferido, en forma asincrónica, mediante clases grabadas).

¡Inscripciones abiertas!

Juzgar una traducción, acerca del Salmo 121.4b en hebreo y en griego


Juzgar una traducción

Sobre el Salmo 121.4b en hebreo y en griego
Nociones de morfosintaxis hebrea y griega

Héctor B. Olea C.

Es común ver a personas que, sin los conocimientos necesarios (sin los conocimientos de causa) expresan juicios de valor respecto de los supuestos aciertos y supuestos desaciertos de la traducción de algunos textos bíblicos.

Sin embargo, pienso que es preciso tener presente las siguientes observaciones.

En primer lugar, la persona que pretenda emitir un juicio de valor respecto de la traducción al español de una expresión o construcción sintáctica hebrea o griega; debe poseer mucho más que ciertos conocimientos elementales de la lengua hebrea y la lengua griega, mucho más que simples presuposiciones de cómo funcionan la lengua hebrea y la lengua griega; además, debe ser alguien que también tenga un conocimiento adecuado de cómo funciona el español, de la morfosintaxis española.

Por supuesto, no está demás decir que una cosa es tener una determinada lengua por lengua materna (la que se recibe naturalmente en la infancia como herencia sociocultural cultural), y otra, ser un estudioso de dicha lengua.

En segundo lugar, quien pretenda expresar un juicio de valor (con conocimiento de causa y con la aspiración de que se le tome en serio) respecto de una traducción del hebreo al griego; debe ser alguien que tenga mucho más que ciertos conocimientos elementales o presuposiciones de cómo funcionan el hebreo y el griego.

En tercer lugar, la persona que aspire a ser tomada en serio al pronunciarse de cosas y aspectos relacionados con la lengua y la traducción, debe ser alguien que sea algo más, mucho más que un simple usuario de una o varias lenguas (el políglota no es un lingüista); debe ser una persona que esté familiarizada con el estudio científico de la lengua (lingüística) y con el campo la traducción, como labor profesional.

Análisis del texto hebreo y griego del Salmo 121.4b

De entrada, debo decir que este análisis se concentra en la expresión o construcción sintáctica hebrea y griega detrás de la traducción «el que guarda a Israel» (Reina Valera 1960).

Pues bien, la expresión hebrea detrás de la traducción «el que guarda a Israel» es «shómer yisraéll».

Luego, ¿es «shómer yisraél» una cadena constructa?
Por un lado, es posible que sea una cadena constructa, en la que el participio activo hebreo «shómer» esté en estado constructo, y el sustantivo «yisraél» (Israel) es el sustantivo que le pone fin a la cadena constructa (y no es un objeto directo).

Por otro lado, que el sustantivo «yisraél» (Israel), que es un sustantivo propio, determinado, no esté precedido de la partícula «et» (partícula y recurso dominante con que cuenta el hebreo clásico para señalar un objeto directo determinado), también favorece que la expresión «shómer yisraél» sea asumida como una cadena constructa.

Luego, como nota al margen, quiero citar algunos ejemplos que demuestran que cuando el sustantivo «yisraél» (Israel) funciona como un objeto directo (siempre determinado), va precedido de la partícula hebrea intraducible «et»: Éxodo 14.30; 18.1; Amós 9.7 y con la preposición «le» en lugar de la partícula «et», en Josué 21.43; 23.1; Miqueas 3.8.

Ahora bien, una vez se asume que la expresión hebrea «shómer yisraél» constituye una cadena constructa, se hace necesario establecer el sentido de dicha cadena constructa. Por ejemplo: ¿Tiene un valor adjetival, funciona como un adjetivo? ¿Representa un «genitivo subjetivo» (de sujeto) o un «genitivo objetivo» (de objeto directo)?

Consecuentemente, con el valor de un «genitivo subjetivo» (de sujeto), la construcción «shómer yisraél» debe ser entendida como: «el guarda, guardián o protector que le pertenece a Israel».

Pero con el valor de un «genitivo objetivo» (de objeto directo), la construcción «shómer yisraél» debe ser entendida como: «el que guarda a Israel».

