Una traducción acertada de 2 Timoteo 3.16 debe ser distinta a la leída en la Reina Valera 1960 y otras
Un análisis crítico y valiente del texto griego
Héctor B. Olea C.
¿Cuál sería la correcta traducción del texto griego de 2 Timoteo 3.16?
En forma de respuesta, lo primero que tengo que puntualizar es que la parte problemática en la traducción e interpretación de nuestro pasaje en cuestión, es: “pasa grafé theóneustos” (expresión griega que está detrás de la traducción “Toda la Escritura es inspirada por Dios”), y es en esa frase que me voy a concentrar en este análisis.
Insisto la gran cuestión de 2 Timoteo 3.16 es si en realidad este texto afirma que “toda la Escritura (la Biblia completa, de 66 o 73 libros) es inspirada por Dios” o no. De inmediato aclaro que la Biblia completa, por completo, puede ser inspirada por Dios, pero otra muy distinta es que 2 Timoteo 3.16 afirme o sostenga tal cosa.
Comencemos, pues, nuestra tarea.
La expresión griega “pasa grafé theópneustos” está formada por tres elementos: dos adjetivos y un sustantivo.
Los adjetivos son “pasa” y “theópneustos”, el sustantivo es “grafé”.
Ahora bien, en el griego koiné, el griego del Nuevo Testamento, la relación sustantivo –adjetivo, adjetivo-sustantivo puede tener dos formas: la del adjetivo en posición atributiva (el adjetivo como atributo del sustantivo, unidos de manera inmediata), y la del adjetivo en posición predicativa (el adjetivo como predicado), teniendo de por medio una forma del verbo “ser” como cópula o nexo (verbo copulativo).
A fin de darme a entender lo mejor posible, lo que voy a hacer en primer lugar, es ofrecer algunos ejemplos precisos en castellano, tanto del adjetivo en posición atributiva, como del adjetivo en posición predicativa.
Antes de ir un poco más lejos en nuestro análisis, quiero puntualizar que la relación entre el sustantivo y el adjetivo, como palabra descriptiva (determinante y calificativa) del sustantivo, siempre apunta a un atributo o cualidad del nombre (sustantivo). Además, no se debe olvidar, por un lado, que el núcleo del sujeto es siempre un sustantivo; y por otro lado, que la relación sustantivo-atributo se puede dar incluso en el predicado mismo.
Ejemplos claros de la posición atributiva del adjetivo son:
A) En el sujeto:
1) El profesor actualizado imparte su clase con profesionalidad.
Sujeto (sintagma nominal sujeto): El profesor (sustantivo, núcleo) actualizado (adjetivo, atributo)
Predicado (sintagma verbal predicado): imparte su clase con profesionalidad
2) El carro rojo está en el garaje.
Sujeto (sintagma nominal sujeto): El carro (sustantivo, núcleo) rojo (adjetivo, atributo)
Predicado (sintagma verbal predicado): está en el garaje
3) La mujer dedicada vale por dos.
Sujeto (sintagma nominal sujeto): La mujer (sustantivo, núcleo) dedicada (adjetivo, atributo)
Predicado (sintagma verbal predicado): vale por dos
B) En el predicado:
1) Todos vimos al joven estudioso cuando se marchó.
Sujeto (sintagma nominal sujeto): Todos
Predicado (sintagma verbal predicado): vimos al joven (sustantivo, núcleo) estudioso (adjetivo, atributo) cuando se marchó
2) El hombre inteligente aspira encontrar una mujer dedicada.
Sujeto (sintagma nominal sujeto): El hombre inteligente
Predicado (sintagma verbal predicado): aspira encontrar una mujer (sustantivo, núcleo) dedicada (adjetivo, atributo)
3) La joven cuidó al niño enfermo.
Sujeto (sintagma nominal sujeto): La joven
Predicado (sintagma verbal predicado): cuidó al niño (sustantivo, núcleo) enfermo (adjetivo, atributo)
Ahora bien, vamos a considerar algunos ejemplos del adjetivo en posición atributiva, para luego colocarlo en posición predicativa empleando el verbo “ser” como nexo.
