De etimologías, excrementos y teorías teológicas sobre el futuro
A propósito de nuestro curso de griego koiné que inicia el sábado 7 de junio
Héctor B. Olea C.
En los ambientes religiosos y teológicos es común el empleo de la palabra «escatología» para hacer referencia al conjunto de creencias, dogmas o doctrinas sobre las últimas cosas, o eventos futuros y finales de la existencia del ser humano.
Sin embargo, en medicina también se usa la misma palabra «escatología», pero con una carga semántica distinta, como equivalente a «coprología» o estudio de los excrementos, mierda o heces.
Luego, si bien la expresión castellana «escatología» es la misma para ambos campos (el teológico y el de la medicina), la diferencia semántica se explica cuando nos ponemos al tanto de sus distintas etimologías.
Por un lado, la palabra «escatología» empleada en los estudios religiosos y teológicos, deriva de dos palabras griegas: «ésjatos» (adjetivo: último, lejano, postrero, final) que es un adjetivo griego de tres morfologías: una primera para el género masculino según la segunda declinación («ésjatos»), una segunda u otra para el género femenino según la primera declinación y con alfa alargada («esjáte»), y una tercera para el género neutro según la segunda declinación («ésjaton»).
Por otro lado, el sufijo «logía» deriva del griego «lóguia», forma del nominativo y acusativo neutro plural del adjetivo «lóguios» (docto, elocuente, sabio, erudito), o sea, «lóguia».
Pero «lóguia» también puede ser asumido como el caso nominativo y acusativo plural del sustantivo «lóguion» (sustantivo de género neutro: respuesta que da un oráculo, oráculo, revelación, palabra, enseñanza, sentencia) morfológicamente un diminutivo de «lógos» (palabra, asunto, cosa, etc.).
De todos modos, también coincide «lóguia», fonemáticamente y no en la acentuación, con el nominativo femenino singular del adjetivo «lóguios» (docto, elocuente, sabio, erudito), o sea, «loguía» (con el acento y tilde en la «í»).
Pero la etimología de la palabra «escatología» usada en medicina (como sinónimo de «coprología») difiere de la «escatología» empleada en teología precisamente en cuanto al morfema lexical o lexema que le sirve de base.
En tal sentido, «escatología» como estudio o análisis de los excrementos («coprología»), tiene de base el sustantivo «skor» («excremento», «mierda», «estiércol», de género neutro y de la tercera declinación) que en el caso genitivo singular (el que por lo general define el tema flexional en la tercera declinación) es «skatós» (literalmente: de excremento, de estiércol, de mierda).
Por
supuesto, se declina «skor» como «jídor» («agua»; de género neutro y de la
tercera declinación), que tiene a «jídatos» (de agua) como la morfología del
caso genitivo singular
Consecuentemente, con base al caso genitivo singular de «skor», «skatós» («eskatós»), unida a la desinencia «logía» ya explicada, resulta en «scatología» («escatología»): estudio de los excrementos, coprología.
Luego, el sustantivo base del cual deriva la palabra «coprología» es «kópros» (sustantivo de género femenino, pero de la segunda declinación): excremento de los animales y de las personas, que a diferencia de «skor» (excremento) sí tiene presencia en la versión griega de la Biblia Hebrea, aunque no en el Nuevo Testamento Griego. Ejemplos: Éxodo 29.14; Ezequiel 4.12; 2 Reyes 18.27.
En todo caso, llama la atención que en Ezequiel 4.15 la palabra griega para excremento, haciendo referencia estrictamente a los excrementos de los excrementos de vacas o bueyes, es «bólbiton» (sustantivo de género neutro y de la segunda declinación) que, por cierto, también está presente en Ezequiel 4.12 y en Eclesiástico o Sabiduría de Siráj 22.2.
Finalmente, si bien no tienen presencia en el Nuevo Testamento Griego las palabras «skor», «kópros» ni «bólbiton», sí tienen presencia dos palabras lexicalmente relacionadas con «kópros»: 1) «kopría» («estercolero»; «muladar» en la RV 1960) en Lucas 14.35, un sustantivo de género femenino de la primera declinación; y 2) «kóprion» (excremento, estiércol, abono) en Lucas 13.8 (la RV 1960: «y la abone»; el griego: «bálo kópria» («le eche estiércol o excremento»), un sustantivo de género neutro y de la segunda declinación (en plural en Lucas 13.8).
En resumen, si bien la palabra española o castellana «escatología» es la misma, es una (y común al campo de la teología y la medicina); sin embargo, el término «escatología» empleado en teología, deriva del adjetivo «ésjatos» (último, lejano, postrero, final); pero el término «escatología» usado en el campo de la medicina, deriva del caso genitivo singular del sustantivo de género neutro y de la tercera declinación, «skor», o sea, «skatós» (excremento, estiércol, de excremento, de estiércol), palabra ausente en la Septuaginta y en el Nuevo Testamento Griego.
En todo caso, sí tienen en común el segundo elemento, o sea, el sufijo «logía», cuya derivación griega ya explicamos.
Nota adicional: El sufijo «logía», si bien, conceptualmente, deriva de «lógos» (palabra, cosa, asunto, razón, ejercicio de la razón), morfológicamente deriva del caso nominativo y acusativo neutro plural del adjetivo «lóguion» (formalmente un diminutivo de «lógos»), o sea, «lóguia» (caso nominativo y acusativo plural neutro del adjetivo «lóguios»: versado, elocuente, docto, sabio, erudito, hábil razonando).
Por supuesto, arriba también mencionamos otras posibilidades para la forma «lóguia» incluso «loguía».
En
realidad, en honor a la verdad, no hay forma de que en la declinación de la
palabra «lógos» se llegue a la morfología «lóguia» o «loguía».
Muy a propósito de nuestro «Curso de griego koiné (bíblico)» desde cero, que inicia el sábado 7 de junio.
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