En conclusión, si se asume que la construcción «shómer yisraél» debe ser asumida como expresando un «genitivo objetivo», la traducción al griego y la traducción al español pueden exhibir una redacción en la que se coloca el sustantivo «Israel» como un «objeto directo» (funcionando como objeto directo), pues es la función sintáctica que desempeña en dicha cadena constructa con el valor de un «genitivo objetivo», un genitivo de objeto directo.

Por supuesto, en caso de asumir a «shómer yisraél» como un «genitivo subjetivo», un genitivo de sujeto, la traducción debe ir en la siguiente línea: «el guardián o protector que le pertenece a Israel».

En realidad, la traducción «el guardián o protector de Israel» no especifica el valor contextual de dicha cadena constructa.

La traducción griega de la expresión hebrea «shómer yisraél»

La clásica versión griega tradujo la expresión hebrea «shómer yisraél» con la expresión «jo filáson ton Israel» («el que guarda a Israel»).

En esta traducción, la expresión «jo filáson» constituye un participio sustantivado (de un verbo transitivo, y por eso puede tener un «objeto directo»), en tiempo presente, vos activa, en caso nominativo masculino singular.

Y la expresión «ton Israél», señala a «Israel» (sustantivo indeclinable, pero con el artículo determinado en caso acusativo masculino singular, que señala a «Israel» como el «objeto directo» del participio sustantivado «jo filáson»).

Consecuentemente, la traducción griega explicada de la expresión hebrea «shómer yisraél», pone de relieve que el traductor griego la asumió como una cadena constructa con el valor de un «genitivo objetivo», un genitivo con el valor de un objeto directo.

Finalmente, la traducción griega de la construcción hebrea «shómer yisraél», así como la traducción de la tan popular y dominante versión Reina Valera 1960 (y muchas otras versiones más); coinciden en asumir dicha expresión hebrea como una cadena constructa que tiene el valor de un «genitivo objetivo», un genitivo de objeto directo.

Pero traducciones en la línea de la que exhibe la versión Reina Valera Contemporánea 2011 («el protector de Israel»), son traducciones que han aplicado la ley del mínimo de esfuerzo, evitando invertir tiempo en precisar qué tipo de genitivo señala la cadena constructa hebrea «shómer yisraél».

Insisto, la traducción «el guardián o protector de Israel» (en la línea tradicional de traducir las cadenas constructas hebreas) no especifica el valor contextual de dicha cadena constructa.

En honor a la verdad, la traducción «el protector de Israel» no especifica, no aclara si trata de un «genitivo subjetivo» (el protector que le pertenece a Israel), o si se trata de un «genitivo objetivo» (el que guarda, el que protege a Israel).

Finalmente, como siempre, invito a considerar la imagen anexa, con la cual espero ilustrar y hace más comprensibles estas líneas.

Muy a propósito de nuestra continua oferta, profesional y académica en el campo de las lenguas bíblicas, griego clásico, gramática española y mucho más, todo el año, año por año.

Y a propósito de nuestro «Diplomado sobre el participio griego», un curso de especialización y profundización, que inicia el viernes 3 de octubre.

¡Inscripciones abiertas!

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí


El participio griego en Mateo 8.5 , Diplomado sobre el participio griego

El participio griego en Mateo 8.5

Nociones de gramática (morfosintaxis) griega

Héctor B. Olea C.

Como ya hemos dicho, el participio griego aparece aproximadamente unas veinticinco (25) veces por capítulo, dependiendo del autor y de género literario.

Pero la constatación de la presencia del participio en un texto griego, no es más que el principio.

Luego y, en honor a la verdad, la comprensión y traducción acertada del participio griego, demandan que se establezca con acierto y precisión el tipo de participio involucrado y la función sintáctica que desempeña en el contexto oracional en el cual aparece.