1) El carro (sustantivo) rojo (adjetivo)
2) El profesor (sustantivo) inteligente (adjetivo)
3) La mujer (sustantivo) dedicada (adjetivo)
4) El libro (sustantivo) sagrado (adjetivo)
5) El libro (sustantivo) inspirado (adjetivo)
Ahora vamos a presentar estos mismos ejemplos en posición predicativa:
1) El carro (sustantivo) es rojo (adjetivo)
2) El profesor (sustantivo) es inteligente (adjetivo)
3) La mujer (sustantivo) es dedicada (adjetivo)
4) El libro (sustantivo) es sagrado (adjetivo)
5) El libro (sustantivo) es inspirado (adjetivo)
Volvamos ahora a considerar la expresión griega “pasa grafé theópneustos”.
Como ya habíamos dicho, esta expresión está formada por tres elementos: dos adjetivos y un sustantivo
Lo que voy a hacer a continuación es analizar cuál es, pues, la relación que cada uno de estos dos adjetivos tiene con el sustantivo “grafé” (escrito, escritura)
La relación entre “pasa” y “grafé”
En su «Introducción al griego bíblico», Amador-Ángel García Santos, con respecto al adjetivo griego “pas” afirma: cuando va con un nombre que no tiene artículo se traduce por “cada, “todo”. Observación: es este precisamente el caso, la situación que encontramos en 2 Timoteo 3.16.
Cuando va con un artículo (ya sea antes o después) indica que se toma algo en su conjunto, “todo” (página 106)
El «Léxico griego-español del NT» de Alfred E. Tuggy, afirma: “Adj. usado con un sustantivo en el singular sin artículo: Dando énfasis al miembro individual de la clase del sustantivo: Cada, toda.”
“Pas” y “pantes” se encuentran en posición atributiva (entre el artículo y el sustantivo), cuando el sustantivo se considera en su totalidad y no en sus partes individuales. a) singular: Todo, entero. b) plural: La totalidad de, todos.
En conclusión, la expresión “pasa grafé” debe ser traducida “cada escrito”, “todo escrito” (de manera individual, no el escrito por entero), “cada escritura”, “toda escritura” (de manera individual, no la escritura por entera).
Pasemos a analizar ahora la relación entre el sustantivo “grafé” y el adjetivo “theópneustos”
La traducción que se lee de esta expresión griega (“pasa grafé”) en la Reina Valera 1960 es: “es inspirada por Dios”. Pero ¿es esta una traducción acertada y legítima? ¿Existen otras posibilidades de traducción?
El adjetivo en posición atributiva tiene tres posibles construcciones:
1) Artículo + adjetivo + nombre
2) Artículo + nombre + artículo + adjetivo
3) Nombre + adjetivo y adjetivo + nombre (ambos, el sustantivo y el adjetivo, sin artículo)
De todos modos, hay gramáticas griegas que sostienen que si el sustantivo y el adjetivo (sin importar el orden) aparecen los dos sin artículo, se está ante un esquema ambiguo. Esquema que podría apuntar, por un lado, a la posición atributiva, y por el otro, a la posición predicativa. En estos casos se sostiene que es el contexto el factor decisivo.
Vamos a considerar ahora la relación entre “grafé” y “theópneustos” en las tres posibles construcciones del adjetivo en posición atributiva, su traducción.
“je theópneustos grafé”: La escritura (escrito) inspirada por Dios.
“je grafé je theópneustos”: La escritura (escrito) inspirada por Dios.
“grafé theópneustos” y “theópnesutos grafé”: La escritura (escrito) inspirada por Dios.
El adjetivo en posición predicativa tiene dos posibles e inequívocas construcciones:
1) Adjetivo + artículo + nombre
2) Artículo + nombre + adjetivo
Vamos a considerar ahora la relación entre “grafé” y “theópneustos” en las dos posibles e inequívocas construcciones del adjetivo en posición predicativa y su traducción.
“theópneustos je grafé”: La escritura (escrito) es inspirada por Dios.
“je grafé theópneustos”: La escritura (escrito) es inspirada por Dios.
