«Beró» y la Crítica Textual de la Biblia Hebrea
Nociones de Morfosintaxis hebrea y de Crítica Textual de la Biblia Hebrea
Héctor
B. Olea C.
A
modo de introducción:
La
palabra «beró» consiste en un «infinitivo constructo» del verbo «bará», (el
creó, el hizo), o «li-bró» (crear, hacer).
Consiste
el «infinitivo constructo hebreo» en una forma nominal del verbo, que, como
cualquier sustantivo o palabra sustantivada, puede recibir sufijos pronominales
y preposiciones como prefijos; pero que también retiene la fuerza y la función
de un verbo.
En
todo caso, por un lado, cuando el «infinitivo constructo» aparece con un sufijo
pronominal, la persona gramatical sugerida por el sufijo pronominal, puede
funcionar como «sujeto» o como «objeto directo» del infinitivo constructo.
Por
ejemplo: «shomrró» (infinitivo constructo de «shamár», más el sufijo pronominal
de la tercera persona masculina singular: «él»), puede ser traducido asumiendo
que la tercera persona masculina singular («él») es el sujeto: su guardar, el
acto de guardar él.
O
bien, puede ser traducido asumiendo que la tercera persona masculina singular («él»)
es objeto directo: guardarlo (guardar a él, guardarlo a él).
Por
otro lado, cuando el «infinitivo constructo hebreo» es seguido por un
sustantivo (el «infinitivo constructo» delante de un sustantivo), dicho sustantivo
puede funcionar como «sujeto» o como «objeto directo» del «infinitivo
constructo», si bien, es más común que funcione como «sujeto».
Luego,
es preciso decir que, desde la Edad Media (Rashí y luego otros), se ha cuestionado
la puntuación «bará» (forma verbal finita, conjugación qal, tercera persona
masculina singular: «creó Dios»), y se ha propuesto como lectura más acertada
la puntuación «beró» («infinitivo constructo»: el crear de Dios, el hecho de
crear Dios).
Además,
es preciso decir que la propuesta de asumir la puntuación «beró» (infinitivo
constructo), también propone que «bereshít» se asuma como en «estado constructo».
En
consecuencia, el asumir la puntuación «beró» supone que hay una cadena constructa
que inicia con «bereshít», que continua con «beró» y concluye con «elojím»
(Dios, en estado absoluto), cuya traducción debe ir en la siguiente línea: “al
principio o comienzo del crear Dios”, “al principio o comienzo de la acción de crear
Dios”, “al principio o comienzo del acto creativo de Dios”.
Ahora,
si bien ha ido ganando terreno la teoría de que «beró» («infinitivo constructo»)
es la puntuación correcta, y no «bará» (forma verbal finita); lo cierto es que,
desde el punto de vista de la Crítica Textual de la Biblia Hebrea, no cabe duda
de que la puntuación «bará» es la que cuenta con el peso indiscutible de la tradición
textual de la Biblia Hebrea.
En
tal sentido, quiero llamar la atención a los siguientes hechos:
En
primer lugar, en la Biblia Hebraica Stuttgartensia observamos un «circellus»
(un pequeño círculo en medio de «bará» y «elojím», que supone una referencia a
la llamada «Masora Parva» (Masora Pequeña, Masora Quetaná) que aparece en el
margen izquierdo de la página, por ser una página impar.
En
segundo lugar, la nota crítica que aparece en la «Masora Parva» (Masora
Pequeña, Masora Quetaná), sugiere considerar que en dos ocasiones más, en la
misma Torá o Pentateuco, aparece la expresión «bará elojím» (no, «beró elojím»).
En
tercer lugar, la nota de la «Masora Parva» (Masora Pequeña, Masora Quetaná) remite
al lector a la llamada «Masora Magna» (Masora Grande, Masora Guedolá).
En
cuarto lugar, la «Masora Magna» (Masora Grande, Masora Guedolá), establece que,
además de Génesis 1.1, la expresión «bará elojím» (no, «beró elojím»), también
se encuentra en Génesis 2.3, y en Deuteronomio 4.32.
En
quinto lugar, la nota de la «Masora Magna» (Masora Grande, Masora Guedolá) sugiere
que los masoretas asumieron como puntuación correcta la forma verbal finita («bará»),
y no el «infinitivo constructo» («beró»).
En
sexto lugar, en el comentario sobre la «Masora Magna» (Masora Grande, Masora Guedolá),
la «Biblia Hebraica Quinta» menciona a Isaías 4.5 y a Jeremías 31.22 donde
aparece una expresión similar, pero empleando el Tetragrámaton: «bará YHVH» (no,
«beró YHVH»), si bien como un perfecto conversivo en Isaías 4.5 («ubará YHVH»).
En
séptimo lugar, la evidencia que aporta la Septuaginta y el Tárgum (versión
aramea), favorece la puntuación «bará», y no la puntuación «beró».
Por
ejemplo, la traducción griega (Septuaginta) «epóiesen» (aoristo primero,
tercera persona del singular: «epóiesen jo zeós»: Dios creó, Dios hizo),
concuerda perfectamente con la puntuación «bará» («bará elojím»).
Y
la traducción aramea «berá» (forma verbal finita), también favorece la puntuación
«bará», y no «beró».
Finalmente,
al margen de si se acepta o no la propuesta de la puntuación «beró», lo cierto
es que, desde el punto de vista de la Crítica Textual de la Biblia Hebrea, la
forma que cuenta con el mayor apoyo, es la puntuación «bará», y no «beró».
En
efecto, en lo que a la Biblia Hebraica Stuttgartensia (BHS) respecta, es claro
que la puntuación «beró» no es sugerida en la «Masora Parva» (Masora Pequeña,
Masora Quetaná), tampoco en la «Masora Magna» (Masora Grande, Masora Guedolá), como
tampoco en el «aparato crítico».
Y
por supuesto, la puntuación «beró» tampoco es favorecida por la clásica versión
griega (Septuaginta), como tampoco por la traducción oficial aramea, que
presuponen la puntuación «bará».
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