En tal sentido, tomando como caso ilustrativo a Mateo 8.5, podemos decir que en dicho texto observamos dos participios (ambos adverbiales y, por lo tanto, expresando un tiempo relativo a la del núcleo verbal de dicho texto): uno en la construcción sintáctica llamada «genitivo absoluto», y el otro, un «participio apositivo» o «de aposición» (relacionado sintácticamente con el sujeto del verbo núcleo de dicho texto).

Sin embargo, por ser un participio aoristo, el participio del «genitivo absoluto» presente en Mateo 8.5, señala una acción verbal que tiene lugar antes que la del verbo finito o conjugado y núcleo verbal de dicho texto.

Por otro lado, por ser un participio de presente, el «participio apositivo» indica una acción verbal simultánea a la del verbo finito o conjugado y núcleo verbal del referido texto.

En consecuencia, en primer lugar, es necesario poner de relieve que el verbo finito o conjugado y núcleo verbal de Mateo 8.5, está en tiempo aoristo (aoristo fuerte o 2do).

En segundo lugar, que el participio que aparece conformando la construcción sintáctica llamada «genitivo absoluto», es un participio aoristo (fuerte o 2do), que indica que su acción es temporal e inmediatamente anterior a la forma verbal núcleo de la oración, que también está en tiempo aoristo, pero en el modo indicativo.

En tercer lugar, que el «participio apositivo» (de aposición) presente en Mateo 8.5, está en tiempo presente, lo que indica que su acción es temporalmente simultánea a la del verbo finito (conjugado) y núcleo verbal del texto objeto de estudio, una forma verbal en tiempo aoristo (fuerte o 2do) y en modo indicativo.

Por supuesto, como siempre, invito a considerar la imagen anexa, con la cual espero ilustrar y hacer más comprensibles estas líneas.

Muy a propósito de nuestro «Diplomado sobre el participio griego», un curso de profundización y especialización en el campo de la morfosintaxis griega, que inicia el viernes 3 de octubre.

Un curso de actualización y profundización en el aspecto de mayor riqueza y complejidad de la lengua griega (clásico y koiné) desde el punto de vista de la morfología y de la sintaxis griega.

Altamente recomendado para las personas que ya poseen cierto conocimiento de la lengua griega, que desean profundizar sus conocimientos del griego y para las personas que aspiran a ser docentes de griego koiné o bíblico.

Duración: 6 meses.

Día y horario: viernes 8:00 – 10:00 PM (República Dominicana, Puerto Rico; 7:00 – 9:00 PM Colombia y Perú; 9:00 – 11:00 PM Chile y Argentina.

Modalidades: Online (vía Zoom en vivo y en directo) y Virtual (en diferido, en forma asincrónica, mediante clases grabadas).

¡Incluye bibliografía y certificado!

¡Inscripciones abiertas!

Sobre el texto griego de Juan 14.6b, cursos de griego clásico y de griego bíblico

Sobre el texto griego de Juan 14.6b

Nociones de griego clásico y de griego koiné

Héctor B. Olea C.

Una simple muestra de las cosas que hacemos y ocurren en nuestras clases profesionales de griego (clásico y koiné), online, en vivo y en directo vía Zoom (desde República Dominicana para cualquier parte del mundo), todo el año, año por año, y en la modalidad asincrónica (mediante clases grabadas).

Además, en el IDCB también ofrecemos clases intensivas y personalizadas, asesorías, soporte y tutorías especializadas, enfocadas en las necesidades particulares del estudiante o institución.

Para recordar: El IDCB es la institución y lugar donde las lenguas bíblicas no se estudian como el simple relleno o complemento decorativo y no sustancial de un programa de formación teológica o pastoral; es la escuela donde las lenguas bíblicas son el objeto de estudio, por supuesto, con un enfoque profesional, aconfesional, crítico, riguroso y responsable, con el perfil de un verdadero estudio lingüístico.

Para tomar en cuenta: Todos nuestros cursos están dirigidos al público general, al margen de su creencia religiosa o falta de compromiso con una determinada teología institucional; pero seriamente interesado en el estudio profesional, crítico, académico e independiente de las lenguas bíblicas y del griego clásico.

Más información, modalidades de pago y matriculación Aquí