Sin embargo, es claro que no hay en el texto griego de 2 Timoteo 3.16 ninguna de estas dos formas.
En resumen, a la luz de todo lo explicado, la correcta traducción de la expresión griega “pasa grafé theópneustos” es: “Todo escritura (todo escrito, en particular) inspirada por Dios”. ¿Por qué? Porque el sustantivo “grafé” no tiene artículo.
En consecuencia, es inadmisible la traducción de la Reina Valera 1960 y otras “Toda la Escritura es inspirada por Dios”.
Ahora bien, incluso asumiendo la posibilidad de que “grafé theópneustos” (ambos sin artículo) pudiera interpretarse como en posición predicativa, no parece que el contexto demande esa interpretación.
Finalmente, si bien 2 Timoteo 3.16 se ha usado como un texto clave para la configuración y delimitación del canon, lo cierto es que el texto en cuestión no apunta en esa línea. Esto así por tres razones básicas: 1) Porque para cuando se escribe 2 Timoteo todavía no se habían escrito todos los libros que finalmente quedaron dentro del canon del NT. 2) Porque para cuando se escribió 2 Timoteo, los judíos no habían concluido (y muy probablemente ni siquiera lo habían iniciado formalmente) el proceso de análisis y discusiones que concluyó con la actual configuración del canon del AT. 3) Porque el texto griego de 2 Timoteo 3.16 lo que realmente dice es: “Toda (cada) escritura (escrito) inspirada (que está inspirada) por Dios, también es útil, para la enseñanza, para el convencimiento, para la corrección, para la instrucción en la justicia”.
Conclusión: ¿«Autor inspirado»” o «texto inspirado»?
Al respecto puedo decir que existen actualmente dos corrientes, a pesar de lo que dice 2 Timoteo 3.16, incluso en nuestra personal traducción.
Por un lado, tenemos la postura que representa y sigue Eduardo Arens de que lo correcto es hablar de un «autor inspirado».
A propósito, Eduardo Arens plantea: “Si todavía tiene sentido hablar de inspiración bíblica -y se cree en ella-, entonces la exégesis deberá tener presente la participación del escritor inspirado -Dios no inspira textos sino a personas” («Biblia y cultura», Cuadernos de Teología Deusto, 35, página 43; consúltese también las páginas 225-260 de la obra «La Biblia sin mitos», del mismo Eduardo Arens, publicada por Paulinas).
Ahora bien, Arens ataca la idea de «autor inspirado» como una marca del fundamentalismo bíblico y teológico; sin embargo, no es cierto que asumir la postura de «texto inspirado» sea una marca estricta del fundamentalismo bíblico y teológico.
Al respecto sostiene: “Guiados por una gran preocupación pode defender el prejuicio de que la Biblia no contiene error alguno y que las palabras de la Biblia son sacrosantas, algunos han puesto el peso de su explicación de la inspiración en el texto mismo” («La Biblia sin mitos», página 233).
A pesar de la postura de Arens, la idea de «texto inspirado» (posición que sostengo) es defendida por el gran biblista argentino (ya fallecido), J. Severino Croatto. Consideremos su argumentación: “… A la luz de lo que venimos estudiando de semiótica y hermenéutica, este énfasis en los autores de los textos nos parece perimido. No tiene en cuenta que el autor muere en la producción del texto. Uno lee un texto y no a su autor. Cifrar la inspiración bíblica en los hagiógrafos es una forma de «historicismo» y deja al texto desprotegido ese halo sagrado, por más que se lo suponga.”
“La inspiración se entiende mejor como fenómeno textual. Si el texto es el inspirado, toda relectura de la Biblia (y agrego yo, toda versión o traducción) retoma un sentido inspirado de alguna manera, aun en lo que tiene de «reserva» y sobrepasa la intención de su autor”(«Hermenéutica bíblica», páginas 72 y 73, publicado por Lumen)
Una acertada traducción de 2 Timoteo 3.16, incluso la que se lee en la Reina Valera 1960, favorece la idea de «texto inspirado» y no la de «autor inspirado».
¡Hasta la próxima!
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